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sábado, 7 de noviembre de 2020

ADOLESCENTES Y PANTALLAS I



                               ADOLESCENTES Y PANTALLAS I

                        
Después de algunos post sobre adolescentes, podemos repensar un poco el uso que hacemos de pantallas en familia, cuidando el cerebro de nuestros hijos, tanto en primeras edades como en esta etapa adolescente tan crucial. Vamos a los porqués...


Las "pantallas" están diseñadas para atrapar la atención sin apenas darnos cuenta... Hay una industria detrás de ello y se ha invertido mucho estudiando el cómo.


El cerebro de los hijos es, por así decirlo, muy sensible a todos los estímulos, pues apenas está desarrollado. También en adolescentes, cuyo cerebro está en pleno cambio y reestructuración de sinapsis y circuitos neuronales. En ellos se están formando y asentado las estructuras básicas que utilizará toda su vida. Cuidar esos dos momentos en especial es vital.





Muchas veces las pantallas dificultan o retrasan el buen desarrollo si se usan de forma indiscriminada. Y nunca, en los pequeños. Además, ese tiempo no lo dedican a vivencias y aprendizaje en el mundo real, en el que se da precisamente el primer aprendizaje y más básico, por ser experiencial, vivencial, y la relación con los demás, fuente de configuración de la personalidad y de la afectividad: un componente eminentemente humano imprescindible. 



* Estudios... 

Se ha visto en un estudio con un número importante de niños, avalado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que el cerebro en edades tempranas es diferente cuando pasan tiempo frente a pantallas. Aumentan las zonas que procesan estímulos visuales, pero disminuye la capacidad lógica y del lenguaje, de veras importante para todo, porque el uso de la tecnología impide que se desarrolle adecuadamente.

Se pierde el contacto humano, enriquecedor de por sí, donde se aprende a interactuar, a captar sentimientos y sentirse a gusto, incluso necesario para la formación de propia personalidad, puesto que cada persona necesita la resonancia con los demás para construirse a sí misma. Recordemos al filósofo judío Martin Buber: él dedica tiempo a estudiar el encuentro, y lo resume en "yo me hago gracias al tú."



Un científico y psiquiatra, Manfred Spitzer, con mucho sentido común, que ya he mencionado muchas veces, hace reflexionar sobre el uso de los medios tecnológicos. Hace tiempo que habla del concepto de la "demencia digital"... Y de la importancia del aprendizaje personal, de la figura de los padres y el profesor para estructurar el conocimiento, de la capacidad de la inteligencia y el pensamiento, y del retraso de la maduración y el aprendizaje que pueden producir las pantallas, especialmente en niños, hasta adolescentes. Te lo cuento en otras entradas.

La educación de una persona siempre será de tipo analógico. Hace falta aprender en familia lo importante de la vida, interactuar con los demás, atender a los sentimientos, mirar a los ojos, sentirse querido, saber sorprender, imaginar, ayudar, aprender a querer...


Otro neurocientífico, Michel Desmurget, señala que se ha observado que el tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro, dentro de diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención. Por eso apunta este autor, los nativos digitales son los primeros niños con un coeficiente intelectual por debajo de sus padres. Algo realmente preocupante...


Las capacidades humanas, tan propias de una persona, como la sonrisa, la comprensión, unas palabras de aliento, la creatividad y la imaginación, la memoria tan relacionada, y el propio pensamiento, que depende de todo ello, las relaciones personales y la amistad, ¡los sueños...!, con el uso prolongado de pantallas se van perdiendo.




* Adolescentes...

Aterrizando en los adolescentes, debemos ser un referente para ellos, también en este mundo virtual. Cuando se acostumbran al uso de pantallas ya no se sienten tan seguros en las relaciones personales, ni quieren fomentarlas. Les cuesta conversar y mostrar empatía... Van a lo fácil, a lo que conocen mejor y no requiere habilidades personales. Algo también muy preocupante. 

Lo ha estudiado otra experta, Sherry Turkle, profesora del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts. Dice que es como "la comida rápida": fácil, pero poco saludable. Ella habla de la relevancia de la conversación cara a cara y las capacidades y habilidades que desarrolla, además de conectar con la otra persona. Lo desarrollo en otro post sobre "conversar".







Aquí pongo 3 puntos para comentar y profundizar este tema, a modo de índice, que iremos desarrollando en esta entrada y en otras más.

1) Ideas a tener en cuenta
2) Dependencia y efectos negativos
3) ¿Qué hacer en positivo?



1) 7 Ideas para tener en cuenta



1- Conocer el desarrollo del cerebro. Este estrato anatómico y funcional madura como en una onda, desde zonas más básicas, internas, y posteriores, a otras más complejas, más externas, y anteriores, con funciones superiores, como la corteza frontal. Y no finaliza hasta los 25-30 años, o incluso más. 

Es vital respetar los ritmos naturales de crecimiento. Los niños, y también los adolescentes, necesitan experiencias vividas, movimiento, ejercicio, autonomía, pensamiento, y sobre todo cariño. Te lo cuento en "familia, cerebro y tecnología" (enlace abajo).

