Lograr armonía familiar

TEMAS para el buscador

  • OPTIMISMO
  • FAMILIA
  • SENTIDO DE LA VIDA
  • AMISTAD
  • VALORES
  • LIDERAZGO
  • EDUCACIÓN
  • NEUROEDUCACIÓN
  • CRECIMIENTO PERSONAL
  • EDUCAR POR EDADES
  • MARCOS DEL DESARROLLO INFANTIL
  • PREADOLESCENTES
  • ADOLESCENTES
  • EDUCAR EL CORAZÓN
  • MUJER
  • AMOR EN PAREJA
  • EL PERDÓN
  • EL DOLOR
  • TECNOLOGÍA
  • PELÍCULAS

viernes, 21 de mayo de 2021

AUTOGOBIERNO PERSONAL

                  


                         AUTOGOBIERNO Y LIBERTAD INTERIOR




La persona es tan grande que puede conocerse a sí misma y tomar el timón de su vida. Es libre para hacer de ella algo valioso. Incluso puede pensar en otras personas. Pero, necesita una voluntad entrenada.


Tener el control de sí le permite hacer lo que se propone. Es decir, ser proactiva. Eso le da libertad interior para estar por encima de las circunstancias y de los estímulos inmediatos que reclaman la atención y quizá no dejan ver más allá... Posibilita el autogobierno personal y el señorío sobre uno mismo y sobre la propia vida. 





Para entender un poco esto, hablamos en otro artículo sobre las "respuestas emocionales" de una persona. Porque, las respuestas a estímulos y las acciones van creando hábitos que configuran el carácter. Y éste permite tener el control, y orientarse hacia una meta valiosa que merezca la pena, o, si se carece de él, ser esclavo del me apetece de cada momento. No poder llegar a ser eso que queremos y estamos llamados.






* Mecanismo básico de las "respuestas emocionales"  



Hay como dos sistemas muy distintos en el cerebro. Uno muy básico, otro más consciente y pensado. El primero, el basal, capta los impulsos y estímulos externos en una zona más primaria del cerebro. Es más reflejo, semejante a los animales, y "acude" ante un estímulo o apetencia. Muy relacionado con el sistema límbico, donde se capta todo referido a las emociones. 


El otro sistema, cortical, más propio y específico de la persona, resulta de la conexión de estas vías inferiores con centros superiores: en concreto con la corteza prefrontal. Así se valora, se pone pensamiento antes de reaccionar. Y luego esas vías descienden hacia zonas de salida para dar una respuesta determinada. Permite ser "dueños" de esas respuestas. Te lo cuento en el post "respuestas emocionales", y "cómo respondemos emocionalmente" por si quieres leer. 


Pues bien, en los niños ya se ven estas primeras conexiones entre estos dos sistemas. Primero madura el básico, y poco a poco el cortical. Los padres debemos ayudarles a fomentar el pensamiento y la reflexión antes de hacer o decir alguna cosa. Y animarles a entrenar su voluntad, que sean capaces de metas y retos. 





Es lo que da mayor libertad para actuar con unos fines o metas nobles en la mente, y hacer que las cosas sucedan, como señalara S. Covey. Y no tanto dejarse llevar de estímulos inmediatos, apetencias emocionales o de las circunstancias tan cambiantes. Para ello es necesario entrenarse en pequeñas cosas que den cierta autonomía en el obrar. 





Quizá hayas oído hablar del test de la golosina de Walter Mischel, psicólogo de la universidad de Columbia. Observó el comportamiento de unos niños, al decirles que esperaran para comerse una chuche hasta que el profesor regresara. Si lo conseguían, les regalaría otra. Algunos supieron esperar, pero otros no resistieron y se la comieron rápidamente.



Cuando uno no está entrenado en esperar, o la fuerza de la voluntad falla, el sistema límbico salta y se produce una acción o respuesta impulsiva, no pensada. Esa información no llega a la corteza. 



Al estudiar a esos niños años más tarde, encontraron que los patrones de comportamiento ante la espera de una gratificación fueron semejantes. Los que esperaron antes, ahora solían repetir ese comportamiento. Seguían teniendo autocontrol. Eso puede traducir que algunas personas les resulta más fácil esperar que a otras. Pero, de todas formas, siempre se puede entrenar ese comportamiento por medio del pensamiento y la voluntad. Saber retrasar recompensas inmediatas es muy importante en la vida. Todo lo relevante requiere esfuerzo, y no siempre da recompensas a corto plazo.



Sin embargo, no se trata de olvidar estímulos, emociones e impulsos, sino de integrarlos en la personalidad de cada uno. Valorarlos. Pensar si en ese momento eso anima a ser mejores personas, y querer a los demás. A veces las emociones ayudan a querer, y hay que aprovecharlas; otras, no. Saber discernir en cada momento para autoconducirse en la vida.





