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sábado, 27 de abril de 2024

AFECTIVIDAD Y S. LÍMBICO: ENSEÑAR A QUERER



            AFECTIVIDAD EN LA ETAPA INFANTIL: ENSEÑARLES A QUERER                                              


El tema de la afectividad es importante para nuestros hijos. Estamos al final de la etapa infantil, entorno a los 6-12 años, en la que ya no son tan niños, pero nos tienen cerca, les transmitimos mucho cariño, disfrutan con actividades que les gustan, con planes en familia, pueden afianzar ya muchas cosas aprendidas, tienen amigos y están predispuestos a querer. 


Es una etapa especial y entrañable base de años posteriores, en los que tenemos menos posibilidades de ayudarles. Lo que no hayamos sembrado y logrado aquí lo echaremos de menos…, y sobre todo ellos.


Estamos diseñados para querer y sentirnos queridos. Es una necesidad afectiva de la persona, ineludible, que nos encamina hacia la plenitud personal, los anhelos del corazón y la felicidad.






Es lo más relevante que podemos hacer los padres por los hijos. Apunta el filósofo Tomás Melendo: “educar es enseñar a amar”. Como la “estrella" que nos puede guiar en la vida para no perdernos en miles de tareas y actividades… 


Por tanto, se trata de educar el corazón, de "forjarlo" al calor del cariño para aprender a amar. Es decir, a pensar en los demás. Enfocarse en metas nobles que merezcan la pena, que agranden el corazón. Y es lo que dará más sentido a su vida.





Dejo tres puntos a modo de índice:


1) Afectividad y sistema límbico

2) Aprender a querer


3) ¿Cómo hacerlo en estas edades?









1) Afectividad y sistema límbico


Toda la realidad la percibimos teñida del “color” de nuestros afectos, con tonalidad entre dos polos: agradable o desagradable, positiva o negativa, animante o llena de melancolía… Y los sentimientos y emociones son importantes, pues nos ayudan a querer a los demás.



Desde las primeras etapas del niño, la relación con el tú de la madre, del padre, la em-patía y la sim-patía con ellos pone los cimientos de su afectividad.  Aprende a usar las "neuronas espejo" gracias a sus padres, que le acogen con cariño, le atienden, se acercan, especialmente si se encuentra mal, le abrazan, le sonríen, le escuchan, le cuentan, le cantan…, reflejan mil sentimientos en su rostro, le muestran ternuraAlgo que no debemos olvidar, pues es el lenguaje íntimo y “secreto” del corazón. Todos lo necesitamos.







La em-patía, tan manida a veces, significa ponerse en el lugar del otro para intentar sentir lo que él siente. Y la sim-patía es un paso más. Etimológicamente significa entrar en sin-tonía con el corazón del otro, de la madre, del padre, de los hermanos, y vibrar juntos… Sintonizar corazones.


Los niños aprenden todo a través de la mirada de los padres, del rostro, de su cariño, de su sin-tonía. Y captan la realidad que les rodea por los sentidos y facultades personales, pero en todo eso influye la afectividad, de manera que cada persona lo percibe un poco según su forma de ser...




                              





* Estrato anatómico


El estrato anatómico de las emociones y la afectividad es el sistema límbico, sobre todo la amígdala, con sus conexiones a otras zonas, tanto aferentes o de entrada, para percibir, como eferentes o de salida para responder. 


Este sistema madura antes que la corteza prefrontal y el aspecto cognitivo, pensamiento reflexivo... Recibe la información que le llega desde los sentidos, externos e internos, imaginación, cogniciones, recuerdos..., y la procesa. 


También conecta con otras áreas corticales: sensoriales, visuales, auditivas, del lenguaje…, de asociación, premotoras y motoras, para percibir, sentir, integrar y ser consciente de ello, y luego dar una respuesta a lo percibido o sucedido. 


Aunque en situaciones de urgencia vital se puede responder más rápidamente sin conectar con la corteza, pero, prescindiendo de esa reflexión.







* La afectividad y las relaciones personales


La afectividad nos une, construye lazos, relaciones, y es muy importante para aprender a querer a los que tenemos cerca. Especialmente en familia.