También una vida sana respecto a comidas y sueño..., fundamental en ese conformarse del sistema nervioso y el cerebro, además del ejercicio físico o el deporte, que ayuda a esa modelación de redes neuronales y conexiones cerebrales que forman el "conectoma" de cada persona.


Centrándonos en la adolescencia, a la par que va madurando su cerebro van descubriendo y afianzando su personalidad y su identidad, y va madurando y estabilizándose la afectividad. 

Porque, es frecuente en esta etapa la inestabilidad afectiva y los altibajos emocionales. Y es debido a que el estrato anatómico de lo más emocional, el sistema límbicoestá hiperfuncionante debido al ascenso de hormonas sexuales en sangre, bien sean los estrógenos, o la testosterona. De esa forma va madurando. Y la parte más racional, la corteza prefrontal, está todavía mucho más inmadura. Tienen muchas emociones exaltadas e intensas, y a veces se ven desbordaos por ellas. Además valoran mucho la recompensa, a la vez que tienen poco pensamiento y autocontrol. Y carecen de experiencia...






Posteriormente el sistema límbico hace conexiones a otras áreas, especialmente al cortex cerebral, y en concreto a la corteza prefrontal. Así se interrelacionan ambos y se puede poner pensamiento antes de dejarse llevar por una emoción o impulso. Pero esto madura mucho más tarde. Esta corteza prefrontal se encarga de lo más complejo de la persona: el pensamiento analítico y crítico, la toma de decisiones y planificación, el control de impulsos, la voluntad, la empatía... Te lo cuento en "8 ideas con adolescentes", o, en "plasticidad cerebral en adolescentes".


Aunque es un proceso natural de maduración, que lleva su tiempo, a los adolescentes hay que enseñarles a tener recursos para usar el pensamiento, a pensar por cuenta propia y ponderar las cosas, a aprender a retrasar una gratificación, a imaginar soluciones con calma. En este sentido es bueno darles tiempo para pensar o anotar ideas, o hacer un planning. Y ayudarles a entrenar el autocontrol y el señorío de sí mismos: saber esperar y no sucumbir al primer reclamo.


Por eso, entrenar la voluntad para acometer pequeños objetivos, metas, retos. Primero a corto plazo, para luego ir ampliando. Y necesitan tiempo para reflexionar, conocerse, para dormir en profundidad el tiempo que necesiten, escuchar música y disfrutar, amigos y deporte..., porque todo eso les ayuda en su maduración. Te lo contaba en otro post sobre el cerebro adolescente y la afectividad. Deben ir aprendiendo a conjugar los dos aspectos.
     


      

2- Tecnología: ser cautos, pues repito, están diseñadas para enganchar. Cuidar cuatro "coordenadas": lugar, tiempo, compañía y contenido Con chicos mayores también es necesario cuidar los cuatro aspectos que comentamos. Valorar los silencios para conocerse, pensar metas..., planear y relacionarse.

Y es importante que piensen qué hacen en ese tiempo: no es lo mismo que estén consultando un dato, aprendiendo con un tutorial, contestando correos, viendo vídeos, chateando con amigos, o perdiendo el tiempo en las redes, o escuchando música. Que reflexionen sobre a qué dedican su valioso tiempo... y que planeen y organicen lo que quieren hacer, incluso anotarlo, para no perderse en mil cosas al navegar sin mucho rumbo, o atrapados en los múltiples estímulos. 








3- Acompañarles: mucho diálogo... Contarles nuestras cosas desde pequeños, abrirles el corazón según la edad, escuchar sus preocupaciones, ver más allá de lo que dicen con palabras. Atenderles. Conectar. Es primordial construir confianza, abrir canales, mostrar comprensión y empatía sin dejar de exigir lo necesario..., pero con comprensión. Sin esa base será más difícil en etapas adolescentes.

Los padres, formando un solo "equipo", sin grandes discursos, les podemos ayudar siempre. Acompañarles les da seguridad y ven un referente al que imitar por la fuerza del cariño. Sin discursos. Que se vayan responsabilizando; si no, siempre estaremos para ayudarles y darles apoyo y confianza. 









4- Vivir valores humanos y virtudes. Es algo que hacemos en la propia familia, desde bien pequeños: formarles en valores que no pasan de moda, porque están basados en principios, y hacerlos vida. Con coherencia personal..., que habla por sí misma.

Resaltaría la importancia del ambiente familiar, confiado y alegre, en el que el cariño es lo importante: ayuda a ser mejores y a pensar en los demás. Así fomentar cualidades y virtudes de cada uno, tener detalles de atención con todos. 

Guerra al individualismo si no queremos hijos "blandiblug" que no sepan afrontar retos. Animarles a entrenarse en autodominio para ser más libres y poder y enfocarse en algo que merezca la pena. Metas nobles y valiosas como aprender a querer a los demás... algo vital para el ser humano, y fuente de verdadera felicidad.

Por eso son primordiales unos buenos hábitos y virtudes que forjen el carácter y la personalidad, que les ayuden a ser auténticas personas, a madurar, cada uno a su ritmo, con su singularidad característica. 



