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domingo, 18 de mayo de 2014

FOMENTAR EL OPTIMISMO

                                       
                                       
                                       FOMENTAR EL OPTIMISMO


        
Qué importante y gratificante es ser optimista... El optimismo es una visión luminosa de la vida. Te cuento en otra entrada el porqué del optimismo. Ahora vamos con ideas para fomentar actitudes optimistas, puesto que todo se aprende y se puede desarrollar. Si uno se propone detectar cosas buenas, se va entrenando a hacerlo. Siempre se pueden encontrar motivos bellos que animen y eleven la mirada, que alegren a los demás.


El optimismo es una forma de afrontar la realidad y de enfocar las cosas: la actitud que tenemos ante la vida. Sin embargo, no se trata de esperar pacientemente que todo ocurra de forma positiva, sino que se pone algo de nuestra parte para que eso ocurra. Y, si unimos el optimismo con una actitud positiva, podemos llegar mucho más lejos... 



     
Sin duda es bueno ver el lado positivo de las cosas, independientemente de que las hayamos trabajado o nos hayan sido dadas. Pero, también optimista en el sentido de óptimo, de mejor, de excelencia, en todos los ámbitos. En lo referido a la propia familia, la educación de nuestros hijos, al cariño en pareja... etc. Es la forma de conquistar una familia optimista y ¡excelente! 

           
No se trata de ser ingenuos, o poco realistas, sino todo lo contrario. Tener una mirada llena de cariño. Confiamos en nuestras capacidades y en las de los demás. Y si algo falta se pide ayuda, sobre todo a las personas cercanas, o a las cualificadas para ello. 

               
Ante una dificultad siempre hay algo que podamos hacer, o cambiar. Se trata de variar la perspectiva desde la que se enfoca, verlo desde otro punto de vista y así poder buscar mejores soluciones. Una dificultad siempre encierra retos que hay que descubrir y superar.

            
Decía Chesterton: "Optimista es el que mira a los ojos, pesimista el que mira a los pies..." Porque el optimista ve oportunidades en cada calamidad, y el pesimista ve calamidades en cada oportunidad.




              
También es bueno pensar que la “suerte” está de nuestro lado; que la Historia está custodiada por el poder del Amor. La Belleza y la Bondad, y el Amor, han vencido al mal, y está de nuestra parte. Es el poder de la Esperanza lo que nos da fuerza para actuar con una meta clara en la mente y perseverar en el empeño. Hacer que las cosas sucedan: las importantes, las que pensamos y planeamos. Caminar hacia la luz, tener una mirada cálida y luminosa, alegrar a los demás.


Porque, "por encima de todas las sombras cabalga el Sol y eternamente moran las Estrellas" dice Sam... 





            
 
* Un libro y una película


Por ejemplo, en "El Señor de los Anillos" se refleja muy bien el optimismo. Una maravillosa obra de J.R.R. Tolkien llena de esperanza, pues estamos creados para algo grande "más allá de los círculos de este mundo"..., como dice Aragorn a Arwen en su despedida.

Una subcreación que rebosa belleza, que nace desde la palabras y su significado, y las historias que contienen y despliegan. Por eso te recomiendo disfrutar del libro... Transmite historias verdaderas de gran calado, dignas de recordar, que entusiasman y conmueven. Habla de la lucha por preservar la belleza de la Comarca y los pueblos libres de la Tierra Media, los anhelos de inmortalidad del ser humano y la posibilidad de hazañas memorables dignas de ser recogidas en canciones, que perduren en el tiempo y pasen a las generaciones venideras.



Los protagonistas en su misión sortean miles de peligros, y algún aparente fracaso de La Compañía del Anillo. Sin embargo, en vez de desanimarse ven todas las posibilidades que se abren ante ellos... La belleza de la amistad y lealtad, la libertad y la esperanza...




Hay un diálogo entre Frodo y Sam sobre las “Grandes Historias”. Están atacados por los Jinetes Negros, y Frodo está a punto de sucumbir al poder del Anillo. Se ha cansado de luchar y va a desistir... Te lo cuento en el post "las grandes Historias".

