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jueves, 14 de noviembre de 2019

COMUNICAR EL AMOR: LOS LENGUAJES



COMUNICAR EL AMOR:

LOS LENGUAJES DEL AMOR


El amor es un gran regalo que se nos da, ¡el gran regalo!, pero debe cuidarse y custodiarse para que se desarrolle, resplandezca, madure, y nos dé su energía y vitalidad. Hemos tratado que, el amor de pareja hay que cuidarlo y trabajarlo. Si no se alimenta y se "riega", se puede ir debilitando. Incluso morir. Es vital cada día pensar qué gestos y detalles tener con la persona querida, para alimentar ese amor.


Cada uno desea en el fondo de su alma ser valorado, tenido en cuenta, ser querido. Si uno se siente amado es capaz de dar lo mejor de sí, y superar cualquier dificultad del camino. Percibir cariño es vital. No basta con saber que nos quieren, es necesario "palparlo" realmente. También necesitamos querer, en esa relación recíproca que es el amor de pareja. Demostrarlo con hechos concretos para que se sienta de veras querido, querida.

Pero, para ello hay que aprender a priorizar la relación, y saber comunicar dicho amor. No basta con querer, hay que expresarlo, agradecerlo, fomentarlo, ¡vivirlo! Aprender a exteriorizar oportunamente el cariño.


El diálogo nos ayuda a pensar y superar las diferencias. Es un dar y un recibir: el camino hacia la madurez del amor. Ayuda a abrir las puertas del corazón, a ver todo lo bueno que posee el otro, propicia el acercamiento mutuo y la amistad. Y lleva la paz a los corazones.





Sin embargo, cada uno valora más algunas expresiones concretas de él, como pueden ser unas palabras de aliento, los detalles, el contacto físico, llamadas y mensajes, intimidad personal... Es vital hacernos cargo del lenguaje que le gusta más al otro, con qué situaciones se siente más querido, para tenerlo en cuenta. También pensar cuál es el nuestro, o los nuestros, para comunicarlo a la otra persona, y que, cada uno pueda pensar acciones y gestos en esa dirección, aunque no sean sus preferidos.


Siempre, teniendo en cuenta que, 


el "secreto" de un amor duradero consiste en 
buscar el bien de la persona amada, 
desplazando el centro de atención 
del "poderoso" yo, que surge una y otra vez,
hacia el tú del otro...





Se trata de ser comprensivos y empáticos, y emocionalmente inteligentes con la persona querida. Usar las "neuronas espejo", que ayudan a percibir sus estados afectivos, para actuar en consecuencia. Mirar a los ojos, con cariño. Comprender. Empatizar.

También ser buenos comunicadores de ese amor, porque los sentimientos son para compartirlos con esa persona tan especial. Nos enriquecen la vida, dan colorido, aportan ilusión y energía para vivir, y ¡alimentan el amor!







*Para comunicar mejor el amor, reconocer los distintos lenguajes

El autor Gary Chapman señala 5 lenguajes fundamentales que veremos. Pero primero unas claves.



a) Puntos clave:

El amor es un regalo, pero también un arte que hay que aprender, trabajar y desarrollar día a día. Hay que "empeñarse" en que el otro se sienta querido. No dejarlo a la improvisación.


1) Conocer cuál es "mi lenguaje" del amor más significativo, el que me llena más. O los que me llenan más. 

2) Identificar el lenguaje de amor del ser querido: lo que más valora.

3) Aprender su lenguaje, y llevarlo a la acción en cosas concretas. ¡¡Trabajarlo!! Con sólo saberlo no se consigue mucho: hay que hacer planes concretos, incluso anotados cada día, que expresen ese modo de querer. Y hablarlo con la otra persona: comunicar lo que nos gusta más, y escuchar lo que le agrada al otro.


Para mejorar la unión de los dos, se pueden trabajar también otros lenguajes. Cuantos más se manejan, mejor se puede comunicar ese amor en pareja. Y de eso se trata, ¡de hacer equipo!, de notar sus necesidades como propias, se sentir "con el otro", de animarle a lograr su mejor personalidad, de formar un solo corazón.






b) Los 5 lenguajes del amor de Chapman

La clave de un matrimonio amoroso y duradero... Por eso, “quienes comprenden el lenguaje del amor de su pareja poseen una invaluable ventaja a la hora de forjar un amor para siempre: saben cómo hacer de manera eficiente y coherente que ambos se sientan muy amados. Ese regalo nunca desaparece.”




1- Palabras de afirmación 

Afirmar con las palabras todo lo bueno que tienen y hacen los demás. Por ejemplo decir elogios, palabras de aprecio y reconocimiento de sus cualidades y fortalezas, logros. Inspirar a la persona amada ánimo, valor, seguridad, confianza en sus capacidades... Admirarle, decirle "me encantas"... Requiere comprensión, cariño y empatía, para ver, pensar y ponerse en su lugar. Además, hacerle notar en qué es bueno le ayudará a ser consciente y poder desarrollarlo.





