J.R.R. TOLKIEN Y "LOS CUENTOS DE HADAS"
El gran J.R.R. Tolkien, filólogo y lingüista, profesor universitario, conocedor y amante de las palabras, fue tan especial que escribió una mitología espectacular en pleno siglo XX, dedicada a su querido país, Inglaterra.
Al hilo de un libro de uno de los pioneros expertos en este tema, que acaba de ser reeditado: J.R.R. Tolkien. Cuentos de Hadas, del profesor J.M. Odero, escribo algunas ideas para disfrutarlas y compartirlas. Y animarte a leer...
El profesor Odero posee sabiduría de la buena, conoce la obra de Tolkien, su biografía, sus Cartas, algunos escritos más, como Árbol y Hoja, con el ensayo Sobre los Cuentos de Hadas, y su obra magistral: un legendario sobre la Tierra Media. Además, en su lengua original.
Cala hondo en el sentido de su obra, en su arte literario de creación, desde las palabras y los idiomas que conoce y "percibe" muy bien. Atisba el designio de la obra creadora de Tolkien, que se va desarrollando en el tiempo. Y nos puede ayudar a comprender mejor la literatura, los mitos, los cuentos de hadas, no en el sentido de cosas-para-niños, y el trasfondo de belleza y esperanza de la impresionante obra de arte del Profesor de Oxford. Una belleza relatada, palabra a palabra...
Como el propio Tolkien expresa, "subcreó" un tapiz lleno de historias épicas y relatos conmovedores, creados desde el poder de la palabra, y la verdad que contiene, que puede desplegar mundos posibles, deseables, que anhelamos, que alegran el corazón del ser humano. Es decir: "Mundos secundarios".
En entradas anteriores hemos visto un poco los avatares de la vida de Tolkien, su amor fuerte por Edith, cuidado cada día, su trabajo y su familia, y unas pinceladas de su legendario, atisbando lo que nos sugiere a cada uno, según nuestra experiencia, pensamiento, forma de ser, etapas de la vida... De este modo, animar a disfrutar de su legado, lleno de encanto y belleza, donde poder descansar, conmoverse y hasta llorar de alegría o dolor. Y siempre... con esperanza, mirando a las Estrellas.
Como decía, su creatividad tiene el punto de partida en las palabras y los muchos idiomas, que tan bien conoce. Incluso inventa algunos más: el sindarin entre ellos, una lengua arcana que hablan los elfos, para poder expresar ideas en un contexto en el que cobraran de veras todo su significado. Y a partir de ahí su mundo fue creciendo y creciendo, desde los distintos idiomas y las historias que despliegan, algunas antiguas, con su esencia tan valiosa atesorada.
Crea distintos lenguajes para cada raza, algunos de ellos arcanos, como sus personajes, llenos de sabiduría y conocimiento: por ejemplo el Caballero Elrond, la Dama Galadriel..., que ya estaba allí cuando los Valar pusieron las Estrellas para los Primeros Nacidos: los elfos. Otros, más sencillos, como el que hablan los Hobbits de la Comarca: la lengua común. Y también intercala poemas hermosos que aportan un toque poético y encantado a su obra. Casi literalmente, pues fue escrita para leer en voz alta. Posee una sonoridad maravillosa que te animo a probar, a semejanza de una hermosa canción, pues Tolkien poseía una sensibilidad especial para esa sonoridad de los idiomas.
En una de sus cartas escribe: "El mío no es un mundo "imaginario", sino un momento histórico imaginario d la "Tierra Media", que es el lugar donde vivimos." Las Cartas de J.R.R. Tolkien, Carta 183. H. Carpenter, Minotauro.
Es lo que se propusieron su amigo C.S. Lewis, y él: escribir relatos diferidos en el tiempo y en el espacio, traspasar esas barreras..., algo que a todos nos atrae.
Nos ha regalado un maravilloso legendario, lleno de belleza y alegría, y de esperanza, a pesar del sufrimiento que le tocó vivir. Es más, inmerso en él.
Enfrentándose a la muerte en las trincheras, se dio cuenta de que la vida es un don, un regalo, y no nos toca a nosotros elegir qué tiempo vivir, "sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado…” Así dice Gandalf a Frodo en Bolsón Cerrado ante la toma de decisión sobre el Anillo, que depende de él.
Ser capaces de acciones memorables, dignas de ser recogidas en "canciones", que pervivan de generación en generación. Merecedoras de traerlas al re-cuerdo, es decir, cerca del corazón.
Tolkien sabía de la capacidad del ser humano de usar su libertad en retos nobles, cuando las circunstancias lo requerían, como les sucediera a los soldados de las trincheras de la Gran Guerra.
