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jueves, 30 de julio de 2020

CONTROLAR LA AFECTIVIDAD EN PAREJA

  
                            
                                AUTOCONTROL EMOCIONAL EN PAREJA


         Los afectos son necesarios e importantes para vivir como auténticas personas… Nos caldean interiormente, y nos colorean la vida. La nuestra, y la de los demás. Expresar los sentimientos, conocerse, compartir estados de ánimo, conectar con la persona querida. Algo que nos hace dichosos.

        Sin embargo, es necesario pasar ese mundo emocional por el filtro del pensamiento y la razón, para crear de veras "lazos" con quienes tenemos cerca. Especialmente en pareja, origen y fuente de la familia. 


          Controlar no significa reprimir, sino disfrutar y estimular los sentimientos y afectos que vayan en la dirección de quererse más y mejor. 





      Hemos visto en otras entradas la base fisiológica de las respuestas emocionales en cualquier relación humana. Dejo enlace abajo. Este conocimiento nos es de inestimable ayuda para intentar poner cabeza y autocontrol personal, con una perspectiva acorde con la grandeza de la persona. Que "el director de la orquesta" sea la cabeza. Sobre todo, para cuidar la relación con quienes más queremos, con quien más queremos.


           Cuidando las relaciones familiares se construye un ambiente cálido, reconfortante, humano, donde cada persona puede crecer, y dar lo mejor de ella, en ese entorno de confianza y libertad. La confianza y el cariño se amalgaman con la libertad personal, base esencial para la formación de cada persona. Donde se aprende a querer a los demás... Algo necesario para tener una vida lograda, y por tanto ser feliz, haciendo felices a los demás.




      En las relaciones familiares, y en especial en pareja, que tratamos aquí, es necesario hacer énfasis en lo bueno y positivo. Cambiar el chip, si no se está acostumbrado. Lo negativo salta a la vista, y no requiere mucho esfuerzo; pero lo bueno necesita intencionalidad para realizarlo, y autodominio y voluntad para acometerlo. También es importante ser optimista de óptimos, como ya te he contado muchas veces, aprender a percibir todo lo bueno para estimularlo, hacer ambiente positivo de confianza, y apuntar a metas valiosas, poniendo el corazón 


      Ponerse unas “gafas tintadas”, si hiciera falta, para descubrir todo lo bueno de la persona querida, y agradecerlo. Es la forma de fomentarlo y de ayudarle a desarrollar. 

        Cuando resaltamos lo mejor de los demás les descubrimos como personas. Lo malo sale solo con dejarse llevar…, y no es específico de ella. No la singulariza. En lo bueno se conoce mejor a cada una. Y en especial a la propia pareja, cuyas cualidades y puntos luminosos advertimos con nitidez al enamorarnos, y se redescubren con una mirada de cariño en la convivencia. Y sirven de guía, a la hora de ayudarle a desarrollar su mejor personalidad. Además, con ellas nos alegra la existencia.







1- Afectos que alimenten el amor...

     Para alimentar el amor recíproco, además de tener gestos y detalles concretos que construyan, alimenten y reaviven ese amor, es necesario manejar y seleccionar sentimientos. Fomentar los positivos, como alegrías, satisfacciones, celebraciones, dificultades superadas, logros y esfuerzo… y, controlar los que no merecen la pena, dañan al amor, o nos empeoran como personas. Que suelen coincidir... Y aquí es de inestimable ayuda la voluntad entrenada y el autocontrol personal.




   En el arte de construir una relación es fundamental saber expresar los sentimientos, porque es la forma en que nos conocemos mejor, compartimos afectos, estados de ánimo y emociones, y conectamos con el otro, con los otros. Los afectos nos enriquecen la vida, pero hay que saber manejarlos.

    Y es bueno conocer las diferencias emocionales entre el hombre y la mujer, para no malinterpretar algunas cosas del otro. La mujer necesita hablar de sentimientos, y también recibir muestras sensibles de cariño: para ella son vitales. En cambio, al varón le gusta más manejar ideas o hechos más “neutrales”, y necesita saberse admirado. Y, a veces, también desconectar. Por eso hay que ver con los ojos del otro, y cuidar esos aspectos en las relaciones humanas, y mucho más en pareja.