Tenemos un cerebro empático y social. Las relaciones personales son vitales para el buen desarrollo, así como el apego en los bebés, o el sueño para reparar sistemas y consolidar aprendizajes. 


Las buenas relaciones de convivencia estimulan la secreción de sustancias neuroplásticas que ayudan al bienestar personal, como la oxitocina, con la confianza que aporta, la dopamina y el placer, o, los opiáceos endógenos. Todos ellos ayudan a tener buena salud a todos los niveles, tanto corporal como mental.





Esa empatía y sintonía en los primeros años, con la necesidad del encuentro con el tú de la madre, del padre, son imprescindibles. Así van descubriendo su propia identidad, en la relación y resonancia con el tú. 






En el desarrollo también influyen los genes, aunque no son tan determinantes como se creía, e interaccionan con el entorno. Es la llamada expresión genética o epigenética. Se ha visto que dichos genes no están diseñados para la prevalencia del yo, como pensaban algunos en plan egoísta, sino para la cooperación y comunicacion con los demás, para las buenas relaciones.



El niño, o no tan niño, por su naturaleza, tiende a ayudar, a la comunicación con otros. Esto lo han investigado algunos autores, como Michael Tomasello. A veces incluso puede hacerlo con personas en dificultades que ni siquiera conoce… Estamos diseñados así, para conectar y relacionarnos. Nuestra naturaleza tiende a esas relaciones tan humanas, a la cooperación con otros. Y disfruta con ello.


Por eso qué importante que los padres vayamos en esa línea...






De este modo tan delicado y “escondido”, la naturaleza nos va llevando hacia los demás, y hacia la plenitud en cuanto personas, muy relacionada con esas relaciones, la amistad, y la capacidad de querer tan maravillosa y específica que tenemos los seres humanos. 



La persona se trasciende a sí misma, y encuentra sentido más allá de sí misma. Basta recordar al doctor Viktor Frankl, con su descubrimiento del poder del sentido de la vida y la logo-terapia, sanadora, o a Elisabeth Lukas, con ese “toque” del amor, junto con la actitud personal, que tienen el poder de cambiar la realidad a mejor.









  

2) Aprender a querer


El corazón es importante: es el centro y raíz de la persona. Cada uno "vale" lo que vale su corazón, o, "pesa" lo que ama.


Apunta Charles Dickens: "El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el que lo conoce las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico". 


Y Pascal nos dice: el corazón tiene sus razones, que la razón no entiende...


Además, J.H. Newman sabe que "el corazón habla al corazón", pues tiene su lenguaje propio, noble, tierno, cálido.





En esta etapa es el momento especial en el que los niños aprenden a querer, gracias al cariño que van recibiendo en familia, y a ese referente de los padres que les da fuerza y les guía. Este aprendizaje es de gran relevancia, y necesitará desarrollarlo a lo largo de su vida. 


Saber amar a los que tenemos cerca es fuente de plenitud personal, y como consecuencia de dicha y felicidad. Y hay que experimentarlo.


Toda la vida se expresa y cobra sentido por el cariño que damos y recibimos. Es lo que siempre "queda".



El que nos vean a los padres bien unidos es fundamental en su buen desarrollo como personas. El cariño recíproco, la forma de tratarnos, la alegría, la ternura y elegancia… ahí aprenden a hacerlo ellos mismos. Necesitan sentirse inmersos en ese amor de los padres, origen de su vida y de su desarrollo. Merece mucho la pena que dediquemos tiempo, pensamiento, y los mejores esfuerzos para concretarlo y hacerlo vida. Primero pensando en la propia pareja, pero también para ayudar a nuestros hijos en este tema de tanta relevancia.



Es la edad propicia para las conversaciones con ellos en confidencia, para mirar a los ojos y dialogar de tú a tú, abriendo el propio corazón, contado sentimientos y anhelos, y creando un clima de confianza para que ellos se puedan “abrir” cuando lo deseen.


En estas etapas se desarrolla la zona cognitiva y sobre todo emocional, gracias a algunas áreas de la corteza, y al sistema límbico, relacionado con las emociones, la afectividad, el aprendizaje y la memoria. 





