Lograr armonía familiar

TEMAS para el buscador

  • OPTIMISMO
  • FAMILIA
  • SENTIDO DE LA VIDA
  • AMISTAD
  • VALORES
  • LIDERAZGO
  • EDUCACIÓN
  • NEUROEDUCACIÓN
  • CRECIMIENTO PERSONAL
  • EDUCAR POR EDADES
  • MARCOS DEL DESARROLLO INFANTIL
  • PREADOLESCENTES
  • ADOLESCENTES
  • EDUCAR EL CORAZÓN
  • MUJER
  • AMOR EN PAREJA
  • EL PERDÓN
  • EL DOLOR
  • TECNOLOGÍA
  • PELÍCULAS

jueves, 29 de abril de 2021

ACTITUD ANTE LA VIDA



                                     ACTITUD ANTE LA VIDA...




Hace unas semanas fallecía Miguel Pérez, casado con Lucía Capapé, profesor del colegio Tabladilla de Sevilla, tras algunos años con ELA. Muy conocido y querido por todos.



Dice su mujer: "Miguel no perdió la ilusión de ayudar a quien podía; incluso cuando ya le costaba escribir venció la dificultad de hacerlo, pensando en el otro. Esa actitud de pelea ante las dificultades, esforzándose porque el ánimo no se viniera abajo, era sin duda una de sus mejores virtudes. 


Y con ello conseguía hacer más feliz la vida de los que le rodeamos."




Había dejado unas palabras escritas para el grupo de alumnos que este año finalizan su etapa en el colegio. El actual director las transmitió en el acto de graduación. Lucía las ha compartido en su cuenta de instagram.






Pongo sus palabras, porque sin duda nos pueden ayudar a todos.


«No voy a seguir contando las penas que supone esta situación, sino todo lo contrario. Quiero hablaros de todo lo bueno que me ha dado, que ha sido mucho. Las dificultades pueden llevarte a separarte del mundo, de Dios, de tu mujer, o unirte mucho más. Yo gracias a Dios he optado por lo segundo».



«Es increíble ver la mano de Dios o de la Virgen detrás, dando sentido a cada cosa que nos pasa, sentirme querido y ayudado por Él y sabedor de que me está usando para hacer el bien en mucha gente. Esto me da mucha paz».



«Todos tenemos cruces y hay que luchar por llevarlas bien. A mí me ha tocado esta. Las hay peores, os lo aseguro. Lo compruebo ahora que visito muchos hospitales». «Es increíble ver el amor de mi mujer. Aquello que se dice en la fórmula del sacramento, 'en la salud y en la enfermedad'. Qué bonito comprobar que tu mujer te dijo la verdad ese día».



Amor verdadero


«Esto nos ha llevado a otra dimensión del amor. El experimentar ese amor verdadero y entrega está siendo una bendición. Es increíble descubrir la amistad verdadera. Gracias a esta enfermedad he experimentado un amor increíble de mis amigos y familiares, una intensidad que desconocía que se podía tener y sentir, además del cariño de tanta gente que pasa por tu vida y que no te das cuenta».


«Me ha hecho darme cuenta de que perdemos la vida buscando la felicidad en tener, en poseer, en alcanzar objetivos temporales. Lo importante es ser feliz, el presente. Disfrutar cada día, cada momento, haciendo el bien y agradeciendo todo lo que tenemos».


«Queridos alumnos la vida os irá llevando. Cada uno irá tomando sus propias decisiones. Habrá cosas que no dependen de vosotros, pero sí que hay algo que depende solamente de ti, y es la actitud que tengáis ante la vida».



Actitud


«Víctor Kuppers es un orador magnífico y antiguo alumno de Fomento. Alguno lo conoceréis y le habréis escuchado muchas veces. Voy a usar algunas frases suyas para explicar un poco más la idea anterior. Víctor concreta en una fórmula matemática el valor de una persona. V=(C+H)*A. La 'C' son conocimientos, la 'H' habilidades. Esto es lo que soporta el colegio, la carrera, los idiomas, los másters, la experiencia laboral... muy importantes en vuestra vida. Cuanto mayor sean estos mandos, más crecerá vuestro valor. Pero ¿qué es la 'A'? La 'A' es la actitud, mucho más importante que la anterior. Porque las otras suman, pero esta multiplica».


