LAS "GRANDES HISTORIAS" EN TOLKIEN
El gran filólogo y escritor J.R.R. Tolkien, amante de las palabras, en su maravillosa obra “El Señor de los Anillos”, llena de belleza y esperanza por doquier, a pesar del sufrimiento que le tocó vivir, y del que ye te he hablado en otras entradas, escribió:
“Eso desean los que viven estos tiempos. Pero no nos toca a nosotros elegir qué tiempo vivir, sólo podemos elegir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado…”
Lo que está en nuestras manos es decidir qué hacer con la vida: con el tiempo, con las oportunidades, con nuestros “talentos”… Descubrir la misión de cada uno e ir a por ello. Ser capaces de acciones memorables, dignas de ser recogidas en "canciones" y tradiciones que pervivan de generación en generación... Merecedoras de traer al re-cuerdo, cerca del corazón.
La vida es un comenzar y recomenzar siempre nuevo, con ilusión y optimismo, con la esperanza del final feliz de los “Cuentos de Hadas”… que, como dijera G.K. Chesterton, "superan la realidad: no porque nos digan que existen los dragones, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos".
En una de sus Cartas del epistolario, el profesor John Ronald Reuel Tolkien dice que su obra es un cuento de hadas para adultos: "...creo que el cuento de hadas tiene su propio modo de reflejar la 'verdad', diferente de la alegoría, la sátira o el 'realismo', y es, en algún sentido, más poderoso. Pero ante todo, debe lograrse como cuento entusiasmar, complacer y aun a veces conmover." Y claro que lo ha logrado, y con creces...
Porque, la Historia está custodiada por el Bien, por la Belleza. Pero luego hay que esforzarse en “hacerlo”: cuesta trabajo, pero se disfruta y siempre compensa. Apuntar a lo bueno y bello, esa "estrella polar" de la que te hablo en otro post, hacer lo correcto que esté en nuestras manos... pensando en dejar un buen legado a los que nos seguirán.
Así podremos sembrar paz y optimismo a nuestro alrededor y dejar un sendero luminoso, a nuestro modo concreto, personal, con el "arte" de nuestra vida, como hizo él con su vida y su legendaria obra llena de alegría y buen hacer.
Dejo esta cita del Profesor, tan animante y esperanzadora, como todo su Legendarium, para repensar:
"No nos atañe a nosotros dominar todas las mareas del mundo, sino hacer lo que está en nuestras manos por el bien de los días que nos ha tocado vivir, extirpando el mal en los campos que conocemos, y dejando a los que vendrán después una tierra limpia para la labranza".
En esta línea, transcribo un diálogo fantástico entre Sam y Frodo en el libro de El Señor de los Anillos, Las dos Torres, sobre las Grandes Historias. Las que se conservan en canciones, que atesoran el saber arcano y valioso de los que precedieron.
Cuando se acerca el final, y la esperanza parece desvanecerse, se plantean preguntas esenciales de la vida, se cuestionan la misión de cada uno.
Hay un diálogo de Sam con Frodo, pensando en la "aventura" de destruir el Anillo de Poder que emponzoña los corazones y esclaviza..., y lo requiere Sauron con fuerza. Se da cuenta del papel de Frodo y se lo cuenta para animarle, pero su propio papel, ni se atreve a pensarlo: será Frodo quien se lo haga ver.
Frodo sabe que cada uno puede más de lo que se imagina. Tienen a Bilbo, que se a-ventu-ró con Gandalf y los enanos -salió a la ventura- y "encontró" el Anillo. Incluso el intrépido Beren rescató el Silmaril de la Corona de Hierro del mismo Señor Oscuro para casarse con la hija inmortal del Rey Thingol: Lúthien, "hija del crepúsculo", Thinuviel, ruiseñor.
Y luego el Silmaril pasó a un medio elfo de los Noldor, Eärendil, que fue capaz de pedir perdón a los Valar por los hechos deleznables del pasado de elfos y hombres, con Fëanor a la cabeza, y obtuvo su perdón y su ayuda para ambas razas. Y surcaría los cielos en su navío Vingilot, con el último Silmaril resplandeciendo en su frente.
