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martes, 1 de junio de 2021

TRABAJAR DISFRUTANDO



                               TRABAJAR DISFRUTANDO


        
Seguimos con el tema del trabajo. Enfocarlo bien nos será de inestimable ayuda, porque pasamos mucho tiempo trabajando, y es la base para forjar una buena personalidad, con belleza interior. Así, nuestra vida tendrá sentido. 

Podemos pensar: ¿hemos nacido solo para trabajar, o más bien es algo que nos ayuda a ser personas...Y, ¿cuál es nuestra misión personal en este planeta? ¿Para qué estamos aquí?

Y podemos seguir: ¿por qué cada persona tiene unos talentos y cualidades especiales y distintos?, ¿y, esa creatividad propia de ella...? ¿Y la necesidad que tenemos de los demás, de compartir vivencias, de sentirnos valorados y queridos?


Tener espacios de intimidad y reflexión, y una visión amplia, siempre ayuda a pensar en nuestra vida y revisar metas y prioridades. Buscar un sentido hondo, y realinear la trayectoria cuando necesitemos, pues las turbulencias de la vida muchas veces nos pueden sacar de la ruta. Hay que tener el punto mira bien claro para no acabar perdidos o a la deriva...



Nos ayudará centramos en su esencia: en el porqué y para qué de ese trabajo. Porque, la persona necesita trabajar para vivir de acuerdo a su dignidad, debido a su grandeza y capacidades. Y también necesita relacionarse con los demás.

Vimos en un post anterior, que enlazo abajo, que el trabajo es necesario para el desarrollo personal. Además, permite cuidar de la familia, aportar algo singular a los demás, y mejorar personalmente adquiriendo cualidades y virtudes humanas. 


Pero, ¿por qué hago yo mi trabajo? Por el propio ego que nos "persigue", o pensando en los demás: en la propia familia, en los seres queridos..., en alegrar o ayudar a alguien con lo que hacemos o creamos. Eso nos aportará más o menos sentido... dependiendo de dónde pongamos las miras.






Un gran "sabio" decía que el trabajo "nace del amor, manifiesta el amor, y se ordena al amor..." Quizá por ahí esté el camino que nos lleve a una realización plena personal, pensando en los demás. Somos seres relacionales, y en ello encontramos nuestra plenitud personal, y por tanto la felicidad. Es su consecuencia.





Cuánta belleza y detalles encontramos en los trabajos bien hechos, con imaginación e iniciativa, poniendo lo mejor de esa persona. Disfrutando. Por ejemplo los del gran creativo Antonio Gaudí..., y otros muchos artistas como Miguel Ángel, Aristóteles, Beethoven y su innovación musical, L. Pasteur, Ramón y Cajal, padre de la neurología... que con su sabiduría dejan huella y hacen un trabajo cuasi eterno.

El fin de la vida no es "hacer miles de cosas". Sería una vida muy chata, sin miras ni horizontes altos. Sino hacer lo que tengamos que hacer poniendo una "chispa" de cariño, cuidando los detalles de atención, pensando en los demás, logrando relaciones verdaderamente humanas que construyen y alegran.





Tener una visión más trascendente siempre ayuda, y nos da relieve, proporción y sentido. Ya lo decía el doctor V. Frankl... No nos quedaremos "pegados" al suelo, sino que elevaremos la mirada. Veremos la belleza que resplandece en el trabajo bien hecho y bien enfocado; la grandeza de lo pequeño hecho por amor. Y quizá nos encontremos algún "arcoíris".





Por eso, trabajar es amar. Como señala un gran humanista, Tomás Melendo, es buscar bienes reales para los demás. Muy en especial para la propia familia, por quienes hacemos todo ese esfuerzo cada mañana. Y quienes nos llenan la vida de afecto y cariño. Es una forma de "devolver" ese cariño.



Muchas veces supone un deber y un sacrificio, que se vuelve más gustoso al pensar en motivos valiosos... Y una responsabilidad que nos curte y "forja" como personas. Aporta y desarrolla talento, cualidades y virtudes humanas. Trabajar con atención y concentración es importante para hacerlo del mejor modo.