Tips para entrenar esa capacidad 



* Aprender a retrasar una gratificación. Por ejemplo, intentar vencerse y no picar entre comidas, o, a la hora de ver notificaciones en las pantallas... ¡Qué paz y libertad da el tenerlas desactivadas! para poder vivir con calma, sin estres, y entrar en el momento en el que uno quiera entrar. 


Desviar la atención y apartar los sentidos del estímulo que desencadena esa emoción, que se quiere controlar. Pensar en otra cosa, romper el escenario…

 

* Actuar por fines a más largo plazo, incluso más valiosos, con motivaciones altas.


Objetivos claros, mirar hacia adelante. Ponerse metas y retos que afrontar, con una buena motivación interna, y perseverar.


Pensar con antelación qué responder y cómo actuar si se presenta una situación inesperada o urgente. Además estimula la imaginación y creatividad. Por ejemplo es bueno hacerlo con los hijos, en especial con adolescentes, para que vayan aprendiendo a tomar el control de su vida y no dejarse influir o "arrastrar" por otros.



Optimismo para ver todo lo bueno y apuntar a lo mejor. Lo positivo motiva y da energía para acometer lo que uno se propone. Y ayuda en el crecimiento personal. Percibir solo lo negativo hunde y desanima, y es más difícil controlar el estado de ánimo y los impulsos. Centrarse en las cualidades, que es lo que interesa desarrollar y lo más específico de cada uno. Redescubrir lo bueno aporta “señorío” sobre uno mismo y una sana autoestima, junto con el cariño recibido. Te lo cuento en "descubrir lo bueno de los demás".





* Integrarlo en la personalidad


No se trata tanto de rechazar impulsos sino de valorarlos y ponderarlos. Por ejemplo, como señalaba, aprender a actuar con fines a más largo plazo, que den un sentido más profundo a la vida. Y el amor a los que nos rodean siempre es importante y prioritario, y fuente de felicidad. Hay que poner corazón en las relaciones personales, tan entrañablemente humanas. Como señala un gran humanista, J.H. Newman, "el corazón habla al corazón".



Dejo una info con el buen "timón" de los valores de sentido, y su trascendencia, gracias a la libertad que los hace posibles.






Tener una actitud proactiva en la vida es vital, pues permite que el cerebro, que está en constante cambio y adaptación cree nuevas conexiones o sinapsis, incluso nuevas neuronas a partir del hipocampo. También gracias a la ilusión y al entusiasmo, que nos hacen casi volar..., pues iluminan el pensamiento y estimulan neurotransmisores que reactivan circuitos y redes neuronales.


El dejarse llevar de lo fácil, del "me apetece", y el no usar el pensamiento y la corteza cerebral, a la larga perjudica al cerebro, perdiendo las sinapsis y redes que no se usan. De ahí la importancia del pensamiento, del trabajo intelectual a fondo, de las relaciones personales y la amistad... que lo revitalizan.





Siguiendo con la voluntad, es preciso entrenarla con pequeñas acciones cotidianas. Mucho más en los niños, que están aprendiendo todo. Esas acciones harán hábitos. Y esos hábitos se transformarán en virtudes, al hacerlo de forma libre, por amor. Son las que permiten llevar el timón de la vida. Lo escribo en otro post: "motivos y motivaciones en familia".






Las virtudes que se adquieren aportan mayor libertad interior, ayudan a tener autocontrol personal y autogobierno, y a apostar por una vida más logradaCon sentido. Lo refiero en el post "el sentido de la vida", con ideas del gran Viktor Frankl.







Por tanto, es preciso ser conscientes de ese tiempo-espacio donde decidimos cómo responder, o cómo actuar, gracias al sistema que conecta lo impulsivo con la corteza cerebral y el pensamiento. Es la llamada respuesta emocional compleja, propia de una persona. Como apunta Frankl, ahí yace nuestro crecimiento personal y nuestra libertad interior.





De esa forma, podremos elegir la actitud en la vida. Algo fundamentar para vivir bien: con señorío. Intentar ser positivos, alegres, empáticos, serviciales, saber agradecer, ayudar, solucionar problemas. En definitiva pensar en los demás, con cabeza y corazón. 




 
Se trata de 
luchar cada día por ser la mejor persona que puedas llegar a ser, 
queriendo a los demás.

 Que tu vida sea una obra de arte, 
con equivocaciones y fallos en ocasiones, 
pero siempre con un perdón,
recomenzando de nuevo con optimismo
sonriendo, iluminando, sembrando alegría.





Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos con los botones de redes sociales, o copiando la URL. Gracias por difundir. Sembrar serenidad y alegría a tu alrededor... 😉💫💚












                                                      Mª José Calvo
                                           Optimistas Educando y Amando
                                                      @Mariajoseopt




Dejo algunos enlaces relacionados:





URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/05/autogobierno-y-libertad-interior-la.html                                           

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El blog se nutre de los comentarios...: ¡gracias por comentar!