BELLEZA EN LA SUBCREACIÓN DE TOLKIEN I
El mundo de J.R.R. Tolkien contiene y transmite una belleza fuera de lo común. Cuando te sumerges en él encuentras algo que antes no habías conocido. Sabe llegar hasta las profundidades del ser humano; posee algo que conecta con los anhelos del ser de cada uno. Quizá sea porque tenemos deseos de belleza en lo más hondo del corazón: hemos sido creados con sueños de infinito, con una "semilla" de eternidad, y no nos "llena" cualquier cosa.
Además, tiene un don creativo muy especial, trabajado en la base de los muchos idiomas que conoce, maneja y le apasionan, en el significado que contienen las palabras, lo que evocan y transmiten. Su carga semántica y los mundos que ilumina desde esos lenguajes, algunos de ellos arcanos y antiguos..., con mucha sabiduría atesorada.
Tolkien es capaz de interpelarnos con su obra, de crear un vínculo con cada lector que hace pensar y descubrir una realidad mejor de la que tenemos muchas veces. Con más luminosidad, alegría y esperanza. Lo que podría o debería ser... Y lo hace desde las palabras y las historias que entrañan y desvelan, ayudado de su significación y sonoridad, muchas en idiomas élficos inventados por él mismo.
En ellas perviven esas historias con gran riqueza de forma y de contenido aportando un sentido hondo, hermoso. Algo realmente bello, deslumbrante: "un todo" armonioso y cautivador que nos hace disfrutar de tanta belleza que atesora y despliega, en la que nos sumerge, que nos conmueve y alegra. Al leer su obra, uno percibe que todo en la Tierra Media está vivo... pues sabe transmitir con palabras "encantadas" esa superabundancia del ser de las cosas y su plenitud de sentido.
El Profesor ha sido capaz de iluminar un ámbito que estaba sin descubrir, como él decía, con historias memorables llenas de sabiduría para su querida Inglaterra, y para todos los que lo conocemos en los distintos confines del planeta. Porque inventar, en su sentido etimológico, significa encontrar, descubrir: "desvelar" mundos posibles que están como "escondidos", esperando que alguien que los ilumine, que hacen una llamada a lo más íntimo del corazón..
Su obra es una "subcreación" artística, como él la llama. No es "fantasía" en el sentido que muchos creen, como algo irreal, fútil, banal y sin trascendencia, sino una auténtica mitología para su querida nación. Y mito, en su sentido aristotélico, es narración, relato, y está hecho de verdad. Lo explica en su escrito "Sobre los cuentos de Hadas", en el libro "Árbol y Hoja". Por eso refleja e ilumina la realidad en la que vivimos. Muchas veces se ignora o confunde su significado, y se lo introduce en el "cajón de sastre" de la "fantasía" en su sentido peyorativo. Sin embargo es arte.
Este tema de los mitos lo hablará mucho con su amigo C.S. Lewis y otros intelectuales, como Hugo Dyson, pues es una forma de conocer el mundo a través de la luz y la belleza que emanan de ellos. Reflejan "un astillado fragmento de la luz verdadera, la eterna verdad de Dios"... que podemos atisbar en muchos matices y coloridos en su obra, reverberantes según las circunstancias por las que pasemos.
Comprende al ser humano, y no se queda en lo más superficial, sino que va a los deseos y anhelos más profundos: de inmortalidad, de permanecer, de hacer algo grande con la propia vida. Porque estamos creados para perdurar "más allá de los círculos de este mundo"..., como dice Aragorn a Arwen en su despedida. No aspiramos sólo a recuerdos...
La Tierra Media está llena de sentido, de luz y belleza. Y todo es un don, algo gratuito, cuasi mágico y milagroso que agradecer, como también descubriría G.K. Chesterton después de tiempos "oscuros"...
Llega a lo más nuclear del ser humano desde la belleza de su legendarium, lleno de historias con armonía y colorido, aunque terribles muchas veces, porque "la alegría y el dolor son afilados como espadas"..., como le ocurre a Gimli en Lorien. Por eso nos llega hondo al corazón.
