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domingo, 2 de julio de 2023

ADOLESCENTES, AMOR Y SEXUALIDAD... I


AFECTIVIDAD Y SENTIDO DE LA SEXUALIDAD 

EN LA PERSONA HUMANA I



El amor... Algo que todos deseamos, porque estamos creados para amar y ser amados. Es nuestro mayor anhelo. Y de ese modo ser felices. Algo que no siempre se encuentra, quizá porque se busca esa felicidad donde no está...



Escribo este post pensando en adolescentes y parejas jóvenes, con unas ideas muy básicas sobre las que poder construir un amor sólido que pueda perdurar "más allá de los círculos de este mundo", que dice Aragorn a Arwen en la maravillosa obra de Tolkien.


Prepararse para el amor es de gran relevancia: formarse, entrenar la voluntad, cultivar amistades, desarrollar la capacidad de amar en familia. Buscar un amor de pareja auténtico, acorde a la dignidad de la persona, lo cual "vale" infinito, e insisto, de ello depende mucho el ser felices o no.

El enamoramiento es como una hoguera que prende, que da un destello de la belleza de ese amor, si se "trabaja", si se cuida. Y ayuda a salir de sí y encaminarse hacia el tú del otro...: algo esencial del amor y propio de las personas.



1) ¿Qué es el amor...? 

Amar es “ser especial” para otro, y viceversa. Es descubrir la belleza de la singularidad de la otra persona. Es confiar, y saber que hay mucho bueno y bello en él, en ella, que lucha por salir. Y es darle la oportunidad de que lo exprese, ¡permitírselo!, y animarle a lograrlo.
           
Es hacerle descubrir que es único, muy valioso, digno de atención y afecto. Hacerle ver su valor incalculable y su belleza, y el sentido de su existencia. Y también es manifestar al otro la alegría de estar a su lado, de apoyarle, de ayudarle a conseguir su mejor "versión": lo que está llamado a ser.



          
Amar es desear el bien del otro, en cuanto otro, como ya apuntara Aristóteles, alegrarse de su felicidad. Es “tener hambre juntos, no devorarse el uno al otro”… 



La afectividad y el amor son la base para comprender bien este tema de la sexualidad, y avanzar en su sentido hondo, pues está diseñada para el amor y la entrega de dos personas en el amor, varón y mujer, precisamente en cuanto sexuadas. Para el encuentro personal. Es un medio estupendo ¡al servicio del amor! Algo que muchas veces se desconoce..., o se olvida, pues la cultura modera sólo la une al placer, a la satisfacción del yo, a emociones vibrantes y pasajeras.


* Enmarcarla en su adecuado ambiente y contexto es fundamental: un amor auténtico, comprometido, para siempre, entre dos personas que comparten un proyecto de vida conjunto, diseñado entre los dos, y buscan de veras querer al otro, ayudarle a lograr lo mejor de sí.






Ensamblando amor auténtico, entrega e intimidad aportamos su marco específico, y el lugar en el que cobra todo su maravilloso significado, con la dignidad y grandeza que corresponde a la persona.






* El ser humano es un ser relacional, creado para las relaciones con los demás, para mostrar afecto y cariño, especialmente en familia, cuna de lo humano, de la em-patía y sim-patía... Necesitamos amar y ser amados. Estamos hechos para la entrega a los demás, y en ello cada uno encuentra, sin buscarlo, una dicha que todo lo llena. No efímera, vana, de receptor periférico...

Y somos seres trascendentes, capaces de asombrarnos de la realidad, de tantas cosas espectaculares plenas de significado que nos salen al encuentro. Nuestra meta y sueños no están aquí abajo: ya lo decía C.S. Lewis. Anhelamos algo más alto, más grande, con belleza casi infinita...,



La persona se manifiesta con el cuerpo. Es algo constitutivo de ella. Se podría decir que es un ser grandioso con un cuerpo espiritualizado en una sola unidad inseparable. El alma vivifica y da categoría personal, y el cuerpo expresa su dignidad de persona: lo más visible manifiesta lo invisible y personal, arcano y misterioso. Digno y elevado.


Por lo tanto, dos personas que se quieren con un amor verdadero, comparten toda su vida: sus ilusiones y proyectos, sus luchas, sus alegrías y sus penas… llegando hasta el fondo del ser de cada una de ellas. Tienen ansias y anhelos de unión, de  darse, de ser uno sólo. Un solo corazón.


Y esos deseos se manifiestan a través del cuerpo, con la expresión tan fuerte y fascinante de "hacerse uno”… lo cual conlleva toda la interioridad personal, porque el cuerpo guarda, protege, conlleva, refleja y transmite esa interioridad, pero es mucho más que solo cuerpo. 


El querer se continúa con los afectos, y se hace operativo con actos que lo muestran, lo reafirman, y realimentan la unión, y la llevan a su compleción. Se ama con todo el ser.



2) ¿Y la sexualidad?

Forma parte de la capacidad de amar de la persona, y es constitutiva de cada una de ellas. No es algo accesorio, externo o postizo, sino que forma parte de su esencia. Somos seres sexuados: cada célula de nuestro organismo posee la dotación genética XX, ó XY, según sea mujer o varón. 


Y la sexualidad es el lenguaje del amor. La forma de decir a la persona elegida: "te quiero con todo mi ser, de forma incondicional, por siempre..., y me entrego a ti para ayudarte a desarrollar tus talentos y lograr tu mejor personalidad para que puedas ser feliz". Amor verdadero, genuino, que despierta con el enamoramiento.


Como expresa G.K. Chesterton, el sexo puede ser usado con seriedad para construir algo, o con frivolidad para echarlo todo a perder...





