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domingo, 29 de noviembre de 2020

LOS PILARES DEL AMOR II



LOS "PILARES" DEL AMOR... II



Hablamos mucho del amor, pero, ¿cuál es el fundamento de un amor auténtico?, ¿cuáles son los "pilares" en los que se sustenta para que pueda perdurar y crecer en el tiempo?...

Siguiendo el pensamiento de Gustave Thibon, vamos a seguir con "los 4 pilares" del amor. Así poder cuidarlos en el día a día, para enraizarlo en algo hondo y fiable que aporte estabilidad, y sentido a la vidaCustodiar ese amor como la joya preciosa que es.

Thibon señala: "La unión de los esposos para que sea sana y fecunda debe reposar sobre cuatro cosas: pasión, amistad, sacrificio y oración". Todos íntimamente relacionados.

Hemos visto la pasión y la amistad, (dejo enlace abajo), y vamos con el sacrificio gustoso por el otro...





1- PASIÓN
2- AMISTAD


3- SACRIFICIO

Lo más propio del amor es la entrega y donación de la persona al ser querido. A veces sale sola, cuando los sentimientos empujan con fuerza, y otras cuesta más. Pero, ser conscientes de la gratuidad y la generosidad, de la empatía, y saber acogerle, son fundamentales. 

Es necesario desplazar el centro de interés desde el yo hacia el tú del otro, como tantas veces comentamos. Además, cada persona necesita sentirse acogida para poder darse. Si no, es muy difícil. Conquistar una reciprocidad en el dar y recibir, que da vida al amor. 

Muchas veces la alegría tiene sus raíces en forma de sacrificio gustoso por quien se ama. No es algo contradictorio. Nos sentimos dichosos cuando hacemos algo por la otra persona, cuando la amamos de veras. Tener gestos y detalles de cariño, delicadeza y servicio es propio de los que aman. Y no "cuesta" mucho, precisamente porque el cariño vence dificultades y perezas... Se hace con gusto.


Sin embargo, el “divorcio express” tan de moda, ha hecho que esos valores imprescindibles de la entrega y la generosidad, del sacrificio, hayan caído en picado. A cambio surge la comodidad del propio yo, mirando sólo lo que agrada a uno; el cálculo egoísta del “me apetece”

Así avanza el individualismo, que despersonaliza y nos aleja de los demás. En el amor, hay que "olvidarse" de uno mismo para querer de veras a la otra persona. Es decir, ponerle en el centro del propio corazón. Esto exige sacrificio en ocasiones, pero se vuelve "agradable", y siempre compensa: alimenta ese amor y nos hace más dichosos. El corazón es feliz cuando ama.




Nos recuerda Gustave Thibon, y tantos otros, que la primera condición de la felicidad es no buscarla... Estar dispuesto a renunciar a algo por la otra personaEl amor precisa cambiar la perspectiva hacia el tú del otro, buscando su bien, como ya apuntara Aristóteles. Ayudarle a lograr su plenitud, su mejor personalidad, que estará relacionada con su capacidad de amar.

Para ello primero es necesario aceptarle tal cual es, dejarle ser a fondo quien es, con su modo de ser, y albergarle en el centro del corazón. "Abrazarle" con la fuerza del cariño que todo lo puede.





En muchas ocasiones, es preciso olvidar los propios gustos para atender a la persona querida. Ofrecerle algo que le gusta, le hace ilusión, o necesita. Saber sus anhelos más íntimos, lo que le entusiasma, y su forma de sentirse querido, querida... Su lenguaje del amor favorito. Esto te lo cuento en el post "comunicar el amor". De ese modo los gestos y expresiones del amor le llegarán mejor: en su "idioma".


Cuando se pone cariño parece que no cuesta tanto, porque el hacerle feliz nos llena el alma. Ese sacrificio se torna gustoso. Los enamorados piensan en el ser querido, y no tanto en ellos mismos.