2- Actos de servicio 

Pensar qué cosas le gustan, para concretar, y que se sienta valorado y querido. Aunque no apetezca demasiado... Se hace por él, por ella. Por ejemplo elaborar su comida favorita, o gestionar ese asunto burocrático que no le emociona, organizar una cena romántica, sacar el lavaplatos, comprar alguna sorpresa, poner unas velas, un perfume, cuidar a los niños, dejarle un rato que prepare una exposición... etc.


Los actos de servicio requieren pensar qué necesita, y llevarlos a la acción. Que sean una expresión de atención y cariño al otro. Es un gesto de amor, teniendo en cuenta sus necesidades o gustos diferentes. Son detalles que avivan el amor, que hacen sentirse agradecido.







3- Contacto físico 

Este lenguaje es vital en pareja. Desde una caricia, cogerse de las manos, una mirada cariñosa, un mensaje, tiempo juntos para ver algo, conversar, leer, un abrazo íntimo..., medio por excelencia de expresar el amor mutuo y de ¡hacerlo crecer! Hay personas que si no sienten ternura y contacto sufren.

Además todo ello estimula la capacidad de amar del otro, porque hace sentir la dicha de sentirse querido y hacerle feliz.






4- Regalos

Se trata de tener detalles pequeños y concretos, como una llamada, una notita, una sorpresa, un mensaje encendido, unos bombones, una joya, algo que le gustaría comprar, un ramo de flores... No se trata tanto regalos caros, sino de poner el corazón en ellos. Es la forma de plasmar el amor que tenemos al otro, y conlleva sentimientos que alimentan ese amor. Sin olvidar que, el mayor regalo es el de uno mismo: nuestro tiempo y nuestra persona. Muy en especial en ese abrazo íntimo.





5- Tiempo juntos de calidad

Tiempo compartido entre los dos. Conversar sin prisa, escuchar antes de hablar... Requiere pensamiento y atención, y planificar. No siempre se está en proximidad, pero es importante reservar tiempos para disfrutar juntos. Unos momentos al día especiales, sin interferencias ni pantallas, sin niños, una tarde a la semana para "nosotros", y unos días extra de escapada al año. Y luego, aprender a mantener la unión a lo largo del día, también en la distancia. Esto lo valora mucho la mujer, en la que todo está muy relacionado en su cerebro.

Esas actividades conjuntas son la manera de crear sentido de unión, de lograr un "dos en uno", y de construir "lo nuestro". De esa forma, como dicen unos amigos, 1 + 1 = 1. ¡Un solo corazón!




Y todo ello se alimenta de las conversaciones, de la empatía, de ese diálogo comprensivo donde cada uno comunica lo que lleva en su cabeza y corazón: sus anhelos más íntimos, sus pensamientos y sentimientos, experiencias y deseos... Así se hace equipo y se construye el amor.

En un ambiente de cariño y confianza, con escucha atenta de las necesidades y gustos del otro. Captando lo que nos cuenta, y ese lenguaje no verbal tan importante en cualquier relación, mucho más en pareja. 

Gestos, ternura, detalles que abrazan el alma y conmueven. Generosidad y empatía para "adivinar" y comprender sus estados afectivos, y actuar en consecuencia. Anclando la relación en una amistad profunda... Y un "sin fin" de cosas que podemos pensar y cuidar, para alegrarle la vida y crecer en el amor. En definitiva, ser muy humanos.







                                                                             
En su libro, Chapman sostiene que cada uno tenemos "un tanque del amor"... 

Dice: “¿Podría ser que en lo más profundo de las parejas heridas exista un invisible “tanque del amor” con su medidor en vacío? ¿Podría ser que el mal comportamiento, el alejamiento, las palabras groseras y la crítica fueran el resultado de un tanque vacío?"

"Si pudiéramos encontrar una manera de llenarlo, ¿renacería el matrimonio? Con un tanque lleno, ¿las parejas serían capaces de crear un clima emocional donde fuera posible analizar las diferencias y resolver los conflictos? ¿Podría ese tanque ser la clave que hiciera funcionar el matrimonio?”


Para mantener vivo el amor, habrá que esforzarse en aprender un segundo lenguaje del amor. Porque, "lo que importa es hablar el lenguaje del amor de tu cónyuge”, es decir, la forma en la que él o ella tienen de percibir amor.

Por lo tanto: “La satisfacción de la necesidad de amor de mi cónyuge es una decisión que tomo cada día…" Si sé cuál es su lenguaje, el que más le llena, y aprendo a usarlo, se satisfarán sus necesidades más hondas y se sentirá seguro de ese amor. Y se sentirá de veras querido.



                                                                              Mª José Calvo
                                                                  optimistas educando y amando
                                                                             @Mariajoseopt      


                              

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 Dejo algunos enlaces relacionados: 


                                                                                 

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