     Respecto a la emotividad en pareja, un punto importante es evitar discusiones innecesarias. La crítica, el desprecio, la murmuración, las caras encendidas... se contagian al otro y empeoran la situación. Hay sentimientos negativos que destruyen la relación: son como “virus letales”, que invaden todo, lesionando los corazones anidando en el interior. Van erosionando y corroyendo la relación.



2- Controlar respuestas emocionales

       Por eso es necesario pensar cómo es nuestra respuesta emocional ante un encuentro, conversación..., en familia, o en otros ámbitos. Enlace abajo. Vimos que, lo más específico de la persona es la respuesta emocional compleja (REC), en la que el pensamiento precede al sentimiento y guía su respuesta. De esta forma, entre un estímulo y su respuesta tenemos un momento para pensar cómo responder





     En eso consiste la libertad interior: en la capacidad y posibilidad de responder de forma inteligente y pensada, de no de dejarse llevar de un impulso sin más…, como sucede en los animales. De pensar cómo queremos responder, y cómo queremos tratar a la otra persona.

       Pero, hay momentos tensos, en los que se da una respuesta emocional rápida o simple (RES), impulsados, y como “engullidos”, por una emoción. Es como un arrebato sentimental, un "cortocircuito" límbico que se salta la corteza cerebral. Entonces no se piensa previamente, sino que uno se deja llevar automáticamente de ese impulso que no llega al cortex, donde se pasaría por el filtro de la razón y del autocontrol.



3- ¡Con libertad interior! 

      Es la posibilidad y capacidad de poner pensamiento y razón ante cualquier circunstancia que nos toque vivir, para responder proactivamente, de forma reflexiva y ¡personal!, en el sentido más hondo de la palabra.


     Señala Viktor Frankl que, "cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos"

      Siempre podemos “detener el tiempo” un instante, descubrir el sentido de nuestra vida, los porqués de nuestras actuaciones, y tener la libertad interior de elegir cómo responder a esas circunstancias. Por eso señala que, cuando se tiene un “porqué” se puede soportar cualquier “cómo”.





      Por tanto, es importante racionalizar y controlar cada respuesta, que es lo propio de una persona. Es preciso aprender a comunicar lo que llevamos en la cabeza y el corazón, con delicadeza y diplomacia, con respeto y cariño, y expresar los sentimientos con serenidad. Fomentando y haciendo énfasis en todo lo bueno, e intentando suavizar descontentos. Y si no es el momento o ambiente adecuado, mejor guardar silencio. Para todo ello es fundamental el autocontrol personal, que, por otra parte, nos posibilita esa libertad interior.





4- El orgullo...

      El mayor enemigo de la relación en pareja es el propio “yo” más egótico, y el orgullo… Hay situaciones en las que la disparidad de opiniones suscita emociones encontradas y, si uno se deja llevar de esos sentimientos encrespados se desemboca en una “espiral emotiva". Así se anula el pensamiento y se interpretan todos los intentos del otro en negativo. 

      Los sentimientos negativos, y más las emociones negativas, nublan la razón y debilitan la voluntad y el autocontrol. ¡Hay que mantenerlas a raya!


   Si prosigue esa dinámica se puede desembocar en un “secuestro emocional”, por circuitos reverberantes límbicos. Con la consiguiente pérdida de la razón, y también del contacto con la realidad. De ahí a la clínica, a los trastornos de personalidad, y a la patología, solo hay un paso… Y muchas veces todo por orgullo, por no saber mostrar comprensión y humildad. Por no ceder... Ser conscientes de que, siempre vale más la unidad de los dos que el "llevar la razón".



        Por ejemplo, señala Ugo Borghello en uno de sus libros: “Para que él vea los hondos sufrimientos de su mujer, que ve insatisfechas sus expectativas, tienen que producirse señales atronadoras”. Y, un defecto en la mujer es que, cuando no se siente escuchada, le resulta fácil criticar o “atacar” a la persona del marido… 

        Esto es debido a esa primacía de la amígdala(la parte emocional del sistema límbico), que “salta" las conexiones con la corteza cerebral (la zona racional y de control).



       Por eso es necesario aprender a calmarse, y calmar al otro. Tener en cuenta su forma de ser. Cuando uno está más irascible, o más cansado, es necesario que el otro tengan más control, ponga un detalle de serenidad y acercamiento, y tienda un “puente”. ¡Mostrar empatía rápidamente! Saber mirar a los ojos y comprender a esa persona. 

