EL BELÉN QUE PUSO DIOS
Este post es especial para felicitaros la Navidad. Podemos aprovechar la fuerza del belén para mejorar las relaciones familiares. Es un tiempo especial dedicado a ello. Para pensar en los demás, para alegrarles la vida, para tener detalles de cariño. No hace falta gastar mucho dinero, sino gastar ilusión, imaginación, y cariño. Sobe todo con los que más queremos.
Pensar que siempre estamos educando: siempre nos están mirando, siempre vamos dejando una senda por donde ellos pasarán… Vamos a enseñarles algo trascendente, algo valioso, que no pasa con las modas, ni con los tiempos.
Y podemos aprender de nuestros hijos a ver las cosas con ilusión, sabiendo sorprendernos de las cosas importantes y bellas. Podemos intentar poner un Belén entre toda la familia. Es algo divertido, estimulante, enriquecedor, creativo. Hace falta traer unas piedrecitas, un poco de hierba, unas ramas, unas hojas secas, pajas, cortezas de árbol, lo que se nos ocurra. Y unas figuritas. O hacerlas de plastilina o arcilla… Podemos recortar estrellas de cartulina, ríos de papel de plata, caminitos de serrín…
Cuando ya lo tengamos montado, podemos hacer un “juego” con nuestros hijos. Transformarnos en un personaje de aquella época. Escondernos en el portal, ir con los pastores a ver al Niño, llevarle un queso, un tarro de miel, o algo de ropita, cantarle una canción. Imaginarnos que podemos estar con la Virgen, o que hablamos con San José… ¿Qué les diríamos?
Pensar cómo se tratarían María y José, con qué cariño, con cuantos detalles, aunque no tuvieran nada material. Con cuánto amor cuidarían al Hijo de Dios hecho hombre… Le prepararían una cuna confortable, calentita, le besarían, le mirarían, le cantarían, le bailarían, no saldrían de su asombro…
Por un lado, podemos hablar con ellos: en la imaginación, en la realidad, ¿Qué diferencia hay? Para Dios todo es posible. El Belén nos enseña a rezar sólo con mirarlo. Podemos enseñar a nuestros hijos a hacerlo de esta forma: metiéndonos en el belén. También, por vía afectiva que es como mejor lo entienden...
Por otro lado, allí tenemos hecho realidad, hecho hombre, al mismo Dios: toda la belleza que nos podamos imaginar, toda la verdad y todo el bien. Nos puede servir de norte en la vida, y de modelo, para mejorar como personas, para intentar parecernos a Él, para aprender a amar y ser buenos referentes para nuestros hijos. Y pedirle ayuda, también a su madre la Virgen y a su padre san José.
También es el título de un gran libro: “El belén que puso Dios”, de Enrique Monasterio, de Palabra, ¡precioso! Comienza con el Big-bang, para llegar a Belén... y contar la historia de cada personaje en primera persona.
Os deseamos con todo el corazón…
¡FELIZ NAVIDAD!
Mª José Calvo
optimistas educando
@Mariajoseopt
Dejo enlaces de otros post navideños:
URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2013/12/feliz-navidad.html
https://optimistaseducando.blogspot.com/2013/12/feliz-navidad.html
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