Lograr armonía familiar

TEMAS para el buscador

  • OPTIMISMO
  • FAMILIA
  • SENTIDO DE LA VIDA
  • AMISTAD
  • VALORES
  • LIDERAZGO
  • EDUCACIÓN
  • NEUROEDUCACIÓN
  • CRECIMIENTO PERSONAL
  • EDUCAR POR EDADES
  • MARCOS DEL DESARROLLO INFANTIL
  • PREADOLESCENTES
  • ADOLESCENTES
  • EDUCAR EL CORAZÓN
  • MUJER
  • AMOR EN PAREJA
  • EL PERDÓN
  • EL DOLOR
  • TECNOLOGÍA
  • PELÍCULAS

domingo, 29 de diciembre de 2019

LA FAMILIA, LA SAGRADA FAMILIA...




        LA FAMILIA, LAS FAMILIAS, LA SAGRADA FAMILIA...



Estamos inmersos en la Navidad. Contemplamos el Belén y aprendemos muchas cosas de la Sagrada Familia... A no quejarnos por cualquier dificultad, a pensar en los demás, a valorar lo importante, a ser humildes, y no caprichosos... Ahí nadie se reserva nada, todo es para todos. Cada uno se vuelca con los demás, se preocupa de alegrarles. Es la familia donde se conjuga más el tú, y el vosotros, que el yo.

María con su "sí" nos trajo al mismo Dios hecho Niño. Y José, el esposo y gran custodio de María y Jesús. Siempre velando por ellos..., concediéndoles todo el protagonismo. Dios cuenta con él, le hace colaborador de sus planes. Y se conmueve ante el misterio... Recibe al Niño en sus brazos y antes en su corazón. José, entrañable José, el de la sonrisa permanente.





¡Cuánta delicadeza, comprensión y ternura habría entre estas personas tan especiales! El lugar donde se ama, se ayuda, se perdona si más, porque se quiere con un amor más grande que los pequeños fallos, se comprende, se disculpa..., se conecta de veras.


"También en nuestro mundo, un pesebre contuvo en una ocasión algo que era mucho más grande que el mundo entero", dirá C.S. Lewis.








Aquí no encontramos discursos sobre la familia, sino un acontecimiento que vale más que muchas palabras: Dios quiso hacerse uno de nosotros, por amor, nacer y crecer en una familia humana. De este modo, consagró la familia como camino de su encuentro con la humanidad. La familia, cada familia, cobró un nuevo valor y belleza, que ya poseía, pero se engrandeció y cobró nuevos brillos y trascendencia.





En la infancia de Jesús, transcurrida en Nazaret, permaneció con sus padres, en familia, sintiéndose muy querido, y queriéndoles con miles de delicadezas cotidianas. Así, puso de relieve el valor tan importante de la familia en la formación, educación y desarrollo de cada persona que viene a este mundo, que necesita sentirse muy querida, y querer a los demás. El lugar del amor incondicional, del "gratis total"..., sin esperar nada a cambio, ni recompensas calculadas.






Por tanto, la misión de la familia es acoger y acompañar a cada uno de sus componentes, rodearle de amor para que pueda crecer como persona. No solo cuando está más necesitado de cuidados, sino también cuando mayor es su plenitud como persona. Entonces necesita más, si cabe, amar a los demás para crecer. Facilitarle que a su vez pueda amar a los demás.

También importante a la hora de ayudar a descubrir esa misión única y concreta que Dios ha preparado para cada persona, al pensar su "nombre"... Que estará relacionada con los demás, porque la persona se trasciende a sí misma.



María y José formaron a Jesús en lo humano, ante todo con su ejemplo y cariño, con su vida en familia. Ahí aprendió todo. En sus padres conoció toda la belleza del amor a Dios y de pensar en los demás. Los detalles de cariño y atención a las personas queridas, la belleza del trabajo cotidiano, hecho por amor, al servicio de los demás..., los detalles con las personas, el mostrar comprensión y ayuda real... etc.


