Lograr armonía familiar

TEMAS para el buscador

  • OPTIMISMO
  • FAMILIA
  • SENTIDO DE LA VIDA
  • AMISTAD
  • VALORES
  • LIDERAZGO
  • EDUCACIÓN
  • NEUROEDUCACIÓN
  • CRECIMIENTO PERSONAL
  • EDUCAR POR EDADES
  • MARCOS DEL DESARROLLO INFANTIL
  • PREADOLESCENTES
  • ADOLESCENTES
  • EDUCAR EL CORAZÓN
  • MUJER
  • AMOR EN PAREJA
  • EL PERDÓN
  • EL DOLOR
  • TECNOLOGÍA
  • PELÍCULAS

lunes, 25 de junio de 2018

CUIDAR LOS AMORES EN VACACIONES



     
     
                                      CUIDAR LOS AMORES EN VACACIONES


       
Llega el momento esperado durante todo el año… Días para desconectar y descansar. Para disfrutar en familia, y hacer actividades que requieran menos esfuerzo y nos explayen.




        
Aprovechar para compartir tiempo y cariño con quienes más queremos. Para estar más unidos en pareja y hacer equipo, en esa aventura apasionante de formar una familia.




        
La familia es el lugar por excelencia del cariño y de la afectividad. También de la creatividad, porque nace del amor. Como señala Chesterton, es como un “cuento de hadas”, un mundo incalculable con sus leyes propias y extrañas, donde cobra sentido la afectividad de cada persona y su realización como persona. Aprender a percibir las cosas con la mirada de un niño, con su asombro y mirada nueva, con saber contemplar la realidad con esos ojos que descubren lo bueno y bello, sobre todo en las personas… 





       
Porque, en familia se intenta que las personas sean lo más importante, y por tanto la relación con ellas también. Ponemos el corazón en ello.





      
Surge de su núcleo, que es el amor de los esposos, que se desborda eficaz hacia los hijos. Y ese amor se concreta y se plasma en infinidad de cosas y de detalles cotidianos que podemos cuidar más estos días. 

        
Por ejemplo, en hacer que el otro sea lo más importante para nosotros, porque lo llevamos en el corazón… Y, porque damos prioridad a nuestra relación, a cuidarla y mimarla, a custodiarla. Lo más valioso que tenemos y lo que nos da su energía para superar todo tipo de vicisitudes y retos. Así, aprender a amar, a poner del corazón en quienes tenemos cerca en familia.


        
Por otro lado, para amar se precisa una personalidad madura, que sepa enfocarse más en el tú, que en el propio yo. De esa forma, descubrir y fomentar el bien de esa persona, ayudarle a lograr su mejor personalidad. En pareja, formar una unidad-de-dos, un equipo, ser verdaderos amigos y apoyarse mutuamente.





           
Construir una relación estable lleva su tiempo y su mimo, pero siempre compensa con creces. La familia es el lugar donde nace cada persona, se siente querida, y puede lograr su mejor personalidad al amar a los demás. Muy en especial, en la propia pareja.


             
Cuidar el amor, comprender al otro en su forma de ser, de pensar, de hablar, de amar, de educar a los hijos… Tener en cuenta las diferencias entre varón y mujer. Incluso para apoyarnos en ellas a la hora de hacer un esfuerzo, para hacer equipo sinérgico y transformarlas en fortalezas.




                  
Por ejemplo, a la mujer le gusta acoger a todos en sus corazón, y es más intuitiva y sensible. Al varón le gusta resolver problemas, capta la globalidad de las cosas, y necesita que ella lo admire por sus cualidades. A ella le gusta hablar y expresar sus sentimientos. No siempre para que le solucionen los temas, sino para compartirlo y conectar con él. Maneja bien la afectividad. En cambio a él no le gusta tanto hablar de sentimientos.

        
Tener en cuenta todo esto facilita la comunicación, base para comprender, conectar y quererse. Cuidar la convivencia. Y es la forma de lograr sinergia. 

               
Pero, ¿cómo se mejora la comunicación…? Mediante las palabras, las miradas, los gestos…, sin “suponer” lo que va a decir, sino escuchando con cariño, mirando a los ojos, desde el corazón, abriéndolo de par en par. Y acogiendo al ser querido para que se pueda dar.


           
El termómetro de la comunicación es la confianza. Cuando hay confianza es fácil decir las cosas, incluso intuirlas; pero si falla, no se puede conectar bien con la otra persona. Y cuesta contar lo que llevamos en la cabeza y en el corazón...