       Y tener autodominio personal para hablar sin atacar, con cariño, o por lo menos con respeto, hasta que vuelvan a serenarse los ánimos y retornen sentimientos positivos al corazón. Incluso cambiar de escenario si fuera preciso, para calmarse. Es una de las habilidades que se desarrollan con la llamada "inteligencia emocional", que ya Platón y Aristóteles descubrieran: esa sinergia entre la cabeza y el corazón.





                                                                         Mª José Calvo
                                                           optimistaseducando.blogspot.com
                                                                         @Mariajoseopt


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/07/control-emocional-en-pareja.html

domingo, 26 de julio de 2020

LOS ABUELOS... Y LOS NIETOS


                             LOS ABUELOS, RAÍCES DE LA FAMILIA




Los abuelos son una riqueza para cada familia. No solo por ser personas, con toda su grandeza, sino también por ser las raíces de la familia. Fuente de sabiduría y enriquecimiento para toda la sociedad, además de experiencia, pues personifican los auténticos valores humanos. Custodios de los nobles ideales y tradiciones familiares.





Transmiten valores, que son pequeñas especificaciones del bien y de la verdad. Basados en principios universales, que no pasan de moda. Y, al vivir esos valores, se transforman en virtudes, que son lo perfectivo del ser: lo que nos hace mejores personas. Ellos son un referente. Todo lo bueno es bello, y nos atrae con su belleza. 



Son maestros de sabiduría y valentía, que transmiten a las generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual, como señala Benedicto XVI.


Los abuelos también son modelo de lucha, y fuente cálida de sentimientos y afectos. Por ejemplo, por la belleza de transmitir esos valores humanos nobles, hechos vida, como la generosidad y la empatía, saber sonreír, alegrar, trabajar bien, ser íntegro y responsable, pensar en los demás..., aunque muchas veces tengan limitaciones o enfermedades... Todos ellos nos dan su cariño y nos hacen sentir bien.


Nos aportan con su vida un buen sistema de guiado, centrado en el amor auténtico, que quiere el bien para el otro, para los otros. Y el trabajo bien hecho, por amor... Con estas coordenadas tendremos un buen rumbo en la vida..., y podremos plantearnos metas de veras valiosas.






También ayudan a desarrollarse a cada uno: a conquistar lo que está llamado a ser. En especial a los nietos... A descubrir cualidades y talentos, y la misión personal de cada uno. Lo cual da un sentido más hondo a la vida, sobre todo por los motivos trascendentes: los de mayor nivel, que dan energía, y razones para luchar por lograr lo mejor de sí. Y a disfrutar de lo bueno y noble.



Cuidando la afectividad, como nos enseñan, que es un motor cálido de nuestras acciones, y poniendo el corazón en la relación con ellos. Por eso, qué importante es mostrar agradecimiento y cariño. Lo necesitan, nos necesitan. Especialmente a los nietos, que les alegran tanto la vida.


Como señala M. A. Martí, la misión de los afectos es mostrar "la alegría del encuentro". Poner ternura en la relación con ellos, en especial si pasan por una etapa difícil, o por el aislamiento..., que a todos nos "deshumaniza" un poco. Buscar nuevas formas de expresar afectos. Que lo noten de veras. No quedarse cada uno en su solitaria y vacía individualidad.





Valorar la presencia y el papel de los abuelos: que nunca sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor. Ayudémosles a vivir serenamente y a sentirse acogidos y queridos durante todos los años de su vida. Cuidarles, acompañarles, escucharles..., aunque a veces repitan lo mismo... Que sean un nexo de unión para toda la familia.





Algunas virtudes que nos transmiten



Por ejemplo, la comprensión y la amabilidad, la confianza, base de todo lo demás, el optimismo, vital para apuntar a lo mejor, el perdón, tan necesario en las relaciones personales, la alegría, tan importante en la convivencia, la lucha y la resiliencia..., la fortaleza, etc. 


Y la más importante: el cariño que nos dan, los detalles y el servicio atento, su tiempo sin prisas, su ayuda desinteresada. Esto los cualifica como nobles y buenos. ¡Aprendamos de ellos! Hagámosles sentir de este modo.