En una de sus cartas nos dirá: "El mío no es mundo «imaginario», sino un momento histórico imaginario de la «Tierra Media», que es el lugar donde vivimos." Las Cartas de JRR Tolkien, Carta 183.
Su creación legendaria nos ayuda a descubrir el sentido de la realidad, a ver más allá de las apariencias y atisbar el propio propósito de la vida. La misión de cada uno, como te cuento en el post "Pinceladas del Universo de Tolkien".
Muy relacionado todo con los Cuentos de Hadas que comento en otra entrada sobre G.K. Chesterton, con quien comparte esa esencia y filosofía. Chesterton lo escribe en "La ética del País de los Duendes", o Fantasía, en su libro Ortodoxia. Una forma bonita y cualificada de literatura, no tanto para niños, porque refleja la realidad y la belleza de ese mundo. Esta capacidad imaginativa se "despierta" y toma relieve con J.H. Newman, y los intelectuales de Oxford; con George MacDonald, de quien aprendieron su forma y significado hondo, en concreto en su obra "Fantastes".
Dice el Profesor: "Creo que lo que llaman cuentos de hadas es una de las formas más grandes que ha dado la literatura, asociada erróneamente con la niñez." Y la imaginación, que recupera la belleza inicial del mundo creado a través de la fantasía.
La obra de Tolkien ayuda a aprender a mirar y contemplar la realidad, a descubrir esa belleza escondida por doquier, pues se percibe lo infinito y pleno que contiene y emana, que se refleja en mil matices e Historias, como la luz blanca se descompone en muchos colores. Y es debido a que la realidad tiene sobreabundancia de ser, está henchida de significado, es algo que se nos ha regalado. Como ya experimentara Chesterton, y por tanto algo que agradecer.
Quizá los artistas son más capaces de percibir muchos de esos matices..., y de reflejarlos en obras de arte y relatos conmovedores, vivos, que van "de mente en mente".
Descubrir y percibir la belleza de la realidad, porque todo es don, regalo, exceso de ser que rebosa verdad, belleza, sentido... Aprender a contemplar, que es un "percibir amante" de la realidad que nos rodea. Tener una mirada cálida, pues todo es "magia", un milagro, la ilusión de "encontrar algo a la vuelta de la esquina" que dice Gilbert K. con su característico asombro agradecido.
Y "magia" para Tolkien significa plenitud de las cosas, de su significado, belleza, el modo de ser natural del mundo. Ver más allá de las apariencias, llegar a lo más hondo, percibir lo que subyace tras el velo que lo cubre...
En la Tierra Media todo está como "envuelto" en magia..., en plenitud. Muy relacionado con los poderes de los Magos o Istari en su legendario, y con los Anillos Élficos que preservan y desarrollan la belleza de la naturaleza y lo creado. Uno de ellos lo guarda la Dama del Bosque en los Lórien.
Podemos aprender a ver lo que las cosas son en profundidad, con calma, con ojos nuevos, porque muchas veces nos quedamos en lo accesorio y superficial por las prisas, por no pensar, no mirar, no detenernos, no contemplar y así no poder descubrir su encanto.
Lo verdadero se nos hace accesible desde su belleza...: como la llave que abre "la puerta" de la verdad y la bondad. Porque, señalara Tomás de Aquino, "la belleza es reflejo de esa verdad", de esa realidad tan plena de significado.
En la Tierra Media de Tolkien hay mucho conocimiento del mundo y del ser humano, de las profundidades y anhelos suyos. Y ese conocimiento nos ilumina y ayuda a saber cómo somos, qué nos llena de veras, y formas de desarrollar esa plenitud, lo cual nos hace más felices. Y tiene mucha relación con la belleza inherente de todo lo creado. Estamos hechos desde la belleza, para la belleza imperecedera que no pasa... Lo intento escribir en el post: "¿La belleza nos salvará?", si quieres leer, con esos anhelos propios de la persona que nos empujan a lo alto.
Voy a comentar algunos puntos sobre este tema en el Legendarium de Tolkien:
I) Belleza y subcreación
1) Una "Subcreación" desde las palabras y el contenido que entrañan
2) Amistad y lealtad
3) Una sombra se cierne...
