LOS "PILARES" DEL AMOR... I/II
Se habla mucho del amor, pero, ¿cuál es el fundamento de un amor auténtico...?¿Cuáles son los "pilares" en los que se sustenta?
Quizá el “quid” de un amor genuino y duradero es la actitud de entrega a la persona con la que uno se compromete. ¡Ponerla en efecto en el centro del corazón! Cambiar el foco del yo, hacia el tú del otro. Mirar más allá de lo que "salta" a primera vista...
La persona, como señalara el profesor Oliveros F. Otero, es "un ser de aportaciones", un ser creativo, un ser relacional. Está diseñada para dar. Debido a su grandeza, puede pensar, no sólo en ella misma, sino en los demás. Como expresa un gran humanista, el profesor Tomás Melendo, puede “darse el lujo de desatenderse” para atender a otras personas. Muy en especial en familia y en pareja. Porque está creada para amar, y en ello encuentra su mayor plenitud como persona, y por tanto su auténtica felicidad.
La libertad alcanza su mayor despliegue cuando somos capaces de amar. Esa libertad debe fructificar en amor. Con palabras de Guardini, "quien ama camina hacia la libertad", sobre todo de sí mismo..., del yo más egótico que surge una y otra vez y va "ocupando sitio" para amar. Y de esa forma cada uno logra su mejor personalidad.
Enamorarse es como encontrar un gran tesoro y quedar fascinados por él. Esa persona nos ilumina el universo entero, capta todo nuestro interés, y queremos conocerla a fondo, tenerla siempre cerca, en los momentos buenos, y en los menos buenos…
Y ese amor se concreta en el compromiso: la forma de hacer del enamoramiento incipiente algo estable que dé su energía y su calor en todas las circunstancias de la vida. El compromiso nos libera de condicionamientos, y da libertad para centrarse en lo importante: ¡quererla de veras!
Siguiendo el pensamiento de un gran autor y filósofo francés, Gustave Thibon, vamos a descubrir los "4 pilares" del amor. Así poder cuidarlos y tenerlos en cuenta en el día a día, para enraizarlo en algo hondo y fiable que lo sustenga de veras. Custodiar ese amor, y hacerlo crecer. Que nos dé su energía en todas las circunstancias.
Dice este autor: "La unión de los esposos para que sea sana y fecunda debe reposar sobre cuatro cosas: pasión, amistad, sacrificio y oración". Los cuatro aspectos van estrechamente unidos, pero vamos a analizarlos por separado para tratar de comprenderlos. El primero que vamos a ver es la pasión.
Dice este autor: "La unión de los esposos para que sea sana y fecunda debe reposar sobre cuatro cosas: pasión, amistad, sacrificio y oración". Los cuatro aspectos van estrechamente unidos, pero vamos a analizarlos por separado para tratar de comprenderlos. El primero que vamos a ver es la pasión.
1- PASIÓN
Es algo importante que salta a la vista, lo primero que sobreviene con el enamoramiento. Hay que tener en cuenta que los sentimientos y emociones ayudan a construir ese amor, cronstruyen "lo nuestro". El corazón también se alimenta de los sentidos... La afectividad es vital en la relación de pareja, y hay que cuidarla. Ayuda a quererse más y mejor, si se pone cabeza y corazón, pues hace sentir la dicha de hacer feliz al ser querido.
El amor sabe sorprender y admirar la maravilla de sus cualidades y fortalezas, ¡únicas!, singulares, y motivarle con ese cariño para que pueda desarrollar toda su belleza y aspectos positivos que la definen bien.
Señala Thibon que la sexualidad es la expresión más fuerte de la donación mutua, y símbolo sensible de la unión de almas. Por eso, ese lenguaje del amor comunica un mensaje mucho mayor y de más calado que la mera unión fisiológica de los cuerpos. Se necesita conectar con la otra persona. Conectar con su alma. El cuerpo es el "vehículo", pero lo que se transmite es infinitamente mayor y más profundo. Sin embargo, en la persona ambas cosas van íntimamente entrelazadas. Y sólo se llega a lo más elevado a partir de lo más concreto y efímero.
Porque, para tener una relación estable, con sólo los sentimientos no podemos ser constantes, porque van y vienen…, suben y bajan, y pasan, a veces son como ciclones que arrasan todo, y otras desaparecen. Es preciso basar la relación en algo sólido, constante, que una de veras: por ejemplo una amistad profunda. El segundo pilar que vamos a tratar.
La amistad es la que "custodia" esa pasión a lo largo de la vida. El instinto, por su naturaleza, busca ser satisfecho. Y la amistad pone esa nota de acercamiento y apertura recíproca. Este mismo autor nos aclara que destruye la soledad interior que afecta a los seres unidos sólo por instinto. La amistad los abre el uno al otro. Aunque el amor es un misterio, y parece que nunca se llega a comprender del todo a la otra persona. Y el amor vive de ese misterio.
Por otro lado, el amor es algo "vivo" que necesita del cuidado y mimo constante para que pueda crecer. Si no, se puede ir debilitando, agostando, y marchitar. Cuando no se procura amar cada día más y mejor, se acaba amando menos y peor, y luego casi sorprende que se "acabe" el amor... Hay que protegerlo de las "inclemencias del tiempo"...

La amistad es, y debe ser, el “plato fuerte” del amor en pareja: de un amor verdadero, ¡auténtico!, genuino y hermoso… Donde se ancla firme esa relación. Es lo que da estabilidad y fuerza, con sentimientos favorables, y también en épocas de pequeñas “crisis”..., en las que el amor necesita crecer y madurar. Y ayuda superarlas: les da su "savia" nueva para que se desarrolle: ¡lo nutre con esa amistad mutua!
Escuchemos al Principito: "lo hice mi amigo, y ahora es único en el mundo". Y, "el tiempo que dedicas a "tu rosa" es lo que la hace única..." Pues el amor personaliza cuando ama, apunta Unamuno.
Cada día podemos concretar un pequeño plan, una idea, o un gesto de cariño y acercamiento, para conectar con la otra persona, para cuidar el cariño y la amistad y hacerlos crecer. Y luego llevarlo a la acción... Así "poner en marcha" la capacidad de querer, y lograr un buen hábito de gestos de cariño que alimente y construya ese amor recíproco.
Sin embargo, no siempre sale solo...
Lo más profundo del amor está en la entrega de uno mismo al ser querido. Y viceversa. Esa es su esencia. A veces sale sola, y otras cuesta más. Y hay que esforzarse.
La gratuidad y la generosidad, la empatía, y saber acogerle, son fundamentales. Cada uno necesita sentirse acogido para poder darse a su vez, para poder querer. Si no, es muy difícil. Amar es desear el bien del otro, "facilitar el amor", nos advierte el gran humanista Tomás Melendo. Y como consecuencia, uno se siente más dichoso.
Dejo algunos enlaces relacionados con el tema:
Mª José Calvo
Optimistas Educando y Amando
optimistaseducando.blogspot.com
@mariajoseopt
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URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/01/los-cuatro-pilares-del-amor.html
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