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viernes, 24 de abril de 2020

LOS NIÑOS, LA FAMILIA Y EL CONFINAMIENTO




                       CONFINAMIENTO, NIÑOS Y EDUCACIÓN  


En este post tenemos un autor invitado, con mucho bagaje como padre, y como profesor en las distintas etapas educativas: Jose Fernando Calderero. Es Dr. en Filosofía y CC de la Educación, y Profesor de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). También con muchas publicaciones. Le damos la bienvenida a este espacio optimista, lleno de valores familiares, y agradecemos su escrito, publicado en Foro de la familia, y toda su experiencia y pensamiento. Pongo abajo enlace original. Os dejo con él.



Al asomarnos a la ventana en estos días tan especiales de confinamiento por la pandemia del coronavirus, contemplamos calles desiertas y silenciosas, un panorama que parece sacado de una película de ficción. Estamos en una situación inédita e inesperada que nos desconcierta, nos incomoda, nos pone en situaciones difíciles, algunas muy duras como la muerte de un ser querido, quizá en solitario, el despido laboral u otras muy complicadas.

Si miramos hacia dentro, también nuestra casa ha cambiado. En muchos casos hasta hace pocos días solo era un hogar algunas horas en el día; aunque incluso en esos momentos de cercanía física tampoco siempre acababa siéndolo del todo ya que muchas personas arrastraban consigo su “mundo” extrafamiliar, bien por dificultad de desconexión, bien por necesidad de programar, preparar, el día siguiente. 

En otros casos, personas que viven solas tenían el consuelo, o la esperanza, de ser visitadas por familiares, amigos.

Pero ahora todo ha cambiado, y lo ha hecho bruscamente. 

Ante este panorama, ¿qué respuesta cabe? ¿qué podemos hacer?

No hay un solo problema, ni una sola solución. La cuestión es mucho más profunda y difícil, sobre todo para quienes, quizás llevados por el frenético activismo al que nos arrastra el miope economicismo en el que estamos inmersos, centran y organizan su existencia en aspectos instrumentales, superficiales.



* Valorar mejor lo más valioso

Ante este forzado confinamiento propongo como GPS de nuestros pensamientos, decisiones y conductas la pregunta que podríamos hacernos cuando todo esto acabe: 



¿Estas difíciles circunstancias nos han ayudado a mí y a mi familia 
a valorar más lo más valioso y a ser mejores personas?







* Cada persona...

Otra gran clave que nos puede ayudar en estos días se puede deducir de los más de dos millones de euros en que se cotiza el “Tre Skilling” uno de los sellos de correos más caros del mundo. 


Si a un simple objeto se le asigna un valor tan alto por el hecho de ser único, 


¿cómo tendríamos que valorar a cada uno de los miembros de nuestra familia, 
incluidos nosotros mismos, 
si somos seres únicos? 




*Más preguntas

Cuando nos incorporemos al ritmo habitual de vida ¿consideraremos estos días como una simple anécdota a recordar? ¿Respiraremos hondo por librarnos de esta tensa situación? 

¿Echaremos de menos la cercanía con nuestros seres queridos e introduciremos cambios en nuestra rutina para que no se pierdan los logros afectivos, cognitivos, existenciales conseguidos en estos días? 

¿Qué recuerdos, qué huellas les quedarán a nuestros hijos 
de estos intensos días? 

En este sentido recomiendo leer: “Valora el aislamiento y haz de tu casa un lugar de amor, artículo que está siendo muy difundido, cuyo fondo conceptual me parece muy interesante y útil.





* ¿Qué es de veras tener éxito? 
A los profesores... ¿los valoramos ahora más?

Estamos en un mundo adultocéntrico en el que palidece todo lo que no sea el éxito social, laboral, profesional, de las personas maduras, normalmente en detrimento de las necesidades de niños y mayores. Pero quizá convendría “darle una pensada” y hacer un ejercicio de reflexión profunda sobre el valor que cada uno otorgamos a las personas, especialmente de la familia.


Nuestra inmersión vital en una cultura de consumidores nos lleva a tener grabado a fuego que “todo ha de venir de fuera” y consideramos a los niños como simples seres reactivos carentes de creatividad a los que siempre hay que estimular.



* Creatividad en los niños...

Un mejor conocimiento de la naturaleza humana nos llevaría a descubrir la enorme potencialidad creativa que alberga cada niño en su interior y que, cuando se le estimula o se le deja aflorar, le permite disponer de variados y sugerentes modos de entretenerse y aprender.


Aprendizaje potenciado en los casos en que son varios los hermanos acostumbrados a jugar entre ellos sin necesidad de “inputs” externos o al menos con mínimas intervenciones.