Podemos pedir, y luchar, para que nuestra familia sea como una réplica del hogar de Nazaret. Con agradecimiento por tanto recibido, en especial cada persona, cada hijo, por todo lo bueno que hacemos y somos, por el amor que regalamos a los seres queridos, los amigos... Y los fallos siempre podemos sanarlos con el poder restaurador del perdón.








Es muy consolador saber que tenemos a la Sagrada Familia como protectora de nuestras propias familias. Solo tenemos que pedírselo. Además, son el modelo más perfecto que podemos tratar de imitar en nuestra vida, un referente claro en nuestra vida. 


¡Qué trato tan amable y delicado, tan cariñoso y respetuoso, tan comprensivo y empático habría entre José y María! Con tanta ternura... ¿Cómo sería el amor de Jesús hacia sus padres?, ¿cómo les miraría...?, ¿cómo les querría...? ¿Qué sorpresas les haría...? ¡Qué ambiente reinaría en ese hogar... tan reconfortante!: lleno de paz y alegría.


En la vida escondida de Nazaret estaba una vida cotidiana sin aparente importancia, sin éxitos renombrados: una vida de trabajo, vida en familia, trato con Dios, detalles continuos hacia esas personas... Pero, todo resaltado por el cariño, que aporta brillos inusitados a cualquier quehacer aparentemente intrascendente. Aportando trascendencia a toda la realidad. También por la "categoría" de esas personas tan singulares, una de ellas el mismo Dios, hecho un Niño "indefenso" por amor infinito hacia nosotros.


Pasar un rato junto a ellos, como los ángeles, los pastores y los Magos, sería como tocar el cielo en la tierra. Así, hacer sitio en nuestros corazones para albergarles con todo el cariño agradecido de que seamos capaces. Contemplar maravillados tanta belleza para nosotros.


Podemos poner imaginación y creatividad, meternos en el Belén, como un pastorcillo más, como el corderito del cuento de Bartolo, como la pastora que le lleva un poco de requesón, y acompañarles en algunos momentos... Así aprender de ellos miles de cosas. 




También podemos pedirles ayuda, para que cada familia, la nuestra en concreto, sea lo que puede llegar a ser, si ponemos empeño e ilusión en querer de veras a los que tenemos cerca. Ser agradecidos y detallistas, serviciales, buenos amigos unos de otros, usar el poder del perdón ante cualquier trifulca o disgusto, para sanar esas heridas. Para poner un punto y final y poder recomenzar. Especialmente en la propia pareja, origen y fuente de todo lo demás. Vaciar un poco el propio corazón de "yoismos", que no dejan espacio al tú del otro, de los otros..., y devoran el amor.


Es vital aprender a usar las palabras "mágicas": por favor, gracias, y perdón, y hacer de la convivencia y de la propia familia algo entrañable, con las cualidades y fortalezas características de cada una.




Nos podemos mirar en la Sagrada Familia..., 
para ir construyendo cada uno la nuestra.

Es la gran oportunidad que se nos da para hacer algo grande de nuestra vida, 
que nos aporte un sentido profundo a nuestras acciones..., 
y un disfrute con las personas que más queremos!!😉👍🏾😍🌏🌟🌠 

Y, como dice un amigo: "en mi familia, y desde mi familia",

 instaurar la "civilización del amor" 🎨😉✌️
que señalara el gran Juan Pablo II




Dejo enlaces navideños, por si quieres leer:

                                                      










                                                                           

                                                                           Mª José Calvo
                                                                       optimistas educando
                                                                            @Mariajoseopt



URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2019/12/la-familia-la-sagrada-familia.html

lunes, 23 de diciembre de 2019

¡¡FELIZ NAVIDAD!!



                                                      ¡¡FELIZ NAVIDAD!!



La Navidad es un acontecimiento histórico, y sobre todo un misterio del amor de Dios, que se descubre desde la humildad de Belén. Mirando con el corazón, metiéndose en el portal..., percibiendo ese cariño entrañable entre María y José.