Es necesario liberarse de las “ataduras” sutiles del propio yo
para que ese amor pueda madurar y crecer. 


Señala este autor: "No se puede prestar peor servicio a los hombres que invitarles a ser felices, y no enseñarles al mismo tiempo que no hay auténtica felicidad sin algo de victoria sobre sí mismo y sin sacrificio". 

De ahí la importancia de una voluntad entrenada en el día a día, para tener mayor autodominio y libertad para poder querer efectivamente. 

Tener voluntad es saber controlar los impulsos, los estados afectivos, aplazar gratificaciones instantáneas, y plantearse objetivos valiosos a medio-largo plazo, e intentar conquistarlos.






                                                            ***


Por otro lado, el amor se nutre de lo cotidiano, de gestos y atenciones y servicios, pero también de los pequeños deberes y dificultades de la vida. Todo alimenta al amor.

Cuando los dolores y sinsabores de la vida se llevan en equipo, unen más y el amor sale fortalecido. De ese modo, no alteran la fuerza del amor. La vida no es de color rosa, y lo aparentemente duro y doloroso también puede alimentar el amor. Lo aquilata. Lo depura de falsos oropeles. Apunta a su esencia. Y une más a esas dos personas.






Vamos con otro de los pilares: lo espiritual y trascendente.



4- ESPIRITUALIDAD


Compartir una vida espiritual sana es un fuerte anclaje. Y un fantástico remedio sanador en cualquier circunstancia, especialmente en momentos más difíciles o críticos. Es algo que realmente une y va estrechando la relación. Además, aporta una motivación más honda, más importante y sólida, y fuerza adicional ante las dificultades y sufrimientos de la vida. 

Porque, la relación se alimenta de lo más material y tangible, pero, también se alimenta de lo espiritual, que está a un nivel superior. Es lo que siempre perdura a pesar del tiempo y de los contratiempos… Incluso se puede crecer en ello, uniendo más y más a esas personas. Con esta luz, fuente de vitalidad, y el paso del tiempo, esa unión de los dos en una "nueva unidad" se hace más real. El amor madura, se pule y se renueva, y cobra "poso", como el buen vino en barrica de roble.

Se trata de descubrir algo que va más allá de lo que "vemos" y "tocamos", o de lo que sentimos. Contar con lo trascendente, que se percibe por la razón y la afectividad, por la estética que decían los clásicos. Descubrir asombrados la belleza de esas realidades tan sorprendentes, que aportan motivos altos y profundos, y nos dan fuerza e ilusión en nuestro actuar cotidiano.

Nos dice Thibon de una forma un tanto poética, "el ruido nos llama sin cesar a la superficie de nosotros mismos y, a causa de la repetición indefinida de ese movimiento centrífugo, nos priva de la sintonía con esos ritmos profundos que hacen de nuestra existencia lago parecido a un cántico."


Necesitamos
 silencio e introspección, estar a solas con nosotros mismos en nuestra propia morada. “Salvar el silencio interior, y todas las voces secretas que no se pueden oír más que en el silencio: la voz de la conciencia, la voz de la sabiduría, y, en el centro mas íntimo la voz de Dios."






La persona es un tanto limitada en la superficie, pero infinita en su profundidad. 
Está llamada a pervivir más allá del tiempo. Tiene anhelos de belleza, de eternidad… Y el amor está implicado en todo ello. Más bien es lo único que vale la pena. Poner una chispa de amor en las situaciones cotidianas de la vida.


Este componente espiritual ayuda a comprender y dar un sentido y propósito más profundo a la vida, como dijera el doctor Viktor Frankl. Y es hallar la trascendencia de nuestras pequeñas acciones, ver la realidad con más relieve y hondura…, como en tres dimensiones. Incluso en circunstancias desoladoras, o de gran sufrimiento, como le sucedió a esta gran persona. Todo lo que hacemos tiene "ecos de eternidad"... 