Esos seres pequeños, normales, ordinarios que diría Chesterton, que son capaces de acciones heroicas, si tienen motivos que les aportan fuerza para luchar por esos ideales, aunque suponga esfuerzo, sacrificio desinteresado, sufrimiento. Darlo todo por una causa.
El Libro de los Cuentos Perdidos empezó a escribirlo en las trincheras de la Gran Guerra, con La Caída de Gondolin. Luego pasaría a ser El Silmarillion, que es la obra más extensa, elevada y compleja, editada póstumamente por su hijo Christopher a partir de los innumerables escritos y versiones de su padre. Algo referente a los elfos, y unas joyas luminosas, los Silmarilli, creados por Fëanor con la luz original de los Árboles de Valinor, y las historias que conllevan.
El legendario comenzó en su mente con el poema de Eärendel, "estrella vespertina", del que luego haría varias versiones. Narra el viaje por el cielo de un marinero. Luego lo incorporará a su obra, con las hazañas de Eärendil, quien rescata uno de los Silmarilli, y surcará los cielos... en busca de los Valar.
También surgió con una idea sobre una estrella y un encuentro... Pensó que la mejor forma de decirlo era generando una mitología que lo expresaran en todo su significado y esplendor, con idiomas apropiados.
Sobre esta estrella, en la Comunidad del Anillo, acontece un encuentro entre Frodo y un elfo: Gildor Inglorion que va hacia los Puertos Grises. Por el camino, en el Bosque Viejo, se encuentran con Frodo, Sam y Pippin, perseguidos por un Jinete Negro. Los cantos tan hermosos de Gildor espantan al Jinete, y se saludan con unas palabras élficas que transmiten gran belleza y significado: "una estrella brilla sobre el momento de nuestro encuentro".
El libro que comento, en el que vamos a intentar adentrarnos para comprender mejor este legendario, ha sido reeditado por el profesor E. Segura, otro gran experto en JRR Tolkien, en Editorial EUNSA, con agradecimiento a su Maestro. De este autor te he recomendado, para empezar, "el mago de las palabras": una biografía del Profesor, también juvenil.
* FANTASÍA Y CUENTOS EN J.R.R. TOLKIEN
Este tema se recoge en el libro Árbol y Hoja, de Minotauro, en el que se incluyen tres ensayos del Profesor Tolkien: Sobre los Cuentos de hadas, Hoja, de Niggle, y el poema Mitopoeia. En ellos cuenta el arte de crear, de contar historias... y la fantasía, con su forma de entenderla y apreciarla en toda su amplitud y relevancia. Y en esta línea, el pequeño cuento de Niggle, un tanto metafórico. Esto lo explica J.M. Odero en su libro.
El arte conecta con los anhelos del corazón humano, y tiene ecos "más allá de los círculos de este mundo". Rezuma belleza, que atrae y conmueve, y ofrece descanso y consuelo para el artista y para los que se acercan a su magnífica obra.
La fantasía, tan menospreciada en muchas ocasiones, es importante y necesaria. Como Tolkien decía, ayuda a "recuperar la belleza inicial del mundo creado". Y es "un derecho legítimo del ser humano", y "a través de ella se logra una completa libertad y satisfacción."
Y "derecho" significa tener la posibilidad de desarrollar la propia personalidad, haciendo crecer esa potencialidad que se nos ha dado, tanto del pensamiento, como de imaginación, con su capacidad de combinar elementos, como también creía J. H. Newman. Y por tanto desplegar la creatividad personal en los diversos campos del saber y de las artes.
Es más, apunta el Profesor: "Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez."
Escribe en el libro "Sobre los Cuentos de Hadas": "La mente que pensó ligero, pesado, gris, dorado, inmóvil, veloz, concibió también la magia de volver ligeras y aptas para volar las cosas pesadas... Si podemos distinguir lo verde de la hierba, lo azul del cielo, lo rojo de la sangre, tenemos ya el poder de un mago".
Y lo explica de este modo en ese mismo ensayo: "La mente humana, dotada de los poderes de generalización y abstracción, no sólo ve hierba verde, diferenciándola de otras cosas (y hallándola agradable a la vista), sino que ve que es verde, además de verla como hierba. Qué poderosa, qué estimulante para la misma facultad que lo produjo fue la invención del adjetivo: no hay en fantasía hechizo ni encantamiento más poderoso".
Por ejemplo, el Reino del Bosque "de Oro" de Lothlórien, preservado por la Dama Galadriel, junto con el Caballero Celeborn, los Señores de Lothlórien , es uno de los ambientes más hermosos de su obra por el que parece que el tiempo no pasa: "un país que no languidecía".
Todo su legendario es una "Subcreación", porque, como expresa en Mitopoeia, "aún creamos según la ley en la que fuimos creados".
