¡REILUSIONARSE..., CADA DÍA!
En pareja es importante cuidar y "cultivar" el amor como un buen jardinero. Porque el amor se alimenta de muchas cosas: de pasión, de admiración, de ternura y asombro, de delicadeza, de servicio atento, y también de amistad. La amistad lo hace más consistente y duradero, reafirma la pasión inicial, concretando la unión de los dos en el tiempo.
Sin embargo, hace falta poner ilusión para hacer realidad nuestro sueño, nuestro proyecto, a lo largo de la vida. Y la ilusión deriva del amor: del sentirnos queridos por la otra persona, y de poder quererla.
Como expresa Gustave Thibon, “El amor comienza en ilusión en el alma, sorprendido y como engañado por el cuerpo. Todas las las cosas grandes, aquí abajo, comienzan por sueños.” Pero hay que saber mantenerla, y reilusionarse, a pesar del paso del tiempo, de las dificultades y avatares de la vida. ¡Hacer nuevo el amor cada día!
La ilusión está muy relacionada con el optimismo, con ver primero lo bueno, lo positivo. Con la admiración por el ser querido. También con saber descubrir la felicidad en las pequeñas cosas. Porque lo que nos agrada y estimula no son cosas raras, sino el valor de lo cotidiano: de una sonrisa, de una mirada, de un guiño, de un detalle, de un perdonar… En definitiva, el sentirse valorado, estimado, y querido.
Tener ilusión es desvivirse. Y desvivirse es pensar en el otro, volcarse en el otro, querer al otro tal como es, sin esperar a que sea “perfecto”, olvidándonos un poco de nosotros mismos. Es poner el corazón en el otro: pasar el centro de atención del "yo" al "tú" del otro...
Se trata de conseguir entre ambos una “microesfera afectiva” para poder disfrutar de ese “ambiente” donde estemos. Siempre pensando primero en el tú, en lo que le agrada, en lo que nos quiere decir, en cómo se encuentra… Es decir, desarrollando nuestras dotes emocionales. Con comprensión y empatía hacia él, hacia ella.
Para esto necesitamos un poco de generosidad, entender la gratuidad del amor, salir de uno mismo. La persona es capaz de olvidarse de sí, para pensar en el otro. Se trasciende a sí misma, va al encuentro del ser querido…
Por eso, hay que saber mirar a los ojos, y en un momento comprender al que miramos, para conectar realmente, y poder ayudarle.
Para conseguirlo, podemos recrearnos en los comienzos de la relación, especialmente en el entusiasmo que poníamos para cualquier cosa, por pequeña que fuera.
Procurar fomentarlo y reiterar el “sí quiero” con frecuencia, ahora que es, si cabe, más libre, si tenemos parte del camino recorrido. En la medida en que nos acercamos a la meta, si amamos, somos más libres, puesto que el "para qué" de la libertad es poder amar.
Poner ilusión en mostrar empatía con quienes más queremos, en especial en pareja, en familia. Para comprenderles, para ver sus sentimientos, los estados de su alma… El ser querido nos importa, y ¡mucho! Hay que comunicarlo, y saborearlo. Disfrutar juntos de las pequeñas y grandes cosas.
Porque, no sólo se trata de estar juntos, sino de caminar juntos en una dirección. Soñando, apuntando alto…, ayudándonos mutuamente a lograr lo mejor de cada uno, pensando en el otro. Y la ilusión, junto con la imaginación, nos ayudan a plasmar ese cariño y hacerlo real en la vida cotidiana. Que se sienta querido con obras y detalles, con expresiones sensibles del cariño, que todos necesitamos. Por eso, la generosidad de cada uno es lo que salva el cariño, especialmente cuando hay dificultades o momentos malos, enfermedades y contratiempos...
Y, el ser más ama-bles, fáciles de amar, mantiene la ilusión fresca. Luchar en ello, hacer el pequeño esfuerzo de ser más amables, más "queribles". Si no, es muy difícil la convivencia. Se trata de que sea ¡entusiasmante! el vivir y convivir junto a la persona que más queremos del planeta.
De ahí la importancia de pensar cada mañana un detalle, un gesto de cariño que nos enamore un poco más de la otra persona, y que se sienta de veras valorada, querida, única. Y esto un día y otro..., lo cual será un cada vez más fácil, y disfrutando. Ya lo decía Aristóteles... Aprender a disfrutar juntos es clave.
Dejo el artículo publicado en la revista Hacer familia, que te recomiendo:
Y aquí un corte de la película "Up", de Walt Disney y Pixar, de 2009, que plasma muy bien lo que es tener ilusión a lo largo de la vida, a pesar de las dificultades, de limitaciones, y del paso del tiempo...
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Mª José Calvo
Optimistas Educando y Amando optimistaseducando.blogspot.com
@Mariajoseopt
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https://optimistaseducando.blogspot.com/2015/12/mantener-la-ilusion-fresca-en-pareja.html
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