Su pensamiento pasa de ser mágico en los primeros años, a más lógico y razonado, hacia los 7 años, y las respuestas y acciones se hacen más deliberadas. Se interiorizan y van modelando el carácter. 


Cada vez cobra más relieve la libertad… y la dimensión espiritual y afectiva de la persona. Es decir, su “afectividad tierna” que llama D. von Hildebrand, y su intimidad. 


Y esos hábitos conseguidos desde pequeños se transforman en virtudes, al realizarlos con libertad personal. En ellas siempre se encuentra alguna dimensión del amor, lo cual les da relevancia y belleza.





La persona es tan grande que está “diseñada” con un corazón para amar. Y la afectividad es un refuerzo de sus capacidades, que ayuda a querer, pues hace experimentar la dicha de hacer felices a los demás. 



Los padres, con nuestro cariño y vida coherente, hemos de estimular y fomentar esa predisposición natural. Estamos sembrando la base de su cerebro y atendiendo a su corazón, algo con gran trascendencia, que necesitará y agradecerá toda su vida. Si no, esa carencia la irá “arrastrando”…



Decía la doctora María Montessori: “Sembrad en los niños ideas buenas aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento, y hacerlas florecer en su corazón.” 

¡Siempre cabeza y corazón! Ya lo sabían los clásicos griegos: Aristóteles, Platón... Es necesario que el conocimiento vaya "de la mano" con las virtudes y el corazón. Así lograr un desarrollo armónico de la personalidad. 





Porque, al final, una persona que sabe amar es muy feliz, mientras que si sólo lo hace cuando le conviene no podrá serlo tanto... Con palabras de Melendo, "la felicidad es directamente proporcional a la capacidad de amar de cada persona, expresada en obras". 


Estas edades hay que enseñarles a manejar el timón de su vida, para que vayan teniendo capacidad de autogobierno personal y sean capaces de grandes retos, con corazón.






Dejo el tercer punto para ora entrada: cómo hacer vida esta capacidad de querer...




Espero que te haya gustado, puedes compartir con amigos. ¡Gracias!




Unos enlaces relacionados, por si quieres ampliar:









                                                                       Mª José Calvo
                                                          optimistaseducando.blogspot.com
                                                                      @Mariajoseopt    
    



URL:

https://optimistaseducando.blogspot.com/2024/04/afectividad-y-s-limbico-ensenar-querer.html

martes, 26 de marzo de 2024

CHESTERTON Y LA RAZÓN I


       
                               CHESTERTON Y LA RAZÓN I



Leer a G.K. Chesterton nos lleva como de la mano para conocer cosas fundamentales que muchas veces ni siquiera nos planteamos, quizá por la influencia del ambiente cultural en el que nos movemos, y la condición "social" de la persona. 

Y lo hace con la fuerza del asombro y la razón, y el sentido común, tan suyos y tan agudos. Fruto de ello es la alegría que rebosa y contagia, también en sus escritos. Algo semejante le ocurrirá a su amigo C.S. Lewis: quedó "cautivado por la alegría", sorprendido literalmente, como relata en su libro, y te cuento en ese post.

 
Hemos visto algunos retazos de Chesterton, de su infancia y juventud, su deslumbramiento y amor por Frances y algunas poesías y escritos.

Cuando conoció a la que iba a ser su prometida, esa misma noche escribe lo que brota de su corazón: que sería la delicia de un príncipe, y que Dios creó el mundo sólo para que ella así se lo encontrara. Y en esos años era ateo... Luego escribirá más cartas y poemas para "la cara más bella de los cielos"... "Si algo debo hacer con esta muchacha es caer de rodillas ante ella."



Busca un ideal de vida humana, y sus argumentos se basan en la razón, unida a la experiencia, la historia, y el sentido común. Y parte del asombro por la existencia, pues es un milagro, y todo lo creado es bueno y bello: lleno de maravillas cotidianas que disfrutar. Por tanto el agradecimiento es necesario. Pero hay mucho de misterio en toda la realidad que hay que investigar e ir desvelando en lo posible, también con la imaginación que se nos ha dado.

Su ideal de hombre, como comentaba, es del hombre corriente, que busca un hogar. Y ese hombre posee libertad para elegir sus propias ideas, pensamientos, acciones, y conformar su propia vida, y formar una familia.

