¿POR QUÉ OPTIMISTAS...?
El optimismo es una visión luminosa de la vida. Una forma de afrontar la
realidad y de enfocar las cosas, además de un tipo de personalidad. Pero, si uno se propone detectar cosas buenas, se va aprendiendo a hacerlo. Sin
embargo, no se trata de esperar pacientemente que todo ocurra de forma
positiva, sino que actuamos, ponemos lo que haga falta de nuestra parte para que eso
ocurra.
Sin duda es bueno ver el lado positivo de las
cosas, independientemente de que las hayamos trabajado o nos hayan sido
dadas. Esa actitud de fondo hace la diferencia. Siempre se pueden encontrar motivos que animen y eleven la mirada. Descubrir la belleza de lo creado y en lo creado...
También ser optimista, en el sentido de óptimo, de
mejor, ¡de excelencia! En lo referido a la educación de nuestros hijos, al cariño en pareja, en familia... etc. Se trata de conquistar una familia ¡optimista y alegre! Así la vida reconforta.
Poner el "listón alto", tener sueños y metas valiosas, un objetivo y misión como familia. Incluso con un enunciado de misión... Esto nos permitirá tener una trayectoria más o menos en el camino, y poder realinear siempre que haga falta, teniendo en el punto de mira esa meta.
Poner el "listón alto", tener sueños y metas valiosas, un objetivo y misión como familia. Incluso con un enunciado de misión... Esto nos permitirá tener una trayectoria más o menos en el camino, y poder realinear siempre que haga falta, teniendo en el punto de mira esa meta.
Como señala S. Covey, entre un estímulo y la
respuesta está nuestra libertad para actuar de una forma u otra. En esto consiste ser
proactivo. Actuar en base a unos valores, centrados en principios,
y no solo reaccionar según las circunstancias, o las apetencias. Poner pensamiento antes de dar una respuesta, de dejarse seducir de sentimientos, o de actuar. Y la inteligencia emocional.
Como apunta el profesor Oliveros F. Otero, “no ser de esos a los que les suceden cosas, sino de los que hacen que las cosas sucedan”...
¿Para qué necesitamos el optimismo?
* En primer lugar es la forma de percibir la belleza de la vida, que nos alegra, y alegra la de los demás. ¡Qué agradable es tener cerca a una persona optimista, que contagia su alegría! Y qué desagradable y pesado es tener una persona triste y pesimista, incluso en las mismas circunstancias...
* Nos ayuda a soñar y apuntar alto... Sin optimismo es difícil tener ideales y metas que merezcan la pena, y luego luchar por ellas.
* Aporta seguridad, a nosotros y a nuestros hijos, para vivir en este mundo que nos rodea. Según cómo nos manejemos los padres, ellos irán aprendiendo a hacerlo. Se fijarán en nuestros referentes y tratarán de imitarnos sin darse cuenta. Es como abrir una “senda" de exploradores: vamos marcando un camino con nuestros pasos, vamos dejando una huella profunda... De ahí la responsabilidad que tenemos.
* El optimismo es importante en el amor: querer con un amor auténtico, de calidad. Es decir, apostarlo todo por la persona querida. Empeñarse en que se sienta única y querida de veras. Demostrarlo con obras y detalles concretos, cuando hay sentimientos que nos hacen volar, y cuando faltan... Además los hijos están todo el día mirándonos, aprenderán qué nos motiva, cómo nos relacionamos, cómo nos tratamos, con delicadeza o no, y cómo nos manejamos emocional y afectivamente. Somos sus modelos y su referente, y nos copiarán. Y necesitan del amor recíproco de sus padres, origen de su vida, para desarrollarse bien.
* Nos ayuda a soñar y apuntar alto... Sin optimismo es difícil tener ideales y metas que merezcan la pena, y luego luchar por ellas.
* Aporta seguridad, a nosotros y a nuestros hijos, para vivir en este mundo que nos rodea. Según cómo nos manejemos los padres, ellos irán aprendiendo a hacerlo. Se fijarán en nuestros referentes y tratarán de imitarnos sin darse cuenta. Es como abrir una “senda" de exploradores: vamos marcando un camino con nuestros pasos, vamos dejando una huella profunda... De ahí la responsabilidad que tenemos.
* El optimismo es importante en el amor: querer con un amor auténtico, de calidad. Es decir, apostarlo todo por la persona querida. Empeñarse en que se sienta única y querida de veras. Demostrarlo con obras y detalles concretos, cuando hay sentimientos que nos hacen volar, y cuando faltan... Además los hijos están todo el día mirándonos, aprenderán qué nos motiva, cómo nos relacionamos, cómo nos tratamos, con delicadeza o no, y cómo nos manejamos emocional y afectivamente. Somos sus modelos y su referente, y nos copiarán. Y necesitan del amor recíproco de sus padres, origen de su vida, para desarrollarse bien.