Siguiendo con Thibon, él hace notar que, el verdadero centro del hombre es su sed de libertad hacia el infinito. Este plano no se encuentra con una visión chata, materialista y miope de la vida...




Sin embargo, a veces es difícil conjugar temas concretos con otros más elevados, como la espiritualidad. Por eso, ante un conflicto entre lo más material y sensible, y lo espiritual, siempre apostar por el amor, que es lo que unifica ambas realidades, y el “todo” del hombre. 

Lo que une la vida más prosaica y cotidiana con la esencia del amor: ese ideal que luchamos por hacerlo real día a día. Lo que estamos llamados a ser. Y donde se ancla ese “germen” de eternidad al que todos aspiramos, que además nos vivifica. 





Para acabar, con paciencia y voluntad entrenada, con empeño en querer, aunque a veces cueste, o cueste infinito, incluso duela, "al final siempre vence el amor, y sale purificado y aquilatado de falsos oropeles. Madura y se hace más hondo y desprendido, de mayor calidad. Un
a fidelidad viva...




Porque, como sugiere Thibon, y muchos otros autores, "el secreto de la perfección esta en hacer las cosas más pequeñas con el amor mas grande". Estamos en este planeta para aprender a amar, y llevarlo a la acción. Y de ello depende nuestra felicidad, y la de toda la familia. Lo cual redundará en círculos concéntricos llevando el "buen olor y buen ambiente" por donde pasemos. 






Si cada uno, cada pareja, cada familia, hace ambiente en la sociedad, será un motor de cambio potente. Porque, recordando a Juan Pablo II, "toda la gran red de las relaciones humanas nace y se regenera continuamente, a partir de la relación con la cual un hombre y una mujer se reconocen hechos el uno para el otro, y deciden unir sus existencias en un único proyecto." Algo de veras entusiasmante y trascendente. Tenemos grandes cosas por hacer... y dependen de nosotros, de nuestro empeño por querer a los que debemos querer.




Espero que te haya gustado, que comentes y compartas con tu familia y amigos.
¡¡Muchas gracias!!




Dejo algunos enlaces relacionados:






Los-cuatro-pilares-del-amor I (primera parte)

  
                                                                                                         

                                                         



                                                       Mª José Calvo
                                        Optimistas Educando y Amando 
                                        optimistaseducando.blogspot.com
                                                       @mariajoseopt
                                                      


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/11/los-pilares-del-amor-ii.html

sábado, 7 de noviembre de 2020

ADOLESCENTES Y PANTALLAS I



                               ADOLESCENTES Y PANTALLAS I

                        
Siguiendo con algunas entradas sobre adolescentes, podemos repensar un poco el uso que hacemos de pantallas en familia, cuidando el cerebro de nuestros hijos, tanto en primeras edades como en esta etapa adolescente tan crucial. Vamos a ver los porqués...


Las "pantallas" están diseñadas para atrapar la atención sin apenas darnos cuenta. Hay una industria detrás de ello y se ha invertido mucho estudiando el cómo.


El cerebro de los hijos es, por así decirlo, muy sensible a todos los estímulos, pues apenas está desarrollado. También en adolescentes, cuyo cerebro está en pleno cambio y reestructuración de sinapsis y circuitos neuronales. En ellos se están formando y asentado las estructuras básicas que utilizará toda su vida. Cuidar esos dos momentos en especial es vital.





Muchas veces las pantallas dificultan o retrasan el buen desarrollo si se usan de forma indiscriminada. Y nunca, en los pequeños. Además, ese tiempo no lo dedican a vivencias y aprendizaje en el mundo real, en el que se da precisamente el primer aprendizaje y más básico, por ser experiencial, vivencial, y la relación con los demás, fuente de configuración de la personalidad y de la afectividad: un componente eminentemente humano imprescindible. 



* Estudios... 