Historias, mitos y cuentos que contienen parte de la verdad originaria de la Creación... Pues venimos de Dios, y los mitos que tejemos, aunque contengan errores, reflejan también "un astillado fragmento de la luz verdadera, la eterna verdad de Dios." dirá Tolkien. Esto está recogido en la biografía del Profesor: "J.R.R. Tolkien, Una Biografía", de Humphrey Carpenter en Minotauro.
El blanco de la Verdad se encuentra como "refractado" en las Historias míticas, en los cuentos, los cuales permiten atisbar y reflejar algo de luz y colorido para nuestra vida.
Porque, para Tolkien, como también para los clásicos, los mitos son formas de acceder a la verdad y al conocimiento. Contienen, y dicen algunas cosas, de la mejor forma, reflejando esa luz de la verdad. Son "la llave maestra" que denomina su amigo C.S. Lewis para el conocimiento de la realidad: "aplíquese a la puerta que proceda".
Vamos a comentar dos amplios puntos de los cuentos: los temas que reflejan y en otra entrada las funciones de la fantasía.
A) TEMAS DE LOS CUENTOS DE HADAS
Tolkien opinaba que "la esencia de los cuentos no ha de ser buscada en categorías de realidad y de posibilidad, sino en la de deseabilidad".
Son historias hermosas, verosímiles, que pueden satisfacer los deseos y anhelos del corazón humano. Dice: "Si despiertan el deseo, satisfaciéndolo...", han cumplido su objetivo. No hay que buscar intenciones escondidas, moralejas o alegorías...
También dirá en sus Cartas que el cuento no "trata" sobre nada, excepto sobre sí mismo... Y si es "sobre" algo, no es sobre el "poder". "La búsqueda del poder es sólo el motivo que pone los acontecimientos en marcha y creo que relativamente carece de importancia. Trata sobre todo de la Muerte y la Inmortalidad; y de las "huidas": la longevidad y el atesoramiento de la memoria."
Las Cartas de JRR Tolkien, Carta 211.
Más extensamente sobre la muerte e inmortalidad hablará en la Carta 131.
Dice J.M. Odero que los cuentos reflejan los grandes temas del hombre, las preguntas existenciales que a todos con conciernen... Es decir, el hombre, con esos deseos primordiales, la naturaleza creada, y Dios.
Los deseos de viajar a otros tiempos, por el espacio..., como hablaba con su amigo C.S. Lewis. Por ejemplo, esos anhelos de adentrarse en lo profundo del mar, o volar libres como pájaros... hasta conversar con otros seres, también animales..., con esa comprensión mágica de su lenguaje que sucede en los cuentos. Señala el Profesor, eso es lo que dará "sabor" a cuentos de hadas...
Como hace Tom Bombadil, que va canturreando en pareados por los bosques, o Radagast el Mago rodeado de criaturas del bosque... Conectan con la belleza de la naturaleza. Pero éste último queda un poco "atrapado" en ella...
Otro ejemplo: en El Señor de los Anillos, de Minotauro, hay un momento en el que Frodo apoya la mano en un árbol de Lórien , y "tiene conciencia repentina e intensa de la textura de la corteza del árbol y de la vida que había dentro”… "La madera... lo deleitaba”.
En este primer punto sobre los temas que reflejan, dejo tres subtítulos para ir exponiendo ideas del genial libro de J.M. Odero:
1) Fantasía y Arte
2) De la mano de la razón
3) Derecho a fantasear
1) Fantasía y Arte
Fantasía es "algo más elevado que la mera producción de imágenes." Señala el propio Tolkien: "La capacidad de conferir a creaciones ideales la íntima consistencia de la realidad".
Y esto precisa sabiduría y auténtico arte, que atrae y encanta..., y satisface los deseos y anhelos humanos. Arte para ser verosímil, para plasmar esa multiplicidad de sentido, y dar consistencia interna de realidad.
La fantasía literaria, como apuntaba antes, procede del poder creador de la palabra. Y en los cuentos, como en la palabra poética, se desarrolla su mayor potencialidad. Decía Tolkien con preciosa metáfora, que las historias "crecen como semillas en la oscuridad, alimentándose del humus de la mente", del "subcreador."
De ese modo tan fantástico, en su doble sentido, se revelan las maravillas de la naturaleza, de los árboles, de la madera, de la piedra, el fuego... Así como de otras realidades inmateriales: la amistad y lealtad, el esfuerzo, la magnanimidad, el odio y el orgullo, las tradiciones y canciones..., la codicia y el cinismo, la sombra y la oscuridad, la melancolía, o la esperanza... etc.