«La diferencia entre el crack y el mediocre no está ni en la 'C' ni en la 'H', está en la 'A', en la actitud. Tú no eres una persona grandísima, que lo eres, por tus conocimientos, por la experiencia, por la carrera, sino por tu manera de ser. Por cómo eres. Todas las personas fantásticas tienen una manera de ser fantástica y viceversa. Yo no digo que la 'C' y la 'H' no sean importantes, lo son y mucho, no hay nada peor que un inútil motivado. Pero se da por supuesto que todos vosotros las tendréis, pero la 'A' es la clave».







«Luchar todos los días»


Para concluir el mensaje, decía: «Ser personas con una actitud positiva, magnánima, alegre, servicial, agradecidos, solucionadores de problemas, empáticos, con iniciativas. Afrontar la vida con sentido positivo, la vida es como es, no como queremos que sea».


«Dios baraja las cartas y las reparte y a cada uno nos cae las nuestras, pero nosotros jugamos y la grandeza se demuestra jugando bien esas cartas. Esto es lo que separa a los grandes de los mediocres, nunca podremos devolver las cartas, pero siempre podremos elegir nuestra actitud para jugarlas. Es verdad que las circunstancias influyen, pero siempre hay un espacio donde nosotros elegimos nuestra actitud. 





Hay que luchar todos los días para ser la mejor persona que puedas llegar a ser en los ámbitos que te han tocado y que al final, cuando Dios vea el recorrido de tu vida vea una obra de arte, con errores, con equivocaciones, pero siempre sonriendo, con ilusión, con alegría y queriendo a la gente»




Habla a sus alumnos de actitud, con palabras de @victor_kuppers. Pero no solo se queda en palabras, dice Lucía, sino que su vida transmite ese deseo de vivir con dicha actitud: con optimismo, con alegría, siendo feliz en cada momento, queriendo a los demás. 




Gracias por tu ejemplo y tu legado, por el cariño que has sembrado en tantos alumnos y amigos...





En esta línea, un pensamiento de Viktor Frankl, que llega al núcleo de la felicidad: "Yo diría que lo que el ser humano quiere realmente no es la felicidad en sí, sino un fundamento para ser feliz. Una vez sentado ese fundamento, la felicidad o el placer surgen espontáneos". Si nuestra vida está anclada en algo de veras valioso la alegría brotará, y podremos difundirla a quienes nos rodean... Dejará una bonita huella en los demás.




Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos con los botones de redes sociales o, copiando la URL. 


Gracias por difundir. Ser optimista y alegre, ayudar, sembrar alegría a tu alrededor... 😉✌💫💚



                                                      Mª José Calvo
                                           Optimistas Educando y Amando
                                                      @Mariajoseopt




Dejo algunos enlaces relacionados:



              

URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/04/actitud-ante-la-vida.html
                                            

domingo, 18 de abril de 2021

EL CARIÑO CONSTRUYE FAMILIA



                 LA FAMILIA SE CONSTRUYE SOBRE EL CARIÑO 



Somos seres familiares. La familia es lo más valioso que tenemos y necesitamos: el ámbito donde cada uno se construye como persona en ese entramado de las relaciones auténticamente personales sumergidas en cariño. Aunque a veces haya dificultades, retos, malentendidos, que nos ayudarán a agrandar el corazón, a comprender y disculpar, a perdonar y crecer, a "pulirnos". Así conquistar la mejor versión de cada uno, pensando en los demás.


El amor es el factor imprescindible que trasciende la realidad, que estimula a dar lo mejor de cada uno, y hace sentir que lo podemos todo. Para ser en plenitud necesitamos de los demás. "Yo me hago gracias al tú" del otro. Las relaciones familiares nos son necesarias en ese forjarnos como personas para querer a los demás. Y es donde guardamos afectos entrañables que nos reconfortan. 





1) El núcleo familiar

El amor de pareja es el núcleo vital de la familia. Debemos trabajarlo, custodiarlo y hacerlo crecer. Dos personas que se descubren la una para la otra, y se comprometen, es algo llamado a crecer y madurar en el tiempo. Además, es fuente de dicha y felicidad que hace la vida entusiasmante.

En ese proyecto del amor, cada uno se entrega al otro. También toda su capacidad de amar como mujer, o como varón. El "sí quiero" de la Boda genera una capacidad de amar mejor, a otro nivelPor eso, uno se casa para querer al otro, en esa gran aventura en común. 