Pero ahí está Sam para ayudarle en lo que necesita en ese momento de cansancio y flaqueza, para animarle en la lucha y que se levante de nuevo. Apoyarle y brindarle su ayuda. Hace que no se rinda al enemigo y le entregue el Anillo de Poder para esclavizar a los pueblos libres; que piense las cosas antes de hacerlas. Y le infunde ánimo y coraje: le ayuda.

             
Sam le habla de las Grandes Historias, de las importantes, en las que los personajes tienen algo por qué luchar. Y no se dejan vencer fácilmente. Le dice que incluso la oscuridad deja paso al nuevo día, a un nuevo sol… Y cuando brilla, brilla con más fuerza.




             



                                                        * * *


El optimismo presupone una actitud de lucha: de comenzar y recomenzar, porque siempre hay algo que se puede hacer para mejorar. Y esa lucha nos ayuda a subir nuestra cima y llegar a la meta. 

                  
Pero, hay que pensar qué montaña queremos subir… Supone esfuerzo y sacrificio, motivación, ilusión y perseverancia. Con actitud deportiva, sin miedo a las dificultades ni al fracaso. Las cosas valiosas no siempre salen a la primera, hace falta esforzarse e insistir. Los aparentes fracasos nos brindan más oportunidades de superarnos y luchar. La alegría tiene sus raíces en forma de sacrificio gustoso por algo valioso y noble, y por quienes queremos. 





               
Y para eso hay que verlo con optimismo. No solo por ver el lado positivo del esfuerzo o de la derrota, sino por ver el lado óptimo de las cosas. La palabra optimismo procede del latín: “optimum”, y significa “lo mejor” en el sentido de excelente. Así, buscaremos ser optimistas en las relaciones familiares, en el cariño en pareja, en la educación de nuestros hijos, en la amistad… etc.


          
Y, si hiciera falta, ponerse unas “gafas tintadas” para ver las cualidades y fortalezas de cada persona, sus talentos singulares. Así hacérselo notar y agradecerlo, para apoyarse en ellos a la hora de cultivar unos valores o virtudes que conformen una buena personalidad. Por ejemplo, la comprensión y la empatía, el servicio, el perdón... Y aceptar la vida con sus alegrías y su misterio. Con agradecimiento por ser algo maravilloso y digno de ser vivido.




              
Conozco a una persona, ya mayor, que ante la pregunta: ¿qué tal?, responde alegremente: “Bien y mejorando”. Es un ejemplo de persona optimista, motivadora, ilusionante. Lo que debe ser un líder transformador en nuestra familia. Te lo cuento en: "Un poco de liderazgo".


Tratamos unas cualidades del buen liderazgo en otra entrada sobre liderazgo. Podemos refrescar algunas, que enlazan con este tema:


*El buen líder pone atención a lo importante: a cada persona, prestando la ayuda que precise, sin descuidar los detalles. Hace una llamada a lo mejor en cada uno y confía plenamente en él, en ella. Muestra empatía, comprende, es generoso. Escucha...







                 
Ante las dificultades de la vida, la persona tiene la capacidad de pensar antes de reaccionar. Entre un estímulo y su respuesta podemos pararnos a pensar cómo responder. Podemos elegir ser reactivos, o proactivos. Es decir, ser víctimas de ese suceso, o por el contrario ver el lado positivo de él. Es como ver oportunidades en vez de calamidades. Y eso nos va a permitir disfrutar de la vida a pesar de las dificultades y contratiempos, que siempre aparecen.

                 
Porque, muchas veces vemos problemas y los agrandamos por la forma de percibirlos. Vemos un círculo de preocupación, que es enorme, y no nos centramos en el círculo de influencia, más pequeño, que es en el que realmente podemos hacer algo para cambiar las cosas. Y de esa manera se magnifican los problemas y uno se hace pesimista. Es mucho más eficaz y animante centrarse en lo que realmente se puede hacer.

                

La ventaja del optimismo es que forma una personalidad atrayente que rezuma belleza y paz interior. El optimista confía en las personas, en sus capacidades, en que siempre hay algo que se puede hacer para mejorar. 