Como muestra, una cita sobrecogedora de El Señor de los Anillos, Las Dos Torres: "Una enorme figura alada pasaba por delante de la luna como una nube oscura. ...Las estrellas se apagaban a su paso…".
Y todo gira en torno al adjetivo..., que pone múltiples cualidades y características a los elementos, dotándolos de algo especial, singular, asombroso, al "gusto" y "arte" del artista, adquiriendo ese mágico hechizo. Como los Árboles de Valinor, en El Silmarillion, uno dorado, y otro plateado, que iluminarán el día con esas características...
Volviendo a El Señor de los Anillos, hay un encuentro de la Compañía del Anillo con con los Jinetes de Rohan. Hablan de las leyendas antiguas, que creían que eran sólo invenciones, y se dan cuenta de que son ciertas, y hasta el verde de la hierba es motivo para leyendas... dice Aragorn.
Tolkien, en una conferencia: "Los Monstruos y los Críticos y otros ensayos", editada posteriormente en un libro, decía:
"Fantasía cuenta con muchas más cosas que elfos y hadas, con mas incluso que enanos, brujas, gnomos, gigantes o dragones: cuenta con mares, con el sol, la luna y el cielo; con la tierra y todo cuanto ella contiene: árboles y pájaros, agua y piedra, vino y pan, y nosotros mismos, los hombres mortales, cuando quedamos hechizados."
Además suele personificar elementos de la naturaleza. Por ej, cuando van navegando por el Río Grande hacia el Sur: "Llegaron las horas negras y calladas y ellos siguieron navegando... Los grandes árboles pasaban junto a ellos como espectros..."
Más adelante, en Las Dos Torres: "El trueno parecía estremecer la colina".
Y en El Retorno del Rey, Los Puertos Grises: "Un navío blanco se mecía en las aguas." Expresa ideas de una forma muy hermosa, como si cobraran vida.
Dejo alguna cita más de El Señor de los Anillos para apreciar la belleza de su arte de relatar y la magia del adjetivo:
Cuando el Rey Théoden parte de la Puerta de Helm, dice: "La luz crecía alrededor. Los rayos del sol encendían las colinas orientales y centelleaban las lanzas. Los jinetes, inmóviles y silenciosos, contemplaron largamente el Valle del Bajo."
En otro momento: "A menudo la hierba era tan alta que llegaba a las rodillas de los jinetes, y parecía que las cabalgaduras estuvieran nadando en un mar verdegrís."
Cuando avanzaban con Sombragrís: "Llegó el alba clara y brillante; un viento barrió el camino, apresurándose, entre las hierbas gachas. De pronto Sombragrís se detuvo y relinchó. Gandalf señaló allá adelante."
Otra cita de El Silmarillion, De Túrin Turambar, hablando de una espada, Anglachel, en el Reino de Thingol, esposo de Melian (una Maia que fue a la Tierra Media):
"...cuando Thingol tendió la empuñadura de Anglachel a Beleg, Melian miró la hoja, y dijo: -Hay malicia en esta espada. El corazón oscuro del herrero todavía habita en ella. No amará la mano a la que sirva"...
Aparecen cosas hermosas, y también terribles..., como sucede en la vida.
La fantasía no es cosa de niños, es una forma de Arte, y la más elevada, sostiene Tolkien. La verdad que contiene es lo que da categoría de Arte; si no, languidece. Es fuente de conocimiento, como ya sabían los clásicos, pues conecta con los "deseos de saber" del ser humano.
Una suerte de encantamiento y satisfacción, tanto para el artista como para los que se acercan a su obra, como sucede en el cuento Hoja, de Niggle que te comentaba. Niggle es un artista que pinta un cuadro, y está muy entretenido con cada detalle de una hoja... pero más allá hay más hojas, y más ramas..., y un paisaje, y montañas...
Está muy preocupado de terminar su obra, pero se da cuenta de que todo su arte es un don, un regalo, y un don para los demás del que no se debe "apropiar". Quizá no tiene que "terminarlo" aquí...
Y "enamorarse" de su obra no tiene sentido, porque todo está destinado a pasar... "como le parece a aquel que navega siguiendo el curso de las aguas"... No es ese el sentido de su vida, pero quizá pueda alegrar a otros...
De modo que, un pensamiento le "salva": en una porción de su cuadro crea un jardín para sus vecinos los Parish...: lo llamará el "Jardín de Parish". Su obra es un regalo... Un regalo para los demás.
El modelo de creatividad y arte en el "legendarium" del Profesor se concreta en los Elfos, inmortales y sabios, artistas puros, cuya característica es desarrollar su amor por la Tierra y las cosas que en ella crecen y viven, cuidándolas y embelleciendo todo. Como sucede en los Lórien.
Continuará...
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Mª José Calvo
@Mariajoseopt
optimistas educando
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