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martes, 15 de mayo de 2018

NUESTRO MEJOR PROYECTO




                       NUESTRO MEJOR PROYECTO



       
Todos tenemos en mente algunos proyectos, sueños e ilusiones, metas y retos. Entre ellos estará el proyecto de la familia: esa institución natural donde se construye cada persona, por el ambiente de cariño incondicional propio de ella. Permite el buen desarrollo de cada uno pensando en los demás. En ella se aprende a querer en las situaciones cotidianas de la vida, y se construyen verdaderas relaciones personales, gracias a los afectos que entrelazan a esas personas y dejan una huella en sus corazones.


       
Es lo más esencial, necesario e importante que tenemos: donde siempre nos gusta volver. Y lo que nos da energía para acometer la vida. Tanto al sentirnos queridos, como a poder dar ese cariño con creces y hacerlo crecer. El lugar donde se nos quiere de veras, simplemente por ser quienes somos, sin tener que demostrar nada.



        
Cada familia surge de su núcleo: el amor de pareja, que se derrama eficaz hacia los hijos, con ese gran regalo de la vida..., y es el artífice de su buen desarrollo y maduración. Ayuda a forjar la mejor personalidad de cada uno. Amar y ser amados.






      
El amor suele comenzar con el enamoramiento, con ese deslumbramiento inicial que nos va desplazando la perspectiva desde el yo hacia el tú del otro. Y es como una energía concentrada: anticipa en cierto modo el futuro, nos permite atisbar la meta a la que podemos llegar, y nos hace sentir que somos capaces de lograrlo. 


                                                


       
Nos saca con elegancia de nuestra aletargada individualidad, y tiende un puente hacia el tú, formando un "nosotros" mucho más rico y significativo. Y une realmente: permite dar y recibir cariño, intercambiar pensamientos, sentimientos y afectos, adentrarnos en el ser querido, al que también acogemos con gran emoción y agradecimiento. 

          
Además, nos torna el corazón más cálido y comprensivo, más generoso y servicial, fácil de “aunar” con el corazón de la persona querida. Con esa elegancia, nos desliga de nuestro yo, ayuda a vencer egoísmos y nos encamina hacia el tú, atraídos por la belleza de su corazón.  

                                   

        
Al principio se nota como una reacción de los sentimientos que se dirigen al bien de la otra persona, y empuja a quererla con toda el alma y a ponerse a su servicio para ayudarle a lograr lo mejor de sí, lo que está llamada a ser.

        
Y es la voluntad la que pronuncia libremente ese sí quiero, como concentrando todo, y el otro se convierte en el propio proyecto vital. "El" gran proyecto vital.


        
Nuestra vida, entonces, se transforma y toma un rumbo nuevo con el ser querido. No podemos imaginar un universo sin esa persona. Por eso, como ya apuntara Tomás de Aquino, el amor es ¡el regalo esencialSe nos da sin merecerlo, y gracias a él todo lo demás cobra sentido y ¡se vuelve entusiasmante...!



        
Muchas veces es bueno volver a los inicios de la relación para avivar sentimientos, para re-cordar, es decir, volver a pasar por el corazón lo más noble y bueno que tenemos. De ese modo cobrar nuevos bríos para seguir construyendo y mimando dicho amor.


         
Amar es elegir el uno al otro, para vivir y convivir, para compartir la existencia entera con toda su riqueza y sus matices. Se trata de mirar juntos en la misma dirección, hacer que converjan los deseos, los ideales y el pensamiento, unificados por ese cariño. Descubriendo esos brillos del amor en todas las circunstancias de la vida. Y agradeciéndolos.


                               


        
Así se hace real el anhelo de unión de quienes se aman, y realza la propia dignidad de cada uno al sacarle del “mí mismo” y permitir la apertura en atención al otro.

        
Entonces, amar es aceptar incondicionalmente al otro: afirmarle en su personalidad, acogerle como quien es, con sus diferencias, que al principio hacen más gracia, con sus limitaciones, como las nuestras, y los defectos que todos tenemos. Pero, poniendo el énfasis en lo bueno, en sus cualidades singulares. Esas que el amor ayuda a atisbar más claras y nítidas. Valorarle y agradecer hasta su existencia. Vivir para la persona amada: ¡nuestro mejor proyecto!


        
Y ese amor desemboca en la entrega. En ella cada uno ofrece lo mejor de sí al otro, y al darse mejora como persona. Asimismo, al querer bien al otro, busca su perfeccionamiento, que consiga su más noble personalidad: es decir, que sea bueno. 

       
Formando un solo corazón, una sola alma, porque, como dijera el poeta san Juan de la Cruz, “más que en el cuerpo al que anima el alma se encuentra en aquel a quien ama”: reside en él y lo vivifica desde dentro.


      
Por eso es necesario centrarse en lo esencial: concentrar toda la energía en intensificar y mejorar el amor, en aquilatarlo, en hacerlo más cálido, delicado, real y concreto. Y siempre contando con el perdón que sana heridas y atiende al corazón.



       
A través de ese empeño por querer al otro, el amor mejora y se perfecciona. Con esa fuerza renovada cada día, y potenciada con los sentimientos que ayuden en esa diracción, se aprende a pensar más en la persona querida que en uno mismo. 

        
Entonces, la mirada y el pensamiento se van hacia aquel a quien se quiere. Y sin exigencias ni pretensiones, con ese cariño que nos descubre sus cualidades y fortalezas, le animamos a desarrollar su potencialidad y belleza, le mostramos su mejor versión: lo que puede llegar a ser, y le damos fuerza y cariño para dar vida a ese ideal. Y al sentirse de veras querido, logrará pequeñas metas, y hará otro tanto con nosotros...



Dejo 7 "tips" para cuidar el amor, en un post con ese título, por si quieres enlazar.




       



  • Hacer equipo con las cualidades de cada uno
  • Priorizar la relación 
  • Corazón y empatía
  • Poner cabeza, no solo sentimientos
  • Momentos especiales e intimidad cada día para quererse
  • Alegría y sentido del humor




       
Concretando, para hacer más real este proyecto de dos, trabajando en equipo y uniendo fortalezas, podemos pensar y anotar cada día unas ideas o detalles para demostrar el cariño, que vayan construyendo el amor y le den destellos de eternidad. Porque , el corazón está diseñado para amar, y en ello encuentra su plenitud y felicidad.




       
Espero que te haya gustado, que comentes y compartas con tu familia y amigos. ¡¡Muchas gracias!!




      
Os dejo el artículo que escribí para la revista #HacerFamilia, que te recomiendo. ¡Muchas gracias!







                                                              Mª José Calvo
                                                            Médico de Familia
                                                  Optimistas Educando y Amando 
                                                  optimistaseducando.blogspot.com


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2018/05/nuestro-mejor-proyecto.html

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