Y esa luz pervive en el regalo que hace la Dama Galadriel a Frodo, el Portador del Anillo, en un frasquito de cristal, que les iluminará en los lugares más oscuros y tétricos... cuando las otras luces se extingan. Te lo cuento en "el espejo de Galadriel".
No hay casualidades; todo está muy relacionado, la luz primigenia, los Árboles de Valinor, La Luna y el Sol, los Silmarilli, y las cosas suceden por algo...
Ahora les toca a ellos su parte de la Historia, su "aventura" y misión concreta. De ellos depende salvar la Tierra Media y la libertad de las criaturas. Aunque se sienten pequeños, poca cosa, insignificantes, y se ven incapaces de semejantes hazañas... Son humildes y serviciales. Ponen empeño en hacer lo que pueden...
Dice Sam:
"De haber sabido más antes de partir, no estaríamos ahora aquí seguramente. Aunque me imagino que así ocurre a menudo. Las hazañas de que hablan las antiguas leyendas y canciones, señor Frodo: las aventuras, como yo las llamaba. Yo pensaba que los personajes maravillosos de las leyendas salían en busca de aventuras porque querían tenerlas, y les parecían excitantes, y en cambio la vida era un tanto aburrida: una especie de juego, por así decir.
Pero con las historias que importaban de veras, o con esas que uno guarda en la memoria, no ocurría lo mismo. Se diría que los protagonistas se encontraban de pronto en medio de una aventura, y que casi siempre ya tenían los caminos trazados, como dice usted.
Supongo que también ellos, como nosotros, tuvieron muchas veces la posibilidad de volverse atrás, sólo que no la aprovecharon. Quizá, pues, si la aprovecharan tampoco lo sabríamos, porque nadie se acordaría de ellos. Porque sólo se habla de los que continuaron hasta el fin... y no siempre terminan bien, observe usted; al menos no de ese modo que la gente de la historia, y no la gente de fuera, llama terminar bien. Usted sabe qué quiero decir, volver a casa, y encontrar todo en orden, aunque no exactamente igual que antes... como el viejo señor Bilbo.
Pero no son ésas las historias que uno prefiere escuchar, ¡aunque sean las que uno prefiere vivir! Me gustaría saber en qué clase de historia habremos caído.
—A mí también —dijo Frodo—. Pero no lo sé. Y así son las historias de la vida real. Piensa en alguna de las que más te gustan. Tú puedes saber, o adivinar, qué clase de historia es, si tendrá un final feliz o un final triste, pero los protagonistas no saben absolutamente nada. Y tú no querrías que lo supieran.
—No, señor, claro que no. Beren, por ejemplo, nunca se imaginó que conseguiría el Silmaril de la Corona de Hierro en Thangorodrim, y sin embargo lo consiguió, y era un lugar peor y un peligro más negro que este en que nos encontramos ahora. Pero esa es una larga historia, naturalmente, que está más allá de la felicidad y más allá de la tristeza... Y el Silmaril siguió su camino y llegó a Eärendil. ¡Cáspita, señor, nunca lo había pensado hasta ahora!
Tenemos... ¡usted tiene un poco de la luz del Silmaril en ese cristal de estrella que le regaló la Dama! Cáspita, pensar... pensar que estamos todavía en la misma historia. ¿Las grandes historias no terminan nunca?
—No, nunca terminan como historias —dijo Frodo—. Pero los protagonistas llegan a ellas y se van cuando han cumplido su parte. También la nuestra terminará, tarde... o quizá temprano."
De El Señor de los Anillos, Las Dos Torres, Las Escaleras de Cirith Ungol. Ed. Minotauro.
Más tarde, hay otro momento en el que Sam, después de salir del túnel de Ella-Laraña, y con Frodo apresado en la Torre de Cirith Ungol, con el corazón apesadumbrado y el cielo encapotado, de súbito se abre un jirón de nubes y divisa una estrella que titila. Y con esa belleza que lo conmueve, se vuelve a llenar de esperanza. Y piensa: no prevalecerán...
"Aquí yazgo, al término de mi viaje,
hundido en una oscuridad profunda:
más allá de todas las torres altas y poderosas,
más allá de todas las montañas escarpadas,
por encima de todas las sombras cabalga el sol
y eternamente moran las Estrellas."
