VALORES Y MOTIVOS...
A la hora de emprender algún proyecto o reto necesitamos unos motivos que nos muevan desde dentro en ese sentido. Que además señalen un "norte". Son los porqués de las actuaciones. En especial en familia, donde el cariño es el gran motivador.
1- EN FAMILIA
Me gusta hacer gráfica la aventura de la familia con una metáfora: una “nave espacial”, en la que vamos a bordo. Es importante cuidar el ambiente en ella, pero lo es más, si cabe, pensar el rumbo, hacia dónde nos dirigimos. Así poder realinear la trayectoria cuando las tormentas y turbulencias de la vida nos saquen de él.
Además, es necesario tener una buena motivación, positiva, alegre, fuerte, que nos dé su energía y anime en la lucha, para llegar de veras a esa meta. Porque, hace falta perseverancia a lo largo de los años para no desfallecer en el intento. Luchar hasta el último instante, y justo en él. Y los motivos y motivaciones aportan esa ayuda. Nos dan ilusión y razones que muevan la voluntad hacia ese reto, meta, proyecto vital.
Para ello es necesario ser optimistas, ver lo bueno y positivo de los demás, y de las circunstancias, saber ejercer un atractivo en los demás: seducir con una vida coherente y alegre. Sobre todo en la propia pareja, como en los comienzos de la relación. Hay que saber animar, motivar, estimular lo mejor, robustecer, ayudar, quitar hierro a las dificultades, ¡confiar...! Enamorase cada día de esa persona tan especial. Y enamorarle. Luego, los hijos nos seguirán. Este liderazgo es un don, pero también un arte que se puede y debe cultivar y trabajar. Y nos va a ayudar la persona que más nos quiere del planeta...
Y esa fuerza de atracción depende de la belleza de la propia personalidad. De ser coherentes, íntegros, de actuar de acuerdo a lo que se piensa, de reflexionar y hacer lo correcto…
Existen muchos motivos, pero, el amor es el “gran motivador”. El sentirse querido estimula a dar lo mejor de cada uno, y seduce y arrastra con fuerza, pensando en los demás.
Es bueno revisar el “norte” que tenemos en la vida, esos principios universales que se concretan en los grandes valores existenciales: la verdad, la bondad, la belleza. Relacionados con todo, porque son principios que no pasan de moda… Sirven de referente a la hora de actuar, a modo de "estrella polar".
Los tres valores están interconectados. El modo más directo de acceder es a través de la belleza. Descubrir la belleza de lo bueno, de la bondad... Vivir en la belleza. Si se está a gusto, la bondad habla por sí misma. Y nos descubre lo verdadero... Te lo cuento en ese post.
Son como esos “palos pintados” a los lados de la carretera de puertos de alta montaña, que señalan el camino a pesar de las grandes nevadas que ocultan las rutas.
Estos principios se concretan en auténticos valores, que tampoco pasan de moda, porque son “especificaciones del bien, de la verdad, de la belleza. Cuando los vivimos, se transforman en virtudes, y nos ayudan a crecer como personas. Seducen con su belleza.
Por eso es importante crear un ambiente de hogar confiado y alegre, anclado en valores humanos nobles. Porque, cada persona necesita la aceptación y seguridad del cariño de los demás, en especial en familia. Cada hijo que viene a este planeta necesita ser acogido, valorado y querido para desarrollarse adecuadamente. Debemos conseguir ese “microclima" donde crecen las personas al calor del cariño, tengan la edad que tengan.
Primero, es necesario estar compenetrados y unidos en pareja, hacer “equipo”, tener un solo corazón, motivarse el uno al otro. Que no decaiga la ilusión con el pasar del tiempo... Ser “atractivos” para el otro, y para nuestros hijos, amigos...
Escribe Miguel Delibes, acerca de su mujer recientemente fallecida, “con su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir.” “¿Puede decirse de alguien algo más hermoso?…”
2- APRENDER A MOTIVARSE Y A MOTIVAR
a) Motivo es, como señala el profesor Oliveros F. Otero, el descubrimiento de un valor. Se descubre cuando vemos una persona valiosa, que tiene un atractivo que arrastra, y nos gustaría parecernos a ella en ese aspecto. El intentar vivirlo nos ayuda y estimula. Así, con el tiempo, el hogar se transforma en un “museo viviente” de valores: cada uno da lo mejor de sí, al calor del cariño…
b) También se motiva transmitiendo valores de la mejor forma posible: personificándolos. Es decir, viviendo esas virtudes. Porque, las virtudes son “pequeñas manifestaciones” del amor…, ¡el gran motivador!