Uno se fía completamente y por eso se da también completamente. Es como decir: tengo tu vida en mis manos…, confía, ¡te cuidaré más que a mí mismo! La confianza es la base de la relación. Sin ella no crece el amor.






De ese modo, formar un hogar entrañable, optimista y alegre, si cada uno se decide a querer de veras al otro, poniéndolo en el centro de su corazón. Y ese hogar solo se construye sobre el cariño. Sin él, el resto de realidades son poco relevantes..., o no sirven.




2) Entrenarse en amar

Pero, amar no es fácil: no nacemos sabiendo amar. Y cuesta. Hay que aprender a amar, poner cabeza y voluntad de querer, y esforzarse en demostrarlo. Que la otra persona se sienta de veras querida. Y entrenarse día a día para hacerlo de forma más fácil y disfrutando. Es lo más importante que tenemos que hacer en este planeta, que nos hará de veras dichosos. Y lo que quedará en el corazón de las personas cercanas. La huella que dejaremos.






El amor es personal: "personaliza cuando ama”, como señalara Unamuno. Necesita conectar con el otro. Y lo hace a través de la mirada, de la sonrisa, que nace de un corazón generoso, de una caricia, de un beso, de un abrazo, que transmite algo, o mucho, de cada uno, de los detalles y gestos de atención...

Amar precisa madurez, voluntad entrenada, autocontrol, y libertad para querer efectivamente a la otra persona. Dejando de lado egoísmos y comodidades personales para desvivirse por el otro, por los otros. Pasando por alto defectos, pequeñas manías, diferencias de carácter, gestos que antes hacían gracia..., pero con el pasar del tiempo y la rutina puede que molesten más.


Y contar con los afectos. El amor también está compuesto de sentimientos y emociones, pero sobre todo de entrega recíproca, libre y para siempre, en la cual los sentimientos nos ayudan a “volar” alto. La entrega es la esencia del amor. Lo más propio del amor. Pero también es necesario saber acoger a la otra persona en la forma en que se da, para que pueda a su vez amar y entregarse. Porque, como expresa Melendo, amar es facilitar el amor a quien queremos. En eso consiste la reciprocidad del amor. Y es la forma en que el otro será más feliz.


Las atenciones y delicadezas, la ternura, dan fuerza al amor, y convierten una casa fría en un hogar cálido donde cada uno se siente valorado y de veras querido. Y donde puede alcanzar lo mejor de sí.



Por eso, cuidar el amor cada día, poniendo a la otra persona en primer plano. Pensar pequeñas cosas que unan y demuestren el cariño, y hacerlas operativas. Enfocarse en ella, en quererla, en ayudarle a lograr su mejor versión. Admirando sus cualidades y fortalezas, y valorando su empeño en querer, con gestos concretos que dan contenido a ese amor.



Como señalara Thibon, la unión de los esposos, para que sea sana y fecunda, debe reposar sobre cuatro cosas: pasión, amistad, sacrificio y trascendencia. La pasión es lo primero, que salta a la vista, pero la amistad es la que cuida la pasión a lo largo del tiempo, une a ambos, los abre el uno al otro. Y hace de la relación algo estable y duradero. Te lo contaba el el post sobre "la amistad en pareja". Y, el sacrificio gustoso por quienes amamos es como la "prueba" de que se ama de veras. Si quieres ampliar: busca "los pilares del amor".




Si además nos apoyamos en motivos trascendentes, todo cobra más relieve y sentido, y es una gran ayuda en ese querer y demostrar el cariño. Fecunda las horas del tiempo… y las llena de alegría, aunque haya dificultades en la vida.



Para hacer real todo esto que pensamos y queremos, que tanto nos atrae, hay que pasar a la acción. Hasta puedes coger un papel, o una tablet, y anotar ideas para concretar un plan de acción. Que no se quede en palabras o intenciones bonitas… Dejo unos “tips” que quizá nos pueden ayudar.






                        "TIPS" PARA CUIDAR EL AMOR 



* En casa te espera la persona que más te quiere del planeta. Preocúpate por ella, mímala. Aparca tareas antes de entrar. No es un hotel con servicio de lujo, al que acudir cuando uno está agotado.


* Para empezar, una “regla de oro”: los gustos y aficiones de los demás son más importantes que tus “derechos"... Los egoísmos van destruyendo el amor.


* Comprensión: el otro, los otros, necesitan nuestro cariño y empatía, que les sepamos comprender para querer efectivamente.