En Tolkien, la luz y las estrellas están muy relacionadas con la esperanza. Y le viene a la memoria la luz de Eärendil, la más preciada Estrella... que pervive en la redoma de cristal, el "cristal de estrella", regalo preciado de la Dama Galadriel.
Por tanto, cada uno de nosotros podemos centrarnos en lo importante, en nuestra "aventura", en lo que tenemos que hacer: enfocarnos en nuestra misión. Sólo tenemos el tiempo necesario para nuestro cometido: no desperdiciarlo, sacarle provecho. Pensar "qué hacer con el tiempo que se nos ha dado" apunta Gandalf en Bolsón Cerrado. Y lo que nosotros no hagamos, nadie lo hará... Aprovechar el tiempo antes de embarcar hacia la blanca orilla. Te lo cuento en el post "Los Puertos Grises."
"Hay más en nosotros de lo que parece...", como dijera Gandalf, y le ocurre a Bilbo, y a Beren, y a Frodo...
* Historia de Eärendil
Para los que todavía no han leído El Silmarillion, Eärendil es otro personaje descendiente de Idril -una elfa- y de Tuor, -un hombre-, y por tanto medio elfo medio hombre.
Se aventura a través del mar hacia Valinor para pedir perdón y ayuda a los Valar por los hechos perversos de Elfos y Hombres, a raíz de los Silmarilli que creó Fëanor. Este artista encierra la luz primigenia de los Dos Árboles sagrados de Valinor en tres gemas luminosas con luz propia que ilumina y reverbera. Y se apropia de ellas, y arrastra a sus hijos a matar por recuperarlas. Habrá guerras entre hermanos... y muerte, con la consecuente Maldición de Mandos a toda su descendencia. Será la historia de la progresiva decadencia de los Noldor.
El nombre de Eärendil significa "amante del mar" en quenya. Aprendió el arte de navegar con Círdan de los Puertos, e interviene en la lucha de los Edain, -hombres en sindarin- y Elfos contra el Señor Oscuro -Morgoth- y su lugarteniente Sauron, que pervivirá en la Tercera Edad.
"De sobrecogedora belleza era Eärendil, pues llevaba en la cara una luz que parecía la luz del cielo, y tenía la belleza y la sabiduría de los Eldar, y la fuerza y la audacia de los hombres de antaño".
El Silmarillion, De Tuor y la caída de Gondolin. J. R. R. Tolkien, Ed. Minotauro.
Dice Elrond, Señor del hogar de los Elfos en Rivendel: "Mi memoria llega aún a los Días Antiguos. Eärendil era mi padre, que nació en Gondolin antes de la caída, y mi madre era Elwing, hija de Dior, hijo de Lúthien de Doriath. He asistido a tres épocas en el mundo del Oeste y a muchas derrotas y a muchas estériles victorias.”
Los elfos, por los que no pasa el tiempo, y cuyo linaje eligió Elrond, poseen mucha sabiduría, son artesanos creativos, aman y preservan lo bello. Poseen gran amor por las cosas que crecen, por la naturaleza..., y crean en relación con ella.
Y lo expresan de esta forma: "Hoja y rama, agua y piedra: tienen el color y la belleza de todas esas cosas que amamos a la luz del crepúsculo en Lórien, pues en todo lo que hacemos ponemos el pensamiento de todo lo que amamos".
Aquí dejo un corte de la película de Peter Jackson, que puede ayudar en situaciones difíciles... Las Historias que valen la pena. De la productora New Line Cinema.
A veces, el sacrificio de unos pocos es para la salvación de muchos. Y siempre con esperanza: una luz que la oscuridad no puede atravesar.
Pero te animo a leer el libro por su gran belleza de combinación de palabras..., su sonoridad, que pone alas a la imaginación y deja disfrutar a la cabeza y al corazón, a la vez que lo consuela y alegra. Como Tolkien lo definía en una de sus Cartas, "un ensayo de estética lingüística"..., es decir, la belleza de los relatos míticos legendarios, escritos para leer en voz alta.
Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. Muchas gracias.
Mª José Calvo
@Mariajoseopt
optimistas educando
Dejo algunos enlaces relacionados:
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https://optimistaseducando.blogspot.com/2022/01/las-grandes-historias-en-tolkien.html
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