El "TANDEM" LUCHA Y FELICIDAD
Toda nuestra vida es un aprendizaje y una lucha continua por ser mejores. Y el motor de ese aprendizaje es la curiosidad, el asombro, la ilusión, el agradecimiento. Porque, hace falta percatarse de toda la belleza que tenemos delante..., saborearla y agradecerla. Como señala Chesterton, la mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta.
Volvemos a la lucha. Mucho más en estas circunstancias... en las que se echa de menos el cariño de las personas cercanas, de amigos, en el trabajo, el colegio y demás relaciones personales. Pero, como dicen unos amigos, "el cariño nos protege". Debemos inventar nuevas formas de demostrar ese cariño, puesto que cada persona necesita sentirse querida para ser ella misma, y luego poder mejorar. Y, por otro lado, lo propio de la persona es amar. Para eso ha sido creada cada una.
Necesitamos una actitud optimista de lucha, de comenzar y recomenzar, porque siempre hay algo que se puede hacer en cualquier situación, por muy mala que parezca... Convertir imposibles en posibles. Hacer buen ambiente, querer a los demás, en círculos concéntricos, desde los más cercanos a cuantos más lleguemos. Incluso con visión trascendente. Como apunta Gustave Thibon, todo lo que no tenga ecos de eternidad es tiempo perdido...
¡Qué importante es la actitud! Un pensamiento de Elisabeth Lukas, continuadora de Viktor Frankl: "Con una actitud positiva se puede sacar provecho hasta de la situación más amenazadora, mientras que, con una actitud negativa, hasta una estancia en el Paraíso puede resultar insoportable.”
Saber ver lo bueno esponja el alma, facilita las relaciones personales, y anima a los demás, especialmente en familia, fuente y origen de todo lo demás.
Y luego pensar a qué metas podemos apuntar, y concretarlo en pequeños objetivos, alcanzables, que nos animen en la lucha. Con ilusión, y buscando motivos importantes que ayuden a ello, que muevan la voluntad en ese sentido. También poniendo el corazón, con la calidez y fuerza de los sentimientos en esa dirección.
El optimismo es la actitud que tenemos cada uno, que se puede aprender y fomentar. Siempre podemos descubrir y paladear las alegrías sencillas que nos salen al encuentro. La alegría de vivir, la belleza de la naturaleza, el trabajo bien hecho, el servicio atento a los demás, el amor sincero, la vida familiar, la amistad... Son pequeños disfrutes que alegran la vida: la nuestra y la de los demás.
Es vital fomentar ese optimismo en la propia familia, porque el ambiente de confianza y libertad hacia cada uno, es lo que da seguridad ante la vida, a cualquier edad, y ayuda a madurar como personas, ¡con toda la singularidad de cada una! Sentirse queridos, y querer a los demás, lo es todo.
Apuntar a metas valiosas, movilizar energías, y lograr lo mejor de nuestras posibilidades. De esa forma, ir descubriendo el sentido profundo de la vida, la misión personal que tenemos cada uno en este planeta.
Un pensamiento de Viktor Frankl, que llega al núcleo de la felicidad: "Yo diría que lo que el ser humano quiere realmente no es la felicidad en sí, sino un fundamento para ser feliz. Una vez sentado ese fundamento, la felicidad o el placer surgen espontáneos". Si nuestra vida está anclada en algo de veras valioso la alegría brotará, y podremos difundirla a quienes nos rodean...
En cuanto a las dificultades, que nos ayudan a salir de la zona de confort, es bueno afrontarlas como retos. Poner ilusión en superarlas y en crecerse ante ellas. Eso siempre anima. ¡Nunca darse por vencidos! Siempre hay algo que se puede hacer para mejorar la situación.
Y en el caso de que no sea posible, como señalara el doctor Frankl, somos nosotros los que debemos cambiar. Pensar una pequeña cosa que nos ayude, concretarla, incluso con un pan de acción, y luchar por ello. Eso puede hacer la diferencia.
Me viene a la cabeza la escena de "El Señor de los Anillos": "¡Hoy no va a ser ese día!", mis jinetes de Rohan... Hoy lucharemos hasta el final. Lo dice Aragorn al ejército de Rohan. Te lo cuento en otro post sobre Tolkien.
¡No te rindas!, cada dificultad encierra una oportunidad de crecimiento
Por eso, párate y piensa qué puedes hacer. Luego concrétalo. Y lucha por ello, con esfuerzo e ilusión. ¡Con esperanza!, que es un rayo de luz que atraviesa nuestra vida: nunca nada está perdido. Luchar hasta el último instante, y ¡justo en ese!, como dijera la gran filósofa Jutta Burggraf.
Esto es lo que nos hace de veras felices: esa lucha esforzada por dar lo mejor de cada uno, aunque suponga sacrificio gustoso por los que queremos.
El que lucha no da las batallas por perdidas. Pero, si no se lucha, ¡ya se ha perdido! El dolor y las dificultades de la vida, que nos animan a luchar, nos "acrisolan", y son ingredientes de la felicidad. Y el buen humor, para no tomarnos muy en serio, siempre ayuda. Porque, para ser feliz no se precisa una vida cómoda, sino "un corazón enamorado"...
¡No te rindas!, siempre estás a tiempo de comenzar y recomenzar, de aceptar tus fallos y limitaciones, que te hacen sencillo, de pedir perdón las veces que lo necesites, de enterrar tus miedos, apuntar alto y retomar el vuelo. No estás solo, tienes muchas personas que te quieren. Te lo contaba en otro post, que enlazo abajo: "No te rindas".
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¡Gracias por difundir, y sé muy feliz en tu lucha!😉✌💫💚
Mª José Calvo
Optimistas Educando y Amando
@Mariajoseopt
Dejo algunos enlaces relacionados:
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/01/lucha-y-felicidad.html
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