Con la fuerza del ejemplo, y con las palabras cuando haga falta. Saber descubrir valores y virtudes en los demás. Todos tenemos muchas cosas buenas, solo hay que percatarse de ellas, hacerlas notar y agradecerlas. Con ellas se vislumbra lo mejor de cada uno.
c) Las motivaciones pueden ser el conjunto de motivos. Lo que entusiasma e impulsa a la acción… Por eso es bueno saber contagiar ese entusiasmo en pareja y en familia, para ir los dos a “una”: hacer equipo. Sobre todo ante los hijos. Más, si son adolescentes, porque miran con espíritu muy crítico. Están construyendo su personalidad, aprendiendo a ser libres y a pilotar su propia vida, y necesitan un buen referente en quien mirarse.
Aquello que le llega dentro a un joven o adolescente, y le entusiasma, esa puede ser su motivación interior. Además del "sistema motivacional cerebral"..., que te cuento en otro artículo, que tiene dos partes que cooperan a la armonía personal: el sistema límbico o basal, y el cortical, con la corteza prefrontal, que filtra los impulsos y emociones pasándolas por el pensamiento para valorarlas.
Y al ir madurando las ilusiones, metas y fines se harán a más largo plazo, gracias a la maduración cerebral y al entrenamiento en posponer recompensas. Es decir, gracias a la voluntad de cada uno.
d) Motivarse no es tener "ganas", sino motivos. Aunque, los sentimientos pueden ayudar, pasados por el filtro de la razón. Fomentar los que vayan en esa línea, porque dan un aporte extra de energía, nos caldean el alma, y dan alas para volar alto. Experimentar la dicha de hacer lo correcto, de pensar en los demás.
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Para todo ello es vital conocerse, con las características singulares que adornan a cada uno, con sus talentos y puntos fuertes, y los menos fuertes... Porque lo más específico de cada uno apunta a su ideal, a su mejor versión, y tiene mucho que ver con sus anhelos más profundos y su misión.
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3- MOTIVOS
a) Basados en valores
Los motivos se basan en valores. Y éstos están relacionados con principios universales, permanentes, que no pasan de moda. Son lo perfectivo del ser. Como acabamos de ver, al intentar vivirlos se transforman en virtudes, que nos hacen mejores personas. ¡Personificar esos valores!, así pasan a formar parte de nuestra personalidad, hecha "a golpes de libertad", como diría Ortega.
Los valores construyen, porque apuntan al norte real, a esa "estrella polar" que nos guía. Todo lo bueno es bello, y nos atrae con su belleza. Y hay muchos y distintos valores... Dejo unos cuantos:
b) Tipos de motivos
Son los porqués más profundos que nos ayudan a decidir y actuar, a ser proactivos y vencer las dificultades del camino. Los mejores motivos nos motivan "desde dentro", como dijera Chesterton, y ocurre con todo crecimiento personal.
Muy relacionados con los valores: los valores motivan, y, los motivos se anclan en valores y principios.
Hay distintos tipos de motivos según el nivel en el que se encuentran. Y, como hemos comentado en otros post, aportan más o menos fuerza y sentido, dependiendo de ello. Nos ayudan a liderarnos a nosotros mismos, y a ayudar y liderar a los demás.
*) Nivel extrínseco
Aquí los motivos son puramente del "tener". Es decir del nivel más bajo. Son los que nos llegan desde fuera. Se trata de "extraer" algo del exterior. Por ejemplo, económicos, materiales, físicos, como el deporte, sociales... Cuando fallan ya no "compensa" seguir adelante. Suelen ser de corto plazo, y forman relaciones poco estables: no se aporta a los demás, y eso no nos llena.
*) Nivel intrínseco
Lo referente a lo que me gusta o apetece, el conocimiento, el realizarse, plantearse objetivos profesionales, adquirir competencias y habilidades... etc. Es el campo del "ser", de la interioridad. Hemos subido un poco de nivel, pero tampoco es lo mejor, porque es un poco reactivo. No piensa tanto en las demás personas, ni muchas veces en las consecuencias derivadas de las actuaciones. Si me gusta, me engancha, aunque a veces racionalmente piense otra cosa.
