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viernes, 13 de abril de 2018

EDUCAR EN LIBERTAD I




                                            EDUCAR EN LIBERTAD, PARA LA LIBERTAD
                                 UNA AVENTURA EN EL CASTILLO



         
¿Nunca te has preguntado qué eres…, o mejor, quién eres? ¿qué haces en este planeta? Y, ¿por qué posees esas cualidades o ese algo especial que nadie más tiene?, ¿por qué te apasiona tanto...? ¿Será que, con ese don puedes hacer algo único y especial que deje tu huella? ¿Tendremos cada uno algo concreto que hacer en este mundo...?
     
Todas estas preguntas, y muchas más, nos podemos hacer en algún momento de la vida… Y es bueno que las hagamos, que tengamos espacios de silencio y una mirada interior.

       
Somos como “un chispazo” de Alguien que nos ha diseñado inteligentes y libres, con capacidad de acometer retos, incluso de hacer algo heroico de veras por los demás. También conscientes de nuestra propia intimidad personal. ¡Personas humanas!
       
Poseemos unas facultades que nos permiten ser “dueños” de nosotros mismos y de nuestras acciones. Dirigir y pilotar nuestra vida con pensamiento y voluntad. Adquirir una personalidad capaz de plantearnos metas altas y nobles, e ir a por ellas.

       
El saber que estamos aquí para algo concreto, y que podemos relacionarnos, comprender, mostrar empatía, querer a los demás..., nos da un sentido más pleno a la propia vida. Tenemos una “misión” personal, singular e insustituible. A cada uno toca descubrirla y llevarla a la acción. Nadie más lo hará por nosotros, como le dice la Dama Galadriel a Frodo... en el maravilloso legendarium de Tolkien.




       
La persona es el único ser del planeta que piensa y es consciente de sí misma. Posee un espacio interior en el que es dueña de sí, y puede pensar con libertad y "construirse" a sí misma.






Cuando, con nuestras decisiones y acciones, nos encaminamos a esa misión seremos más libres, e iremos adquiriendo una mejor personalidad, íntegra y madura, con belleza interior. 

La libertad nos permite apuntar a metas altas y nobles, incluso ser capaces de amar, de atender a los demás, y esto nos engrandece.


       La libertad es el mayor don que tenemos, 
y la mayor facultad posible 
que nos constituye como personas


         

 


Solo una persona libre puede amar de veras. Por eso, educar a nuestros hijos es enseñarles a usar la libertad. Ayudarles a ¡fomentar positivamente esa libertad! según su edad y sus características, aun a riesgo de que se puedan equivocar...





        
Es preciso educar en libertad a cada niño que viene a este mundo, para que pueda ser dueño de sí, y aprenda a utilizar su libertad. Porque, el último fin de esa libertad es desarrollar la capacidad de amar. Por tanto, esa es la meta y el sentido de la educación de cada persona. Una educación ¡personalizada!, partiendo de sus cualidades, talentos y anhelos profundos. Y es lo que le hará de veras feliz.


       
Ser dueño de sus propias acciones y de su propia persona. Con ese autocontrol personal puede ser capaz de pensar en los demás y amar. Porque, el acto propio de la libertad es el amor, donde se despliega del mejor modo. Soy más libre cuando me encamino hacia lo correcto, cuando busco el bien de los demás, y en concreto cuando soy capaz de amarles. 

El autogobierno personal es muy importante. El hacer algo mal, aunque me "apetezca" mucho, no me hace más libre, sino que me hace peor: me empeora como persona y me recorta la libertad. Baja de nivel.




         
Cuando somos conscientes de nuestra misión la vida adquiere más sentido. Y la libertad nos permite ir realizando dicha misión, y alcanzar la cumbre de nuestra vida. Porque, el sentido de la vida no se encuentra en uno mismo, como dijera Viktor Frankl, sino en los demás. Y como consecuencia, uno es feliz a pesar del esfuerzo o de las dificultades que haya que superar, o del posible sufrimiento. Es lo que forja una personalidad madura, proactiva, fuerte, capaz de afrontar retos valiosos pensando en los demás, haciendo algo positivo por ellos, que deje una huella.



Educar la libertad equivale a 
potenciar la capacidad de amar
 en cada momento




1) Una aventura en el castillo

         
Imagínate que estás capturado en las mazmorras de un castillo. Todo está oscuro. Hay un momento en que tienes la oportunidad de escapar por un portuco estrecho, pero no ves nada, y no sabes dónde te llevará. No sabes si quedarte a esperar o, si arriesgarte a que te vean en un lugar poco seguro…, o incluso caer en la más profunda de las trampas... Hay muchos caminos y senderos tortuosos.

        
De repente, un gran estruendo, y aparece un genio. Le puedes pedir cuatro objetos. ¿Qué le pedirías…? 


           
De momento, se te ocurre una linterna para ver, sobre todo para ver hacia dónde ir. Pero también necesitas un mapa del castillo, para no acabar en la sala de torturas… Y una brújula para orientarte por dónde vas. Y, aunque eres buen escalador, una cuerda por si caes en algún pozo, o hay una rampa resbaladiza…, o incluso por si puedes salvar a alguien.

