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domingo, 22 de julio de 2018

EL "SECRETO" DE UN AMOR DURADERO...





                                             ¿UN AMOR DURADERO...?


       
Cuando se ama a alguien y se está enamorado se quiere compartir la vida entera con esa persona. Ya no se admite un universo sin su presencia. Con ella todo cobra destellos inusuales y se vuelve entusiasmante. La vida se llena de relieve y colorido.

      
Pero, a las parejas más jóvenes les puede costar comprometerse pensando si será posible convivir tantos años juntos, porque parece que muchas parejas fracasan o se rompen. Otras en cambio no.

      
¡Todos queremos tener un amor duradero!, que nos dé sentido a la vida. ¿Cuál es entonces el secreto para lograrlo...?



      
En el tema del amor, como en otros muchos, las preguntas se suceden en cascada. ¿Qué es verdaderamente el amor?, ¿es cierto que nos da ánimos y energía para vivir?, ¿cómo se puede querer con un amor auténtico?, ¿puede ese amor ser para siempre?, ¿requiere esfuerzo?, ¿nos puede hacer mejores…? ¿y, de veras nos hace felices...?

Ante todas estas cuestiones no hay que ser pesimista y ver todo negro y difícil, sino luchar por lo que realmente se quiere, e importa, y luego poner los medios para que crezca y se desarrolleAquilatarlo, hacerlo más delicado y generoso, para que se fortalezca y pueda superar todas las pruebas y dificultades por las que atravesemos en la vida. Incluso, pueda resultar vogorizado por medio de ellas. Y nuestra actitud es fundamental.


Amar siempre es preferir, dejando de lado otras cosas. Es como toparse con un inmenso tesoro, tan deslumbrante, que todo lo demás pasa a ocupar un lugar secundario. 

ese deslumbramiento inicial es luz que ilumina esas cualidades del ser amado, y energía vital que anticipa en cierto modo el futuro. Permite vislumbrar la meta a la que podemos de llegar, y hace experimentar la capacidad de alcanzarla. 


El amor tiene el poder de tender un puente hacia el tú del otro, y formar un nosotros mucho más rico y significativo. Une realmente a esas dos personas. Además, torna el corazón más cálido y tierno, más comprensivo y empático, y fácil de aunar con el corazón de la persona querida. 


      
Todo ello apoyado por la voluntad, pues mientras ésta no interviene no hay propiamente amor. Con solo los sentimientos no se construye un amor. Amar es "querer querer" a la otra persona en todas las circunstancias de la vida. Y luego transformarlo en hechos que lo demuestren.

       
El "sí quiero" del amor es un acto libre de la voluntad capaz de transformar al otro en mi proyecto vital, a la vez que me convierto en el suyo. Hacer que converjan las miradas, los deseos, las ilusiones y el pensamiento, unificados por un mismo cariño. 

         
Al hilo, recuerdo unas palabras preciosas de Dante, referidas a Beatriz: "Ella miraba a lo alto, y yo la miraba a ella..."

        
Por eso, para que el amor perdure, es preciso tener buenos apoyos que pervivan en el tiempo, y no desaparezcan o se rompan con el cambio de circunstancias por las que se pueda pasar... Y esos anclajes están relacionados con las distintas facultades personales: ¡todas ellas! Cada una actúa en su campo.





Estar flotando en sentimientos no garantiza la permanencia del amor, sino que es preciso poner cabeza, ¡voluntad de querer!, con sentimientos favorables o no. Cuando es fácil, y cuando se atraviesa una tormenta y no se sabe cómo salir... 

          
Además es necesario, como ya señalara Aristóteles, querer el bien de la persona querida: que logre lo mejor de sí, su mejor personalidad, con sus talentos concretos. Lo que puede llegar a ser. Hay que cambiar la perspectiva del "yo" hacia el "tú"... Centrarse en la otra persona.





     
Vengo de una celebración de las “Bodas de oro” de una pareja que se quiere, y nos regalan un testimonio amable y bien real de que ¡es posible...!, como muchas otras. No puedo menos que poner tres ideas. 



TRES IDEAS PARA CUSTODIAR EL AMOR

        
1- ACEPTARSE EL UNO AL OTRO

    
Significa que cada uno es como es, con sus cualidades especiales, maravillosas, que nos sorprenden, y con las que nos alegra la vida, las cuales debemos fomentar. Y también con sus limitaciones y temperamento heredado, que se puede modelar algo mediante unos buenos hábitos, que forjen un buen carácter. Pero, siempre tendremos la tendencia a ser, cada uno según sus características personales, más impulsivos o más tranquilos, muy cariñosos o no tanto, despistados o atentos, creativos, alegres, muy ordenados o no demasiado… etc.

        
Por eso, no hay que enamorarse solo de su cara bonita, o de sus ganas de comerse el mundo…, sino en especial de su belleza interior, de sus cualidades singulares, de su bondad y alegría..., de su personalidad, que el tiempo no erosiona.

      
Amar y acepar al otro tal como es, sin intentar cambiarlo según nuestra forma de ser. Querer a alguien es "dejarle ser" quien es... Solo siendo quien es, y aceptándolo de ese modo, podrá luchar por lograr su mejor personalidad, pero ¡¡la suya!! 



     

      
Y el amor siempre estimula a dar lo mejor de cada uno, pensando en el ser querido. En regalarle el mejor "yo"... Y nos da alas para volar vuelos de altura.





            
2- COMPARTIR, COMUNICAR EL AMOR
        
En la convivencia es fundamental compartir ilusiones y proyectos, hablar sobre todos los temas, tener en cuenta su punto de vista, comprender sus estados más o menos oportunos…, compartir sentimientos y afectos, admirar lo bueno que tiene y hace… Y, ¡agradecerlo!, para que se sienta querido. Además es la mejor forma de fomentarlo.