Sonríele por la mañana: da ánimo para enfrentarse a las tareas costosas. Sé amable, mira a los ojos y escucha con el corazón.


* Vive el agradecimiento: por la vida, por todo lo bueno que sucede, también por las dificultades que hacen crecer, y, por cualquier detalle del otro. Reconócelo, agradece, y admírale.

Ellos en especial necesitan sentirse admirados. Ellas, sentirse muy queridas.


¡Dile que le quieres!, y demuéstralo. Mil veces... También con el lenguaje maravilloso del cuerpo. No te escudes en disculpas. Las relaciones íntimas, ese abrazo entrañable, custodia el amor y lo hace crecer. Hacer acopio de buenos momentos que unen, que construyen la relación y la fortalecen. 




No creas que siempre cedes tú. No es así, además el otro también puede pensar lo mismo. Ceder no es perder, sino querer, hacer equipo. "Ganar-ganar" apunta S. Covey. Lo que cuenta es conjugar el "nosotros", la unidad de los dos, no el "llevar razón".

Abre tu corazón a la otra persona, cuenta algo sobre el trabajo, comparte lo que tienes en tu cabeza y en tu corazón con ella, sin atosigar.

Que tu mundo sea también su mundo, y viceversa. Crear un espacio íntimo de ambos. Secreto.




* Aprende a disculpar siempre, a pedir perdón y a perdonar pronto. El que antes pide perdón, aunque crea llevar razón, es el más generoso, el de corazón más grande. Y en el amor es primordial perdonarse todo, nos lo pidan o no. Cuidado con el orgullo, que acaba destruyendo la amabilidad, lo caballeresco, la sonrisa... Los "yoísmos" matan el amor, no le dejan crecer y desarrollarse. 





¿Ironías...? ¡Nunca!, destrozan la convivencia.

No seas gruñón, murmurador, protestón, cascarrabias. También en femenino... Hace mal ambiente y eso no es amar. Si tienes un reproche, si quieres decir o corregir algo, serénate, y díselo con delicadeza y cariño después de hacerle notar algo positivo. Nadie es perfecto. Tenemos que ayudarnos mutuamente a ser mejores.


Recomenzar es tarea de cada día: piensa y concreta un detalle con la otra persona para que se sienta querida.

Conoce su lenguaje del amor. Así se sentirá única, especial, insustituible. ¡Enamórale!






* Descubre ese "ser con el otro", y ese "ser para el otro": en ello encontrarás tu camino y la felicidad para los dos, además de la sinergia.


* El amor es un fuego que hay que avivar con astillas y pequeñas cosas cotidianas, y buena leña en los inviernos fríos. Piensa qué necesita el tuyo. No permitas que se vaya apagando por el frío, la lluvia, las tormentas, las nevadas y ventiscas...





* Y, ¿qué hacer cuando llega el dolor...?

Unido al amor suele estar el dolor, porque éste requiere sacrificios, renuncias, ausencias… Pero, cuando está asumido por el amor es una ayuda para superarloCuanto más amamos somos más vulnerables, nos exponemos más a sufrir por amor. 

Hay situaciones traumáticas que provocan rupturas en la pareja, y otras veces sirven para unir más. Depende de cómo se afronten. El secreto está en compartirlo y llevarlo juntos, en hacer equipo y ayudarse mutuamente. Te lo cuento en "Tierras de penumbra", con ideas de C. S. Lewis.


Lo bueno es que, el amor verdadero saca savia nueva de lo cotidiano, de los pequeños dolores y dificultades de camino, y crece con ello. Todo alimenta el amor.            
                 





* Eternidad. El amor es lo que une la vida más prosaica y cotidiana con la esencia del amorese ideal que luchamos por hacer real. Lo que unifica ambas realidades, y da energía para seguir bregando. Y donde se ancla ese “germen” de eternidad al que todos aspiramos. Todas nuestras acciones tienen ecos de eternidad. Ser conscientes de ello nos ayudará a mejorar.



Resumiendo, empeñarse en cada momento en fomentar y comunicar el amor, en demostrar ese cariño a la persona querida. Enamorarse y enamorarle cada día más de sus cualidades y talentos, de esas características suyas que le son propias, haciendo acopio de buenos sentimientos y momentos disfrutados.






Espero que te haya gustado, que comentes y compartas con tu familia y amigos. ¡Muchas gracias!