4) ¿El bien y el mal?
5) Un mundo polifacético
II) Belleza y nostalgia
III) Sentido, vida y muerte, esperanza
1) Una "Subcreación" desde las palabras y su significado
Te vuelvo a recomendar el libro del doctor Eduardo Segura "el mago de las palabras", del que tanto se aprende sobre Tolkien y su asombrosa Mitología. Expongo alguna de sus ideas, con agradecimiento.
Él dice que en la obra de Tolkien las palabras se usan propiamente: es decir, en verdad de lo que realmente dicen, expresan, significan, pues es filó-logo, amante de las palabras, y las lleva a su plenitud de significado. En ese sentido es el "mago" de las palabras..., además de que las conoce y las emplea de maravilla, en su sentido genuino. Y lo verdadero es fuente de conocimiento de la realidad, como la imaginacíon, y aporta sentido y significado a nuestra vida.
Tolkien quería inventar un mundo donde las palabras quisieran decir exactamente lo que significan, de forma bella. Que no tuvieran que ser metafóricas, sino literales. Un mundo realmente hermoso. Incluso teniendo en cuenta el ambiente donde se gestó su mundo: en las trincheras de la Gran Guerra... rodeado de sufrimiento.
Un ejemplo que lo ilustra muy bien, vinculado a las estrellas, algo que gran relevancia en su obra. Al principio del libro El Señor de los Anillos, cuando emprenden el viaje, hay un encuentro entre Frodo, Sam y Pippin con Gildor Inglorion y un grupo de Elfos que van hacia los Puertos. Los hobbits están siendo perseguidos por un Jinete Negro, y están angustiados; ese encuentro inesperado les "salva" y reconforta.
Frodo le saluda con estas palabras: Te estoy muy agradecido Gildor, -pues con sus cantos espanta al Jinete-, "una estrella brilla sobre el momento de nuestro encuentro"... Y crea todo el ambiente para que esa frase muestre toda su hondura y fuerza de significado. Y se quedarán con ellos a descansar y cobrar fuerzas esa noche.
Ésta es una de las primeras ideas que quería plasmar el Profesor, para la cual creó un mundo secundario donde se pudiera decir en un adecuado contexto... Que no pareciera una metáfora bonita, pero sólo eso, sino algo de veras real en sentido literal.
Los cantos de Gildor espantan al Espectro, y les anima a quedarse con ellos esa noche si lo desean. Ante esa invitación tan maravillosa y salvadora se quedan sin palabras... por el asombro y el agradecimiento ante un regalo tan grande e inesperado. Reposan y se admiran con ellos, también Sam, que anhelaba saber sobre los elfos.
En la despedida será Gildor quien le dese a Frodo: "Que las estrellas brillen para ti hasta el fin del camino." Y se irán agradecidos hacia Rivendell.
El profesor John Ronald Tolkien escribe lo que lleva en su cabeza y en su corazón: nos relata su creación, a "imagen" de su pensamiento y visión tan radiante y hermosa de la realidad. Porque, escribirá en Mitopoeia: "aún creamos según la ley en la que fuimos creados"...
Una subcreación de un mundo secundario desde el momento en el que comienza todo, desde el origen. Esto es muy propio suyo, y algo de enorme envergadura.
Y lo hace quien ha sufrido mucho y se ha enfrentado a la muerte desde su tierna infancia, y después en la Gran Guerra... en la que murieron sus amigos y muchas de las persona queridas por él. Y la hambruna posterior. Se hace las preguntas existenciales ante tanto dolor y sinsentido... Y quiere poner luz en el mundo.