Con ideas de J.B. Torelló, el abrazo expresa el deseo de los que se aman de ser uno sólo, de crear una "nueva unidad" de dos. Una unión viva, una fusión de dos personas. Por tanto, la sexualidad es la encarnación física del amor de pareja. No sólo es una expresión de amor, sino que "es" amor encarnado..., completado e intensificado con ese gesto propio suyo.


Por lo tanto, la sexualidad es el medio por excelencia que ayuda a manifestar, a fortalecer y hacer crecer el amor, a aumentarlo y aquilatarlo, a madurarlo, dentro de las coordenadas para las que fue diseñada. También para sanarlo. Con ese despliegue de oxitocina que une y crea un vínculo fuerte entre los dos. 



La sexualidad es el medio para 
manifestar, estimular, fortalecer, y hacer crecer el amor,
para mejorarlo.



   
      


(Por eso, antes del compromiso y de esa entrega del momento del "sí quiero", esa oxitocina puede distorsionar el pensamiento para decidir si será la persona adecuada para compartir la vida...)








3) Unas pinceladas básicas 






Pensando en personas jóvenes, algunas pinceladas muy básicas sobre las que se fundamenta una sexualidad sana, acorde con la grandeza de la persona.



* La relación íntima es amor: esa es su esencia, su materia prima; no búsqueda de sensaciones vibrantes superficiales y efímeras...


Requiere un compromiso de libertad con esa persona. El "sí quiero" inicial es el punto de partida de la ventura, que es como energía concentrada que ayuda a luchar por amarse cada vez mejor. 



* Comunica un mensaje íntimo profundo y trascendente, natural, especial, secreto. Algo que no se comparte con nadie más. Y abarca todos los aspectos de la persona, no sólo el cuerpo, sino toda la interioridad.



* Se necesita una voluntad entrenada para, en un acto supremo de libertad poder decir "sí", y entregarse a la persona elegida. Con toda el alma, en todos los aspectos personales. Y uno se entrega con autodominio personal, con "señorío", a diferencia de los animales.



* Procurando el bien del otro: ayudándole a lograr lo mejor de él, de ella, con la "fuerza" de ese cariño, que eso es precisamente amar.




* La felicidad en el amor no depende del placer momentáneo, sino de construir una base sólida de amor, y crecer juntos. Como refiere el gran doctor Viktor Frankl, es como una mariposa..., si la persigues, ¡escapa!




                                                                                  * * *



La sexualidad es muy valiosa en sí misma, pues ¡es amor! entre dos personas, él y ella. No es un juego ni un pasatiempo, sino entrega personal hacia el encuentro. Algo grandioso, y por eso es capaz de mejorar a la persona: a la que ama, y también a la que es amada..., y vivifica la relación: le da vida. De ahí su grandeza y significado, que no debemos rebajar, empequeñecer, y menos alterar o manipular... 




                                           


La sexualidad es amor, 

por eso tiene gran poder de mejorar a la persona

al centrarse en el tú del ser querido




En el amplio abanico de las relaciones que tanto se prodigan por ahí, en un extremo se puede dar el sexo sin amor, "cuerpo a cuerpo", como bien de consumo: de usar y tirar, pero eso ¡no es amor!, más bien lo destroza. Y pasa factura.


Y en el otro lado, un amor autentico entre un varón y una mujer, que se deciden a quererse en “cuerpo y alma”, persona a persona, en el que se unen todos los aspectos de la donación personal: tanto lo físico como lo afectivo y espiritual, sueños e ilusiones, gustos, lecturas, tiempo, con un proyecto de vida compartido diseñado entre los dos. 


Es lo que da "consistencia" al amor, e ilumina y alegra la vida entera. 



La relación íntima amorosa está muy por encima del solo sexo, a una distancia enorme, colosal, aportando sentido y coherencia de vida, solidez y firmeza, que rezuma una felicidad honda, no superficial ni epidérmica, ayudando a conquistar lo mejor de uno. Es decir, una vida lograda, con "poso" y contenido.





El placer es uno de los elementos de la experiencia sexual, algo bueno que sirve para unir y reconfortar, pero no es el centro. Si dejamos que lo sea, pierde su sentido y se convierte en una trampaY no nos llena. Uno acaba obsesionado, desilusionado, aburrido, hastiado… Deja un regusto amargo. Eso es lo que se ve en tantos ambientes "vacíos", de postureo, carentes de felicidad auténtica.


Unos "tips" que pueden ayudar a tener "señorío" y poder pilotar la propia vida:








4) Fuente de vida

Por otro lado, el amor es una realidad tan grande que a veces resulta difícil de abarcar y comprender en su compleción, que desborda a las dos personas que se aman de veras: es fuente de vida. 

La sexualidad, además de expresar la entrega reconfortante entre dos personas que se comprometen a quererse, es la forma en que, gracias a un acto de amor espléndido y desinteresado, genuino, con un poder creador que se nos ha regalado, se trae a la vida un nuevo ser. Así estamos diseñados, nada menos que por el "Inventor de los amores"... 





Cuando dos se entregan hasta lo más hondo del ser, se hacen uno, se trascienden más allá de sí mismos, y pueden llegar a ser tres... Algo realmente asombroso. 


Esto es debido a que la sexualidad es capaz de instaurar una relación de amor tan fino entre esas dos personas. Y por tanto, la unión intima, con ese derroche de amor tan alto, es el cauce y el modo especifico y maravilloso para traer a la vida una nueva criatura. Un ser misterioso y arcano capaz de querer y ser querido. 
 



Continuará...



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                                                                                Mª José Calvo

                                                                     optimistas educando y amando
                                                                             
                                                                              @Mariajoseopt


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2023/07/adolescentes-amor-y-sexualidad-i.html

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