Se ha visto en un estudio con un número importante de niños, avalado por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que el cerebro en edades tempranas es diferente cuando pasan tiempo frente a pantallas. Aumentan las zonas que procesan estímulos visuales, pero disminuye la capacidad lógica y del lenguaje, de veras importante para todo, porque el uso de la tecnología impide que se desarrolle adecuadamente.

Se pierde el contacto humano, enriquecedor de por sí, donde se aprende a interactuar, a captar sentimientos y sentirse a gusto, incluso necesario para la formación de propia personalidad, puesto que cada persona necesita la resonancia con los demás para construirse a sí misma. Recordemos al filósofo judío Martin Buber: él dedica tiempo a estudiar el encuentro, y lo resume en "yo me hago gracias al tú."



Un científico y psiquiatra, Manfred Spitzer, con mucho sentido común, que ya he mencionado anteriormente muchas veces, hace reflexionar sobre el uso de los medios tecnológicos. Hace tiempo que habla del concepto de "demencia digital"... Y de la importancia del aprendizaje personal, de la figura de los padres y el profesor para estructurar el conocimiento, de la capacidad de la inteligencia y el pensamiento, y del retraso de la maduración y el aprendizaje que pueden producir las pantallas, especialmente en niños, hasta incluso adolescentes. Te lo cuento en otras entradas.

La educación de una persona siempre será de tipo analógico. Hace falta aprender en familia lo importante de la vida, interactuar con los demás, atender a los sentimientos, mirar a los ojos, sentirse querido, saber sorprender, imaginar, ayudar, tener ilusión por descubrir, aprender a querer...


Otro neurocientífico, Michel Desmurget, señala que se ha observado que el tiempo que se pasa ante una pantalla por motivos recreativos retrasa la maduración anatómica y funcional del cerebro, por diversas redes cognitivas relacionadas con el lenguaje y la atención. Por eso apunta este autor que los nativos digitales son los primeros niños con un coeficiente intelectual por debajo de sus padres. Algo realmente preocupante...


Las capacidades humanas, tan propias de una persona, como la sonrisa, la comprensión, la empatía, unas palabras de aliento, la creatividad y la imaginación, la memoria tan relacionada, y el propio pensamiento, que depende de todo ello, las relaciones personales y la amistad, ¡los sueños...!, con el uso prolongado de pantallas se van perdiendo. 




* Adolescentes...

Aterrizando en los adolescentes, debemos ser un referente para ellos, también en este mundo virtual. Y aunque parezca que ellos "saben" más. Cuando se acostumbran al uso de pantallas ya no se sienten tan seguros en las relaciones personales, ni quieren fomentarlas. Les cuesta conversar, mostrar empatía, relacionarse... Van a lo fácil, a lo que conocen mejor y no requiere habilidades personales. Algo también muy preocupante. 

Lo ha estudiado otra experta, Sherry Turkle, profesora del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts. Dice que es como "la comida rápida": fácil, pero poco saludable. Ella habla de la relevancia de la conversación cara a cara y las capacidades y habilidades que desarrolla, además de conectar con la otra persona. Lo desarrollo en otro post sobre "conversar".







Pongo 3 puntos para comentar y profundizar este tema, a modo de índice, que iremos desarrollando en esta entrada y en otras más.

1) Ideas a tener en cuenta
2) Dependencia y efectos negativos
3) ¿Qué hacer en positivo?



1) Ideas para tener en cuenta


1- Conocer el desarrollo del cerebro y sistema nervioso. Este estrato anatómico y funcional madura como en una onda, desde zonas más básicas, internas, y posteriores, a otras más complejas, más externas, y anteriores, con las funciones superiores de la persona, relacionadas con la corteza frontal. Y no finaliza hasta los 25-30 años, o incluso más. 

De ahí que sea vital respetar los ritmos naturales de crecimiento de la persona. Los niños, y también los adolescentes, necesitan relación con un tú, experiencias vividas, movimiento, ejercicio, autonomía, pensamiento, y sobre todo cariño. Te lo cuento en "familia, cerebro y tecnología". (Dejo abajo el enlace).

