LOS DETALLES SON "EL PULSO” DEL AMOR
Uno de los “secretos” del amor consiste en que es a la vez “don” y “tarea”. Es un regalo, el "regalo esencial", que nadie puede decir que lo ha merecido… pero, hay que construirlo día a día. Si no lo cuidamos, lo mimamos, lo trabajamos…, se puede debilitar y acabar por marchitar y morir. Acudiendo a una metáfora, ¿qué le sucede una planta exuberante si no la cuidamos y regamos? Al cabo de cierto tiempo se ha convertido en un tallo seco y deforme. Con el amor ¡sucede algo parecido!
Una forma de trabajar el amor es mediante los pequeños detalles de atención, que además nos dan “el pulso” de ese amor, donde se nota si está “vivo” o no… Cuando al otro se le quiere de verdad, hay que expresarlo, no solo en las grandes ocasiones, sino también en las pequeñas y cotidianas. Y hay distintas formas de decirlo: con palabras, con afectos, pero también con pequeños gestos y delicadezas a lo largo del día para que el otro se sienta entrañablemente querido. Y tener en cuenta los lenguajes del amor que le gustan más a cada uno...
Porque, cuando uno se siente de ese modo tan querido es capaz de madurar y desarrollarse, de lograr su mejor personalidad. Y de darlo todo en un acto de libre entrega. Por eso es muy necesario demostrar el amor, y es una forma de que el otro sienta su grandeza como persona amada. Y solo amándole de forma incondicional, tal como es, sin esperar a que sea perfecto, podrá ser él mismo, y consiguientemente podrá también amar de la mejor forma. Y por tanto será feliz, puesto que se es dichoso en la medida en que se ama con un amor auténtico, de calidad. ¡Con calado y hondura!
Por eso es necesario cuidar los detalles. Son los que “hacen” ambiente de hogar, lo que transforma una vivienda fría en un verdadero hogar alegre donde se está muy a gusto, donde se tienen ganas de volver. Y donde la persona se puede realizar, por ese ambiente que lo impregna todo. Pensando en los hijos, no se trata de conceder caprichos innecesarios, que ahogan y quitan libertad a la persona, sino de hacerles notar que se les quiere. Que nadie se vaya de nuestra presencia sin notar esa sonrisa abierta, ese cariño tierno.
Y el “calor” que producen esos pequeños gestos hace que esas personas se “fundan”, que cada una esté en el corazón de la otra… Así se atesora cariño y afecto, y se consolida ese querer. Se cultiva la afectividad, poniéndola al servicio del amor, enriqueciéndolo y completándolo.
En ellos lo importante es la persona a la que van dirigidos, no tanto el “regalo” en sí. Por eso, a través de esos detalles personalizamos nuestro cariño, y personalizan al ser querido. Porque cada uno es diferente, y hay que esmerarse en quererlo de la forma en que necesita ser querido, a su estilo… También nos personalizan al hacerlos, porque dejamos una huella, una firma, con nuestras actuaciones. Como señalara Miguel de Unamuno, “el amor personaliza cuando ama.”
Por eso es preciso dedicar cada día un momento para pensar qué gestos y detalles de atención concretos vamos a tener con la persona amada. De esta forma, con esos pequeñas acciones, día a día, vamos haciendo de ellos algo habitual, se consolidan en hábitos y virtudes, construyendo dicho amor. Porque las acciones crean hábitos, y éstos un estilo de vida.
Dejo el artículo para Hacer Familia...
Algunos enlaces relacionados:
Mª José Calvo
Optimistas Educando y Amando
optimistaseducando.blogspot.com
@mariajoseopt
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URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2019/02/los-detalles-en-el-amor.html
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