Aprovecho el post para dejar unas ideas esperanzadas de un libro de una amiga, Victoria Cardona, de Editorial Luciernaga, que acaba de publicar y os recomiendo. ¡Os encantará! 


                     “Nuestros mayores. Entre el sufrimiento y la esperanza” 







¡Muchas gracias Victoria! por ese toque tan entrañable y humano del trato con ellos, que no podemos olvidar. Os dejo con ella: 



"Las pérdidas de seres queridos y el dolor que sufrieron en soledad —ellos y sus familiares— hacen que volvamos a contemplar la figura de nuestros padres y abuelos con una mirada más limpia, más afectuosa. Y ya nos acercamos con más ternura a ellos, les alegramos su tiempo y deseamos que pronto nos podamos fundir en un abrazo intenso, como hacíamos antes de la pandemia."


"Nuestros abuelos nos dieron todo su tiempo desde el momento de nacer, nos dieron la mano para no caer en nuestros primeros pasos y muchos nos enseñaron a rezar y a confiar en Dios. Llega el momento de devolver todo lo que recibimos de ellos para hacer más llevaderos sus achaques. ¡Que nunca se sientan solos!" 


"Recordar lo que nos legaron e hicieron por sus hijos y nietos dará color a nuestra constante dedicación agradecida hacia ellos, aunque veamos la pérdida de las facultades físicas, intelectuales y psíquicas en su ancianidad."



Recalca la importancia de que los hijos y los nietos estén pendientes de ellos: "Una simple llamada de teléfono al día por parte de un hijo es una oportunidad para hablar de las cosas que han pasado durante la jornada o sobre los nietos." 



Más ideas geniales, esta vez con nietos… ¡adolescentes!

"El desarrollo sentimental del adolescente requiere amor, un amor consciente; es decir, ha de saberse amado. Saberse es, en mi opinión, más profundo que sentirse, ya que un sentimiento puede ser una sensación pasajera"... 

"Los sentimientos son arenas movedizas y, sin poner la cabeza y la voluntad en la acción se detendría el proceso de mejora personal o de superación al que todos estamos llamados." 



Entonces, ¿cómo manifestar el afecto a los nietos adolescentes? 

"Escuchándolos mucho, pasando por alto sus cambios de humor, respetando sus tiempos de silencio o las conversaciones con sus amigos por el móvil. Comprenderemos también su falta de seguridad y se la daremos valorando su ayuda y su compañía. 

El afecto manifestado es una necesidad primaria para el adolescente y es fundamental para su evolución psicológica y para obtener una personalidad equilibrada. En la adolescencia, la inseguridad y la necesidad de afecto están muy unidas, y los abuelos lo sabemos."



La misión de los abuelos... y el respeto a la libertad de los hijos y nietos:

"Dejar legados y dar alas, buen propósito. Tarea difícil, pero no imposible cuando existe en los mayores un buen contenido de simpatía, de sinceridad, de bondad, de solidaridad y de deseos de paz y de justicia para que los que los sustituyan encuentren un mundo mejor. Y, siempre, de respeto a la libertad de sus hijos y nietos para dejar que crezcan con iniciativa, sin coartar su libertad. Dejar que se equivoquen es bueno para adquirir responsabilidad al rectificar."


Para acabar este delicioso libro, que te animo a leer, y a regalar, pues seguro que ayuda a mejorar las relaciones familiares en tantos lugares:


"Siempre aprendemos de nuestros mayores. Agradeceremos con cariño y ternura lo que han hecho por nosotros y recordaremos todo lo que nos han amado cuando estén más desvalidos. Merecen nuestra cercanía, que los acompañemos y que los consolemos con magnanimidad." 


"Nuestros mayores son la raíz de nuestra identidad, eslabones de nuestra historia y fundamento de nuestra cultura."


                          "¡Gracias por la vida que nos dieron!"




¡¡Gracias Victoria por esas palabras llenas de consejos valiosos...!! Ella es maestra y orientadora familiar, conferenciante, y ha publicado algunos libros. Te dejo su web: vidadefamilia.org/




Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con ellos. Les alegrará. ¡Gracias!