         
Llegar al fondo del ser de la otra persona, para conectar, para sintonizar con sus estados más profundos, sus luchas e inquietudes… Es vital hacer equipo, formar una nueva unidad de dos, con un solo corazón. 

        
Para todo ello es fundamental la comunicación. La verbal y la transferencial, la actitud y la empatía... Contando lo que llevamos en el corazón: sin secretos con la persona que más queremos del planeta. Hacerle partícipe de nuestra intimidad. Así el otro se convierte en un amigo incondicional que no falla, que siempre está ahí..., con quien se puede contar, y compartir la vida entera. 




         
Y, en los momentos difíciles, es bueno y necesario poner un poco de sentido del humor. Saber reírse de uno mismo descomplica las cosas y nos hace más sencillos y humildes. El orgullo divide y levanta muros infranqueables que abocan a la soledad. 


       
Cuando dos personas empiezan a ir cada uno por su lado, cuando no convergen, cuando pasan el día trabajando, y con amistades en su propio trabajo, incluso con comidas y viajes "de trabajo", comienzan los problemas. Ya no se tiene en cuenta al otro en algunas decisiones, o simplemente se hace cuando no está… Y se van alejando poco a poco, sin apenas percibirlo.

     
Hay que aprender a converger, pasar ratos juntos disfrutando, compartiendo hobbies y ratos entrañables, de tertulias, de conversar, de ver películas que gusten y comentarlas, de novelas, de salidas al campo o al monte…, una escapada solos el fin de semana… etc. Hay que planear y agendar estos momentos a solas. Priorizar la relación es fundamental.



           
3- EL PODER DEL PERDÓN

      
Cuando todo va bien es fácil quererse. Pero, a veces, puede haber diferencias de opinión, normales y frecuentes o, limitaciones y defectos que todos tenemos. También problemas o enfermedades que surgen a lo largo de la vida... 

        
Entonces hay que poner más esfuerzo por quererse. Se necesita una dosis extra de cariño y comprensión con la otra persona, para demostrarle que se le quiere, aunque nos haya molestado algún gesto suyo. Aunque no nos lea el pensamiento..., como pretendemos en ocasiones. Incluso aunque tengamos problemas reales de cualquier tipo, o estemos atravesando una crisis o una enfermedad grave…

             
Muchas veces, cuando menos lo merece ¡más nos necesita para remontar...! Hay que ponérselo fácil y luchar por lo que de veras importa: el cariño mutuo y la unidad de dos. Priorizar y alimentar ese amor.




     
Y siempre que se necesite, echar mano del perdón. Saber perdonar pronto cualquier afrenta, disgusto, mal hacer del otro, o, simplemente porque no ha obrado como lo haríamos nosotros… Incluso aunque no nos lo pidan. Quien perdona pone un punto y final a esas acciones menos honorables, y libera de sus consecuencias. 




          
También saber pedir perdón ante cualquier gesto que vemos que ha molestado al otro, aunque no fuera esa nuestra intención. O quizá, porque esperaba algo más de nosotros, y no hemos estado a la altura… Hay que ser finos y delicados para comprender y mostrar empatía, para sintonizar con esa persona tan querida. El perdón sana los corazones.

           
El que es perdonado se siente entrañablemente querido, y le estimula a ser mejor, a tener más detalles de cariño con esa persona. Siente un agradecimiento inmenso. Y el que perdona, con un corazón grande y generoso, se siente libre de ataduras…, y libera al otro de sus efectos. Es el modo de sanar las heridas. Recordar que, ¡solo el amor cura!







            
UNA CUARTA IDEA: MOTIVACIONES TRASCENDENTES






         
Cuando se tienen motivaciones altas, que dan más sentido a la vida, eso da energía para luchar por ser mejores y querer a otro con atenciones, detalles y minucias frecuentes cada día. 

         
Estas motivaciones son como la hoguera que da luz y calor en todas las circunstancia de la vida. De donde sacamos la energía para acometer retos, ayudar a la persona querida, y mantenernos animosos y optimistas en la lucha, a pesar de las dificultades que nos surjan.




        
El amor, con este ingrediente, se hace más hondo y generoso, con más fuerza y de mejor calidad, y se desborda eficaz hacia los hijos y la familia. También hacia los amigos y demás personas a las que podemos ayudar. Y eso nos aporta un sentido de la vida rico y profundo, noble, y ayuda a percibir con menos relieve nuestros propios problemas, que muchas veces agigantamos, al pensar en los demás. 

      
¡Merece la pena poner en juego todo nuestro ser y todas nuestras capacidades para querer a la persona elegida, y compartir la aventura de la vida con ella...! Hacer equipo y lograr una sinergia creciente, apoyándose uno en el otro, y ayudándose mutuamente a construir ese amor recíproco.


                                                        ***



      
Espero que te haya gustado y que lo compartas con amigos. Habrá merecido la pena... ¡Muchas gracias!



           
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                                                              Mª José Calvo
                                                   optimistas educando y amando
                                                              @Mariajoseopt



URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2018/07/el-secreto-de-un-amor-duradero.html

2 comentarios:

  1. ¿Qué se puede añadir...? Solo se me ocurre aplaudir y pedir a quien lo lea que ponga en práctica lo que aquí nos dice Mª José Calvo y que lo difunda para que muchas personas puedan beneficiarse de algo tan bueno. Abrazo, @JFCalderero.

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    Respuestas
    1. ¡Mil gracias, Jose Fernando!, por tu comentario, y por tus elogios..., sabiendo que eres experto en "familia", porque tienes una "superfamilia". Y nada crece solo: hay que trabajarlo con ilusión y cariño. Otro abrazo y saludos!
      Maria José

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