CREAR AMBIENTE DE HOGAR: UNA FAMILIA EXCELENTE
En la familia se nos quiere tal como somos, por quienes somos, sin tener que demostrar nada. Y ese cariño es fundamental para el buen desarrollo de cada persona que viene a este planeta, gracias al amor recíproco de sus padres. Porque, el hijo es "una síntesis vital" de ese amor... que se desborda.
Por eso, hay algo importante que podemos hacer en familia, y lo hacemos sin apenas darnos cuenta: crear un ambiente de hogar cálido, comprensivo y acogedor, confiado, motivador... para todos. Especialmente en pareja, con los hijos. Como expresara el profesor Víctor García Hoz, es "el factor invisible" de la familia, que realimenta y da su calor en todas las circunstancias.
Porque, cada persona es muy sensible y
vulnerable en su interior, y necesita un ambiente, y un hogar, donde sea seguro mostrarse tal como es, donde se la valore y se la quiera de veras tal como es. Además, ese ambiente de hogar hace que se desbloqueen los genes anti estres para que el recién nacido, o el niño, esté a gusto, sin alarmas.
1. Ambiente
Un ambiente confiado y alegre educa por sí mismo a los hijos, porque lo aprenden todo por "inmersión"... Asimismo, es mucho más eficaz fijarse en lo bueno de los demás, para agradecerlo y fomentarlo. Lo cual hace ese ambiente estimulante y alegre. Te lo cuento en el post descubrir lo bueno de los demás.
Por tanto, podemos crear
un ambiente compuesto de diversos ingredientes: alegría, tranquilidad, serenidad, paz, confianza, delicadeza, y especialmente, cariño, ¡mucho cariño!
Un ambiente compuesto de: alegría, tranquilidad, confianza, delicadeza, ¡y cariño!
Esto hará que puedan cultivarse y salir a la luz las mejores cualidades de cada uno, las más nobles, y sus talentos y puntos fuertes. Asimismo proporciona una saludable autoestima, pues
está basada en el cariño que mostramos, no en falsas expectativas.
Para crear buen ambiente de familia es necesario adquirir buen tono humano, alegre y optimista, amable, con sentido del humor, que lleva a fomentar todo lo bueno de los demás. Incluso en circunstancias adversas. Es uno de los puntos clave para que los problemas no desanimen, se relativicen, o cobren su verdadero valor. Y propicia una buena convivencia donde es fácil luchar por dar lo mejor de cada uno.
Esto requiere poner cabeza y corazón, y nuestras mejores cualidades al servicio de los demás. También imaginación y creatividad, tan propias de la persona y de la familia: creadora de por sí. Disfrutar de la convivencia, del trato auténticamente personal, de la empatía, de la educación de los hijos, seducir con la belleza de los valores vividos que no pasan de moda... etc. ¡Una ciencia y un arte!, un trabajo de artesanía.
Podemos pensar, entre los dos, qué tipo de personas queremos formar, con qué valores humanos nobles... Y luego poner pequeños objetivos, con sentido común y espíritu deportivo, para luchar por lograrlos. También es preciso intentar vivir todo eso que queremos conseguir en ellos, pues necesitan un referente. Saber motivar con ilusión, y nuestra coherencia. Como señalara la Madre Teresa de Calcuta, no escuchan grandes discursos, pero ¡nos están mirando todo el día...!
Podemos pensar, entre los dos, qué tipo de personas queremos formar, con qué valores humanos nobles... Y luego poner pequeños objetivos, con sentido común y espíritu deportivo, para luchar por lograrlos. También es preciso intentar vivir todo eso que queremos conseguir en ellos, pues necesitan un referente. Saber motivar con ilusión, y nuestra coherencia. Como señalara la Madre Teresa de Calcuta, no escuchan grandes discursos, pero ¡nos están mirando todo el día...!