Tolkien, en una de sus Cartas, publicada en Minotauro, carta 131, nos dice su intención:
“...tenía intención de crear un cuerpo de leyendas más o menos conectadas, desde las amplias cosmogonías hasta el nivel del cuento de hadas romántico —lo más amplio fundado en lo menor en contacto con la tierra, al tiempo que lo menor obtiene esplendor de los vastos telones de fondo—, que podría dedicar simplemente a Inglaterra, a mi patria. Debía poseer el tono y la cualidad que yo deseaba, algo fresco y claro, impregnado de nuestro «aire» (el clima y el terreno del Noroeste, Bretaña y las partes más altas de Europa, no Italia ni el Egeo, todavía menos el Este); y aunque poseyera (si fuera capaz de lograrla) la sutil belleza evasiva que algunos llaman céltica (aunque rara vez se la encuentra en los verdaderos objetos célticos antiguos), debería ser «elevado», purgado de bastedad y adecuado a la mente más adulta de una tierra ahora hace ya mucho inmersa en la poesía. Trazaría en plenitud algunos de los grandes cuentos, y muchos los dejaría esbozados en el plan general. Los ciclos se vincularían en una totalidad majestuosa, y dejaría márgenes para que otras mentes y manos hicieran uso de la pintura, la música y el teatro. Absurdo.”
Te intento transmitir algo de su creación en el post Hoja, de Niggle, con este cuento, y El Herrero de Wootton Mayor, en el que se da cuenta de que no podrá "acabar" su gran obra, y tiene que entregar "la estrella" de la inspiración a otros aprendices. En estos relatos muestra un poco su creatividad, el reino de Fantasía, el sentido de su existencia, íntimamente unido a su familia, a las personas conocidas, el don recibido tan asombroso e inmerecido, y el legado que quiere dejar..., aunque dice con verdadera sencillez en una de sus cartas: "ridículo"... (pensar eso). Pues sabe, como le enseñó su madre, que todo está destinado a pasar. Sin embargo, la esperanza salva todo.
No será sólo para él, y sí para muchos otros. Y así ha sido y será: ¡una maravilla! en la que podemos ahondar, releer, descansar, imaginar, y quedar tocados por esos destellos que siempre sorprenden y "se continúan sin fin en formas vivas que van de mente en mente", como escribe en Mitopoeia.
* Desde las palabras
Genera un universo mítico desde su percepción de la realidad, de las personas, y lo que somos en verdad. Y todo surge desde las palabras, que entrañan, evocan e iluminan historias que perviven más allá del tiempo y del espacio. Despliegan mundos posibles jamás revelados... espectaculares, que van añadiendo hermosura a los afanes cotidianos.
De hecho, uno de sus primeros poemas, "El viaje de Eärendel, la Estrella Vespertina", sería la base para descubrir y crear mundos e historias donde se pudieran decir esas palabras en un ambiente adecuado, y fueran verosímiles, posibles, hermosas... Lo escribía por el año 1914, y narra el viaje por el cielo de un marinero: "Eärendel se precipitó desde la copa del Océano"... Luego tendrá más versiones, y "crecerá" según lo va narrando.
Es lo que se propusieron un grupo de amigos, el T. C., B. S., (Tea Club and Barrovian Society), antes de la Gran Guerra de 1914: iluminar este mundo. Y algo que hizo real Tolkien, pues dos de ellos, sus muy queridos amigos, G. B Smith y R. Wilson, murieron en ella. Solo sobreviviría Christopher Wiseman, que quedó muy afectado por la experiencia tan dura de la batalla.
Más tarde, en Oxford, haría algo semejante con su amigo C.S. Lewis, quien le alentaba en cada momento a dar lo mejor en lo que iba "alumbrando" de su gran creación, pues percibía su grandeza y singularidad. Él escribiría otras historias sobre el espacio, y más adelante, cuando comprende la realidad tan verdadera e iluminadora del mito, gracias a sus amigos, Las Crónicas de Narnia.
Y ese lenguaje que crea Tolkien es distinto para cada raza, no sólo por su distinta cultura y saber, sino también porque algunos personajes llevan largos años sobre la Tierra Media, y su lenguaje es arcano y antiguo. Sabio. Por ejemplo, algunos elfos, inmortales, que atraviesan las distintas Edades, Barbol, el Pastor de Árboles, los Istari o "Magos"... etc. Y luego están los hombres, "destinados a morir", los enanos, un poco codiciosos, pero sensibles a la belleza, los medianos: Frodo y sus amigos, hobbits sencillos y alegres que hablan la lengua común, sencilla como ellos. O Tom Bombadil, un personaje antiguo, más antiguo que la Tierra, que habla canturreando poesía, pues es el modo que mejor expresa la realidad. Va por los bosques conectando con la naturaleza y la tierra, con "lo que crece y vive"...