Dios quiso venir al mundo, naciendo en la Sagrada Familia, poniendo de relieve la grandeza de la familia, y realzando su belleza.


"También en nuestro mundo, un pesebre contuvo en una ocasión algo que era mucho más grande que el mundo entero", dirá C.S. Lewis.












La-familia-y-la-Sagrada-Familia



* "Días de familia", con ideas para disfrutar, libros y películas...
                                                      
* "Crear ambiente de hogar"

Cuento-de-Navidad-Bartolo 

La-carta-de-los-Reyes-Magos






                                                                            Mª José Calvo
                                                                         optimistas educando
                                                                            @Mariajoseopt



URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2019/12/feliz-navidad.html 

jueves, 19 de diciembre de 2019

PANTALLAS Y MODO CONCENTRACIÓN



                                                EFECTO PANTALLA...


Estamos en la época de la tecnología y las pantallas: son geniales, y nos facilitan la vida. Pero, hemos tenido la suerte de educarnos en un mundo analógico, y así poder descubrir sus posibilidades y limitaciones. Son muchas la ventajas que tienen, si las ponemos al servicio de la persona.

Nuestros hijos ya son "nativos digitales", que no significa que tengan superpoderes..., pero, si no orientamos y guiamos su introducción en el mundo virtual, ellos no podrán hacerlo. Por eso, hace falta conocerlo para guiarles, aquí también. Que no nos pille en modo “off”, o, sin tiempo para ellos, y los dejemos "huérfanos" digitales.


Comienzo con la conclusión final, para centrarnos un poco en el tema: 

                        "Cuida tu cerebro, y él cuidará de ti"



Hace tiempo leí un artículo de un neurocientífico, Manfred Spitzer, que me gustó especialmente, porque tiene mucho sentido y hace reflexionar sobre el uso de los medios tecnológicos.

Refiere la importancia del aprendizaje personal, de la figura de los padres y del maestro para estructurar el conocimiento, de la capacidad de la inteligencia y del pensamiento, y del retraso de la maduración que pueden producir las pantallas, si no se usan de un modo saludable, especialmente en niños pequeños y adolescentes. 


La educación de una persona siempre será de tipo analógica. Hace falta aprender en familia lo importante de la vida, interactuar con los demás, atender a los sentimientos, mirar a los ojos, sentirse querido, -nuestro mayor anhelo-, saber sorprender, imaginar, ayudar, colaborar, trabajar en equipo... etc.

Las relaciones humanas son de la mayor relevancia. Hay que poner inteligencia emocional en ellas, y un niño lo aprende todo en ese ambiente. 


De esa forma, con cariño, y atendiendo a los intereses de cada niño, se pueden enseñar algunas cosas más, cuando su cerebro esté preparado. Por ejemplo, a pensar y hacerse preguntas, a leer y escribir, a tomar notas y trabajar en clase con el profesor, a estudiar y hacer esquemas... 


Los niños aprenden sobre todo de las personas que les quieren. Las emociones son importantes en el aprendizaje, saber entusiasmarse con algo, y muy en especial el cariño que recibe en la familia. Y necesitan un buen modelo: un educador. Una pantalla no transmite nada en este sentido, ni ayuda a mostrar empatía, o leer el lenguaje no verbal..., ni a comprender o ayudar a otra persona.

               



             

* ¿Es el cerebro semejante a un ordenador...?


Más bien no. No tiene nada que ver con un ordenador, ni funciona como uno de ellos, con una capacidad de almacenamiento limitada. No se trata de llenarlo de cosas sin más… 

La persona aprende con los datos y vivencias que provienen del exterior, o del propio pensamiento y creatividad, o de la memoria..., estableciendo conexiones y relaciones entre las distintas zonas, en base a lo ya asimilado. Y tienen mucho que ver las emociones y la curiosidad. 