         
En el castillo hay multitud de pasillos, puertas y pasadizos secretos. Tienes que saber elegir bien para salir de él y escapar. Si eliges mal, puede que te apresen y tu vida corra peligro. Necesitas usar bien esas cuatro cosas para llegar a la meta.





            
En la vida sucede algo parecido. Necesitas saber dónde quieres ir. Luz para ver: una linterna que te ilumine. Un mapa que te señale los caminos, y una brújula que te oriente por dónde vas, si vas en la dirección correcta, si tienes que cambiar de rumbo, si hay montañas que ascender o ríos que atravesar… Y, como siempre nos podemos equivocar, una cuerda para salir del pozo y escalar.



            
Retomando el tema, la libertad nos permite elegir, pero, si no vamos en la dirección correcta no nos ayuda para nada. Solo ejerce su función cuando se elige bien cada camino, cuando nos posibilita el desarrollo de nuestros talentos y capacidades, para realizar esa misión que tenemos. En definitiva, cuando nos mejora como personas. Y aquí tiene mucho que ver el pensar en los demás y la capacidad de amar que tenemos las personas, pues estamos diseñados para amar.




 2) ¿Cómo explicar el significado de la libertad...?

        
La persona es libre porque tiene la capacidad de poseerse y ser dueña de sí misma. Y por tanto, también de sus obras. Pero, el autogobierno hay que conquistarlo día a día: te lo cuento en ese post. Necesita voluntad entrenada.

      
La libertad es como una “energía” interior que me permite abrirme al mundo de las personas para amarlas, pues solo ellas merecen ser amadas. Asimismo, al mundo de las cosas para conocerlas y dominarlas por el saber.

        
También es la capacidad que tenemos de abrir caminos y de transitarlos. Abrir un sendero por donde nuestros hijos puedan caminar seguros hacia su plenitud como personas, ¡únicas!, teniendo en cuenta a los demás.


Por tanto, en cada momento debemos dar a los hijos la libertad que puedan asumir, según su edad, madurez y circunstancias, para que vayan aprendiendo a "manejar el timón" de su vida, y luego "soltar amarras"... Te lo cuento en los post correspondientes para preadolescentes y adolescentes.

        
Libertad es elegir de acuerdo a lo que es verdadero y bueno, y por tanto bello, porque nos atrae y nos mejora. Libera de condicionamientos sutiles, estímulos inmediatos, prejuicios y "yoísmos"... Por eso, hacer el bien, ayudar a los demás, nos mejora como personas. 



        
        
Las buenas obras son como semillas que plantamos que darán sus frutos con el tiempo. Y no siempre los veremos en un corto plazo…, pero ahí están, ¡haciendo su trabajo! Nunca se sabe por dónde florecerán...






3) Tres "anclajes" que nos dan más libertad

        
1- Usar la cabeza. "La linterna". Luz para pensar hacia dónde queremos ir, para ver si una acción es buena y correcta, si me hace mejor persona, o si ayuda a los demás… para dar luz verde o no. 



        
2- Tener fuerza de voluntad para llevarlo a la ación: que no se quede solo en buenas intenciones. La voluntad, ayudada del entendimiento, es la que coge las riendas de la persona y decide acometer algo. Y en especial querer a los demás. Por eso la necesidad del entendimiento y el pensamiento para ir en una dirección correcta, bien orientados, con una buena estrella polar... (Dejo abajo enlace sobre la voluntad, el mapa y la brújula). Por tanto es necesario entrenar la voluntad.



         
3- Siempre contar con el corazón: hacer las cosas por amor. El cariño a los demás, en especial en la propia familia, lo engrandece todo. A veces los sentimientos nos pueden ayudar, pero otras veces no. Por eso hay que saber fomentar los que nos impulsan en la dirección adecuada, y olvidar o cortar los que no merecen la pena o nos empeoran como personas. Por ejemplo la envidia, el orgullo, el odio... Algo que nos facilitan las dotes de la inteligencia emocional, como la empatía y la comprensión, la ternura, el buen uso de las "neuronas espejo".



           
Ganamos en libertad enfocando las acciones de acuerdo con la verdad y con el bien, que es la mejor forma de esa verdad, porque nos mejora. Y además al hacerlo por amor. Algo muy relacionado con las virtudes, que son especificaciones del bien, hechas por amor. Nos dan mayor libertad.
           
Y debemos contar con todas las facultades personales. La capacidad de pensar, que nos da la inteligencia, y la de querer, tanto de voluntad como de sentimientos... Y unificarlo en el corazón, centro vital de cada persona.


          
Necesitamos que confíen en nosotros. Confiar siempre, tanto en familia, con los hijos, como en la propia pareja, porque… “la confianza y el cariño son como el "horno" donde se cuece la mejor personalidad de cada uno”. 



     La confianza y el cariño 
   preparan un ambiente de libertad 
donde crecen las personas 
al calor de ese cariño.





       
En próximas entradas veremos ideas para desarrollar la libertad de los hijos según las edades, y un plan de acción que puedes editar a tu gusto para tu familia. 






     
Espero que te haya resultado útil, y que comentes o compartas con amigos. ¡Muchas gracias!



                                                    Mª José Calvo
                                     optimistaseducando.blogspot.com
                                                    @Mariajoseopt





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