ADOLESCENTES III
MADURACIÓN CEREBRAL Y AFECTIVIDAD
En estas edades la maduración cerebral es importante, y está muy relacionada con la afectividad.
1- Y ¿qué es la afectividad?
Se podría decir que es un estado de base que posee la persona, la forma que tiene de percibir la realidad. A cada cual le afectan las cosas de determinada manera. Es lo que nos singulariza y nos diferencia de los demás, y nos hace más humanos.
Cada persona es singular, y su afectividad también es específica suya. Unas son más emotivas, más sensibles o menos, más expresivas o menos... etc. Eso va definiendo y modelando el carácter, junto con los hábitos y virtudes que va logrando.
Por otra parte, somos seres sociales, y tenemos un cerebro empático. Cuando realizamos acciones que ayudan a los demás, mejoramos como personas y nos sentimos mejor, aunque a veces nos pueda costar. La persona se trasciende a sí misma, y las buenas acciones repercuten en los demás. Y eso nos reconforta.
La afectividad aumenta la capacidad de amar,
porque nos hace experimentar
la dicha de hacer felices a los demás.
Es un refuerzo por el bien conseguido, o un dolernos por lo que no es correcto...
A la vez que va madurando su cerebro, van descubriendo su interioridad y afectividad. Pero, es frecuente en esta etapa su inestabilidad afectiva, sus altibajos emocionales. Lo cual es debido a que el estrato anatómico de las emociones, el sistema límbico, está madurando, y por tanto exaltado. Y la corteza prefrontal, que debe poner pensamiento, autocontrol..., está todavía inmadura. Son mucha emoción, y poco pensamiento y autocontrol.
Una característica importante del cerebro humano es la plasticidad neuronal, que consiste en la posibilidad de formación de nuevas neuronas, y nuevas conexiones o sinapsis entre ellas.
Lo cual significa que nuestro cerebro se adapta y modela según nuestra experiencia, forma de actuar, lo que nos emociona, los valores y motivaciones, y también por cómo nos afectan los sucesos, las personas, y cómo reaccionamos ante ello. La plasticidad es enorme en el primer año de vida, luego va disminuyendo un poco, y, en la adolescencia presenta otro pico. El cerebro debe cambiar su estrato anatómico para albergar funciones superiores.
El gran Santiago Ramón y Cajal nos dice que: “todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro". Y se hace a través de los pensamientos, actitudes y aptitudes, acciones y comportamiento, hábitos y virtudes, motivaciones y decisiones, gustos... etc.
El sustrato anatómico del “cerebro más emocional”, el sistema límbico, hace conexiones a otras áreas, especialmente al cortex cerebral, y en concreto a la corteza prefrontal. Es la que se encarga de la novedad, complejidad, el control de impulsos, el pensamiento analítico y crítico, la toma de decisiones...
Estas conexiones sirven para racionalizar y ponderar una "respuesta emocional" ante una situación. Para no responder sin más, como si fuera un acto reflejo, o un estímulo condicionado en los animales. Así poner pensamiento y ver la forma en que reaccionamos.
Pero, en la adolescencia, el sistema límbico está hiperexaltado por el ascenso hormonal en sangre, pero, la zona prefrontal todavía no ha madurado, pues es lo último en hacerlo. Te lo cuento en "pinceladas sobre el cerebro".
2- Maduración cerebral
El patrón de desarrollo y maduración neuronal se va realizando desde antes del nacimiento, hasta los 16-18 años aproximadamente. Aunque, la zona más específica del ser humano, el cortex, y en especial la c. prefrontal, tarda muchísimos años. Y es muy importante en la formación del carácter y personalidad del adolescente.
La maduración del cerebro sucede como en una onda, desde zonas posteriores, hacia adelante y arriba. Desde las capas más “primarias”, con funciones fisiológicas y vitales básicas, siguiendo con zonas motoras, premotoras, sensitivas, áreas emocionales, áreas de asociación..., hacia las más complejas y propias de la persona, como la corteza frontal, con el pensamiento, el autocontrol, la voluntad, la toma de decisiones, funciones ejecutivas, planificación, y la empatía…
Aunque es un proceso natural de maduración, a nuestros hijos tenemos que enseñarles a poner pensamiento, a ponderar las cosas, a controlarse y retrasar una gratificación, a saber esperar y no sucumbir al primer reclamo.