                                                                              Mª José Calvo
                                                                  optimistas educando y amando
                                                                             @Mariajoseopt



Dejo enlaces enlaces variados relacionados:












URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/07/los-abuelos.html                        

sábado, 25 de julio de 2020

VALORES, MOTIVOS Y MOTIVACIONES, con una película



                                                  VALORES Y MOTIVOS...

A la hora de emprender algún proyecto o reto necesitamos unos motivos que nos muevan desde dentro en ese sentido. Que además señalen un "norte". Son los porqués de las actuaciones. En especial en familia, donde el cariño es el gran motivador.


1- EN FAMILIA

Me gusta hacer gráfica la aventura de la familia con una metáfora: una “nave espacial”, en la que vamos a bordo. Es importante cuidar el ambiente en ella, pero lo es más, si cabe, pensar el rumbo, hacia dónde nos dirigimos. Así poder realinear la trayectoria cuando las tormentas y turbulencias de la vida nos saquen de él. 



Además, es necesario tener una buena motivación, positiva, alegre, fuerte, que nos dé su energía y anime en la lucha, para llegar de veras a esa meta. Porque, hace falta perseverancia a lo largo de los años para no desfallecer en el intento. Luchar hasta el último instante, y justo en él. Y los motivos y motivaciones aportan esa ayuda. Nos dan ilusión y razones que muevan la voluntad hacia ese reto, meta, proyecto vital.


Para ello es necesario ser optimistas, ver lo bueno y positivo de los demás, y de las circunstancias, saber ejercer un atractivo en los demás: seducir con una vida coherente y alegre. Sobre todo en la propia pareja, como en los comienzos de la relación. Hay que saber animar, motivar, estimular lo mejor, robustecer, ayudar, quitar hierro a las dificultades, ¡confiar...! Enamorase cada día de esa persona tan especial. Y enamorarle. Luego, los hijos nos seguirán. Este liderazgo es un don, pero también un arte que se puede y debe cultivar y trabajar. Y nos va a ayudar la persona que más nos quiere del planeta... 

Y esa fuerza de atracción depende de la belleza de la propia personalidad. De ser coherentes, íntegros, de actuar de acuerdo a lo que se piensa, de reflexionar y hacer lo correcto…


Existen muchos motivos, pero, el amor es el “gran motivador”. El sentirse querido estimula a dar lo mejor de cada uno, y seduce y arrastra con fuerza, pensando en los demás.

Es bueno revisar el “norte” que tenemos en la vida, esos principios universales que se concretan en los grandes valores existenciales: la verdad, la bondad, la belleza. Relacionados con todo, porque son principios que no pasan de moda… Sirven de referente a la hora de actuar, a modo de "estrella polar". 

Los tres valores están interconectados. El modo más directo de acceder es a través de la belleza. Descubrir la belleza de lo bueno, de la bondad... Vivir en la belleza. Si se está a gusto, la bondad habla por sí misma. Y nos descubre lo verdadero... Te lo cuento en ese post.



Son como esos “palos pintados” a los lados de la carretera de puertos de alta montaña, que señalan el camino a pesar de las grandes nevadas que ocultan las rutas.



Estos principios se concretan en auténticos valores, que tampoco pasan de moda, porque son “especificaciones del bien y de la verdad”. Cuando los vivimos, se transforman en virtudes, y nos ayudan a crecer como personas. Seducen con su belleza.


Por eso es importante crear un ambiente de hogar confiado y alegre, anclado en valores humanos nobles. Porque, cada persona necesita la aceptación y seguridad del cariño de los demás, en especial en familia. Cada hijo que viene a este planeta necesita ser acogido, valorado y querido para desarrollarse adecuadamente. Debemos conseguir ese “microclima" donde crecen las personas al calor del cariño, tengan la edad que tengan.


Primero, es necesario estar compenetrados y unidos en pareja, hacer “equipo”, tener un solo corazón, motivarse el uno al otro. Que no decaiga la ilusión con el pasar del tiempo... Ser “atractivos” para el otro, y para nuestros hijos, amigos... 