Y todo ello nos ayuda a la hora de educarles en la fortaleza, en en el servicio a los demás, en la generosidad y el optimismo… También en la cooperación en casa con las tareas del hogar, logrando que tengan un horario que les de serenidad, que duerman las horas necesarias, que agradezcan las cosa y no protesten por lo que no está a su gusto, y que cuiden los detalles y valoren el esfuerzo de los demás.
Por eso es necesario poner algunos encargos para que hagan más suya la familia y el hogar, pues quien no participa no se integra. Así adquieren habilidades, desarrollan cualidades, y aprenden a pensar en los demás. Que se planteen algunas metas, con nuestra ayuda, para adquirir responsabilidad, ayudar a los otros, entrenar su voluntad... etc.
Los padres somos sus modelos. Es importante que les ofrezcamos un buen referente, coherente y atractivo, optimista y bello. Que luchemos por vivir esos valores que queremos para nuestros hijos. Además, ellos descubren el mundo a través de nuestra mirada, de cada expresión y comportamiento... Y por la forma en que nos tratamos los padres.
Y debemos ir los dos a una, formando y trabajando en equipo, siendo buenos líderes, incluso líderes transformadores. Aunque uno se encargue más de poner "de moda" unos valores, y otro, u otra, generalmente, de hacer ambiente de hogar, cálido y distendido, acogedor. También con la decoración, los detalles... etc. Fomentando y aunando las diferencias entre ambos, y logrando una sinergia creciente gracias a ellas.
Para todo esto necesitamos formación, recabar buena información, estimular el pensamiento y la creatividad, y concretarlo en planes o modos según cada familia, luchando por hacerlo vida. Porque, necesitan vernos coherentes en nuestras actuaciones, sobre todo en la adolescencia, en la cual se están planteando las mismas preguntas, y deben construir su carácter y personalidad... ¡La suya! Y necesitan modelos auténticos.
2. El amor familiar
El amor debe notarse y plasmarse en el día a día. El más importante, origen y fuente de todos ellos, es el amor de pareja, porque de él surge toda la familia. Y es necesario que todos se sientan queridos de veras. No sólo que los queramos, sino que se sientan entrañablemente queridos. Decírselo muchas veces, a solas, en familia..., de todas las formas: con palabras, con besos y apretujones, con la mirada, confiando, y, con nuestra mejor sonrisa a la hora de pedir un esfuerzo extra.
* Explicarles el valor de la generosidad, que es dar con alegría, de la empatía y la comprensión, de la amistad, la resiliencia, la constancia, el estudio, los encargos, donde se pone el cariño que tenemos a todos en la familia... También el sentido del sufrimiento, que es "la otra cara del amor", porque no hay amor sin dolor, y no hay dolor que no se pueda sobrellevar, si se ama de veras. Lo aprenderán al ver cómo nos manejamos los padres en esas situaciones más difíciles...
* Alegrarse, incluso felicitar en algunas ocasiones por todo lo que hagan bien. Somos un espejo donde se
miran o se escuchan: ven su autoimagen. Fijarnos en lo positivo que tienen o hacen, y hacérselo notar. Descubrir sus cualidades especiales, con las que nos alegran la vida; su esfuerzo y su lucha..., y valorarlo. También descubrir lo bueno de los demás, para que aprendan a pensar, no solo en ellos mismos, sino en alegrar la vida a los que tienen cerca.
* Usar la autoridad, que es un servicio para ayudarles en su crecimiento como personas. Explicarles los motivos, el porqué de lo que tienen que hacer, lo
que queremos conseguir, y que lo entiendan bien. Con una sonrisa y un "¡tú puedes!" E ir dando libertad, encaminándolos en una buena dirección, enseñándoles a pensar por cuenta propia, haciéndolos responsables según cada edad... Así van madurando.
Para decir algo importante, mirar a los ojos, a su altura, y utilizar un "prólogo" para desbloquear los filtros de atención. Y si es más costoso o difícil, con una sonrisa mayor, para animarles a luchar por conseguirlo.
Deben sentirse libres al entender y asumir lo que les pedimos: que no actúen como "autómatas", sin pensar y sin quererlo por ellos mismos...
