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viernes, 15 de abril de 2016

EL PORQUÉ DEL OPTIMISMO...

           

                      ¿POR QUÉ OPTIMISTAS...?



El optimismo es una visión luminosa de la vida. Y una forma de afrontar la realidad y de enfocar las cosas, además de un tipo de personalidad. Es la actitud con la que afrontamos la vida... Sin embargo, no se trata de esperar pacientemente que todo ocurra de forma positiva, sino que ponemos algo de nuestra parte para que eso ocurra. Si unimos el optimismo con esa actitud positiva, podemos llegar más lejos..., casi sin tanto esfuerzo.


      Como señala Elisabeth Lukas, principal seguidora de Viktor Frankl, "con una actitud positiva se puede sacar provecho hasta de la situación más amenazadora, mientras que, con una actitud negativa, hasta una estancia en el Paraíso puede resultar insoportable".


 El optimismo se puede aprender, fomentar, y contagiar a los que tenemos alrededor. Además, estimula una serie de cualidades y virtudes muy relacionadas, como el asombro, la gratitud, la alegría, la empatía, el cariño... etc.


      Sin duda es bueno ver el lado positivo de las cosas, independientemente de que las hayamos trabajado, o nos hayan sido dadas.

También ser optimista en el sentido de óptimo, de mejor, de excelencia, en lo referido a la educación de nuestros hijos y al cariño entre los padres… etc. ¡Para lograr una familia optimista y alegre!, ¡excelente!




     Si ponemos el "listón alto", nos ayuda a movilizar energías. Y significa que tenemos una meta valiosa, una misión y un objetivo como familia. Esto nos permitirá tener una trayectoria más o menos en el camino, y poder rectificar siempre que haga falta, porque las turbulencias de la vida nos pueden sacar del camino. Pero, con la meta bien clara en el horizonte, todo es posible.






      Como apunta S. Covey, entre un estímulo y una respuesta está nuestra libertad interior para actuar de una forma u otra. Esto también es ser proactivo. Se trata de actuar en base a unos valores, centrados en principios, que conformen nuestra personalidad, y no solo de reaccionar según las circunstancias o el viento que sople...

        El profesor y gran pedagogo Oliveros F. Otero solía decir, con una frase animante: “no ser de esos que les suceden cosas, sino de los que hacen que las cosas sucedan”...




*¿En qué nos ayuda el optimismo?


En primer lugar, nos aporta sana autoestima, y nos da seguridad a nosotros y a nuestros hijos, para vivir en este mundo que nos rodea. Según cómo nos tratemos y nos manejamos los padres, nuestros hijos irán aprendiendo a hacerlo. Se fijarán en nuestros referentes, y tratarán de imitarlos sin darse cuenta. Cuando todo va bien, y cuando hay dificultades... Es como abrir una "senda" de los exploradores...: vamos marcando una huella por donde ellos podrán caminar. De ahí el reto y la responsabilidad que tenemos.





   Y muy en especial, es importante en relación a enseñarles a querer, tanto con voluntad, como con sentimientos, los cuales ayudan a querer-querer, porque nos hacen descubrir la dicha de hacer felices a los demás. Es la escuela emocional de la familia. Están todo el día mirándonos, y aprenderán qué nos motiva, y cómo nos manejamos emocionalmente y cómo nos queremos de veras. Somos sus modelos, y nos tratarán de imitar.


También es necesario en nuestras motivaciones. No conformarnos con cualquier motivación, sino intentar elevarlas. Por ejemplo del nivel material o extrínseco, al intrínseco o intelectual, o incluso al trascendente. Es decir, hacer las cosas no solo por un premio material, o una gratificación inmediata, sino por la acción en sí, por la belleza que encierra, o incluso por los demás, por el bien que les va a reportar. Cuanto más altas, mejor motivan.


     Dejo un pequeño vídeo de la película El Señor de los Anillos, de la productora New Line Cinema, WingNut Films.







El optimismo ayuda a tener prestigio, sobre todo ante nuestros hijos, que es lo que más nos interesa. Para poder ayudarles a crecer como personas. Y prestigiarse los padres entre sí, haciendo notar lo todo bueno y positivo de cada uno, sus cualidades singulares y fortalezas, su esfuerzo por dar lo mejor, contando una anécdota del otro... etc.


       Ayuda a descubrir lo mejor de los demás. No estar pendiente solo de los fallos, sino mirar a los ojos, saber animar, ilusionar, percibir todo lo bueno que tienen, porque es la forma de conocerlos mejor como personas, y de estimularlo y desarrollarlo. ¡También para agradecerlo...!, porque a veces nos acostumbramos a ello, y no vemos toda esa maravilla que es cada persona. Aprender a centrarse en lo positivo es propio de personas optimistas.




Esta actitud también nos sirve para resistir las adversidades de la vida y no abatirnos ante cualquier dificultad o problema. Considerarlo como un reto, y luchar siempre. La paz en el hogar es la resultante de una lucha esforzada de cada uno por dar lo mejor de sí, pensando en los demás. La vida es un comenzar y recomenzar siempre nuevo. Es la forma de poder acometer el proyecto que nos planteamos, muy en especial el proyecto familiar.




                     
También nos permite crecer como personas, como "seres de aportaciones", en un clima de confianza y cariño, cuyo ámbito natural es la familia. Y nos genera esa autoestima saludable, porque nos apoyamos en el cariño de nuestra familia, y en las cualidades y fortalezas de cada uno, y no tanto en falsas expectativas...


Me viene a la imaginación la estupenda película de "Sonrisas y lágrimas", (The Sound of Music en original), con ese tono tan optimista y alegre en las distintas circunstancias por las que pasaron. Dirigida por Robert Wise, y producida por Filmaffinity, protagonizada por Julie Andrews y Chistopher Plummer.





       Se trata de ver posibilidades en cada circunstancia, incluso en cada problema..., para afrontarlo con ilusión, como un reto que es. Y, si luchamos por sacar a la luz y dar lo mejor de uno mismo, seremos líderes de nuestros hijos, y crecemos como personas y como familia. Así, seremos más felices, y contagiaremos a todos los que nos rodean. Porque, la felicidad, como señala Soren Kierkegaard, es una "puerta" que se abre hacia afuera... ¡hacia los demás!


         Por eso, ¡¡siempre optimistas y alegres...!! 



Me despido con una cita genial de El Señor de los Anillos. Espero que te haya gustado, y puedes compartir con amigos. Harás bien... ¡¡Gracias!!







                                                                            Mª José Calvo    

                                                               optimistas educando y amando



Dejo enlaces relacionados: 




                                                        






URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2016/04/el-porque-del-optimismo.html

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