Escribe Miguel Delibes, acerca de su mujer recientemente fallecida, “con su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir.” “¿Puede decirse de alguien algo más hermoso?…”



2- APRENDER A MOTIVARSE Y A MOTIVAR


a) Motivo es, como señala el profesor Oliveros F. Otero, el descubrimiento de un valor. Se descubre cuando vemos una persona valiosa, que tiene un atractivo que arrastra, y nos gustaría parecernos a ella en ese aspecto. El intentar vivirlo nos ayuda y estimula. Así, con el tiempo, el hogar se transforma en un “museo viviente” de valores: cada uno da lo mejor de sí, al calor del cariño…




b) También se motiva transmitiendo valores de la mejor forma posible: personificándolos. Es decir, viviendo esas virtudes. Porque, las virtudes son “pequeñas manifestaciones” del amor…, ¡el gran motivador! 

Con la fuerza del ejemplo, y con las palabras cuando haga falta. Saber descubrir valores y virtudes en los demás. Todos tenemos muchas cosas buenas, solo hay que percatarse de ellas, hacerlas notar y agradecerlas. Con ellas se vislumbra lo mejor de cada uno.


c) Las motivaciones pueden ser el conjunto de motivos. Lo que entusiasma e impulsa a la acción… Por eso es bueno saber contagiar ese entusiasmo en pareja y en familia, para ir los dos a “una”: hacer equipo. Sobre todo ante los hijos. Más, si son adolescentes, porque miran con espíritu muy crítico. Están construyendo su personalidad, aprendiendo a ser libres y a pilotar su vida, y necesitan un buen referente. Y nos están mirando todo el día...



d) Motivarse no es tener "ganas", sino motivos. Aunque, los sentimientos pueden ayudar, pasados por el filtro de la razón. Fomentar los que vayan en esa línea, porque dan un aporte extra de energía, nos caldean el alma, y dan alas para volar alto. Experimentar la dicha de hacer lo correcto, de pensar en los demás.







                                                          * * *


Para todo ello es vital conocerse, con las características singulares que adornan a cada uno, con sus talentos y puntos fuertes, y los menos fuertes... Porque lo más específico de cada uno apunta a su ideal, a su mejor versión,
y tiene mucho que ver con
sus anhelos más profundos y su misión.




3- MOTIVOS          

a) Basados en valores

Los motivos se basan en valores. Y éstos están relacionados con principios universales, permanentes, que no pasan de moda. Son lo perfectivo del ser. Como acabamos de ver, al intentar vivirlos se transforman en virtudes, que nos hacen mejores personas. ¡Personificar esos valores!, así pasan a formar parte de nuestra personalidad, hecha "a golpes de libertad", como diría Ortega.





Los valores construyen, porque apuntan al norte real, a esa "estrella polar" que nos guía. Todo lo bueno es bello, y nos atrae con su belleza. Y hay muchos y distintos valores... Dejo unos cuantos:



b) Tipos de motivos

Son los porqués más profundos que nos ayudan a decidir y actuar, a ser proactivos y vencer las dificultades del camino. Los mejores motivos nos motivan "desde dentro", como dijera Chesterton, y ocurre con todo crecimiento personal.

Muy relacionados con los valores: los valores motivan, y, los motivos se anclan en valores y principios.

Hay distintos tipos de motivos según el nivel en el que se encuentran. Y, como hemos comentado en otros post, aportan más o menos fuerza y sentido, dependiendo de ello. Nos ayudan a liderarnos a nosotros mismos, y a ayudar y liderar a los demás.


*) Nivel extrínseco

Aquí los motivos son puramente del "tener". Es decir del nivel más bajo. Son los que nos llegan desde fuera. Se trata de "extraer" algo del exterior. Por ejemplo, económicos, materiales, físicos, como el deporte, sociales... Cuando fallan ya no "compensa" seguir adelante. Suelen ser de corto plazo, y forman relaciones poco estables: no se aporta a los demás, y eso no nos llena.



*) Nivel intrínseco
Lo referente a lo que me gusta o apetece, el conocimiento, el realizarse, plantearse objetivos profesionales, adquirir competencias y habilidades... etc. Es el campo del "ser", de la interioridad. Hemos subido un poco de nivel, pero tampoco es lo mejor, porque es un poco reactivo. No piensa tanto en las demás personas, ni muchas veces en las consecuencias derivadas de las actuaciones. Si me gusta, me engancha, aunque a veces racionalmente piense otra cosa.