Para decir algo importante, mirar a los ojos, a su altura, y utilizar un "prólogo" para desbloquear los filtros de atención. Y si es más costoso o difícil, con una sonrisa mayor, para animarles a luchar por conseguirlo.
Deben sentirse libres al entender y asumir lo que les pedimos: que no actúen como "autómatas", sin pensar y sin quererlo por ellos mismos...
* Tratar
a cada hijo como si fuera un poquito mejor. Las razones verdaderas, y sobre todo el cariño, motivan a la
voluntad a la hora de hacer un esfuerzo para conseguirlo. Como señalara Goethe, o J. Guitton..., si tratas a una persona como es, seguirá siendo así; si la tratas un poco mejor de lo que es, ¡lo logrará! Aquí esta una de las mayores claves de la educación, y el artífice es el cariño.
* Pensar “en futuro”, para realizar un proyecto para cada uno, y ponerlo en práctica mediante pequeños "planes de acción", con una buena motivación y constancia para
llevarlos a cabo.
* Hablar con cada hijo, con frecuencia, de lo que le gusta, de sus intereses. Es
bueno tener con cada uno el “momento de oro” cuando vienen del
colegio, mirándole a los ojos, comprendiendo, con empatía, sabiendo si necesita hablar, si lo pasa mal, o, necesita nuestro cariño, nuestra sonrisa, un abrazo… Si tiene que pensar y preocuparse más de los demás... Y luego tener momentos a solas con cada uno.

Para lograr todo esto nos podemos apoyar en cortes de buenas películas. Por ejemplo, "Mujercitas", de la novela de Louisa May Alcott, en Columbia Pictures y dirigida por Gillian Armstrong, que refleja muy bien el ambiente cálido de hogar donde las personas son lo importante, donde se cuidan los detalles y se las quiere por ellas mismas. Es una película basada en ese libro, maravilloso, ¡cargado de valores humanos nobles...!
O en Sonrisas y lagrimas..., "The sound of music", encantadora, de Robert Wise Productions, con muchas ideas en este sentido.
También en "El Señor de los Anillos"..., de New Line Cinema, en la que se ve muy bien ese ambiente ¡optimista y alegre!, como sabe hacer Gandalf, que caldea los corazones, a pesar de tantos y tantos peligros, dificultades y sufrimientos. Dejo un pequeño corte, y te remito a algún post sobre Tolkien y su maravilloso "legendarium", por ejemplo El espejo de Galadriel.
Dejamos la segunda parte con tips prácticos para otro post...
Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. ¡Muchas gracias!

Dejo enlaces relacionados, por si te interesa algún tema:
* Dirección y liderazgo en la familia
*¿Conciliar, o integrar?: "¡si-quieres-puedes!", y logras sinergia
Mª José Calvo
optimistas educando y amando
@Mariajoseopt
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2013/06/ambiente-y-educacion-familiar.html
Soy madre de ocho hijos y tengo 26 nietos son interesantisimos todos los apuntes sobre la familia que ha escrito M. Jose Me traen agradables recuerdos de la niñez de mis hijos y es muy importante volver a repasar todo lo que escribe. Enhorabuena! Muchas gracias.
ResponderEliminarQuerida "madre" y abuela,
EliminarMe alegra mucho que te gusten mis artículos. Como sabes, la vida misma... A veces no tenemos tiempo de pensar demasiado, pero es importante que nos pongamos metas, con planes de acción concretos, en pareja y con los hijos. Nos ayudan mucho, y los niños crecen deprisa... Hay que poner cabeza en la empresa más importante que tenemos entre manos: ¡nuestra familia!
Mil gracias por tu comentario, y ¡un abrazo! Cuento contigo para difundir buenas ideas...;))
Mª José
Y ¡gracias por tu familia!, seguro que es estupenda...
EliminarHola, me encanta tu blog. Me parece muy interesante.
ResponderEliminarHola, Patricia Inés,
EliminarMuchas gracias por decírmelo. Encantada de que te encante...
¡¡Un saludo desde España!!
Mª José