                                      


Dejo enlaces relacionados por si quieres leer:



                                                 
                                                                            Mª José Calvo
                                                                  optimistas educando y amando
                                                                            @Mariajoseopt
                   
   
                                                                                                                      URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/04/el-carino-consruye-familia.html                                             

miércoles, 7 de abril de 2021

SEMBRAR ALEGRÍA



                                           SEMBRAR ALEGRÍA II



Seguimos con el post sobre la alegría y el buen humor que enlazo abajo...


La ilusión y la alegría son imprescindibles en el arte de saber vivir. Nuestra vida consiste en una lucha por llegar a ser aquello que estamos "llamados a ser", rodeados de afectos, que entrelazan las relaciones personales. Muy en especial en familia. Ir logrando esa meta nos llena de alegría y satisfacción.

El que no lucha ya ha perdido... Lilusión es primordial para no envejecer el alma. Como apuntara Van Gogh, "jamás hay que dejar apagar el fuego de tu alma, sino avivarlo".






En los momentos en los que uno se siente triste hay que hacer un esfuerzo por buscar un pensamiento positivo que ayude a agradecer, a pensar en los demás... El egoísmo del propio "yo", que nos vuelve una y otra vez al mismo "yo", produce tristeza y vacío. Hay que romper el círculo..., y retomar el vuelo con optimismo.


Cuando uno se enfoca en ideales nobles valora más las cosas importantes, y como consecuencia está ilusionado y agradecido. No da nada por supuesto.

Las buenas acciones dan contenido que enriquece la vida, y además, nos hacen sentir dichosos. Las personas generosas siempre tienen algo que arrastra y motiva a imitarles en eso... Y son alegres. Quizá esa alegría provenga de "olvidarse" un poco de sí mismas para atender a los demás... 



¿Por qué...? La alegría, en el fondo, es la resultante de una lucha esforzada por dar lo mejor de cada uno. Por amar. Mucho más, en estas circunstancias de tanto dolor: el cariño nos protege y reconforta. Los demás necesitan nuestra sonrisa.

Y esa lucha alegre y deportiva nos hace felices. También impulsa a querer a los otros, a hacerles partícipes de esa alegría honda del alma, aunque en la superficie haya dificultades y sufrimientos... Te lo contaba en "lucha y sé feliz".





Cada uno tenemos una misión personal, y podemos iluminar este mundo con la luz y la alegría que portamos. Llenarlo de esperanza. Ser conscientes de esa misión nos da ánimo para acometer la vida. Necesitamos una voluntad entrenada y decidida, y un corazón grande, para comprender a los demás, para escuchar y "apapachar", como bien dicen los mexicanos, con ternura. Especialmente a los más cercanos. Y para ayudarles, por amor, con actitud de servicio, en lo que puedan necesitar. Con detalles concretos en la vida cotidiana.






Nuestras acciones trascienden y repercuten en los demás, animan a estar alegres, incluso en medio de los problemas y sufrimientos de la vida. Tener una visión con más trascendencia y relieve nos da un sentido profundo: ya lo decía el doctor Frankl con su experiencia tan dura y dolorosa...





Acompañar, escuchar, mostrar empatía, ayudar, es algo grande de veras, cuyo resultado, no buscado, es una sencillez llena de alegría. Ese sentirse dichoso que llena el alma.


Ayudar a cada persona que nos encontremos en el camino de la vida. Como señalara Oliveros F. Otero, ponerse cada uno en situación de coherencia respecto al cometido, a la misión específica que tenemos, aquello para lo que hemos sido "llamados". Que en realidad es lo que nos hará más felices. 


Siempre respetando la libertad personal, que, como expresa el filósofo Carlos Cardona es la facultad raíz de la personalidad. Reafirmando esa libertad, que se construye "a golpes de libertad", y rectificando cuando el comportamiento no ha sido el esperado, o no ha estado a la altura de lo que queríamos. Siempre se puede poner un punto y final, con un perdón, y recomenzar con ilusión y nuevos bríos hacia donde queremos llegar... Apuntar alto para movilizar energías, poniendo el corazón.





Somos dueños de nuestras acciones. Decía aquella canción del precioso musical de "Antígona tiene un plan", "el destino te lo montas tú"... Somos responsables, ya que respondemos con nuestra vida a lo que de verdad nos importa, a lo que queremos hacer con ella. De ahí la necesidad de pararse a pensar las cosas. Además, el que lucha está alegre: tiene el control, no da las batallas por perdidas. 