Como apunta E. Segura, en Tolkien la palabra es "la puerta de entrada a la realidad", y lo que la realiza. Etimológicamente, real-izar, como decía Newman, significa "izar" (levantarla hacia arriba), expandirla, elevarla, hacerla real, crear mundos... Lo que él ha desplegado y "realizado" en el sentido propio que acabo de mencionar, para poder ser contemplado en su belleza. Algo espléndido y radiante. Como la luz de Eärendil... que te cuento en el post "el espejo de Galadriel".
* Con pequeños ejemplos:
** Eru, Ilúvatar para los elfos
Es muy impresionante cuando, al principio de las Edades, en El Silmarillion, Eru, "el Uno", llamado también Ilúvatar, "Padre de todos", crea y convoca a los Ainur, espíritus, vástagos de su pensamiento. Y les propone un tema musical. Así se crea la música de los Ainur, con su armonía, a pesar de las notas discordantes de Melkor, que quiere prevalecer sobre los demás. Eru, Ilúvatar para los Elfos, da una visión bella y hermosa de lo que podría ser. Entonces mediante la palabra, crea el mundo, lo hace real: ¡Eä! Se llamará Arda, "el mundo que es".
La palabra en Tolkien está viva, tiene poder creador, y "real-iza" mundos posibles desde su mente, los despliega en su potencialidad y compleción.
** Gandalf
Gandalf, que significa "el elfo de la vara", o Mithrandir para los elfos: "el que camina envuelto en plata". Bonito nombre, que, además, significa lo que él es. Buen consejero, que ayuda y anima a cada uno en lo que necesita. Es un Istari, o "Mago" para los Hombres. Pero la magia en Tolkien consiste en llevar a plenitud el ser natural de las cosas. En ese sentido es mago.
Gandalf pone camino hacia ello. Se orienta por lo mejor y aconseja bien. Caldea los corazones y anima a actuar bien. De este modo ayuda a Frodo a encaminarse a su misión, prestándole su aliento y consejo. Y será capaz de llevar la Historia a su plenitud..., con ayudas inesperadas cuando le fallan "las fuerzas", merecidas por su comprensión y actitud hacia otros, especialmente la compasión hacia Gollum.
Gandalf, el buen amigo que anima a cada uno en lo que necesita para su misión... Con su Anillo Narya, uno de los Tres Anillos Élficos, el Anillo de Fuego, enciende los corazones de las personas, anima, aconseja para realizar actos heroicos más allá de lo que pudieran alcanzar por sí mismos. Pero los deja en libertad, no obliga ni asume sus acciones.
Sus "poderes" tienen mucha relación con el fuego, en sus distintas formas. Gandalf pronuncia una palabra, y su vara de madera se enciende en los lugares oscuros: por ejemplo en las Minas de Moria. O, cuando son atacados por lobos, enciende en llamas la madera de los árboles para espantarlos... Tiene aptitudes especiales con el fuego y relación con las Águilas. Como Manwë...
El Anillo parece que se lo entregó Círdan de los Puertos al intuir su cometido en la Tierra Media... Por eso podrá enfrentarse al Balrog en Moria: la Llama y la Sombra. Gandalf es el "Servidor del Fuego Secreto"..., administrador de la Llama de Anor contra el fuego oscuro de Udûn. Y le dirá con autoridad: ¡No puedes pasar! Y con una palabra suya destruye el puente de piedra de Khazad-dûm elevado sobre un abismo. ¡No puedes pasar!, ¡vuelve a la Sombra!, le increpará.
