LOS ABUELOS, RAÍCES DE LA FAMILIA
Los abuelos son una riqueza para cada familia. No solo por ser personas, con toda su grandeza, sino también por ser las raíces de la familia. Fuente de sabiduría y enriquecimiento para toda la sociedad, además de experiencia, pues personifican los auténticos valores humanos. Custodios de los nobles ideales y tradiciones familiares.
Transmiten valores, que son pequeñas especificaciones del bien y de la verdad. Basados en principios universales, que no pasan de moda. Y, al vivir esos valores, se transforman en virtudes, que son lo perfectivo del ser: lo que nos hace mejores personas. Ellos son un referente. Todo lo bueno es bello, y nos atrae con su belleza.
Son maestros de sabiduría y valentía, que transmiten a las generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual, como señala Benedicto XVI.
Los abuelos también son modelo de lucha, y fuente cálida de sentimientos y afectos. Por ejemplo, por la belleza de transmitir esos valores humanos nobles, hechos vida, como la generosidad y la empatía, saber sonreír, alegrar, trabajar bien, ser íntegro y responsable, pensar en los demás..., aunque muchas veces tengan limitaciones o enfermedades... Todos ellos nos dan su cariño y nos hacen sentir bien.
Nos aportan con su vida un buen sistema de guiado, centrado en el amor auténtico, que quiere el bien para el otro, para los otros. Y el trabajo bien hecho, por amor... Con estas coordenadas tendremos un buen rumbo en la vida..., y podremos plantearnos metas de veras valiosas.
También ayudan a desarrollarse a cada uno: a conquistar lo que está llamado a ser. En especial a los nietos... A descubrir cualidades y talentos, y la misión personal de cada uno. Lo cual da un sentido más hondo a la vida, sobre todo por los motivos trascendentes: los de mayor nivel, que dan energía, y razones para luchar por lograr lo mejor de sí. Y a disfrutar de lo bueno y noble.
Cuidando la afectividad, como nos enseñan, que es un motor cálido de nuestras acciones, y poniendo el corazón en la relación con ellos. Por eso, qué importante es mostrar agradecimiento y cariño. Lo necesitan, nos necesitan. Especialmente a los nietos, que les alegran tanto la vida.
Como señala M. A. Martí, la misión de los afectos es mostrar "la alegría del encuentro". Poner ternura en la relación con ellos, en especial si pasan por una etapa difícil, o por el aislamiento..., que a todos nos "deshumaniza" un poco. Buscar nuevas formas de expresar afectos. Que lo noten de veras. No quedarse cada uno en su solitaria y vacía individualidad.
Valorar la presencia y el papel de los abuelos: que nunca sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor. Ayudémosles a vivir serenamente y a sentirse acogidos y queridos durante todos los años de su vida. Cuidarles, acompañarles, escucharles..., aunque a veces repitan lo mismo... Que sean un nexo de unión para toda la familia.
Algunas virtudes que nos transmiten
Aprovecho el post para dejar unas ideas esperanzadas de un libro de una amiga, Victoria Cardona, de Editorial Luciernaga, que acaba de publicar y os recomiendo. ¡Os encantará!
“Nuestros mayores. Entre el sufrimiento y la esperanza”
¡Muchas gracias Victoria! por ese toque tan entrañable y humano del trato con ellos, que no podemos olvidar. Os dejo con ella:
"Las pérdidas de seres queridos y el dolor que sufrieron en soledad —ellos y sus familiares— hacen que volvamos a contemplar la figura de nuestros padres y abuelos con una mirada más limpia, más afectuosa. Y ya nos acercamos con más ternura a ellos, les alegramos su tiempo y deseamos que pronto nos podamos fundir en un abrazo intenso, como hacíamos antes de la pandemia."
"Nuestros abuelos nos dieron todo su tiempo desde el momento de nacer, nos dieron la mano para no caer en nuestros primeros pasos y muchos nos enseñaron a rezar y a confiar en Dios. Llega el momento de devolver todo lo que recibimos de ellos para hacer más llevaderos sus achaques. ¡Que nunca se sientan solos!"
"Recordar lo que nos legaron e hicieron por sus hijos y nietos dará color a nuestra constante dedicación agradecida hacia ellos, aunque veamos la pérdida de las facultades físicas, intelectuales y psíquicas en su ancianidad."
Recalca la importancia de que los hijos y los nietos estén pendientes de ellos: "Una simple llamada de teléfono al día por parte de un hijo es una oportunidad para hablar de las cosas que han pasado durante la jornada o sobre los nietos."
Más ideas geniales, esta vez con nietos… ¡adolescentes!
"El desarrollo sentimental del adolescente requiere amor, un amor consciente; es decir, ha de saberse amado. Saberse es, en mi opinión, más profundo que sentirse, ya que un sentimiento puede ser una sensación pasajera"...
"Los sentimientos son arenas movedizas y, sin poner la cabeza y la voluntad en la acción se detendría el proceso de mejora personal o de superación al que todos estamos llamados."
Entonces, ¿cómo manifestar el afecto a los nietos adolescentes?
"Escuchándolos mucho, pasando por alto sus cambios de humor, respetando sus tiempos de silencio o las conversaciones con sus amigos por el móvil. Comprenderemos también su falta de seguridad y se la daremos valorando su ayuda y su compañía.
El afecto manifestado es una necesidad primaria para el adolescente y es fundamental para su evolución psicológica y para obtener una personalidad equilibrada. En la adolescencia, la inseguridad y la necesidad de afecto están muy unidas, y los abuelos lo sabemos."
La misión de los abuelos... y el respeto a la libertad de los hijos y nietos:
"Dejar legados y dar alas, buen propósito. Tarea difícil, pero no imposible cuando existe en los mayores un buen contenido de simpatía, de sinceridad, de bondad, de solidaridad y de deseos de paz y de justicia para que los que los sustituyan encuentren un mundo mejor. Y, siempre, de respeto a la libertad de sus hijos y nietos para dejar que crezcan con iniciativa, sin coartar su libertad. Dejar que se equivoquen es bueno para adquirir responsabilidad al rectificar."
Para acabar este delicioso libro, que te animo a leer, y a regalar, pues seguro que ayuda a mejorar las relaciones familiares en tantos lugares:
"Siempre aprendemos de nuestros mayores. Agradeceremos con cariño y ternura lo que han hecho por nosotros y recordaremos todo lo que nos han amado cuando estén más desvalidos. Merecen nuestra cercanía, que los acompañemos y que los consolemos con magnanimidad."
"Nuestros mayores son la raíz de nuestra identidad, eslabones de nuestra historia y fundamento de nuestra cultura."
"¡Gracias por la vida que nos dieron!"
¡¡Gracias Victoria por esas palabras llenas de consejos valiosos...!! Ella es maestra y orientadora familiar, conferenciante, y ha publicado algunos libros. Te dejo su web: vidadefamilia.org/
Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con ellos. Les alegrará. ¡Gracias!
optimistas educando y amando
@Mariajoseopt
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