*) Nivel trascendente
Se trata de abrirse a los demás, lo cual nos mejora como personas. Crecimiento personal y servicio a los demás van unidos. Se forma un "círculo virtuoso" entre la lucha por ser mejor, y conquistar hábitos y virtudes que ayuden a los demás, que revierte en la personalidad. Por tanto, mayor plenitud personal. Aporta proactividad para hacer las cosas, y apunta a los grandes ideales y a la misión personal singular para cada uno.

Estos motivos están relacionados con el nivel más alto: lo trascendente y lo espiritual. Muy relacionado con los grandes ideales y valores existenciales. La hoguera que alimenta las motivaciones personales, que nos da su energía en todo momento, también en los más complicados de la vida.

Trascienden a cada uno, porque se mira a los otros, y es lo que da más sentido en la vida. Las actuaciones se llenan de sentido, porque contemplan los motivos más profundos, los porqués de las cosas. Ya lo decía el doctor Viktor Frankl, con su vida llena de sufrimiento pero con dignidad y grandeza personal. Todo lo que hacemos con espíritu de servicio influye positivamente en los demás. Y confluye en un liderazgo trascendente, que es el más sano y duradero, porque crea relaciones más estables. Se tiene en cuenta a los demás, lo cual nos hace sentir bien a todos. Lo puedes ver en los post de liderazgo.




c) Elevar motivaciones


Los motivos son algo objetivo. Luego están las "motivaciones" de cada uno, lo que le llega más adentro y le anima más..., pero eso ya es subjetivo. Lo que cuenta de veras es lo real, lo objetivo, en lo que podemos basar nuestro actuar, quizá partiendo de lo que nos llega mejor a cada uno.

Por otro lado, no conformarse con cualquier motivo, sino intentar elevar motivaciones: pasar de bien a mejor. Por ejemplo, del nivel del “tener" al intelectual, o del “ser", o, al trascendente. Es decir, hacer las cosas, no solo por una recompensa o premio material, sino por el bien que aporta, por la belleza de la obra bien hecha, incluso por los demás. Mostrando empatía y comprensión, y ayudándoles en miles de cosas que podemos pensar y ejecutar con una inteligencia práctica, poniendo el corazón. 





Esos motivos configuran nuestras decisiones. Cuando se piensa solo en recibir, y en corto plazo, no se aporta, y las relaciones son poco estables, como hemos viso en el liderazgo. Somos seres relacionales, y logramos nuestra plenitud como personas, en tanto nos abrimos a los demás, como señala Frankl, puesto que así descubrimos un sentido mayor en la vida.






4- VOCACIÓN Y MISIÓN

Todo ello apunta a desarrollar nuestra vocación específica, nuestros sueños y anhelos. Lo cual aporta más sentido, sobre todo por los "valores de sentido", como la libertad, el trabajo bien hecho, el amor..., y, los motivos trascendentes: los de mayor nivel. Ayudan de forma más eficiente a enfocarse en metas y retos valiosos, orientado a la misión personal, en la cual las cualidades personales y la vocación son importantes. 






Poniendo en juego todas las facultades 

La razón, que es luz de la inteligencia que ilumina el sendero. Lo que conecta con la realidad. Y contando con el corazón. Cuando la persona valora todo a través de los sentimientos, y no de la razón, esta manera de actuar es frágil y poco consistente. Los estados de ánimo son muy variables e influenciables. Poco constantes. Su función no es decidir, sino animar en la dirección adecuada poniendo previamente el pensamiento. Te lo cuento en otro post: "Control emocional".

Y, el autogobierno personal, con voluntad entrenada, que ayuda a liderarse uno mismo, y a liderar a los demás: ayudarles en lo que necesiten. Ahí se encuentra el sentido más profundo de la vida.





No hay obstáculos imposibles..., decía Julio Verne,
 solo requieren voluntad y lucha.










Dejo un vídeo animante de una película El Señor de los Anillos, de Peter Jackson, basada en la magnífica mitología legendaria creada por J.R.R. Tolkien, a la que dedico varios post. "Hoy no va a ser ese día..."

De la productora New Line Cinema.


..  


Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. ¡Gracias!


                                                                              Mª José Calvo
                                                                  optimistas educando y amando
                                                                             @Mariajoseopt



Dejo enlaces enlaces variados, muy relacionados con el tema, que lo abordan desde otras perspectivas: 








                                                         
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/07/motivos-y-motivaciones-en-familia.html