** Los Elfos
Inmortales, por los que no pasa el tiempo, poseen gran sabiduría y aman lo bello. Tienen especial afinidad con las Estrellas, para quienes fueron puestas en el firmamento antes de su esperada llegada... Son artistas creativos y en ello entregan lo mejor de sí. Fëanor es un elfo Noldor de las Primeras Edades, muy hábil y gran artesano, que crea los Silmarilli... Tres gemas luminosas que contienen la Luz primigenia de los Dos Árboles de Valinor que nacieron con el canto de Yavanna. Una maravilla de gemas con luz propia que ilumina y reverbera. Pero Fëanor olvida que la luz no proviene de él..., y asoma la codicia a su mirada. Su actitud posesiva traerá guerras fratricidas y consecuencias nefastas en sus futuras generaciones.
Y esa luz perdurará hasta el fin de los días... En la Tercera Edad, la Dama Galadriel la recoge en un frasquito, y la regala a Frodo: "¡el cristal de estrella!", la Luz de Eärendil, quien custodió ese Silmaril surcando los cielos, la más preciada Estrella, para que le ilumine en los lugares oscuros en los que el corazón se "encoge" y entristece. "Una luz cuando todas las otras luces se hayan extinguido!"
La luz y las estrellas poseen un significado importante en su obra, fundamental. Por eso, seguir siempre la luz...
Respecto a la "magia", en el Señor de los Anillos hay una conversación entre los Hobbits y los Elfos sobre unos mantos élficos. Los Medianos creen que son mágicos en el sentido de especiales, extraordinarios, pero los Elfos no les comprenden.
Y les contestan: "No sé a qué te refieres... Son vestiduras hermosas, y la tela es buena... pues ha sido tejida en este país. Son por cierto ropas élficas... Hoja y rama, agua y piedra: tienen el color y la belleza de todas esas cosas que amamos a la luz del crepúsculo en Lorien, pues en todo lo que hacemos ponemos el pensamiento de todo lo que amamos".
Los Elfos ven el ser natural de las cosas, y toda su potencialidad, algo difícil de captar para los hobbits. Por eso éstos creen que son mágicos.
Por tanto, ponen el corazón en lo que hacen. Lo cual se manifiesta en ese amor que poseen por lo creado, por "lo que crece y vive", la naturaleza, las hojas y las ramas, los arboles..., el agua y la piedra, la roca... Sus obras tienen el color y la belleza de todas esas cosas. Y se percibe en esos mantos, abrigados y sin embargo livianos, y en todas las obras artísticas suyas, como los Silmarilli, con su luz originaria tan espléndida y preciada, sagrada.
Los elfos no entienden a los medianos, y contestan con un poema lleno de cosas naturales plenas de belleza, que intentan plasmar en sus obras.
** Otro ejemplo: Tom Bombadil
Como acabo de mencionar, con alma de poeta que percibe la Naturaleza viva, realmente viva. Personificada.
Y se comunica y conecta con ella mediante la poesía: las palabras cantadas. De hecho, Frodo y los hobbits lo conocen porque les salva del aprisionamiento viejo Hombre-Sauce con una canción... Él dice la realidad de un modo armónico.
Es un personaje curioso, muy antiguo, arcano, "más viejo que la tierra", con chaqueta azul, larga barba, ojos azules y brillantes, cara roja plegada en cientos de arrugas de risa. Baya de Oro, la Hija del Río, dice que es "el Señor"... Forma un todo melodioso con su entorno, la naturaleza y la tierra. Es sencillo, sin preocupaciones vanas. Muy alegre y desprendido. No le interesa para nada ni el Anillo, ni el poder. Dejo un pequeño fragmento de "Las Aventuras de Tom Bombadil":
"El viejo Tom Bombadil es un sujeto sencillo,
de chaqueta azul brillante y zapatos amarillos.
Nadie lo ha atrapado nunca, Tom Bombadil es el amo:
sus canciones son más fuertes, y sus pasos son más rápidos".
Para Tolkien la naturaleza y la Tierra Media está viva: realmente viva, pues tiene una sobreabundancia de ser, de belleza y plenitud llena de sentido. Pero en él no hay ecologismos ni nada semejante, sino un asombro agradecido por todo, pues todo es un don, un regalo prodigioso, como percibe también Chesterton. Todo lo resume en gratuidad y asombro.