Necesitamos una actitud optimista para convertir imposibles en posibles, para dar lo mejor de cada uno pensando en los demás. El optimismo es una visión luminosa de la vida: de la nuestra y hacia los demás. Esperar lo mejor de cada uno.

                               


Hemos comentado que, C. S. Lewis pensaba mucho sobre el dolor, y sobre la alegría. Desde su infancia, marcada por el sufrimiento, se preguntaba: ¿cómo sentir de nuevo las ráfagas de alegría que a veces tenía? Buscaba rehacer esas circunstancias, pero no daba resultado. ¿Sería mejor buscar su causa? Sentía en su interior un anhelo insaciable que no le abandonaba. Entonces pensó que la alegría debía ser consecuencia de algo distinto, y es lo que tenía que buscar..., de forma indirecta.

Es "la paradoja" de la felicidad. No se encuentra efectivamente si se busca en directo. Siempre es consecuencia de una plenitud personal, que a su vez proviene de querer a los demás. La persona es "un ser de aportaciones", que se trasciende a sí misma, y encuentra esa felicidad en lo más propio suyo: en darse en la relación con los demás.



Aprender a descubrir los pequeños detalles de la vida cotidiana que nos alegran. La alegría de vivir, el amor sincero de las personas, la entrañable vida familiar, la amistad leal..., el trabajo bien hecho, que es una obra de arte, el servicio atento a los demás, lo bueno que nos acontece, la belleza y armonía de la naturaleza. Son pequeños disfrutes que alegran la vida: la nuestra y la de los demás. Iluminan y dan calor con su noble entraña.


También intentar vivir algunas cualidades y virtudes relacionadas con la alegría, como la delicadeza y la elegancia, la serenidad, el silencio y el asombro, la paciencia, la finura de espíritu... Todas ellas dan armonía a la personalidad, y hacen ambiente optimista y alegre donde se está a gusto y es más fácil luchar por lo mejor. Así poder transmitir esa riqueza a los demás.   

Se trata de saber ver todo lo noble y bueno, la belleza que encierra, la dignidad de cualquier persona, los detalles de atención y cariño... etc. Así agradecerlo y fomentarlo.





Y esa lucha esforzada por dar lo mejor de cada uno es lo que nos hace de veras felices, aunque suponga sacrificio. Las dificultades de la vida, que nos "acrisolan", nos ayudan a madurar, y van perfilando una personalidad atrayente que sabe comprender y querer a los demás. También sentirse querido. Y todo eso genera alegría.




Un pensamiento de Viktor Frankl, que llega al núcleo de la felicidad: "Yo diría que lo que el ser humano quiere realmente no es la felicidad en sí, sino un fundamento para ser feliz. Una vez sentado ese fundamento, la felicidad o el placer surgen espontáneos". Si nuestra vida está anclada en algo de veras valioso la alegría brotará, y podremos difundirla a quienes nos rodean...



Ser sencillos, sin complicaciones, nos ayuda a querer y a disfrutar de la vida. Entrenarse en sonreír, en no protestar, en agradecer, en ver lo positivo... Nunca nada está perdido: siempre hay esperanza porque se puede volver a intentar. Por eso, ¡nunca te rindas! Te lo cuento en ese post.



Para acabar, al final de El Señor de los Anillos, un juglar de Gondor se adelanta: "Y cantó para ellos en lengua élfica y en las lenguas del Oeste, hasta que los corazones, traspasados por la dulzura de la palabras, se desbordaron; y la alegría de todos centelleó como espadas, y los pensamientos se elevaron hasta las regiones donde el dolor y la felicidad fluyen juntos y las lágrimas son el vino de la ventura."


Si uno pone empeño e ilusión, y todas sus fuerzas y energía, la eucatástrofe que denomina Tolkien: siempre surge algo inesperado que lo cambia todo, ese giro feliz en una historia que hace saltar ¡lágrimas de alegría!, y la esperanza florece.





Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos con los botones de redes sociales o, copiando la URL. 


Gracias por difundir. Ser alegre, sembrar paz y alegría a tu alrededor... 😉✌💫💚



                                                      Mª José Calvo
                                           Optimistas Educando y Amando
                                                      @Mariajoseopt




Dejo algunos enlaces relacionados:









Nuestro-mejor-proyecto (de pareja)

Un proyecto familiar                                                               

              

URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/04/sembrar-alegria.html