Por ejemplo, la alegría y la sorpresa son dos emociones que estimulan la atención, así como la curiosidad nata, de forma que pueda enfocarse en algo concreto. Por eso, la curiosidad, la admiración y el asombro, son vitales para todo aprendizaje. Es la forma en que el cerebro trabaja en modo "flow", entusiasmándose con algo, lo cual abre las puertas de la atención, y se enfoca en algo, disfrutando y aprendiendo a la vez.


El cerebro es un órgano muy especial, aunque, obviamente no se reduce a solo materia. Hay otras dimensiones muy imbricadas, como la psicológica y la espiritual, -la más elevada de la persona-. Nos permite ser quienes somos, pensar por cuenta propia, experimentar sentimientos, comprender, actuar en libertad..., y por tanto querer a los demás. 


Además, nunca está ya "acabado", ¡siempre se puede aprender algo nuevo!, hasta el último momento de la vida, gracias a su plasticidad neuronal. Cuanto más se sabe, mejor se aprenden otras cosas nuevas, porque se tiene dónde asentarlo y relacionarlo. Si algo nos emociona, capta nuestra atención y se disfruta aprendiendo. No supone mucho esfuerzo ese trabajo.


Tampoco es un almacén de datos, sino que los procesa; y se basa en la conexión de redes neuronales, que relacionan la información que manejan. Por ejemplo la interconexión entre las distintas zonas sensoriales, cognitivas, emocionales, motoras y premotoras... 

Por otro lado, la memoria no es un archivo polvoriento de datos, sino que está modificándose constantemente, adaptándose. Y está teñida de sentimientos, motivaciones y emociones, incluso cambiantes.


Por eso, ser inteligente es saber relacionar distintas cosas en el pensamiento. También hay diferentes tipos de talentos, aunque el cerebro siempre actúa como un "todo". Cada persona es un mundo diferente: no se la puede archivar o etiquetar. Siempre está aprendiendo, cambiando, y puede mejorar, si pone pensamiento reflexivo, y voluntad entrenada, gracias a dicha plasticidad cerebral. 



*Una base...


Pero, hace falta tener una base experiencial para aprender, y construir el conocimiento propio. Y los niños necesitan una persona que vaya guiando y estructurando su aprendizaje. Primero son los padres, luego los maestros y profesores, ayudados de los padres también. Es un trabajo en equipo... Y no solo "enseñar" materias o datos sin más, sino comprender y conectar con el niño, saber hacerlo atractivo, que le motive desde su interior, porque le interesa, le atrae y disfruta. De esta manera, no le costará apenas, y asimilará pronto lo que le entusiasma.

Además, el cerebro no solo maneja datos de la realidad, sino percepciones, vivencias, imágenes, recuerdos, y sobre todo sentimientos y emociones. Toda la realidad está inmersa en sentimientos, y la conocemos a través de nuestra sensibilidad y afectividad. De ahí la importancia de la resonancia personal y de las relaciones personales. "Yo me hago gracias al tú". Las emociones surgen en el mundo real, en el trato personal, sobre todo en familia, primera y auténtica "escuela emocional".


Todo esto facilita el aprendizaje y la relación con los demás. Algo constitutivo de la persona. Sin embargo, la sensibilidad de la madre, y del padre, es lo que establece un vínculo con los hijos, mediante el cual se sienten aceptados y queridos... Notan seguridad y confianza para desarrollarse bien, para madurar, para ser ellos mismos, con sus cualidades y talentos únicos.


  
                                             





El niño aprende cuando lo nuevo lo interioriza sobre lo que ya sabe, cuando lo relaciona con ello, y cuando establece un vínculo afectivo. Si no, no puede aprender. Y los padres, y el profesor, van dando estructuras sobre las cuales construir lo nuevo. Por eso es preciso descubrir lo que le interesa y atrae más..., observarle, dejarle cierta autonomía para decidir y elegir actividades y juegos, teniendo en cuenta esos periodos más sensibles. 