A veces nosotros nos acostumbramos, y no vemos esa belleza medio olvidada..., esa plenitud que poseen las cosas creadas. Lo maravilloso por percibir y saborear que nos colorea la vida y da paz y armonía. Y el agradecimiento que surge ante semejante regalo inmerecido...
* Concepto de Mito y Verdad en Tolkien
Todo el legendarium es de veras original y creativo, fantástico. Maravilloso. Una cosmogonía desde el origen de todo. Y tiene su raíz en las palabras y las historias que entrañan y "nacen" de ellas, que "salen a la luz". También original, como señala el doctor Eduardo Segura, en el sentido de que vuelve al origen de las cosas: a su significado originario. A lo que las cosas son en realidad, y lo que significan, sin manipular, retorcer, u olvidar su sentido. Y a lo que podrían ser, a su forma más plena, que eso es "magia" en su mundo: sabiduría. De ahí su atractivo que nos interpela, entusiasma y conmueve hasta las lágrimas.
Su obra es una mitología legendaria en pleno siglo XX, a la altura de las grandes mitologías griegas. Como decía, no es "fantasía" en el sentido peyorativo que muchos piensan, sino auténtica mitología que alumbra, desde dentro del lenguaje y de las palabras, historias valiosas y arcanas llenas de belleza, sabiduría y sentido. Verosímiles. Mundos posibles jamás vistos... donde uno querría estar. Llenos de sentido, de luz, de belleza, de esperanza.
El mito es algo verdadero, pues como refiere, "la Historia y el Mito están hechos de la misma materia: la verdad". Para Tolkien, así como para los intelectuales de su entorno, y los clásicos, un mito es una narración, un relato de una historia contada. Algo como "escondido" en la realidad. Y es una forma de acceder a la verdad que contiene, como un espejo que refleja e ilumina la realidad en el que nos podemos mirar.
Tolkien profundiza y cuenta aspectos importantes de la vida mediante cuentos e historias sucedidas en nuestro mundo, pero en un tiempo imaginario. Historias que son posibles, verosímiles, incluso deseables, que ayudan a descubrir belleza y caldean los corazones.
El Profesor sabía y transmitía que la fantasía, en su verdadero sentido, "ayuda a recuperar la belleza inicial del mundo creado". Que por medio de los mitos, los verdaderos mitos, se comprende mejor la realidad. Y ha logrado hacerlo de forma excepcional.
Cada artista creativo puede visualizar y "crear" sus propias pinceladas, e ir conquistando una parcela del infinito campo de lo artístico en todos sus ámbitos. Tolkien lo hace desde su arte de contar relatos ricos en contenido, de forma portentosa y bella, en un ambiente con todo tipo de detalles que lo hacen más "real" y creíble. Relatos atractivos, hermosos, bien pensados y creados para ello, desde los muchos lenguajes que conoce y maneja muy bien, incluso inventa, que van desplegando y dando forma a su fascinante universo legendario.
Algo que narra en Mitopoeia, en el libro Árbol y Hoja. Minotauro. Explica un poco lo que le sucedió a él, y el arte de contar historias que comento. La capacidad de la imaginación de iluminar mundos "posibles", puesto que no tenía la noción de inventar nada, sino de descubrir algo que ya estaba ahí..., de "encontrarlo", pues no se percibía.
Y lo hace contando su experiencia, y su asombro, cuando se le van desvelando algunos personajes o momentos... de forma pausada y progresiva, creciendo mientras lo relataba. Luego tendrá muchas "preguntas que necesitan respuestas"... Todo con la capacidad de pensar, de contemplar, y la imaginación creadora del artista. También ayudado y alentado por sus amigos los Inklings, en especial su querido amigo Jack: C.S. Lewis.
Por eso lo llama Subcreación, pues crea algo a imagen de lo que tiene en su mente, como él ha sido creado a imagen de otro Creador...: siguiendo la misma "ley".
