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miércoles, 23 de febrero de 2022

EN EL CORAZÓN CRECE LO QUE SE CULTIVA

     

                                  "CULTIVAR" EL CORAZÓN...



Sin duda lo que más nos llena son las buenas relaciones personales: que nos comprendan y escuchen, que nos tengan en cuenta, el trato amable con otras personas, los detalles de cariño y afecto... etc. ¡El poner corazón, además de la cabeza, en las relaciones familiares!, para que todos notemos y sintamos ese cariño, artífice del buen desarrollo de cada persona. 



* Anhelos de infinito

El corazón humano ha nacido para amar con un afecto puro y limpio, ¡noble! Tiene anhelos de infinito... Y necesita sentirse querido.

Decía un gran sabio, después de experimentar muchas cosas que no le "llenaban": "Allí donde esté tu gozo, estará el tesoro de tu vida. Allí donde esté el tesoro de tu vida estará tu corazón, allí donde esté tu corazón estará tu felicidad". Podemos pensar dónde ponemos el corazón...






Todos queremos y necesitamos sentirnos queridos. Tener amigos. Decía Aristóteles: "Sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes".

Por eso es necesario luchar cada uno por conquistar un corazón comprensivo, que sepa amar a los que tiene cerca. Ser sencillos de corazón, no susceptibles, sin tergiversar ideas..., sin prejuicios, sino saber escuchar, empatizar, ayudar... Lograr ser atractivos para los demás: que puedan confiar en nosotros y abrir su corazón y desahogarse cuando lo necesiten, o pedir un consejo. 









* Un cofre valioso

El corazón es como un "cofre" muy valioso, en el que guardamos la propia intimidad. ¡Nuestra morada interior! Pensamientos, sentimientos, intenciones, emociones, necesidades y anhelos, actitudes... Donde somos dueños de nuestra interioridad, podemos estar a solas y sentirnos a gusto. Y pensar cómo actuar. 

Es algo que debemos proteger: no todo hay que contarlo. Ver con quién se puede compartir y en qué momento... No ir con el corazón en bandeja para exponerlo al primero que uno se encuentre.

Además, la calma y el silencio son nuestros aliados. Ahí encontramos paz.






* Apertura a los demás: ¡alegrar!

Cada persona posee una capacidad de amar y de alegrar enorme, que debemos poner "en marcha". Aprendemos a amar en el seno de la propia familia, desde bien pequeños, gracias al amor de nuestros padres: origen de cada uno y fuente de desarrollo y crecimiento personal. 

Se trata de hacer acopio de todo ello para poder luego regalar ese amor y darlo a manos llenas. Cuando uno se siente de veras querido se "ilumina", y es capaz de lograr su mejor versión, de actuar de forma excelente y "darlo" todo pensando en los demás. "El corazón habla al corazón", diría Newman, se activa y resuena con otro corazón. Empatiza y se conmueve. Las personas mejoramos en el trato personal con los otros, al pensar antes en ellos y entregar ese cariño que vamos atesorando.








* Descubrir lo bello

Contar con la belleza es de gran ayuda. Te lo cuento en post aparte. Todo lo bueno es bello, aunque a veces nos cueste descubrirlo. Hay que educar la mirada, saber mirar, un poco de calma para contemplar la realidad. 

Lo bello nos anima y tira para "arriba". Dietrich von Hildebrand, en su libro "El corazón", señala muchas ideas fantásticas. Por ejemplo: tener un corazón capaz de amar, de afligirse y conmoverse, es la característica más específica de la persona humana.

Otro pensamiento, un poco elevado, que merece la pena repensar: "La plena apreciación de la belleza conduce a la presencia de Dios". Quizá por ahí está la escuela para aprender a querer y sentirse de veras querido...

Descubrir la belleza de ser generosos y empáticos, de comprender y ayudar, de la lealtad de la amistad... etc. Educar la sensibilidad y el buen gusto para descubrirla y saborearla. Y no solo pensando en los hijos, sino también en uno mismo, en el ser querido, en los amigos... Te lo cuento en el post ¿la belleza nos  salvará?






* ¿La solución?

Ante los problemas y dificultades de la vida, muchas veces no ayudan tanto las soluciones concretas como el que alguien nos escuche y comprenda. Que se haga cargo de la situación y nos apoye. Que nos muestre su amor incondicional. Mucho más en pareja en familia. Algo imprescindible para llegar a ser lo que estamos llamados a ser.

Cuando uno se siente querido de esa forma puede lograr lo mejor de él. Por eso es importante saber disculpar y perdonar cualquier gesto que nos duela, cualquier falta de delicadeza o cariño de los que tenemos cerca. ¡Tener un corazón grande que sepa comprender! Así no costará mucho el perdón.





Perdonar y olvidar sana las heridas y permite un nuevo comienzo. No solo el que ha fallado, sino en el otro también, pues no se "enturbia" su visión de esa persona, ni su capacidad de amar... No se convierte en un "cascarrabias". Liberarnos de las “ataduras” del rencor, del dolor, del resentimiento, para ser capaces de algo mejor apuntando más alto. 




En esas situaciones, tener una visión trascendente es de gran ayuda. Da más relieve e ilusión en la vida, y un algo esperanzado: todo adquiere mucho más sentido y sustento donde construir. 




* Cultivar el propio corazón...