             
Crecer en el amor, luchar por dar lo mejor de cada uno pensando en el otro. Si no, el amor se va empequeñeciendo... Estar siempre dispuestos a dar amor, y acoger lo que el otro brinda, sin cortar iniciativas…



           
Preguntarnos con frecuencia dónde tenemos el corazón es importante para ver si vamos por el camino adecuado. Si ponemos al otro en el centro de nuestros afectos, si le dedicamos el tiempo y la atención precisa…, o, si nos perdemos en mundos paralelos con tecnologías o trabajos que impiden “construir” esa relación y la familia… Porque, al fin y al cabo, lo que no se cuida y se ”riega” día a día acaba por secarse y marchitar…



       
Cuidar la familia, fruto de ese amor en pareja. Pensar algunos objetivos, y concretar planes de acción para hacerlo más real. También dedicar tiempo de tertulias distendidas, hacer ambiente cálido y alegre donde se tienen en cuenta a los demás, y donde es fácil luchar por dar lo mejor de cada uno. También lograr la participación de todos en las tareas del hogar…, mediante esos encargos y responsabilidades compartidas.

       
En esos ratos tan entrañables, se puede contar lo bueno de los demás, pensar un "enunciado de misión familiar", escuchar anécdotas, organizar encargos... Hablar de temas que interesen, comentar libros y películas de una temática concreta…, crear sorpresas y planear excursiones que ilusionen… Es decir, procurar que sea divertido, motivador y entusiasmante convivir y trabajar en la familia.




* Algunas claves para disfrutar del verano en positivo


1- Ver primero lo bueno de las circunstancias y de las personas. Destacando lo bueno que hacen, cambiando el “chip” si no estamos habituados a ello, porque es mucho más eficaz y saludable. Además crea ambiente positivo y alegre que facilita luchar por lo mejor de cada uno. Valorar el esfuerzo personal.




2- Organizar bien los encargos para que todos podamos disfrutar y descansar. Intentar simplificarlos, y así tenemos más tiempo para conversar, leer, hacer excursiones y disfrutar juntos. 

3- Participar todos en la marcha de la familia. Es la forma en que los hijos, y en especial los adolescentes, se puedan integrar mejor: haciéndoles partícipes de algunas decisiones, de la responsabilidad que conllevan, valorando sus ideas, agradeciéndolas… y que ayuden a los demás. Exigir sin "quebrar"... 


La familia es un trabajo en equipo, y hay que procurar desarrollar una dinámica familiar en la que cada uno pueda dar lo mejor de sí, pensando en los demás, y rodeado de cariño.


4- Tiempo uno a uno: primero con el esposo/a, y también con los hijos, para que se sientan queridos, escuchados, valorados y comprendidos. Para ello, primero hay que saber escuchar, no solo con los oídos, sino también ¡con el corazón! Que no es sinónimo de interrogar... Es la escucha empática que nos abre las puertas de la comprensión y del cariño.

5- Cultivando la amistad en familia. Es lo que tiende lazos que unen, por donde se intercambian sentimientos, ayuda, empatía y cariño de la mejor textura. También con las familias amigas.




6- Desarrollando habilidades emocionales. Ver cómo se sienten los demás, qué necesitan, qué les preocupa, comprendiendo, ayudando, viendo más allá de sus palabras…, para sintonizar y compartir momentos clave. Hablar de sentimientos: todo el rico mundo emocional se aprende en familia. También enseñar a poner pensamiento y controlar lo que nos hace peores personas. Que seamos partícipes de sus alegrías y dificultades, que sepan que siempre pueden confiar y contar con nosotros. Y actuar en consecuencia. 




7- Mucha "politesse", y valorar el poder del perdón, tanto al darlo como al recibirlo, para sanar heridas. Porque les queremos mucho más de lo que puedan fallar...




              
En definitiva, para alegrar la vida a todos en la familia con gestos y detalles, agradeciendo los que tengan con nosotros. Además, es una forma de motivar y estimular lo mejor de cada uno. 


      
Una frase que hace pensar, pronunciada en un Congreso mundial con representantes de muchos países...: “Si quieres la paz del mundo, ve a casa y ¡ama a tu familia!” De la Madre Teresa de Calcuta, Nobel de la Paz.




Espero que te haya gustado el post, y puedes compartir con amigos. ¡Gracias!



Dejo algunos enlaces relacionados:



      * Ambiente familiar 



      * Sinergia en pareja 

       *Vacaciones-la-vista con más actividades para el verano...
 
       *Nuestro-mejor-proyecto (amor de pareja)



       * Libros-y-peliculas en familia para el verano

       *Adolescentes-"soltar-amarrras"-I  

      

       * ¿conciliar, integrar?: "¡si-quieres-puedes!, ¡y logras sinergia!

       * Estimular la fortaleza


      
 
                                                                                                                                                         
                                                                     

                                                                                   Mª José Calvo
                                                                     optimistas educando y amando
                                                                                   @Mariajoseopt




URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2018/06/cuidar-los-amores-en-vacaciones.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El blog se nutre de los comentarios...: ¡gracias por comentar!