Lograr armonía familiar

TEMAS para el buscador

  • OPTIMISMO
  • FAMILIA
  • SENTIDO DE LA VIDA
  • AMISTAD
  • VALORES
  • LIDERAZGO
  • EDUCACIÓN
  • NEUROEDUCACIÓN
  • CRECIMIENTO PERSONAL
  • EDUCAR POR EDADES
  • MARCOS DEL DESARROLLO INFANTIL
  • PREADOLESCENTES
  • ADOLESCENTES
  • EDUCAR EL CORAZÓN
  • MUJER
  • AMOR EN PAREJA
  • EL PERDÓN
  • EL DOLOR
  • TECNOLOGÍA
  • PELÍCULAS

viernes, 12 de febrero de 2016

SAN VALENTÍN Y EL AMOR

  


                                        TODO LO VALIOSO LLEVA SU TIEMPO...


         Podemos hacer un “parón" para mirar nuestro amor, aprovechando el día de San Valentín, y para pensar si realmente hemos encontrado a la persona adecuada para compartir la vida. y crecer juntos.

         Porque, ¿qué es enamorarse? Es descubrir toda la belleza como condensada en una persona singular. Es ver todo lo bueno que el otro encierra en su interior, y deslumbrarse por ello. Es confiar en la vida que hay en él, en ella, y saber motivarle para que lo desarrolle: que logre su mejor personalidad. Y encontrase uno mismo en la otra persona.

         El enamoramiento es una emoción intensa y maravillosa que suscita admiración hacia el otro, y ejerce una fuerte atracción. Todo se vuelve entusiasmante. Y de ello surge el querer compartir la existencia con esa persona. Ya no se concibe un universo done ella esté ausente... Es más, es la que ilumina y colorea toda la realidad.







         Querer a alguien consiste en una especie de “autoexpropiación” de uno mismo en favor del otro. Es como encontrar un tesoro desmedido, y esa persona capta todo nuestro interés. Y entonces queremos compartir toda nuestra existencia, en los momentos buenos, y en los menos buenos… Por eso se concreta en el compromiso, porque es la forma de hacer, de ese enamoramiento que surge entre los dos, algo estable que nos dé su energía y posibilidad de quererse en todas las circunstancias de la vida.

          En un amor maduro no solo hay sentimientos, sino que es preciso poner cabeza en ello, y voluntad para “querer querer" al otro con hechos concretos, con gestos y detalles. No basta con estar flotando en sentimientos favorables mientras duren… Hay que trabajar el amor, cuidarlo día a día, para que pueda perdurar en el tiempo.

Dejo un corte precioso de "Mejor imposible"... dirigida por James L. Brooks, de la productora Gracie Films, con Jack Nicholson en escena.






          Y la ilusión por querer de veras, con hechos concretos, día a día, junto con la admiración por el otro, por sus cualidades especiales y su forma de ser, es lo que mantiene vivo al amor, porque uno se fija en la belleza interior de esa persona, en su mejor forma de ser, y no solo en lo que deslumbra a los sentidos. Y le ayuda a desarrollarlo.

          Es necesario pensar en el otro, antes que en uno mismo; hay que luchar contra la comodidad, el yo, me, mi, conmigo, que nos acecha siempre, especialmente en la sociedad actual. Poner al ser querido en el centro del corazón es vital para hacer crecer el amor.





         Para tener una relación estable, primero hay que luchar por tener una personalidad estable, con belleza interior. Es decir, tener voluntad para hacer lo que la inteligencia nos propone como algo bueno. Si no, con los sentimientos solo no podremos ser constantes, porque van y vienen…, o desaparecen. Y el amor necesita de autodominio personal, y de nuestro cuidado y premura constante para crecer, para centrase en el ser querido.

       Porque, el cariño y la confianza nos permiten modelar nuestra mejor personalidad. Pero, hay que luchar por conseguir “ser” lo que queremos ser, es decir tener autogobierno personal y una conducta coherente hecha a base de buenos hábitos, a golpes de libertad, que diría Ortega.


         Por eso, el amor es la gran oportunidad de “esculpirnos”, y de "esculpir" a la persona querida, porque nos estimula a conseguir lo mejor de que somos capaces, sin proponerlo, pensando en ella. Cada uno encierra muchos talentos en su interior... ¡Solo hay que descubrirlos y hacerlos crecer! 







          Por otra parte, el amor requiere un trabajo de artesanía, que se plasma en la vida diaria en pequeños detalles que lo expresan, y que mantienen vivo “el fuego” del amor. Es preciso pensar cada día con qué detalles vamos a alegrar la vida a nuestra pareja, y cómo le vamos a expresar nuestro amor para que se sienta realmente querido, querida.



            Por eso, construir el amor precisa su tiempo. No se puede devorar al primer destello, porque entonces, las aferencias sensoriales de “gustirrinín” camuflan el verdadero conocimiento de la otra persona, e interfieren en él. Ya no se es objetivo para pensar y decidir si esa persona es la que se quiere elegir como compañera a lo largo de la vida, para ayudarse mutuamente a lograr lo mejor del otro.

              La inteligencia se ve enturbiada por los sentidos y no somos objetivos en analizar la situación, o en discernir si nos gusta o le queremos realmente con todas sus consecuencias. Perdemos la perspectiva real. 

              Todo lo bueno lleva su tiempo en madurar: hay que dejarlo crecer, o lo angostamos desde el primer momento. Ya lo decía Thibon: precisa largos periodos de maduración.






         El día de la Boda, nos unimos a la persona querida para vivir "en-amor-dados". Es decir, para descubrir y suscitar lo mejor de la otra persona, a la que queremos querer con un amor auténtico. Y ese provocar lo mejor de ella solo se consigue a la luz del cariño que le tenemos y debemos demostrar. De esa forma ayudarle a lograr su plenitud como persona.

      Porque, "amar es facilitar el amor", como expresa un gran filósofo y humanista, Tomás Melendo. Si le amamos, debemos facilitarle el que nos ame..., ponérselo fácil. Porque, la otra persona, solo será feliz amando a su vez.




           Aquí dejo un vídeo sobre la “espera” en el amor de #soyamante. No se puede pretender tener todo al mismo tiempo. Como señala Chesterton, “no se puede al mismo tiempo comerse el pastel, y quedarnos con él”… 

             Las cosas importantes en la vida necesitan su tiempo. La etapa del noviazgo es el momento para conocerse y llegar hasta el fondo del alma, para así ponderar con cabeza, si será el “caballero” o la “princesa” que nos acompañará y nos querrá toda la vida. Y ¡merece la pena la espera!



                                                                             Mª José Calvo
                                                                  optimistas educando y amando




                                      


Espero que te haya gustado, y gracias por compartir.



Dejo enlaces relacionados:


        *Nuestro-mejor-proyecto (amor de pareja)

        *Para amar mejor...

        Sinergia en pareja  


URL:
https://optimistaseducando.blogspot.com/2016/02/san-valentin-y-el-amor.html


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Barbara, no uso el blog para publicidad particular, y el amor no cura con hechizos sino con voluntad de querer...;)) Buen día.

      Eliminar

El blog se nutre de los comentarios...: ¡gracias por comentar!