Con la razón llega al fondo de las ideas y argumentos, hasta ver con claridad la verdad que encierran, así como los errores. Y maneja el lenguaje con arte combinando metáforas, paradojas... etc., y siempre simpatía.

Tiene en mente el ideal caballeresco de los cuentos de hadas y las causas nobles, por los que lucha sin desfallecer, y sin hacer enemigos.



Dejo unos puntos a modo de índice, de los temas que vamos abordando, y bibliografía abajo:

1) SU INFANCIA Y JUVENTUD
2) CAMBIO DE PANORAMA
3) LA CARA MÁS BELLA DE LOS CIELOS  
4) CECIL Y ALGUNOS ESCRITOS

5) ASOMBRO Y C. DE HADAS 

6) RAZÓN E IDEALES
 
7) CONVERSIÓN, VIAJES...





6) DEFIENDE LO RAZONABLE con una mente abierta


Tiene una mente abierta, pero dice con su agudeza habitual: "El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso.” Esto lo decía en referencia a su amigo Wells, quien creía que cualquier cosa podría llenar la mente... Pero lo hace con simpatía, y nunca dejarán de ser amigos.


Sobre la modernidad: El hombre moderno es partidario de poner en orden todo, menos sus propias ideas.” 



En sus escritos e intervenciones defiende la vida, la naturaleza, la familia, el amor, la libertad... Dejo algunas frases suyas a modo de "flashes" inspiradores sobre temas muy relevantes.



1- La grandeza de la familia

Siempre tendrá presente su familia de origen. Sus padres eran muy cultos y buenos anfitriones, siempre rodeados de amigos y de fiesta. Celebraban cualquier cosa: tertulias, teatro, cumpleaños, literatura... etc. En su casa se respiraba alegría y libertad.

Cuando se casa con Frances primero viven en Londres, pero más tarde se trasladan al campo para poner un poco de orden y serenidad en el trabajo de Gilbert. No pudieron tener hijos, a pesar de que les hubiera encantado, y "adoptaban" a los de sus amigos.

La familia es algo sorprendente que no elegimos, y con frecuencia no nos paramos a pensarlo. Nos viene dada. Por eso escribe: "Anacer y entrar en lfamilia, entramos en un mundo incalculable que tiene sus leyes propias y extrañas, que podría muy bien continuar su curso sin nosotros, pues no lo hemos fabricado nosotros. Entramos en "un cuento de hadas."




La familia es "la más amable de las creaciones humanas, la más delicada mezcla de necesidad y libertad". Sólo ella es capaz de transmitir con eficacia los valores fundamentales que dan sentido a la vida, y eso la hace especialmente valiosa en un mundo que se va tornando surrealista.






Donde pasan las cosas verdaderamente importantes: "El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica... Ahí veo yo la importancia de la familia".





Y algo muy profundo: "La familia no es una institución, sino una fundación, la base de casi todas las instituciones".





Además es algo cuasi sagrado... "La verdad es que sólo los hombres para quienes la familia es sagrada tendrán siempre un estándar o un estatus para criticar al Estado. Sólo ellos pueden apelar a algo más santo que los dioses de la ciudad; los dioses del hogar."



Y somos corresponsables... del futuro de la humanidad, porque el futuro de la humanidad nace y crece en la familia.”







2- La vida y el asombro

La familia, una aventura de unas personas en las fuentes de la vida... 
 



Otra idea suya respecto a lo maravilloso de la vida y de los niños, con su mirada nueva y sus mil preguntas...: "Los sabios más profundos no han alcanzado nunca la gravedad que habita en los ojos de un bebe de tres meses. Es la gravedad de su asombro ante el Universo. En cada niño, todas las cosas del mundo son hechas de nuevo, y el Universo se pone de nuevo a prueba".




Y se sorprende, no sólo de que todo sea razonable y hermoso, sino de que tenemos la libertad que se nos ha dado para dirigir nuestra vida, y hacer de ella algo valioso. Lo cual es de veras entusiasmante: la aventura única de vivir, y la oportunidad que se nos regala.


"La vida es una novela donde los personajes pueden encontrase con su Autor".




3- Libertad y albedrío

La libertad está en la esencia del hombre... 

"Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también en que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción."




Percibe que la familia es el ámbito singular de libertad. No es de extrañar, por el ambiente de casa de sus padres tan acogedor y alegre, lleno de libertad, donde uno es feliz y puede aprenderlo todo. 

Dice que el hogar no es un lugar tranquilo en medio de un mundo lleno de aventuras, sino un espacio libre en de un mundo lleno de reglas. "Fuera del hogar hay que aceptar sus reglas, pero dentro de casa cada uno puede comer en el suelo si le apetece. Yo mismo lo hago con frecuencia".

Porque Dios "no puso los colores en un lienzo, sino en una paleta"...

Por eso dirá que la familia es "la prueba de la libertad, porque es lo único que el hombre libre hace por sí mismo, y para sí mismo".







Y apunta a tener en cuenta lo que alimenta al espíritu:

"Pero es importante extraer de las tradiciones algo de lo que verdaderamente se alimenta nuestro espíritu; algo sin lo cual el mundo moderno se muere de hambre. 

Encontrar la idea del Honor, que es la verdadera energía de toda elocuencia militante. Que un hombre defienda la dignidad de su familia, de su granja, de su Rey, incluso de su mero nombre, de algo al menos que era más grande que uno mismo".



4- La mujer...

Su madre era alegre, lista, y buena anfitriona. Percibe lo práctico y concreto de la mujer: "Las mujeres son las únicas realistas; todo su objetivo en la vida es enfrentar su realismo con el idealismo extravagante, excesivo y ocasionalmente borracho de los hombres."


En otra ocasión aludiendo al corazón de la mujer, dice con simpatía: "Al parecer, el alma femenina es más de agrado del Creador que la masculina. A lo mejor porque lo que distingue a la mujer -no a todas- es que, para la fémina, el conocimiento es un medio para amar, no para mandar." 


Y el feminismo tan de moda en su época: "enseña, extrañamente, que la mujer es libre cuando sirve a su jefe, pero es esclava cuando ayuda a su marido".






5- El amor

Cree que amar de veras es algo muy profundo, no mero sentimentalismo: “el amor es la cosa mas profunda de la vida; más profundo que la misma realidad”.

Y no es pasivo, sino hay que luchar por el...




Por otro lado, ¿podemos amar cosas mortales?, o ¿estamos hechos para lo inmortal?





Saber mirar a los ojos para llegar a los secretos más profundos del otro...





Y ¿qué implica amar de veras, perdonar de veras?:

Escribe: "Amar significa amar lo desagradable. Perdonar significa perdonar lo imperdonable. Fe significa creer lo increíble. Esperanza significa esperar cuando todo parece perdido". Ir más allá de lo predecible...





Y dirá del orgullo, que siempre nos acecha, que es una debilidad del carácter, y acaba con la risa, con la maravilla, con lo caballeresco, con la energía. Nos convierte en una "piedra" altiva...


¿Cuál es la diferencia entre amor y sexo?:

"El mismo hecho de que un hombre o una mujer busquen una nueva pareja, es prueba de que no hubo amor entre ellos, porque aunque el sexo es reemplazable, el amor no lo es".




Continuara... con ideas sobre sexo, paternidad, educación...




Toda su sabiduría sigue siendo actual, sorprendentemente. Parece que se adelantó a los tiempos con su perspicacia e ingenio, con su claridad mental y humor. Sin embargo se da cuenta que esos ideales ya existían... Te animo a leer algo suyo.



BIBLIOGRAFÍA 

Libros que te recomiendo sobre este autor: "El amor o la fuerza del sino", "Ciudadano Chesterton" de J.R. Ayllón, otro de Mariano Fazio sobre tres personajes intrépidos: "Contracorriente... hacia la libertad". Y Ortodoxia, traducido recientemente por J.L. Lorda, o las novelas sobre El Padre Brown, más amenas.


Como decía C.S. Lewis, "los buenos libros son los que se releen".



Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. ¡Muchas gracias!




                                                                             Mª José Calvo
                                                                            @Mariajoseopt
                                                                         optimistas educando




Dejo algunos enlaces relacionados:  












 


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2024/03/chesterton-y-la-razon-i.html