Más adelante, cuando son algo mayores, es necesario enseñarles a utilizar su cerebro de forma proactiva, que aprendan a pensar por cuenta propia, que realicen un trabajo intelectual a fondo, que aprendan a concentrarse y enfocarse en algo. Y todo ello es posible gracias a esa plasticidad sináptica neuronal. 


Por eso, cuanto mejor se trabaja un tema, más zonas se relacionan y conectan entre sí, y se estimulan otros aprendizajes relacionados. Asimismo quedará mejor grabado en la memoria de largo plazo. Porque, las sinapsis que se usan acaban reforzadas, y las que no, desaparecen. Por eso, algo de veras importante...



"¡usa tu cerebro, o lo perderás!"






De aquí el concepto de "demencia digital" que acuñó este autor y psiquiatra, preocupante, si dependemos de pantallas, y no usamos el cerebro de forma activa. Lo que no se usa se atrofia, y en concreto, las sinapsis desaparecen, o no se forman, si les impedimos vivencias y experiencias perceptivas reales. Sobre todo en niños y jóvenes.
         



*Tecnología... 

Volviendo a la tecnología, cuando la mente está ya un mínimo estructurada, se puede introducir el mundo digital, con algunas premisas. Pero, antes, lo que puede hacer es retrasar el desarrollo y la maduración del niño. Impedirle aprender de esas experiencias y vivencias, vitales para construir sus primeras estructuras neuronales y sinápticas. 

Además, el uso poco saludable de pantallas impide la concentración, el aprendizaje, y la creatividadLa mejor forma de estimular ese aprendizaje es dedicar tiempos a leer, escribir a mano, estudiar, tomar notas, hacer esquemas, pensar, y trabajar en casa o con el profesor. 


A través de estos medios tecnológicos parece que se puede hacer muchas cosas, acceder a mucha información, conectar con personas de cualquier punto del mundo..., pero, de se hace de forma superficial. Incluso la mente se puede saturar bloquear, por exceso de información y datos, sin retenerlo en la memoria, ni siquiera aprenderlo. Es lo que se denomina infoxicación. Hay que aprender y enseñar a usarla de forma saludable y responsable, como sucede en todo.





Además los tiempos atencionales de una persona, y más en concreto de los niños, son cortos y lentos, y en internet todo va muy deprisa... para el aprendizaje.

      
Para recibir información, procesarla y valorarla, y luego gestionarla, es preciso tener formación. No todo es cierto, ni saludable, ni aconsejable en la red... Hay que saber ser críticos, tener la capacidad de pensamiento formada, seleccionar y filtrar.



Por tanto, es muy importante el trabajo intelectual profundo para que no se atrofien capacidades cerebrales, y para la creación de nuevas sinapsis. Así, estimular el pensamiento crítico y la creatividad, gracias a la plasticidad cerebral, que tanto hemos comentado. 


Asimismo, permite trabajar de ese modo inspirado, en el que se disfruta tanto, que parece que uno puede "volar". En "modo flow", en el que la pasión y la creatividad afloran y se desarrollan. También sucede esto en personas que tienen el don y el talento de la curiosidad, y la fomentan. Capaces de estimular nuevas sinapsis, e incluso neurogénesis. De esa forma, se aprende sin esfuerzo, y, se remodelan redes neuronales, conectando los distintos aspectos con zonas cerebrales concretas. Y, activando la creatividad, el pensamiento original, tan propio de una persona...




Por tanto, ser conscientes de esta "atrofia" digital, que pueden producir las pantallas, para cuidar el uso de la tecnología. No solo por los tiempos de pantallas, sino también por los modos de usarlas.





Por eso es bueno organizar tiempos en "modo concentración", para intentar "compensar" el efecto pantalla. Por ejemplo, dedicar un tiempo para pensar, leer, estudiar, apuntar, hacer un mapa conceptual... etc. Y es vital el silencio para miles de cosas... Para reflexionar e imaginar, para conocerse, para pensar cómo queremos actuar, para ver qué queremos buscar en la red, y concretar tareas y priorizar, para no dejarse seducir y atrapar por estímulos que no cesan... etc.