También una vida sana respecto a comidas y sueño..., fundamental en ese conformarse del sistema nervioso y el cerebro, además del ejercicio físico o el deporte, que ayuda a esa modelación de redes neuronales y conexiones cerebrales que van formando el "conectoma" de cada uno.


Centrándonos en la adolescencia, a la par que va madurando su cerebro van descubriendo y afianzando su personalidad y su identidad, y va madurando y estabilizándose la afectividad, tan esencial en la vida del ser humano, creado para amar y ser amado.

En esta etapa es frecuente la inestabilidad afectiva y los altibajos emocionales. Y es debido a que el estrato anatómico de lo más emocional, el sistema límbicoestá hiperfuncionante, debido al ascenso de hormonas sexuales en sangre, bien sean los estrógenos, o la testosterona. De esa forma va madurando todo ello. Y la parte más racional, la corteza prefrontal, está todavía mucho más inmadura. Ellos tienen muchas emociones exaltadas e intensas, las ven con mucho colorido, y en ocasiones se ven desbordados por ellas. Además valoran mucho su recompensa, a la vez que tienen poco pensamiento y autocontrol, porque su corteza prefrontal madura más tarde. Y carecen de experiencia... Una combinación "explosiva".






Posteriormente el sistema límbico hace conexiones a otras áreas, especialmente al cortex cerebral, y en concreto a la corteza prefrontal. Así se interrelacionan ambos y se puede poner pensamiento antes de dejarse llevar por una emoción o impulso sin más. Pero esto madura mucho más tarde. Esta corteza prefrontal se encarga de lo más complejo de la persona: el pensamiento analítico y crítico, la toma de decisiones y planificación, el control de impulsos, la voluntad, la empatía... Te lo cuento en "8 ideas con adolescentes", y, en "plasticidad cerebral en adolescentes".


Aunque es un proceso natural de maduración, que lleva su tiempo, a los adolescentes hay que enseñarles a tener recursos para usar el pensamiento, a pensar por cuenta propia y ponderar las cosas, a aprender a retrasar una gratificación, a imaginar soluciones con calma. En este sentido es bueno darles tiempo para pensar o anotar ideas, o hacer un planning en diferentes ámbitos. Y ayudarles a entrenar el autocontrol y el señorío de sí mismos: saber esperar y no sucumbir al primer reclamo. Tener voluntad, saber posponer una recompensa.


Por eso, entrenar la voluntad para acometer pequeños objetivos, metas, retos. Primero a corto plazo, para luego ir ampliando. Y necesitan tiempo para reflexionar, conocerse, para dormir en profundidad el tiempo que necesiten, escuchar música y disfrutar, amigos y deporte..., porque todo eso les ayuda en su maduración. Te lo contaba en otro post sobre el cerebro adolescente y la afectividad. Deben ir aprendiendo a conjugar los dos aspectos.
     


      

2- Tecnología: ser cautos, pues repito, están diseñadas para enganchar. Cuidar las cuatro "coordenadas": lugar, tiempo, compañía y contenido. Con chicos mayores también es necesario cuidar los cuatro aspectos que comentamos. Valorar los silencios que construyen, para conocerse, pensar metas..., planear, y relacionarse.

Y es importante que piensen qué hacen en ese tiempo: no es lo mismo que estén consultando un dato, aprendiendo con un tutorial, contestando correos, viendo vídeos, chateando con amigos, perdiendo el tiempo en las redes, o escuchando música. Que reflexionen sobre a qué dedican su valioso tiempo... y que planeen y organicen lo que quieren hacer, incluso anotarlo, para no perderse en mil cosas al navegar sin mucho rumbo, o atrapados en los múltiples estímulos que los rodean. 