Entrenar la voluntad para acometer objetivos y retos. Primero a corto plazo, para luego ir ampliando a medio-largo plazo.
Las hormonas sexuales tienen un papel fundamental en la maduración del encéfalo, sobre todo en el sistema límbico, pues en este momento hay un ascenso de niveles en sangre por estímulo de la adenohipófisis.
Por ese motivo, a los adolescentes les gustan las experiencias emocionales al límite, el peligro, el riesgo, la excitación…, porque valoran mucho la recompensa emocional que les produce, y no tanto el pensamiento más racional o las consecuencias de sus actuaciones.
No son tan conscientes de los peligros inherentes, dejándose seducir por ese atractivo y recompensa inmediata. Les es difícil controlar muchas situaciones en las que se ven inmersos…, porque no tienen operativa la corteza prefrontal.
3- Consecuencias
Como el cerebro adolescente está en pleno cambio y reestructuración, dan primacía al impulso, a las emociones, más que a lo lógico y razonable. Por tanto, tenemos que ayudarles a desarrollar ese contrapunto... Hacerles pensar, imaginar alternativas antes de que sucedan... etc.
Su comportamiento, así como el de algunas personas poco maduras, está guiado sólo por emociones, y en muchas ocasiones es poco racional. No son capaces de integrar pensamiento y emoción; cabeza y corazón. No ponderan bien las cosas, y pueden caer en un emotivismo desmesurado. Y los "ismos" despersonalizan. Cuando sólo se tienen como referencia los sentimientos, y no el pensamiento, uno se puede confundir y desorientar, por no captar la realidad tal como es. Debemos ayudarles.
Tampoco tienen empatía para comprender los sentimientos de los demás... Tienen que aprender todas esas habilidades para forjar su personalidad.
Por tanto, no podemos pedirles que se comporten con total responsabilidad en muchas circunstancias. Y por otra parte, no podemos dejarles solos frente a situaciones que les desborden, aunque a ellos les guste el riesgo, o crean ser ya “maduros” y controlar.
Tienen que ir aprendiendo a pensar y reflexionar, a controlarse y posponer gratificaciones, a tomar decisiones, y enfocarse en metas valiosas. Debemos fomentar la libertad de los hijos en la dirección adecuada. Y al ir madurando, esa libertad irá “de la mano” de la responsabilidad: una libertad responsable.
En esta etapa, si antes hemos abierto canales de comunicación, podemos apoyarnos más en ellos dándoles oportunidades de colaborar, de comentar, de ayudar a los demás, de tener detalles de servicio, y ser responsables de sus encargos y tareas. La persona siempre responde con sus actuaciones a lo que de veras le importa. Ellos son los "segundos responsables" de la familia: no considerarlos como niños pequeños, sino valorarlos y tratarlos un poco mejor de lo son en ese momento, apuntando alto, abriendo horizontes.
Esto les ayuda a mejorar y madurar. Hay que ilusionarles y motivarles con optimismo, partiendo de sus cualidades, estimulando lo mejor de ellos, fomentando sus fortalezas y confiando. ¡Con todo nuestro cariño!
Esto les ayuda a mejorar y madurar. Hay que ilusionarles y motivarles con optimismo, partiendo de sus cualidades, estimulando lo mejor de ellos, fomentando sus fortalezas y confiando. ¡Con todo nuestro cariño!
Espero que te haya sido útil, y lo puedes compartir con amigos. ¡Muchas gracias!
Dejo enlaces relacionados:
* "Soltar amarras": adolescencia
* Las etapas de la adolescencia
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Mª José Calvo
optimistas educando y amando
@Mjoseeopt
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https://optimistaseducando.blogspot.com/2016/04/maduracion-cerebral-y-afectividad.html
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Gracias, es una aportación muy valiosa, aprecio todas las horas de estudio, observación y la publicación es oportuna, debido a que muchos podemos contribuir con millones a conocer este dato.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mario Rueda, me alegro que le guste, y me encanta que lo comparta con amigos... Claro que lleva horas de estudio, pero reconforta que se agradezca..., y es muy necesario para poder ayudar a los adolescente, para no verlos en negativo, aprovechar sus fortalezas, y que sean capaces de grandes metas. ¡Gracias de nuevo!
EliminarMuy buen artículo María José. Me va a servir en la orientación de adolescentes. Muchas gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro que le guste, y que le sirva en ese trabajo de ayudar a los adolescentes... ¡Gracias!
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