Pensaba..., ¡qué importante es atreverse a pensar por cuenta propia! Ser una persona libre de pensamiento, sabia, que lleva el timón de su vida,no solo eficiente y "resuelvetareas". Pasar del puro hacer cosas sin más, a las cumbres del pensamiento liberador. No atrapado en el mundo virtual. No tener miedo al silencio, ni a enfrentarse a conocerse uno mismo, y tratar a los demás.






Resumiendo, en familia podemos marcar tiempos de desconexión, dependiendo de edades de los hijos, para cuidar el cerebro, en especial en las primeras etapas de la vida. Es algo que siempre compensa, y lo agradecerán posteriormente. Tener un parking de móviles, o una cesta para dejarlos en momentos concretos, nos puede ayudar.


"Cuida tu cerebro, y él cuidará de ti"





Espero que te haya sido útil..., y puedes compartir con amigos, en redes, o, copiando la URL, en otros medios.


Dejo enlaces relacionados:

Tecnología-y-la-familia (desarrollo cerebral e ideas de la Academia de Pediatría)


          
                                                           Mª José Calvo
                                            optimistaseducando.blogspot.com
                                                           @Mariajoseopt 



URL:
 https://optimistaseducando.blogspot.com/2019/12/pantallas-y-modo-concentracion.html

martes, 17 de diciembre de 2019

CUENTO DE NAVIDAD: "BARTOLO"...




                                                                 "BARTOLO"


Se acercan las fechas navideñas, y escribo este post con un cuento familiar de hace muchos muchos años..., con una belleza y calidez entrañables. Luego se adaptó para representarlo en el festival de Navidad de Montecastelo. Y Pablo se encargó del resto...: luces, sonido, motivación, alegría..., y ¡mucha ilusión!



Vamos a contar señores
un cuento maravilloso
que ha tiempo sucedió
en aquel portal hermoso
que muchos quisieron ver
hace más de dos mil años
en la cuidad de Belén

Bartolo se llama el cuento
y quienes lo representan
el lector y los pastores
Pascasio y la señora Tecla
un zagal y los pastores
los pastores del portal
y un corderillo muy negro
que al Niño quiso adorar

Stiss… Silencio
¿silencio!, mucha atención
y aprenderéis para siempre 
esta suprema lección




Los pastores bajaban al llano cantando y tocando flautas y rabeles. En el camino estaba la casa de Bartolo con la luz de su lumbre. Bartolo terminaba de cenar patatas con chorizo, cuando llegó a sus oídos el bullicio de los pastores, que cantaban contentos y alegres. Cogió el candil y se asomó a la ventana.

-¿Qué pasa?, ¿qué fiesta es hoy?

-Bartolo, no te has enterado?

-No, no sé nada, ahora me iba a dormir.

-Ha nacido el niño Jesús en el Portal de Belén. Vamos a adorarlo y a llevarle estos regalos al Recién Nacido. 
Tú, ¿qué le vas a llevar…?

Bartolo se rascó la cabeza y contestó:

-Pues le llevaré un corderillo. En la vida hay que sacrificarse, y quizá esa gente del portal no sea tan pobre y me pague con creces el regalo.

Bartolo cogió las llaves del aprisco y, con la bufanda hasta las orejas, se dispuso a ir al corral. Salió a la calle. Un aire helador azotaba su cara. La nieve crujía bajo sus botazas…

Subió la empinada cuesta y llegó a su corral. 
Los ojos de Bartolo se llenaron de orgullo cuando, al abrir la puerta, pudo contemplar su rebaño de corderos blancos. Allí, a un lado, destacaba una mancha negra. Era un corderillo negro al que sus hermanos despreciaban. No le dejaban decir ni "beee”. Le daban topetazos, se reían de él. Y le habían compuesto una canción para burlarse de él. 