3- Acompañarles: mucho diálogo... Contarles nuestras cosas desde pequeños, abrirles el corazón según la edad, escuchar sus preocupaciones cuando ellos quieran, ver más allá de lo que dicen con palabras. Atenderles. Conectar. Es primordial construir confianza, abrir canales, mostrar comprensión y empatía sin dejar de exigir lo necesario..., pero con comprensión. Sin esa base será más difícil en etapas adolescentes, aunque nunca es tarde.

Los padres, formando "un solo equipo", sin grandes discursos, les podemos ayudar siempre. Acompañarles les da seguridad y ven un referente al que imitar por la fuerza del cariño. Sin discursos. Que se vayan responsabilizando; si no, siempre estaremos para ayudarles y darles apoyo y amable confianza. 









4- Vivir valores humanos y virtudes. Es algo que hacemos en la propia familia, y lo ven desde bien pequeños: formarles en valores que no pasan de moda, porque están basados en principios, e intentar hacerlos vida. Con integridad y coherencia personal..., que habla por sí misma, y tanto valoran.


Resaltaría la importancia del ambiente familiar, confiado y alegre, en el que el cariño es lo importante: ayuda a ser mejores y a pensar en los demás. Así fomentar las cualidades y virtudes de cada uno, tener detalles de atención con todos. 

Guerra al individualismo, si no queremos hijos "blandiblug" que no sepan afrontar retos. Animarles a entrenarse en autodominio para ser más libres y poder enfocarse en algo que merezca la pena. Metas nobles y valiosas, aprender a querer a los demás... algo vital para el ser humano, y fuente de verdadera felicidad.

Por eso son primordiales unos buenos hábitos y virtudes que forjen el carácter y la personalidad, que les ayuden a ser auténticas personas, a madurar, cada uno a su ritmo, con su singularidad característica y única. Especial.



Unas ideas en el mundo virtual... 

Por ejemplo, autodominio para planear y organizarse en el tiempo, horarios y tareas. Cualquier cosa personal no se airea en las redes, aunque "todo el mundo" lo haga... Respeto, empatía, amistades reales, saber compartir cosas positivas que aporten algo a los demás. No limitarse a ser consumidores pasivos de lo que les llegue..., tener pensamiento crítico, crear algo de valor. De ese modo humanizar el trato, también en ese mundo virtual.





5- Necesitan un buen modelo, coherente, mucho más que discursos... Pensar qué referente les mostramos, también de uso de pantallas, bloqueando y respetando tiempos juntos, comidas, tertulias... Mirar a los ojos para llegar al corazón. Sin pantallas. Con calma. Saber escuchar, antes que hablar.

Desconectar para disfrutar de la convivencia con quienes más queremos. "Saturar" de cariño y buen hacer el ambiente familiar, que es energía vital, lo cual es un antídoto contra las influencias negativas del exterior que dañan a la persona, y los adolescentes son tan vulnerables.


Y el autocontrol personal ¡es vital!, entrenarse en ello en los diferentes ámbitos. A todos nos puede costar, pero hay que poner empeño en atender a los que tenemos cerca y queremosY los hijos lo aprenderán viendo cómo lo hacemos, y cómo tratamos a los demás, aunque a veces podamos fallar... Pero volvemos a la brega.






6- Se puede hacer un planning familiar o personal: todos implicados para ayudarse y crecer en algún aspecto. Por ejemplo, elaborar uno en familia según fortalezas, cualidades y talentos, o con referencia a los puntos más importantes y necesarios a transmitir según las edades, para intentar vivirlos. Ver qué objetivos y metas valiosas se quieren alcanzar. Incluso ponerlo en un lugar visible para no olvidarse. O un enunciado de "misión familiar"... Y unas directrices con las pantallas para que no invadan la vida en familia.


En este sentido, puede ser más que interesante tener un parking de móviles en casa para dejarlos allí en diversos momentos. Dar ejemplo. De ese modo disfrutar de las relaciones personales y de la amistad entre todos, fuente de plenitud personal, donde se forja la personalidad de cada uno.