*) Nivel trascendente
Se trata de abrirse a los demás, lo cual nos mejora como personas. Crecimiento personal y servicio a los demás van unidos. Se forma un "círculo virtuoso" entre la lucha por ser mejor, y conquistar hábitos y virtudes que ayuden a los demás, que revierte en la personalidad. Por tanto, mayor plenitud personal. Aporta proactividad para hacer las cosas, y apunta a los grandes ideales y a la misión personal singular para cada uno.
Estos motivos están relacionados con el nivel más alto: lo trascendente y lo espiritual. Muy relacionado con los grandes ideales y valores existenciales. La hoguera que alimenta las motivaciones personales, que nos da su energía en todo momento, también en los más complicados de la vida.
Trascienden a cada uno, porque se mira a los otros, y es lo que da más sentido en la vida. Las actuaciones se llenan de sentido, porque contemplan los motivos más profundos, los porqués de las cosas. Ya lo decía el doctor Viktor Frankl, con su vida llena de sufrimiento pero con dignidad y grandeza personal. Todo lo que hacemos con espíritu de servicio influye positivamente en los demás. Y confluye en un liderazgo trascendente, que es el más sano y duradero, porque crea relaciones más estables. Se tiene en cuenta a los demás, lo cual nos hace sentir bien a todos. Lo puedes ver en los post de liderazgo.
c) Elevar motivaciones
Los motivos son algo objetivo. Luego están las "motivaciones" de cada uno, lo que le llega más adentro y le anima más..., pero eso ya es subjetivo. Lo que cuenta de veras es lo real, lo objetivo, en lo que podemos basar nuestro actuar, quizá partiendo de lo que nos llega mejor a cada uno.
Por otro lado, no conformarse con cualquier motivo, sino intentar elevar motivaciones: pasar de bien a mejor. Por ejemplo, del nivel del “tener" al intelectual, o del “ser", o, al trascendente. Es decir, hacer las cosas, no solo por una recompensa o premio material, sino por el bien que aporta, por la belleza de la obra bien hecha, incluso por los demás. Mostrando empatía y comprensión, y ayudándoles en miles de cosas que podemos pensar y ejecutar con una inteligencia práctica, poniendo el corazón.
Esos motivos configuran nuestras decisiones. Cuando se piensa solo en recibir, y en corto plazo, no se aporta, y las relaciones son poco estables, como hemos viso en el liderazgo. Somos seres relacionales, y logramos nuestra plenitud como personas, en tanto nos abrimos a los demás, como señala Frankl, puesto que así descubrimos un sentido mayor en la vida.
4- VOCACIÓN Y MISIÓN
Todo ello apunta a desarrollar nuestra vocación específica, nuestros sueños y anhelos. Lo cual aporta más sentido, sobre todo por los "valores de sentido", como la libertad, el trabajo bien hecho, el amor..., y, los motivos trascendentes: los de mayor nivel. Ayudan de forma más eficiente a enfocarse en metas y retos valiosos, orientado a la misión personal, en la cual las cualidades personales y la vocación son importantes.
Poniendo en juego todas las facultades
La razón, que es luz de la inteligencia que ilumina el sendero. Lo que conecta con la realidad. Y contando con el corazón. Cuando la persona valora todo a través de los sentimientos, y no de la razón, esta manera de actuar es frágil y poco consistente. Los estados de ánimo son muy variables e influenciables. Poco constantes. Su función no es decidir, sino animar en la dirección adecuada poniendo previamente el pensamiento. Te lo cuento en otro post: "Control emocional".
Y, el autogobierno personal, con voluntad entrenada, que ayuda a liderarse uno mismo, y a liderar a los demás: ayudarles en lo que necesiten. Ahí se encuentra el sentido más profundo de la vida.
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No hay obstáculos imposibles..., decía Julio Verne, solo requieren voluntad y lucha.
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Dejo un vídeo animante de la película El Señor de los Anillos, de Peter Jackson, basada en la magnífica mitología legendaria creada por J.R.R. Tolkien, a quien dedico algunos post, muy relacionados con su belleza.
"Hoy no va a ser ese día...", de la productora New Line Cinema.
Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. ¡Gracias!
Mª José Calvo
optimistas educando y amando
@Mariajoseopt
Dejo enlaces enlaces variados, muy relacionados con el tema, que lo abordan desde otras perspectivas:
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/07/motivos-y-motivaciones-en-familia.html
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