Bartolo dijo: a ver, ¿quién de vosotros quiere ir a Belén con el Niño?


Silencio absoluto. Nadie abrió la boca.

Dijo Bartolo,
A ver, tú.

-Soy pequeño todavía. No, no quiero ir.

Y tú, ¿quieres ir al portal?

Mi mamá oveja no me dejará. Soy hijo único. No, no quiero ir.

¿Quieres ir tú?

-Me gustan mucho estas retamas tan fresqueras. No me apetece ir.

Entonces tú, que ya tienes la patita curada.
 ¿Quieres venir con el Niño?

-No, que el Niño me tirará del rabito. No quiero ir.

Me estáis impacientando. Bueno, terminemos pronto. Si entre vosotros hay algún voluntario, que levante la patita.

Todas las patitas quedaron quietas en el suelo, pero el corderillo negro se atrevió a levantar su patita diciendo:

-Bbeee… ¡yo quiero ir a Belén!

Pues, andando, aunque seas lo peor de mi rebaño. Me da pena tu lana negra.

Ven que te coja de las patas y te ponga sobre mis hombros... Vamos al Portal… Al fin y al cabo, un cordero negro siempre vale menos que uno blanco.

-Bbeee… ¡voy a ver al Niño!, bbeee… ¡quiero ir a Belén!

El rebaño se puso loco de contento, y dando brincos de alegría comenzó a cantar.

Viva lo blanco, muera lo negro…
Viva lo blanco, que es lo que quiero…

Bartolo cerró bien la puerta, y bajaba la cuesta resoplando de frío, con el cordero negro sobre los hombros. Los matorrales estaban vestidos con túnicas blancas. El cielo, gris plomizo, amenazaba con una tormenta de nieve. Se encontró con el tío Pascasio.

-¿Qué hay, compadre…?

Vengo de Belén.

Alí voy yo.

Compadre, ¡qué Niño! Tienes que cerrar los ojos porque , ¡qué luz…!

Y, ¿le llevaste algo de regalo?

Sí, dos palomas y un tarro de miel.

Pues yo voy a llevarle este cordero.

El tío Pascasio dijo, mirando con avaricia el cordero…

Oye, no seas tonto compadre, y véndemelo a mí. El Niño con cualquier otra cosa estará contento. Es el único cordero negro que hay en la comarca, y me gustaría tener un rebaño de corderos negros. Te pago lo que quieras… ¡Cinco veces lo que vale!





La ambición cegó a Bartolo, y dijo anhelante:

¿2000 denarios contantes y sonantes…?

Como éstos… Saca el dinero del bolsillo y se lo da.

El corderillo negro se puso triste… Se le nublaron los ojos y dijo:

Bbeee… ¡yo quiero ir a Belén!

Bartolo subía la senda llena de guijarros diciendo…

Al Niño le llevaré un conejo. Al fin y al cabo un conejo vale menos que un cordero.

Camino de la majada iba Pascasio cuando se encontró con la señora Tecla.

Compadre, Pascasio, mucho ha madrugado usted hoy.

Sí, fui a Belén a conocer al Recién Nacido ¡qué guapísimo es!

De allí vengo yo. He bailado ante el Niño todas las danzas de mi juventud, y le he llevado un requesón. Pero compadre, ¿qué corderito negro es ese que lleva usted ahí? Es el primero que veo de ese color en esta país, ¡con lo viejecita que soy…!

Mis dineros me ha costado. Ese pícaro de Bartolo me ha sacado 3000 denarios por él.

Pues yo le daría eso, y mucho más. Mi hijo desea tener un rebaño de corderos negros.

Si lo paga usted bien, y me da 5000 denarios, ¡suyo es!

Pues trato hecho.

Y el corderito pasó a las manos sarmentosas de la señora tecla. Humildemente dijo:

Bbeeee… ¡yo quiero ir a Belén!