Por tanto, es necesario trabajar bien, con perfección: es como la primera premisa. Sobre todo teniendo esa mira elevada... Porque, todas las acciones repercuten en los demás, y van dejando un huella en quienes tenemos cerca. También en los destinatarios de ese trabajo. 


La calidad de un trabajo no depende del tipo de trabajo, es decir, si es algo manual o intelectual..., sencillo o complicado, sino de cómo se haga, de los detalles de finura y cariño que se pongan en él. Que sea algo artístico, no una chapuza, aunque consista en limpiar unos cristales, arreglar desperfectos, o, atender en una pastelería.





Hacerlo con rectitud y nobleza, poniendo creatividad, tan propia de la persona, con el esfuerzo de dejarlo bonito y bien acabado. Poner ilusión en sorprender con su belleza. Y disfrutar con ello. 




Un trabajo con estas características es más que trabajo. Si se hace por amor a los otros tiene ecos de eternidad. Además, ayuda a adquirir muchas cualidades y virtudes personales, como la fortaleza, el optimismo, el orden y la organización, la afectividad, si ponemos el corazón en él, la nobleza, la generosidad y la empatía... y un largo etc.


Así, ese trabajo ya no será un trabajo-sin-más, sino una "obra de arte" que nos trasciende, que deja una huella en quienes lo reciben. Y quizá les haga un bien, o les ayude a enfocar y disfrutar su vida. A no quedarse mirando hacia abajo, sino al horizonte, viendo estrellas maravillosas que dan un sentido profundo y luminoso... 




El trabajo está muy relacionado con el amor. Por ese motivo, si se hace bien, posee gran capacidad de mejorar a la persona que lo realiza: supone un plasmar lo mejor de cada uno en él, pensando en los demás. Y al contrario...




Además, un trabajo bien hecho es el "incógnito" del amor, como señala Nicolás Grimaldi. Crea bienes reales para otras personas, de forma discreta, casi desapercibida.





Sin embargo, es preciso poner el trabajo en su justo enfoque para que no nos "engulla" la vida, ni nos llene de agobios, tensión y estres, que acaban pasando factura. Porque, los problemas psicológicos de tensión en el trabajo se acaban somatizando, y lesionan. Te lo cuento en el post "el preciso valor del trabajo."


De ahí la necesidad de aprender a priorizar, para concederle el tiempo necesario, pero, dando importancia al tiempo en familia: el motivo por el que se trabaja... No olvidar lo esencial nos ayuda a organizar bien la vida, planificar las cosas, y ser más felices. Porque, como apunta Torelló, el trabajo, cuando no busca el bien de los demás, y se convierte en ídolo, despoja de las mejores cualidades y destruye la alegría de vivir.

          




La persona se "hace" y "rehace" en la familia: es donde aprende a querer y a ser querida, a mostrar interés por los sentimientos de los demás, a trabajar en equipo, a ser comprensiva, empática, optimista, generosa, organizada, delicada… etc. La "escuela" emocional y de virtudes de la familia.




Por eso, valorar en mucho la familia, y el trabajo del hogar, tan relevante, pero a veces poco valorado o desprestigiado, para priorizar tareas y hacer que todos se sientan muy queridos. Así podrán desarrollarse biendescubrir su misión personal, y dar lo mejor de sí pensando en los demás. Y luego ayudar a las familias amigas. 

Todo lo que se consigue en este ámbito familiar influirá en las relaciones sociales y de amistad, y en los ambientes que frecuentemos. Se expande como las ondas en un estanque. Y se logra sinergia. Te lo contaba en el post sobre "conciliar"... ¡Merece la pena!





                                                         
Resumiendo, trabajar bien, con atención y concentración en lo que estamos haciendo, sea lo que sea, nos ayuda a crecer y desarrollarnos como personas. Si ponemos una chispa de cariño, todo crece como la espuma...


Espero que te haya gustado, que comentes y lo compartas con amigos. ¡Muchas gracias!



                                                                      Mª José Calvo
                                                                      @Mariajoseopt  
                                                           Optimistas Educando y Amando



Dejo enlaces relacionados:



 * ¿Conciliar, o integrar...?: "si-quieres-¡puedes!", y logras sinergia


                                                                                                                         


                                                          

URL del post: 
https://optimistaseducando.blogspot.com/2021/06/trabajar-es-amar.html

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