Y lo curioso es, que cada lector que se asoma a su creación percibe lo que a él le "dice" según su forma de ser, su experiencia y necesidades, distinto a lo que ven otras personas. Pero con un "algo" unificador para todos anclado en su esencia, y en la belleza y anhelos del corazón humano, que no podemos cambiar, ni malinterpretar o manipular con reduccionismos. Es la variada aplicabilidad personal que llama el Profesor, anclada en la libertad del lector, que te cuento en Hoja, de Niggle. No en una predeterminación desde el autor, o una relación unívoca, como sucede en la alegoría.
De ahí el pensamiento tan certero de su amigo Jack sobre Mito y verdad, que lo hablaba con Ronald. Con el tiempo descubriría lo que es realmente un mito, y diría que es "la llave maestra que abre todas puertas": "aplíquese a la puerta que se precise", pues ayuda a comprender cada situación.
Como un espejo que ilumina la vida y la realidad con su luz y su belleza, con la verdad que contiene y refleja en distintos matices, desde ese "sencillo blanco" que refracta en colores.
Por este camino, el propio Lewis entendería verdades profundas..., gracias a sus amigos los Inklings. Y quedará "sorprendido por la alegría", por el gran Mito, el Mito Verdadero que se ha hecho realidad. Te escribo sobre esto en el post "alegría y buen humor" que enlazo abajo.
En la biografía de Tolkien de H. Carpenter, nos dice: "Venimos de Dios, e inevitablemente los mitos que tejemos, aunque contienen errores, reflejan también un astillado fragmento de la luz verdadera, la eterna verdad de Dios."
Humphrey Carpenter, JRR Tolkien: una Biografía. Minotauro.
Para terminar, un fragmento de Mitopoeia, el arte de contar relatos, en el que expresa y transmite el resplandor y belleza del optimismo y de la esperanza, a pesar de los pesares y horrores que vivió..., y de la experiencia de la muerte tan cercana a él. La actitud de no rendirse y apuntar alto, hacia la luz. Siempre con esperanza, aún en medio de las sombras y la desesperanza.
"El corazón del hombre no está hecho de engaños, y obtiene sabiduría del único que es Sabio, y todavía lo invoca...
...Bienaventurados los hacedores de leyendas con sus versos sobre cosas que no se hallan dentro del tiempo registrado...
... Han visto la Muerte y la derrota definitiva, y sin embargo no querrían retirarse desesperados, sino que a menudo han vuelto la lira a la victoria y han encendido los corazones con el fuego legendario, iluminando el Ahora y los oscuros días, con luz de Soles que ningún hombre todavía ha visto."
Por eso, una de las habilidades de Gandalf, relacionada también con el fuego, es caldear los corazones..., animar a cada uno en su cometido o misión para preservar la Luz y las miradas.
Y escribirá en una de sus Cartas a Edith, su esposa: "Yo sí creo firmemente que ningún encogimiento del corazón, ni ningún temor mundano debe apartarnos de seguir siempre la luz". Algo sobre su amor romántico, reflejado en la historia de Luthien y Beren, y en otros romances de El Señor de los Anillos, lo escribiré en otro artículo.
Dejo la segunda parte, y los siguientes temas, --nostalgia y sentido--, para otras entradas.
Espero que te haya gustado, y lo puedes compartir con amigos. Muchas gracias.
Mª José Calvo
@Mariajoseopt
optimistas educando
Dejo algunos enlaces relacionados:
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2022/02/belleza-y-subcreacion-en-tolkien-i.html
No me ha gustado... ME HA ENCANTADO. dice tantas verdades y tan bonitas que pienso leerlo cada día bien por la mañana para empezar el día lleno de amor y energía o por la tarde para relajarme y hacer un examen de conciencia y poder recapacitar para restaurar lo mal hecho. Y ¿porque no por la noche? según haya concluido mi día.
ResponderEliminarGracias, mil gracias por este escrito tan maravilloso que alimenta el alma...
Celia.
Gracias Celia, me conmueven tus palabras... y me encanta que te sirva y te ayude. Tolkien es muy grande y nos dejó un universo maravilloso que refleja la belleza de lo creado, los anhelos de infinito que tenemos en el corazón. A veces olvidamos lo esencial y quedamos atrapados en pantallitas y tonterías. Gracias de nuevo, y un abrazo,
ResponderEliminarMª José