La señora Tecla lo dejó en su aprisco. Cerró la puerta y se fue pensando… ¡qué alegría tendrá mi hijo cuando venga y lo vea. El corderito negro se quedó temblando de frío, y con un hilito de voz dijo: 

Bbeee… ¡yo quiero ir a Belén!

De pronto, ¡oh sorpresa! Allí tirada en el suelo, en un rincón, había una piel de lobo. Rápidamente, envolviose en ella y dijo: 

Así nadie me reconocerá. Bbeee… ¡yo quiero ir a Belén!

Sacó fuerzas de su poca experiencia. Puso dos fieras luces en sus ojos, y de un salto, subió a la pared del corral, dio otro brinco… y, ¡ya era libre! 
Corría, corría, jadeante atravesando barrancos, subiendo senderos orillados de espinos…

Bbeee… ¡yo quiero ir a Belén! Nadie me reconocerá.

Y meneaba la cola de lobo azotando los tomillos y jaras nevados, y… ¡hala a Belén! Corría, corría… 
Sus pezuñas estaban sangrantes y su cuerpecito temblaba de emoción.
Bbeee… ¡quiero ir a Belén!

Un zagal clamó a lo lejos:
¡Pastores…! ¡pastores! ¡Un lobo ha bajado al llano! ¡devorará nuestras ovejas! 
Pastores… Pastores, ¡vamos a matarlo!

Silbó una piedra, después otra….. El pobre corderito corría bamboleándose. Sintió un agudo dolor en su cabecita y vio cómo la nieve se teñía con su  sangre y corría… corría, con la ilusión de llegar.

Bbeee… ¡quiero ir a Belén!

Por fin a lo lejos vio una luz que salía del Portal, y sacando fuerzas de flaqueza llegó hasta ella. En la cueva bendita había cántaros de luz, melodías celestiales.
Abriéndose paso, con inmenso esfuerzo, entro cayendo casi agonizante en el Pesebre. Un terrible murmullo se oyó.





¡Un lobo!, ¡un lobo ha entrado en el Portal y viene a devorar al Niño!… ¡Qué desfachatez! Matémosle, matémosle a pedradas…

La Virgen se levantó cariñosa. Quitó el disfraz de lobo y apareció el corderito. Lo tomó en sus brazos y al instante sintió un inefable bienestar, y lleno de alegría, dijo:

Bbeee… ¡ya estoy en Belén!, ¡ya estoy en Belén…!



María iba acariciando sus orejillas, su lomo, sus patitas, y… ¡oh prodigio! A cada caricia de la celestial Señora, los vellones negros se volvían blancos. Tan blancos, que irradiaban luz de amanecer y en su lomo apareció inscrito unas letras con el nombre de Jesús. 


Y allí se quedó. Era el íntimo amigo de Jesus. Juntos jugaban por las praderas… y… después… ¿no habéis visto al Niño Jesús con un corderillo muy blanco? Pues ese es el corderillo de Belén, que por el empeño y el esfuerzo que hizo en ir al Portal, acompañó a la Sagrada Familia y alegró al Niño Jesús.

Y… colorín colorado, este cuento se ha terminado.






Espero que te haya gustado, y te animes a contar cuentos navideños alrededor del Belén... Hacer ambiente en familia, preparando esta Navidad, y disfrutando de algo asombroso que quedará en el alma de nuestros hijos... 



Dejo algunos enlaces relacionados por si quieres leer:

El auténtico significado de la Navidad...

Historia de un belén

El-taller-de-la-Navidad 

El-belen-que-puso-Dios






* Vídeo "el mejor regalo navideño..."


* "Días de familia", con ideas para disfrutar, con libros y películas...
                                                      
* "Crear ambiente de hogar"

La-carta-de-los-Reyes-Magos





                                                                             Mª José Calvo
                                                                         optimistas educando
                                                                            @Mariajoseopt




URL:
 https://optimistaseducando.blogspot.com/2019/12/cuento-de-navidad-bartolo.html