Unas ideas en el mundo virtual... 

Por ejemplo, autodominio para planear y organizarse en el tiempo, horarios y tareas. Cualquier cosa personal no se airea en las redes, aunque "todo el mundo" lo haga... Respeto, empatía, amistades reales, saber compartir cosas positivas que aporten algo a los demás. No limitarse a ser consumidores pasivos de lo que les llegue..., crear algo de valor. De ese modo humanizar el trato, también en las redes.





5- Necesitan un buen modelo, coherente, mucho más que discursos... Pensar qué referente les mostramos, también de uso de pantallas, bloqueando y respetando tiempos juntos, comidas, tertulias... Mirar a los ojos para llegar al corazón. Sin pantallas. Con calma. Saber escuchar, antes que hablar.

Desconectar para disfrutar de la convivencia con quienes más queremos. "Saturar" de cariño y buen hacer el ambiente familiar, que es energía vital, lo cual es un antídoto contra las influencias negativas del exterior que dañan a la persona. 

¡El autocontrol personal es vital!, entrenarse en ello. A todos nos puede costar, pero hay que poner empeño en atender a los que tenemos cerca y queremosY los hijos lo aprenderán viendo cómo lo hacemos, aunque a veces podamos fallar... Pero volvemos a la brega.






6- Se puede hacer un planning familiar o personal: todos implicados para ayudarse y crecer en algún aspecto. Por ejemplo, elaborar uno en familia según fortalezas, cualidades y talentos, o con referencia a los puntos más importantes y necesarios a transmitir según las edades, para intentar vivirlos. Ver qué objetivos y metas valiosas se quieren alcanzar. Incluso ponerlo en un lugar visible para no olvidarse. O un enunciado de misión familiar... Y unas directrices con las pantallas, que te cuento en "un planning familiar".


En este sentido, puede ser interesante tener un parking de móviles en casa para dejarlos allí. Dar ejemplo. De ese modo disfrutar de las relaciones personales en familia y de la amistad entre todos.


* Algunas ideas prácticas

- Cuidado con las redes sociales, con lo que los lleve a ser competitivos con los demás... Educar en la cooperación y la amistad desde pequeños, que es lo que todos queremos. Las redes hacen justo lo contrario. Si no, aparecen problemas de autoestima... de sólo ver el cuerpo y no a la persona, trastornos alimenticios..., hipersexualidad por doquier, etc.

- Las pantallas se quedan en el salón por la noche para cargar.

- Se puede dar un móvil con mínimas cosas: para llamadas, cámara, whatsApp, quizá vídeos de YouTube, mapas... 


- En casa entrenarse en autocontrol. Si hay que hacer algo, sus encargos, tareas... no quedar enganchados al móvil. Si no, es que no tienen suficiente autocontrol... Y los padres debemos ser su referente.



Además, los adolescentes pueden pensar cómo organizarse, qué cualidades les gustaría tener o desarrollar, partiendo de sus características, algunos objetivos pequeños cada día, quizá otros con las pantallas... etc., y elaborar su propio plan de acción personal. Así se van entrenando en pensar con calma, planear, organizar, visualizar retos... y luego luchar en ello.




Es preciso controlar los tiempos de pantallas, porque todos nos acostumbramos a su uso, pues están diseñadas para eso: atrapan la atención y dispersan la mente. Parece que facilitan muchas cosas, se llega a gente lejana, pero uno se habitúa a ello: no son inocuas. ¡Crean dependencia!, y luego dejan un vacío interior. Te lo cuento en el post "pantallas y dependencia", o, en "adolescentes y tecnología". Además se banaliza la amistad, se crea un mundo semificticio, y las relaciones digitales no nos "llenan".




7- Mucha comprensión y empatía con ellos. Usar las "neuronas espejo": que se sientan de veras valorados y queridos. Eso les aporta buena autoestima, algo que necesitan, junto con el optimismo, pues se sienten inseguros por tantos cambios. Por ese motivo a veces se muestran prepotentes, y en ocasiones con conductas desconcertantes. Comprenderles es el primer paso para ayudarles. Sin discursos, con cariño e interés, mostrando un buen referente. Te lo cuento en "Soltar amarras". 

Conectar con sus intereses... para conectar con ellos. Confiar. Sin confianza no podrán ser libres, y sin libertad, aún a riesgo de que se equivoquen, como todos, no aprenderán a ser responsables y a pilotar su propia vida. Y necesitan entrenarse muchas veces: no lo lograrán a la primera...










Dejo para otros post la dependencia, y cómo actuar en positivo...




Espero que te haya sido útil alguna idea para intentar vivir algún aspecto concreto. Puedes compartir con amigos. 

                                    


                                              Mª José Calvo
                                   optimistas educando y amando
                                              @Mariajoseopt    



Dejo algunos enlaces anteriormente comentados y relacionados: 


Adolescentes-soltar-amarrras 

6-claves-con-adolescentes






                                                                                      

                                                          
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/03/adol-y-pantallas.html

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