Optimistas Educando y Amando, con Mª José Calvo: EL FUEGO DEL AMOR

viernes, 14 de febrero de 2020

EL FUEGO DEL AMOR

CUIDAR EL "FUEGO" DEL AMOR

El amor es como una hoguera, que necesita cosas cotidianas que prendan bien, y buenos troncos en los inviernos fríos... Hay que esmerarse cada día para que nos dé su luz y su calor en todo momento.

En la relación de pareja es bueno expresar los sentimientos con palabras que acercan y crean vínculo. Pero, el amor va más allá de las palabras. Es mucho más profundo y amplio que eso.

Se ama con obras, además de sentimientos, con detalles y favores, con ilusión y pequeños regalos, con servicio atento y finura, con confianza y amabilidad, con sacrificio gustoso..., con un mensaje encendido en un momento difícil, con la sonrisa más tierna, con optimismo, besos y abrazos, con un esfuerzo por ser amable, con hacer calor de hogar, escuchando atentamente, con mucha comprensión y perdón...

Los caminos del amor son infinitos, pero todos confluyen en el bien del ser amado.

Dos personas que se quieren, y se quieren querer, se unen de por vida para suscitar lo mejor del otro, a la luz del cariño. Porque, el amor hace vislumbrar esas cualidades y esa maravilla oculta en la otra persona. Y le da energía para desarrollarlo, con la fuerza del cariño.

Centrándonos en cuidar el amor, hay que valorar lo que tenemos cada uno y hacerlo crecer. Procurar amar más y mejor, enamorase de la persona querida cada día más. Hay que alimentar ese amor con pequeños gestos que lo reaviven.

Y el compromiso en el amor es la forma de hacer del enamoramiento incipiente algo estable que aporte su energía en todas las circunstancias de la vida. Nos libera de condicionamientos, y da libertad para centrarse en lo importante: querer de veras a la otra persona. Que se sienta especial, valorada y querida.

Porque, la persona está diseñada para amar, y en ello encuentra su mayor plenitud como persona. Y como consecuencia de esa plenitud, es más feliz.

Por eso es vital aprender a amar cada día mejor. Si no, se acaba amando menos y peor..., y al final el propio ego desplaza y aniquila el amor. Y se puede poner en peligro lo que tanto se ha trabajado, con cariño e ilusión, con sentimientos entrañables, fuente de dicha y felicidad para toda la familia.