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domingo, 15 de enero de 2023

SORTEAR DIFICULTADES ECONÓMICAS...




                            SORTEAR LAS DIFICULTADES ECONÓMICAS




La vida en pareja, y por tanto en familia, se construye sobre varios pilares. Es primordial estar enamorados y tener sentimientos de cariño y admiración hacia el otro, así como verse correspondido. También unos valores nobles y valiosos comunes en los que anclar la vida, no solo en las circunstancias favorables, sino también cuando surjan problemas. Otros temas muy amplios de comunicación entre los dos son los hijos, el trabajo profesional de cada uno, y el del hogar. Y quizá el más peliagudo es la cuestión económica, sobre todo cuando hay más dificultades y parece que no se ven más que números rojos… 


Entonces cabe la posibilidad de “echar la culpa” de la situación al otro, o de comparar nóminas, o de olvidar la grandeza da cada persona “per se”, y mirar con mala cara al que no trabaja fuera de casa, bien porque se dedica a su familia, porque se haya quedado sin trabajo…, o cualquier otro motivo.







Pero nunca hay que perder de vista que lo económico es uno de los pilares, pero no el principal. Lo importante es que nos tenemos el uno al otro, y eso debe animar para salir un poco del pesimismo inaceptable que no ayuda a solucionar nada, o de un individualismo egoísta y mal enfocado. 


Si nos metemos en esa “espiral”, reforzamos el problema y cada vez será más difícil salir airosos de ella. Hay que pensar en otros temas y buscar modos  asequibles de pasarlo bien, incluso de replantearnos la vida y reducir gastos sin agobiarse en exceso. Porque hay veces que nos creamos “necesidades” innecesarias por el tipo de vida que uno lleva, por estar al mismo “nivel”, —material—, de los compañeros, por aparentar o lucir marcas, o simplemente porque no nos paramos a pensar si realmente eso nos aporta algo o no, o si nos mejora o no.




Es preciso hacer acopio de sensatez y generosidad para pensar en el otro, y con él o ella, sortear esas dificultades, valorando lo más importante que tenemos y somos, y haciendo un frente unido hacia ellas. “Hacer piña”.


Pero nunca abatirse por “los dineros”, sino conservar el tono humano incluso cuando no tenemos mucho donde elegir…, porque “para ser felices solo se necesita un corazón enamorado”. Y no dejar que las circunstancias emponzoñen en buen humor, la alegría, y el cariño recíproco. Distanciarnos un poco del problema, para que no nos afecte tanto como para renunciar a lo más importante de la vida.







Un pensamiento con calado del escritor C.S. Lewis: “Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios.” Porque, a veces nos ayudan a madurar, aprendemos con ellas a valorar lo importante, y nos hacen capaces de dar lo mejor de uno, en vistas a algo grande.





Los trabajos, el dinero, las circunstancias, y a veces los sentimientos, van y vienen, pero el amor es el que debe perdurar, y el que nos dará su energía para vivir, para crecer como personas y como familia, y también para sortear los problemas. Y no siempre con sentimientos exaltados, a veces con menos, sin embargo siempre con la voluntad de "querer querer" cada día un poquito mejor a la persona que elegimos, y con la que nos comprometemos a quererla. Y de ese amor nacen los hijos, y se alimentarán en su desarrollo como personas: capaces de querer. Eso es lo importante, y la esencia de la vida.



Recuerdo una película basada en hechos reales, que refleja este tema de forma admirable: “Cinderella man”, dirigida por Ron Howard en 2005, con Russell Crowe y Renée Zellweger como protagonistas.


Ambientada en el mundo del boxeo, pero en realidad es la historia de amor entre dos personas: James y Mae, que hacen que su amor sea lo prioritario, cuando la vida les sonríe, y más si cabe cuando les sobrecogen grandes carencias en la depresión y hambruna americana de 1920.


Él, “Cinderella man”, pelea por un botella de leche para sus hijos. Ella le apoya incondicionalmente en todo: cuando todo va bien, y mucho más cuando no tiene éxito. Ella es la que le anima, le quiere, y no permite que se desmorone en situaciones límite. Forman una sola piña ante las dificultades, y permanecen unidos. Es su gran amor lo que les ayuda a salvar circunstancias que desanimarían a cualquiera. Su cariño y su ternura les dan la fuerza y la energía necesarias.


Incluso no se deja amilanar por la pobreza, y aprovecha esa circunstancia extrema para educar a sus hijos con principios éticos coherentes y nobles, aun en situaciones realmente duras. Pasan hambre. Por ejemplo, hay un momento en el que su hijo mayor coge un embutido de la carnicería, sin que nadie lo vea. Pero su padre le hace ver que eso no está bien, y le insta a que vaya a devolverlo y a pedir perdón.






Entre ellos, alguna frase como: “Eres el campeón de mi corazón”, “si no estamos unidos, hemos fracasado”, o “tú estás muy por encima de ellos”, nos pueden indicar su alto nivel y profunda amistad, cariño y admiración entre los dos, porque saben transmitir su amor el uno al otro en todas esas circunstancias. Algo de veras heroico…, y ¡eso es amar!





Espero que te haya gustado, y puedes compartir con amigos.



Dejo el artículo que escribí para #HacerFamilia...





                                                                     Mª José Calvo
                                                                     @Mariajoseopt
                                                            optimistas educando y amando




Pongo algunos enlaces relacionados:




                                                 





 



URL:

https://optimistaseducando.blogspot.com/2023/01/sortear-dificultades-economicas.html


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