EL AMOR NO TIENE “SOMBRAS”…
Leía en un artículo: “La sexualidad es tan bella que no se merece nada menos que estar protegida por el amor.” Me pareció muy acertado, porque la sexualidad es un bello misterio donde el amor personaliza. Es algo tan grande, tan bello, tan bueno y maravilloso, que sólo cobra su verdadero sentido, y despliega su potencial, en el marco apropiado: un amor auténtico.
Y, ¿qué es el amor?
Amar es “ser especial” para el otro, y viceversa. Descubrir a alguien que nos hace volar y dar lo mejor de uno mismo. Es confiar, es saber que hay mucho bueno y bello en él, o ella, que lucha por salir. Y es darle la oportunidad de que lo exprese: permitir que lo desarrolle, de ese modo a su vez querer.
Y es hacerle descubrir que es único y digno de atención. Ayudarle a ver su valor incalculable, su belleza, y el sentido de su existencia. Y manifestar al otro la alegría de estar a su lado, de apoyarle, de ayudarle, de animarle a conseguir su mejor versión. Porque, esa mirada de cariño hondo permite ver sus cualidades y talentos.
Amar es desear el bien del otro, en cuanto otro, como dijera Aristóteles, y alegrarse de su felicidad. “Tener hambre juntos, no devorarse el uno al otro”... señala Gustave Thibon.
El amor es una relación entre dos personas de igual dignidad. Es un diálogo entre el dar y el recibir entre dos que se quieren. Una corriente de ida y vuelta, un acoger y un ser acogidos por el ser querido. De ahí la importancia de la reciprocidad, y del buen feeling en pareja. Te lo cuento en ese artículo.
Y la base de la relación es el respeto y el cariño, porque le consideramos muy valioso y le admiramos, digno de ser querido: es ¡una persona!, con toda su grandeza y maravilla.
Por eso, cada uno ama y es feliz en la medida en que se preocupa del otro, de hacerlo feliz, de procurar su realización. No se trata de "someterlo" a los propios gustos, sino de reafirmarlo en su persona, en sus cualidades y capacidades, en eso específico suyo que lo singulariza.
Respecto a la sexualidad, podemos hacer un inciso. El universo se rige por unas leyes naturales, que las seguimos sin apenas darnos cuenta porque están inscritas en nuestra naturaleza, en nuestra biología. Son saludables, buenas, ecológicas, y nos hacen felices.
Pero el hombre, como es libre, a veces, en vez de orientarse por ellas y caminar hacia una meta valiosa, que en eso consiste la libertad, se aparta de su naturaleza, la “rompe”, y se encamina hacia algo sin sentido… que le atrapa. Y le produce un estado de vacío, de tristeza, de infelicidad. Porque, todo lo que se hace en contra de la naturaleza pasa factura y no nos llena. No nos hace felices: al contrario, nos deja la sensación de que no vale la pena...
Y, ¿qué decir de la sexualidad? Para que una relación sea sana, la unión debe realizarse en todas sus dimensiones personales: afectiva, emocional, corporal, intelectual, y espiritual. Afecta a toda la persona, hasta las profundidades del ser. Por eso te lo cuento en otro post: "amar con todo el ser". Ahí encuentra su verdadero sentido.
Y el placer es uno de los elementos de la sexualidad, pero no es el centro. Si dejamos que lo sea se convierte en una trampa que nos deja vacíos. La sexualidad, cuando se la reduce a placer de receptor epidérmico, periférico, de “gustirrinín”, pierde gran parte de su sentido.
Si vaciamos de sentido al acto más importante y creativo de unión entre dos personas que se quieren, y se han comprometido, a lo más entrañable de la relación, perdemos parte de su sentido. Y al perder su significado, nos quita sentido a la vida. Entonces uno puede acabar obsesionado, desilusionado, aburrido… y además no es feliz.
Aquí debería terminar el post, pero en vistas de algunas “sombras” que hay por el ambiente, quería comentar alguna idea.
Cuando no damos primacía al amor, y pensamos en la sexualidad a secas, la sacamos de su marco y contexto en el que cobra vida, y entonces nos podemos rebajar y “animalizar” un poco… Os dejo un vídeo esclarecedor de soyamante.org. ¡Gracias!
Pero nunca es sano buscar el dolor por el dolor, y mucho menos hacer de la belleza y maravilla de la sexualidad un problema o algo patológico.
Lo que pasa, es que así se prescinde del amor, y de la dignidad de la persona: lo más grande que poseemos.
Dejo el artículo que escribí para la revista #HacerFamilia...
Dejo enlaces relacionados:
Mª José Calvo
Optimistas Educando y Amando
https://optimistaseducando.blogspot.com/2015/03/el-amor-no-tiene-sombras.html
Gracias por el artículo, me ha encantado!! Lo doy a conocer
ResponderEliminar¡Gracias a ti, Mª Mercedes! Encantada de que te encante...;)) Un abrazo
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