Como reza el título del post, en el corazón crece lo que se "cultiva". Sembrar amor es el primer paso que necesitamos cada uno para desarrollarnos como personas. Y esto se recibe en familia. Luego, ver qué pensamientos y sentimientos dejo que entren en el corazón... Cuáles atesoro, cuáles fomento y estoy dando vueltas con frecuencia. 

Por ejemplo, ¿cómo hablo de los demás?, en tono positivo o crítico... Porque eso será lo que crezca en él. Y si se repite con frecuencia ese esquema mental, puede arraigar en profundidad, tanto para bien como para mal. Incluso esquemas mentales que son irreales.


* De ahí la necesidad de luchar por dar un toque positivo y optimista, fomentando todo lo bueno. Lo propio y lo de los demás. Aquel consejo de otro sabio: "cuando no sepas decir algo bueno de alguien, ¡cállate!". Ser leales. Nunca permitir una crítica a otros, sino sacar a la luz algo bueno suyo: una cualidad, un acierto, una virtud... Todas las personas tenemos muchas cosas buenas: ¡hay que saber mirar!, y descubrir con una mirada amable y optimista lo mejor. Te hablo de la grandeza de la lealtad en uno de los post sobre Tolkien: "Belleza y Subcreación en Tolkien".


Poner una "chispa" de amor renueva las cosas y les da más belleza y trascendencia. El amor convierte en hermoso y bello todo lo que hacemos, decimos, pensamos... El cálculo egoísta lo enturbia y ensombrece.




Por eso, rectificar cuando sea preciso siempre ayuda, y uno no se desvía del rumbo. Nos da esperanza y posibilita recomenzar con nuevos bríos, apuntando bien alto.


Cultivar el propio corazón como si fuera un jardín botánico...


Y a la vez que fomentar todo lo bueno, cortar las "malas hierbas" que siempre crecen, como en todos los jardines: pensamientos, intenciones, sentimientos..., actitudes. Antipatías, egoísmos, engreimientos, orgullo, malas contestaciones. Por eso cuidar el carácter, el tono humano, la delicadeza, la admiración por los demás, en especial por los que tenemos cerca. Descubrirlos como personas en sus buenas actuaciones, que es el modo de conocerlos bien, como apuntara Oliveros F. Otero. Te lo cuento en el post descubriendo a Mr. Banks.



Lo que no es comprensión y cariño a los demás no ayuda en las relaciones personales. Incluso puede lesionar los corazones. Mucho más en familia, la primera y principal escuela del más rico humanismo, donde nos hacemos y "rehacemos" como personas, como expresa el gran filósofo y humanista Tomás Melendo.




Por eso es importante "cultivar" el propio corazón, poniendo el énfasis en todo lo bueno, para disfrutar y querer a los demás. Cada persona "vale" lo que vale su corazón. Fomentando lo bueno y desechando lo que no merece la pena o destruye. 

De nuestra lucha por dar lo mejor de uno mismo dependen grandes cosas, además de la felicidad de los que queremos.

Estimular y hacer crecer todo lo que ayuda a querer mejor, y a manifestar ese cariño. Lo cual engrandece a esa persona, porque la plenitud humana depende en gran medida de la capacidad de amar. Conmoverse y vibrar con los demás es una de las experiencias afectivas más nobles.







* Un corazón grande para amar

Se trata de conquistar un corazón grande que sepa querer: la principal meta de la vida. Y la que nos hará felices de veras. 

Y la confianza es vital para hacer buen ambiente y permitir el desarrollo de la libertad de cada persona en la dirección adecuada. Ensanchar "las fronteras" del corazón, aprender a amar con un amor fuerte, a la vez que tierno, a quienes nos rodean. Muy en especial en familia y en pareja.

 




Por eso, poner cabeza y corazón..., empatía y comprensión en las relaciones personales. Y ser capaces de mostrar los propios sentimientos cuando proceda, con quien proceda. Abrir la intimidad afectiva, sobre todo al ser querido. Contar lo que llevamos en nuestro interior. Abrir el propio corazón para conectar con él, con ella. La relación también se alimenta de sentimientos, que reconfortan y hacen crecer el amor.





Aprender a amar “con toda el alma”
a pesar de arriesgarse a sufrir en ocasiones, 
porque el amor nos hace más vulnerables. 






 Que sepamos componer en nuestra vida "el poema" del amor,
de la comprensión y el servicio atento,
con la buena música de fondo
que nace de un corazón sencillo que quiere querer.


                    
Por eso es tan importante "enfocarse" en la vida auténtica, porque estamos en la era del escaparate. Trabajamos sin descanso una vida imaginaria en el aparentar de las redes y lo digital, y a veces descuidamos la vida real y auténtica que dijera Pascal. Donde podemos querer y sentirnos queridos... A veces nos pasamos el día haciendo "teatro" cara al público, mientras descuidamos a los que tenemos cerca y debemos querer. Quitarnos tantas "caretas" para revelar la persona que somos y podemos trabajar para mejorar, con ilusión, coherencia y optimismo.


Espero que te haya gustado, y ¡gracias por compartir! con los que más quieres.



Dejo algunos enlaces relacionados: 


 






    
                                               

                                                              Mª José Calvo
                                                              @Mariajoseopt
                                                  optimistaseducando.blogspot.com



URL:

https://optimistaseducando.blogspot.com/2022/02/en-el-corazon-crece-lo-que-se-cultiva.html

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