Es muy enriquecedor saber que hay vida más allá de la tecnología” y que a los niños les encanta, y necesitan, participar activamente en actividades diversas como, p. ej., la confección de manualidades (que no necesitan ser muy sofisticadas), hacer teatro dramatizando cuentos o historias incluso creadas por ellos mismos, grabando audios o videos, etc. 

Aunque es comprensible en las circunstancias actuales recurrir al entretenimiento digital es necesario ser conscientes de los peligros que conlleva, especialmente cuando no es interactivo. Uno de los principales efectos es que los niños perciban que los adultos están deseando “quitárselos de encima” y por eso les facilitan el acceso a los medios audiovisuales y digitales; esta indeseable actitud pasa una considerable factura en muchos ámbitos de la vida.



* Pensando sobre los "deberes"...

Si queremos ser coherentes con la idea expresada de que cada persona es única, ¿tiene sentido que, independientemente de las Necesidades Educativas Personales (N.E.P.) de cada alumno tengan que hacer todos simultáneamente los mismos trabajos y estudiar los mismos contenidos

No, no lo tiene, y algo así solo se justifica por la mentalidad despersonalizadora que subyace y alimente el sistema escolar. Ahora bien, esta es una cuestión global ante la cual, por el momento, cada familia solo puede, además de, como todo ciudadano, pensar y opinar, procurar que perjudique lo menos posible a sus hijos.



En las circunstancias que atravesamos no tendría ningún sentido que niños y jóvenes interrumpieran completamente su aprendizaje escolar. Puede ser muy interesante aprovechar el probablemente mayor tiempo disponible para incrementar el tiempo de estudio.


Es razonable mantener un sensato ritmo de aprendizajes convencionales (no olvidemos que hay muchas otras materias y cuestiones altamente formativas que no forman parte del currículo escolar).

No debemos desoír el consejo del conocido juez Emilio Calatayud: 


“Ojo con sobrecargar a los niños con deberes durante la cuarentena”,

con el que alerta de que lo primero que hay que atender en nuestro hijos es el modo en que puede cada uno asumir, y entender, este especialísimo régimen de vida.


¡Cada uno...!





En todo caso hay una consideración que no por su carácter permanente deja de ser importantísima: 

la educación de nuestros hijos se forja 
en el día a día de nuestra convivencia con ellos 

y lo hace, según las personas y las circunstancias, bien por imitación, bien por rechazo, bien por indiferencia.



Si oyen en el hogar que papá, mamá, abuelos, tíos, viven esta situación buscando culpables y criticando continuamente a políticos que “no son de su cuerda” aprenderán, por ósmosis, que la sociedad debe ser un campo de batalla y “al enemigo ni agua”. 

Si observan el afán de superación y el esfuerzo para minimizar las propias incomodidades en aras de hacer la vida más agradable al resto de las víctimas del “arresto domiciliario”, 



aprenderán a ser personas conciliadoras 
y constructoras de Humanidad. 



Y, si oyen o participan en conversaciones en las que se tratan de analizar aspectos fundamentales de la economía, la salud, la antropología, la religión con sensatez y sentido común recordarán estos aprendizajes el resto de sus días.



En definitiva, no olvidemos que, en toda circunstancia 

“la familia es el principal ámbito educativo”.







José Fernando Calderero 


Muchas gracias por tan claras y oportunas ideas para ir pensando en cada familia, e intentar hacerlas operativas en el día a día. En especial, valorar lo de veras valioso. Cada persona, sus talentos singulares, su creatividad, su capacidad de pensar en los demás, de conjugar el tú, de querer al fin y al cabo, fuente de auténtica libertad y felicidad. 



Dejo el artículo original en Foro de la familia: 


Espero que te hayan sido útiles estas sugerencias. Puedes compartir con amigos y comentar las tuyas... ¡Muchas gracias!


Dejo algunos enlaces relacionados con la familia:




                             

      
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 Mª José Calvo
                                                                         optimistas educando
                                                                            @Mariajoseopt


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2020/04/los-ninos-la-familia-y-el-confinamiento.html

2 comentarios:

  1. ¡MUCHAS GRACIAS, MARÍA JOSÉ, POR HABERME PERMITIDO APARECER EN TU BLOG!
    Como bien sabes, sigo tus publicaciones y las difundo ya que me parece que son muy buenas y hacen mucho bien.
    ¡Cuídate mucho!
    JF

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, José Fernando, y perdona que no lo había visto...
    Es un honor "tenerte" en este blog, como ya sabes, y aportar buenas ideas que nos pueden ayudar a todos. Siempre que quieras, tienes las puertas abiertas...
    Saludos,

    Mª José

    ResponderEliminar

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