             
Tiene esperanza en el futuro: siempre se puede ver algo positivo, incluso en una situación dura. Porque, el sentido último del optimismo es la esperanza; y el amor hace que florezca la esperanza. La noche deja paso a un nuevo amanecer... señala Tolkien.







Pequeños detalles para fomentar en el optimismo




*Caras sonrientes.

*Fíjate en lo bueno y foméntalo.

*Que los pensamientos y sentimientos negativos no ahoguen los positivos. 

*Nada de quejas y críticas: destrozan la convivencia.

*Saber escuchar para entender y comprender, ¡poner el corazón!

*Sintonizar, conectar, captar sentimientos, empatizar con las personas.

*Generosidad y ayuda a los demás, actitud de servicio.




*El poder de la esperanza, que es la virtud del caminante que sabe que va a llegar a su meta.

*Sonríe ante las dificultades: afróntalas como retos.

*Ante problemas, en vez de quejarse, aportar soluciones constructivas. Tormenta de ideas.

*Descubrir las cualidades específicas de cada uno, y todo lo bueno que tiene, para hacérselo notar y que lo desarrolle.


*Reconocer el esfuerzo y el valor, no solo el resultado obtenido.

*Valorar lo que somos y tenemos. Ser agradecido.



Eoptimismo, "resello" de este blog, tan importante para apuntar a lo mejor..., que da fuerza, ánimo y motivación para luchar por metas altas y nobles. Incluso cambia nuestro cerebro: estimula sustancias neuroplásticas, aumenta el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal, cambia incluso la epigenética o expresión de los genes… Pone ilusión y entusiasmo en la vida.




            
Con adolescentes...

Esto hay que cuidarlo especialmente con ellos, puesto que tienden a ver todo lo negativo. Apoyarles en su autoestima: tratarles con cariño, decirles sus puntos fuertes y talentos, lo que hacen bien, para que sean conscientes y lo puedan fomentar... ¡Que nos vean optimistas!


             
Motivos altos...

Y percatarnos del poder de la trascendencia: de los valores y motivos trascendentes. Es lo que nos da energía, en especial en momentos difíciles, y una nueva dimensión en la vida: con más relieve y altura... Te lo cuento en el post: "motivos y motivaciones".

            
Por eso, los padres, haciendo equipo, elevamos la mirada de los hijos, porque sabemos motivarles con ilusión y optimismo, ¡con la fuerza de nuestra vida coherente y nuestro cariño! Con una sonrisa, que nace de un corazón generoso.

      


Espero que te haya gustado el post y que lo compartas con amigos... ¡Muchas gracias!  



Dejo enlaces relacionados:



   Motivar-en-familia  




   * El-arte-de-la-convivencia-en-familia 


                                                                          Mª José Calvo

                                                               Optimistas educando y amando
                                                                          @Mariajoseopt

                                                                            


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2014/05/fomentar-el-optimismo.html

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, María José. El optimismo, el amor esperanzado por lo mejor porque sólo lo mejor es lo absolutamente verdadero, lo absolutamente bueno y, por tanto, lo absolutamente hermoso, siempre ha sido cualidad de los sabios auténticos. Ellos son los actores del verdadero progreso de la humanidad. Ellos si que son capaces de mirarnos -a nosotros y a todo nuestro mundo- a través de esas maravillosas gafas de las que hablas: esas que permiten ver lo mucho de bueno que hay en todos y en todo. Por eso la sabiduría está tan cerca de la santidad si es que no son ambas la misma cosa.

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    1. Gracias! Es verdad, cuando confiamos en las personas, en su capacidad de hacer cosas grandes, de sacar lo mejor que llevan dentro, es cuando las valoramos y hacemos que puedan mejorar. Aunque se equivoquen a veces... Siempre pueden intentarlo de nuevo. Y cuando nos portamos bien, eso rezuma belleza... Por eso la verdad de cada uno, su mejor actualización, coincide con el bien y es hermoso, bello. Como decían los antiguos, la verdad, el bien y la belleza van entrelazados, y son reflejo de la Belleza con mayúsculas...

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