* Algunas ideas prácticas que quizá te puedan servir

-- Cuidado con las redes sociales, con lo que los lleve a ser competitivos con los demás... Educar en la cooperación y la amistad desde pequeños, que es lo que todos queremos. Las redes hacen justo lo contrario. Si no, aparecen problemas de autoestima... de sólo ver el cuerpo y no a la persona, trastornos alimenticios..., hipersexualidad por doquier, etc.

-- Las pantallas se quedan en el salón por la noche para cargar. Todas.

-- Se puede dar un móvil con mínimas cosas: para llamadas, cámara, whatsApp, quizá mapas... 


-- En casa entrenarse en autocontrol. Si hay que hacer algo, sus encargos, tareas... no quedar enganchados al móvil. Si no, es que no tienen suficiente autocontrol... y hay que posponer. Y los padres debemos ir siempre por delante.



Además, los adolescentes pueden pensar cómo organizarse, qué cualidades les gustaría tener o desarrollar, partiendo de sus características, algunos objetivos pequeños cada día, quizá otros en otros ámbitos o con las pantallas... etc., y elaborar su propio plan de acción personal. Así se van entrenando en pensar con calma, planear, organizar, visualizar retos... Y luego luchar en ello. Una y otra vez.




Es preciso controlar los tiempos de pantallas, porque todos nos acostumbramos a su uso, pues están diseñadas para eso: atrapan la atención y dispersan la mente. Parece que facilitan muchas cosas, se llega a gente lejana, pero uno se habitúa: no son inocuas ni neutras. ¡Crean dependencia!, y luego dejan un vacío interior que reclama mayor interactuación. Te lo cuento en el post "pantallas y dependencia", o, en "adolescentes y tecnología II". Además se banaliza la amistad, las relaciones, se crea un mundo semi-ficticio, y las relaciones digitales no nos "llenan".




7- Mucha comprensión y empatía con ellos. Usar las "neuronas espejo": que se sientan de veras valorados y queridos. Eso les aporta buena autoestima, algo que necesitan, junto con optimismo, pues se sienten inseguros por tantos cambios y precariedad en ocasiones. Por ese motivo a veces se muestran prepotentes, y a veces con conductas desconcertantes. Comprenderles es el primer paso para ayudarles. Sin discursos, con cariño e interés, mostrando un buen referente. Te cuento ideas en "Soltar amarras". 

Conectar con sus intereses... para conectar con ellos. Confiar. Sin confianza no podrán ser libres, y sin libertad, aún a riesgo de que se equivoquen, como todos, no aprenderán a ser responsables y a pilotar su propia vida. Y necesitan entrenarse muchas veces: no lo lograrán a la primera... Saberlo da paz y pone empeño.









Unas ideas claras de G. Thibon, un gran pensador, sobre tecnología en unas conferencias recogidas en "Los hombres de lo eterno", hace ya muchos años:

"El hombre del siglo XX es víctima de que se haya roto el equilibrio entre su poder sobre las cosas y su capacidad de vida interior"...

"El hombre moderno corre el peligro de no ser más que un cerebro que gira vacío entre el cielo y la tierra, gracias a un materialismo sin sangre y a un falso idealismo. 

Para evitar este riesgo, debemos volver a entrar en contacto con las dos grandes realidades con las que ningún artificio interfiere: la naturaleza, obra de Dios, y Dios mismo".




Dejo para otro post la dependencia, y cómo actuar en positivo...




Espero que te haya sido útil alguna idea para intentar vivir algún aspecto concreto. Puedes compartir con amigos. 

                                    


                                              Mª José Calvo
                                   optimistas educando y amando
                                              @Mariajoseopt    



Dejo algunos enlaces anteriormente comentados y relacionados: 


Adolescentes-soltar-amarrras 

6-claves-con-adolescentes






                                                                                      

                                                          
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/03/adol-y-pantallas.html