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domingo, 11 de julio de 2021

LIBERTAD RESPONSABLE



                                            ADOLESCENTES: 

                         CONQUISTAR UNA LIBERTAD RESPONSABLE



Madurar es saber usar la libertad personal. Pensar con claridad hacia dónde encaminarse, y voluntad para llevarlo a cabo, contando con el corazón.

La voluntad es la facultad raíz de la persona. Permite actuar en libertad, trazándose metas valiosas e intentando lograrlas. Además es un complemento a otras facultades, como la razón y la afectividad y un refuerzo de las propias capacidades. El "timón" de la vida. 

Es típico en la edad adolescente la inestabilidad emocional, la exaltación de afectos, debido a los cambios cerebrales que sufren.
No controlan bien sus sentimientos y estados de ánimo, no saben cómo sentirse en ocasiones, y tienen muchos altibajos emocionales que deben ir aprendiendo a modular.

        






La voluntad libre es el pilar fundamentar de la personalidad, 

y en los adolescentes está en formación.


Aporta capacidad de decidir y luchar por metas valiosas

y muy necesaria para aprender a querer a los demás.



Por eso es preciso entrenarse en pequeñas superaciones cotidianas, 

en buenos hábitos y virtudes 

que vayan conformando el carácter y la personalidad. 


En adolescentes, mucho más:

son como los "ladrillos" que forman el edificio de su personalidad.


 

Y todo ello se consigue con lucha personal por lograr lo mejor de sí: su "mejor versión"..., pero ¡la suya! No la que a nosotros los padres nos parezca mejor.




Por eso es importante descubrir sus cualidades y fortalezas para hacérselas notar y que las desarrolle. Y solo el cariño auténtico e incondicional permitirá descubrirlas. Debemos animarles y darles una visión optimista de ellos. Ver más allá de lo que salta a la vista un tanto "chocante" en ocasiones.



Es más eficaz y positivo centrarse en las cualidades, en sus anhelos más profundos, en lo que destacan, para fomentarlo. Ponerse unas "gafas tintadas" que permitan descubrir y ver todo lo bueno que tienen, ¡que es mucho!, su energía y belleza interior que lucha por emerger. Su vocación, y su rebeldía y ansias por mejorar el mundo… Aceptar y valorar a cada persona en su singularidad, que las personas no somos cantidades, como apuntara Miguel de Unamuno. Es el punto de partida para quererlos de veras, y que puedan mejorar, siendo a fondo quienes son.


      

Necesitan entrenarse en "autodominio" de sí mismos para ser más libres y poder encaminarse hacia metas valiosas y nobles... Y no tanto, dejarse seducir por el primer impulso que se les presente. 


Ese autodominio se logra con voluntad entrenada, aprendiendo a aplazar gratificaciones, pensando en un medio-largo plazo, y con buenas motivaciones. Tienen toda esta etapa para ir conquistando retos.



       


Por eso necesitan plantearse pequeños objetivos, en el ámbito que ellos quieran, y darles muchas oportunidades de llevarlo a la acción. Con sus amigos pueden concretar esos hábitos y virtudes. Sin recordarles todo el día sus fracasos o debilidades... 


Quien se aprende a vencer en lo pequeño podrá afrontar retos más grandes. Y una virtud no es un "cada vez más difícil", sino fuerza, y un disfrute cada vez mayor. Ya lo decía Aristóteles. ¡Hay que experimentarlo!


   

Por otro lado, las virtudes también son la base de unas buenas relaciones personales y de amistad. Y son imprescindibles en el amor. Por ejemplo, la comprensión y generosidad, su gran corazón..., la alegría, el pensar en los demás y el sacrificio gustoso por ellos, la responsabilidad... Así, las van ejercitando en las distintas circunstancias, les hacen mejores personas, y les capacitan para querer. Lo cual es vital pensando por ejemplo en una relación de pareja.



Debemos ayudarles a que actúen con cabeza, en libertad responsable. Descubrir el sentido de los valores, que encaminan a la verdad y la bondad, porque son pequeñas especificaciones del bien. De esa forma, pensar ante determinados comportamientos, si son nobles y buenos, o, no ayudan a ser mejores personas. 






Como te contaba en post anteriores, que enlazo abajo, los adolescentes son todo emociones, vividas al máximo, sin apenas control que racionalice y modere bien esas vivencias. Su cerebro está aprendiendo a manejarse, controlando y modulando emociones. Se están reestructurando circuitos neuronales y redes. Están en pleno cambio. Por eso, no dejarles solos frente a situaciones que les desborden, aunque a ellos les guste el riesgo al límite, o crean ser ya “maduros”.

Ayudarles a pensar, a tomar decisiones, incluso antes de que les sucedan imprevistos, para que lo tengan un poco pensado y puedan responder mejor, con cabeza, como te cuento en el post de control emocional. 




      



La libertad debe ir “de la mano” de la responsabilidad: que vaya siendo una libertad responsable. Es como una “cota” que pueden ir conquistando con su comportamiento. Tienen que ir aprendiendo a pensar y reflexionar, a controlarse y tomar decisiones pensadas. Y esa libertad alcanza su mayor despliegue cuando somos capaces de apuntar a lo bueno, a lo que nos hace mejores personas.



El preocuparse de los demás les ayuda a descentrarse de ellos y madurar. De ahí la importancia de que ayuden en la propia familia, a los amigos, en voluntariados... etc.







     

Por tanto, aprovechar las ocasiones del día a día para entrenar en pequeñas cosas... Habilidades que pueden ir desarrollando y haciéndolas vida, como nos sucede a todos.


La empatía y el trabajo en equipo, que tanto les gusta, saber mirar a los ojos y ponerse en su lugar..., la generosidad para prestar una ayuda, el perdón, que "reinicia" y permite un nuevo comienzo, la perseverancia en metas concretas, atender a los amigos, la resiliencia para no abatirse con las dificultades... etc.





Y esa madurez la van consiguiendo mediante una lucha personalCon voluntad entrenada y todo nuestro cariño y apoyo, pero desde un segundo plano. Con nuestra escucha atenta y comprensión, ese mirar lo que no saben expresar, y nuestra coherencia de vida. Sin "discursos"..., que no escuchan. 

Pero ¡ellos son los protagonistas! Así van adquiriendo el sentido de lo bueno, que nos mejora, y de lo que no es correcto y hace daño. Y esa libertad posibilita conducirse y hacerlo vida: "a golpes de libertad", que diría Ortega. Porque el ser humano es un ser "responsable", pues responde con sus decisiones y su conducta a lo que de verdad le importa.


Dejo parte del artículo en la revista Hacer Familia. ¡Gracias!




     
Espero que te haya sido útil, y que lo compartas si te ha gustado... ¡¡Gracias!!





                                                                         Mª José Calvo
                                                                    optimistas educando
                                                                        @Mariajoseopt 

         
Dejo enlaces relacionados: 

Maduración cerebral y afectividad








Ser-quienes-somos: persona y libertad



Etapas de la adolescencia

"10 "Tips" para ayudar a tu hijo adolescente






URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/07/libertad-responsable.html


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