* Asimismo, es necesario en nuestras motivaciones, para no conformarnos con cualquier
motivo, sino intentar elevarlos de bien a mejor... Por ejemplo, del nivel extrínseco, como una gratificación inmediata, o material, al intrínseco, o del "ser", o incluso al trascendente, que da más altura. Es decir, hacer las cosas, no sólo por un premio o recompensa inmediata, sino por la bondad de la acción en sí, por lo que nos aporta de forma intangible, o por aprender, o incluso por los demás. Ésta es la mejor motivación, y la que nos hace sentir más felices. La que trasciende a los demás y les ayuda. Ya lo decía el doctor V. Frankl. Y el amor es el gran motivador.
* El optimismo nos ayuda a tener prestigio, sobre todo ante nuestra familia, que es lo
que más necesitamos, para poder ayudarles en su crecimiento como personas. Y en pareja, es preciso prestigiarse el uno al otro haciendo notar lo bueno y positivo de él, de ella, contando una anécdota simpática, valorando y agradeciendo muchas cosas que hace por la familia, por los amigos, en su trabajo...
* También da energía para luchar por objetivos valiosos. Aspirar a metas altas poniendo el corazón. Las cosas no salen solas, más bien hay que luchar y esforzarse en lograrlas.
* Y superar dificultades, resistir las adversidades de la vida. No abatirse ante cualquier problema. Considerarlas como retos, y luchar siempre sin desfallecer.
* Y superar dificultades, resistir las adversidades de la vida. No abatirse ante cualquier problema. Considerarlas como retos, y luchar siempre sin desfallecer.
La paz en el
hogar es la resultante de una lucha
esforzada de cada uno por dar lo mejor de sí. La vida es un comenzar y recomenzar siempre nuevo. Es una aventura apasionante, con las personas que más queremos. Y el cariño todo lo transforma. Ver una cara sonriente anima el alma, y es bálsamo para las relaciones personales.
Si luchamos por sacar a la luz lo mejor de cada uno seremos buenos líderes de nuestros hijos, crecemos como personas y como familia. Motivaremos con nuestra vida coherente y alegre. Y como consecuencia, seremos felices y haremos felices a todos los que nos rodean, porque el optimismo es animante y ¡muy contagioso...! Nace de un corazón generoso. Te cuento algo de esto en el post "el buen liderazgo en familia", y en "valores, motivos y motivaciones".
El optimismo se refleja muy bien en la maravillosa obra de J. R. R. Tolkien, "El Señor de los Anillos", llena de esperanza, pues estamos creados para algo grande "más allá de los círculos de este mundo"..., como dice Aragorn a Arwen en su despedida.
* La actitud y la virtud del optimismo nos permite crecer como personas en un clima de confianza y cariño, cuyo ámbito natural es la familia. Y genera una autoestima saludable, porque cada uno se siente de veras querido, por ser quien es, con sus virtualidades y talentos, y no por falsas expectativas...
* Además, el optimismo estimula una serie de cualidades y valores relacionados, como son el asombro y la admiración, la gratitud, tan necesaria, la empatía y comprensión, la generosidad..., la alegría y esperanza, que todo lo puede, y las auténticas relaciones personales.
* Además, el optimismo estimula una serie de cualidades y valores relacionados, como son el asombro y la admiración, la gratitud, tan necesaria, la empatía y comprensión, la generosidad..., la alegría y esperanza, que todo lo puede, y las auténticas relaciones personales.
Una "subcreación" que rebosa belleza, que nace desde las palabras y su significado, y las historias que despliegan. Por eso te recomiendo disfrutar de la lectura del libro... Transmite historias verdaderas de gran calado, dignas de recordar, que entusiasman y conmueven. Habla de la lucha por preservar la belleza de la Tierra Media, la libertad de cada personaje y su cometido, los anhelos del corazón de inmortalidad del ser humano, y la posibilidad de hazañas memorables dignas de ser recogidas en canciones, que perduren en el tiempo y pasen a las generaciones venideras.
Hay un diálogo entre Frodo y Sam sobre las “Grandes Historias”. Están siendo atacados por los Jinetes Negros, y Frodo está a punto de sucumbir al poder del Anillo. Se ha cansado de luchar y va a desistir... Lo escribo en el post "las grandes Historias".
Pero ahí está Sam para ayudarle en lo que necesita en ese momento de cansancio y flaqueza, para animarle en la lucha y que se levante de nuevo. Apoyarle y brindarle su ayuda. Hace que no se rinda al enemigo y le entregue el Anillo de Poder para esclavizar a los pueblos libres y someter sus voluntades. Hace que piense las cosas, y le infunde ánimo y coraje. Sam le habla de las Grandes Historias, de las importantes, en las que los personajes tienen algo por qué luchar. Y no se dejan vencer fácilmente. Le dice que incluso la oscuridad deja paso al nuevo día, a un nuevo sol… Y cuando brilla, brilla con más fuerza.
Dejo algunos enlaces relacionados:
* ¿Conciliar...?: "si quieres, ¡puedes!", y además logras sinergia
*"Comenzar y recomenzar"...
* "Cuidar las relaciones familiares"
Mª José Calvo
Optimistas educando y amando
@Mariajoseopt
URL del post:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2013/06/el-por-que-del-optimismo.html
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